lunes, 5 de septiembre de 2022

NO ES LA PRIMERA VEZ NI LA ULTIMA TAMPOCO.

 


DECIRES.

 


 

Que estás pensando, me dice este portal.

 

Son las 01.38 del día ya lunes. No estoy amargado, en algunos meses, mi Paisito, mi pueblo, arrinconado por las consecuencias de las injusticias sociales y morales de siglos, no puede hacer milagros.

No lo puede hacer nadie...Al menos de la forma que se trata de hacerse.

Empeño se le hizo, más que empeño, se le puso, alma e intelecto. 

Hay que analizar, sin peñascazos en el pecho. 

Al contrario, hay que darse un abrazo. 

Tenemos un enemigo muy poderoso. Será un deber revolucionario, aprender de qué manera se puede cortar garras en forma más efectiva. 

El gobierno debe tener más espacios y apoyo político de los partidos denominados de izquierda. 

Tiene que hacer realidad su programa de gobierno. Su hacer es nuestro campo de batalla.

No se trata de acuarelas ni de arco iris, se trata más bien de uniformidad de color, en donde descanse el conocimiento de la lucha de clases.

Lo que sucedió hoy, es sólo una cicatriz para templar mejor el acero.

Miremos por la ventana...

El Imperio y sus huestes que obtuvieron más del 60% de las preferencias en el plebiscito es el mismito poder que tiene al mundo en ascua. Son los mismos que desafían a potencias inmensas.

La hegemonía es para el imperio su despensa.

Los verdaderos triunfadores de ayer, 4 de septiembre son los mimos que provocan tanta muerte y miseria en el mundo entero...Y tenían miedo, se comían las uñas.

Tenemos que aunarnos en la clase. Es la única forma de enfrentarnos a un ejército con tantos mercenarios e ignorancia social. 

Quedémonos creciendo, el pueblo nos mostró que necesita más lápiz, más puerta a puerta, más tranque sin fisuras. 

Tenemos todos los espacios para cambiar tácticas y conservar estrategias.

Un abrazo gigante, inmenso, de gratitud y esperanza...

Me voy a buscar el azadón, la pala y la picota, nuevas melgas tenemos que levantar.

Alejandro Fischer Alquinta

Estocolmo 5 de septiembre2022