El día 15 de diciembre
se cumplieron 48 años del secuestro de Reinalda Pereira, Tecnóloga Médica y militante
del Partido Comunista de Chile. Para recordar este hecho, le entregamos a las y
los lectores del “Boletín Rojo” un
escrito del historiador Iván Ljubetic Vargas. “El secuestro de Reinalda Pereira
formaba parte de un siniestro operativo de la dictadura fascista, parte de una
feroz ofensiva de la tiranía contra el Partido Comunista en el año
Iván
Ljubetic Vargas. historiador del
Centro
de Extensión e Investigación
Luis
Emilio Recabarren, CEILER
Reinalda del Carmen Pereira Plaza nació en Viluco,
Maipo, el 5 de mayo de 1947. Era de origen campesino.
Su familia emigró a Santiago desde
su natal Viluco cuando ella era una niña. A los 16 años finalizó sus estudios secundarios en el Liceo 11.
Intentó estudiar Medicina pero por
falta de recursos debió ingresar a Tecnología Médica de la Universidad de Chile.
El padre, Luis Pereira Lobos, había fallecido cuando Reinalda era una niña. Su
madre, Luzmira Plaza Medina, de origen
campesino, trabajaba como empleada doméstica en una casa de Providencia.
Fue la primera de su familia en
acceder a la educación superior, motivo de gran orgullo para su madre. Se
especializó en hematología y transfusiones sanguíneas. Egresó de la
universidad, en 1969.
INGRESA AL PARTIDO COMUNISTA
Entró a trabajar en la Escuela
Dental y luego en el Hospital Sótero del Río. Ingresó a militar en el Partido
Comunista.
Tuvo una activa participación
gremial logrando desempeñarse como delegada de personal de su especialidad,
luego secretaria de la Federación de Profesionales y Técnicos de la Salud
además como dirigente de la Asociación de Tecnólogos Médicos. Contrajo
matrimonio con el kinesiólogo Max Santelices en julio de 1973.
El 15 de diciembre de 1976
Reinalda, habiendo finalizado en el laboratorio clínico ubicado en el pasaje
Matías Cousiño, en el centro de la capital, fue llevada por su amiga Cristina
Arancibia, en su citroneta a la comuna de Ñuñoa. La dejó en la esquina de las
calles Exequiel Fernández con Rodrigo de Araya, debía esperar movilización
colectiva.
SECUESTRADA POR LA DINA
Allí estaba cuando alrededor de
las 20:30 horas, en forma sorpresiva se detuvo un automóvil marca Peugeot
patente HLN-55. Se bajó un agente de la
DINA, que la tomó violentamente por la espalda. Reinalda
se aferró al poste de un semáforo, dando gritos de auxilio.
En esos instantes descendió un
segundo sujeto del mismo vehículo, y entre ambos redujeron a viva fuerza a la
afectada introduciéndola al interior del auto. Reinalda gritó pidiendo auxilio,
repitiendo "sálvenme".
Dos personas, miembros de la
Escuela Militar, que pasaban por el lugar intentaron socorrerla. Fueron
violentamente repelidos con los gritos “En estos no se metan”.
Una vez reducida la víctima y
materializada la detención, el automóvil se dirigió por Rodrigo de Araya en
dirección al norte.
Reinalda fue trasladada al cuartel
secreto de exterminio Simón Bolívar. En
ese lugar operaba la Brigada Lautaro, encabezada por el entonces capitán de
Ejército Juan Morales Salgado. Posteriormente se sumó el grupo Delfín,
encabezado por el entonces capitán de Ejército Jorge Barriga y el teniente de
Carabineros Ricardo Lawrence, que también eran parte de la DINA y que provenían
de Villa Grimaldi, otro de los más cruentos centros de detención del organismo
comandando por Manuel Contreras.
Se debe hacer presente que, recién
en el mes de marzo de 1977, se llegó a determinar las circunstancias de la
detención de Reinalda del Carmen Pereira, en virtud de las propias gestiones
que realizaron tanto su marido Maximiliano Santelices, como su madre Luzmira
Plaza Medina.
EN EL CAMPO DE EXTERMINO DE SIMÓN BOLÍVAR
Lo ocurrido con Reinalda en el
campo de exterminio de Simón Bolívar 8630, se ha podido conocer debido a las
declaraciones de agentes de seguridad procesados en la investigación que
realizó el juez Víctor Montiglio a partir de 2007.
A esto se suma el testimonio de
Jorgelino Vergara, quien tenía 16 años al momento de los hechos y que llegó a
Simón Bolívar tras trabajar como “mozo” en la casa de Manuel Contreras.
El testimonio de Vergara, recogido
en extenso en la investigación periodística La danza de los Cuervos de Javier
Rebolledo, explica en detalle el tránsito de la militante del PC por Simón
Bolívar. De acuerdo con este relato,
cuando Reinalda ingresó al cuartel, Vergara vio a una mujer embarazada
(desconocía su nombre) que era torturada en la parrilla –una cama, generalmente
metálica, en que los detenidos eran maniatados y sometidos a vejámenes.
El “mocito” (como se le decía)
también fue testigo de cómo Barriga y Lawrence golpeaban a Reinalda con
distintos objetos. “A esa mujer la torturaron brutalmente, y ella clamaba para
que pararan porque decía que estaba embarazada. La teniente Calderón chequeó
que eso era efectivo, pero igual el capitán Barriga siguió con las torturas y
la corriente. Estaba en muy mal estado y empezó a pedir que la mataran”.
Reinalda se encontraba
en su sexto mes de embarazo, desde entonces forma parte de la lista de
detenidas-desaparecidas. Nada se sabe de la suerte corrida por el bebé que
estaba esperando.
El secuestro de Reinalda Pereira
formaba parte de un siniestro operativo de la dictadura fascista, parte de una
feroz ofensiva de la tiranía contra el Partido Comunista en el año 1976.
EL CASO DE LOS TRECE
Entre el 29 de noviembre y el 20
de diciembre de 1976, fueron detenidas por agentes de seguridad trece personas:
once pertenecientes al Partido Comunista -algunos de ellos miembros de su
Segunda Dirección Clandestina- y dos al Movimiento de Izquierda Revolucionario
(MIR).
Los procedimientos que se
utilizaron para detenerlos guardan semejanzas entre sí, particularmente en el hecho
de que sus arrestos se realizaron en la vía pública, salvo en un caso,
destacándose que el grueso de las detenciones se verificó el día 15 de
diciembre de 1976, afectando en ese sólo día a siete personas. Y la otra nota
común en sus situaciones, se relaciona con la información que proporcionó
oficialmente el gobierno militar, en el sentido que prácticamente todos
registraban salida de Chile a Argentina entre fines de diciembre de 1976 o a
principios de enero de 1977.
La falsedad de esta versión fue establecida
judicialmente a través de peritajes, testigos e inspecciones personales.
Las trece personas desaparecidas
son: Santiago Edmundo Araya Cabrera, militante del MIR, detenido el 29 de
noviembre de 1976; Armando Portilla, militante del Partido Comunista, detenido
el 9 de diciembre de 1976; Fernando Alfredo Navarro Allende, detenido el 13 de
diciembre de 1976; Lincoyán Yalú Berríos Cataldo, Horacio Cepeda Marinkovic,
Luis Segundo Lazo Santander, Juan Fernando Ortiz Letelier, Reinalda del Carmen
Pereira Plaza, Waldo Ulises Pizarro Molina y Héctor Véliz Ramírez, todos ellos
militantes del Partido Comunista, detenidos el 15 de diciembre de 1976;
Lizandro Tucapel Cruz Díaz, militante del Partido Comunista y Carlos Patricio
Durán González, militante del MIR, ambos detenidos el 18 de diciembre de 1976;
y Edras de las Mercedes Pinto Arroyo, comunista, detenido el 20 de diciembre de
1976.
CINISMO FASCISTA - COMPLICIDAD DE PRENSA
Cuando se fue conociendo que la dictadura utilizaba el método de
“Noche y Niebla” de los nazistas, los
fascistas de Pinochet lo negaron. Sostuvieron
que era una “felonía marxista”. Mintieron descaradamente. Como lo hacen hoy sus
admiradores. Y prensa reaccionaria y rastrera, entre otro estaban “El Mercurio”, “La Tercera” y “La Segunda”.