German Berger
Hertz
Germán junto a su madre
Carmen rodeados de amigos y compañeros en la despedida de su padre Carlos
Berger Guralnik
Bertolt Brecht escribió
““íbamos cambiando de país
como de zapatos, desesperados cuando en alguna parte solo había injusticia,
pero no indignación. También el odio contra la bajeza desfigura las facciones.
También la ira contra la injusticia pone ronca la voz. Ustedes, sin embargo,
cuando lleguen los tiempos en que el hombre sea amigo del hombre, piensen en
nosotros con indulgencia”
Y así es, la voz se nos ha
puesto ronca, desesperados e indignados seguimos hoy frente a la impunidad y la
ignominia que ha campeado en nuestro querido país. Hemos lidiado contra la ira,
contra la soledad de la pérdida. La indignación y las convicciones nos han
mantenido en pie, algunos han podido incluso luchar gracias a ella, otros hemos
tratado solo de sobrevivir.
Querida familia, queridos
Petxis, Mama eterna luchadora, hijitas mías, Elsita, Ricardo, Vivi, Jorge,
Manuel, tíos, primos, queridos Sadá… Amigos todos, hermanos de ruta, esos que
forman parte de la familia electiva que la vida suele darnos.. En este día,
donde estamos homenajeando a mi padre asesinado, quiero dar las gracias por acompañarnos hoy aquí,
gracias por acompañarnos siempre y ser tan indulgentes con nosotros…
Mi tio Eduardo me dijo una
vez que si hubiésemos tenido un cuerpo, si hubiésemos podido enterrarlo, quizás
habríamos podido hablar más de la muerte de Carlos…pero nunca lo hicimos y el
silencio se impuso entre nosotros. El presente y el pasado de mi familia se
partieron ahí, con la devastadora muerte de mi padre…, y el futuro ya no
volvería a ser el mismo para ninguno de nosotros. Su muerte y la desaparición
de su cuerpo nos dejó un dolor seco, incapaz de ser expresado, un dolor casi
prohibido…fue como si toda su existencia nunca hubiese existido, la pena era
oculta, cada uno cargaba con su propio dolor. Lamento que Eduardo ya no esté
con nosotros para participar de esta ceremonia.
Querido viejo,
Es extraño estar hoy
aquí..., enterrando unos restos que el desierto nos devolvió de tu cuerpo, es
difícil porque el horror de tu crimen y la angustia de saberte desaparecido ya
son heridas indelebles en nuestras
almas...
Pero aquí estamos y
estaremos siempre, una y otra vez. Aquí está tu familia, aquí están tus amigos, aquí están los familiares que siguen buscando, aquí
están también las almas de tus compañeros asesinados, aquí esta parte de ese país que alguna vez
soñaste con cambiar… Aquí estamos todos, celebrando tu ceremonia 40 años
después de tu muerte…
Recuerdo que cuando era
niño soñaba casi todas las noches que tu regresabas, que habías estado
escondido y volvías a nuestro lado… Me explicabas cosas, escuchaba tu voz por
primera vez, acariciaba tu rostro por primera vez y sentía tus labios en mis
mejillas por primera vez…, las fantasías inundaban mi mente y mi cuerpo de
niño. La cronología de la infancia no está hecha de líneas sino de sobresaltos.
La memoria es un espejo opaco y vuelto añicos…, intentar recordar es tan
desesperante como intentar recuperar un sueño que nos ha dejado una sensación,
pero ninguna imagen, una historia sin historia, vacía, de la que queda
solamente un vago estado de ánimo… Las imágenes se han perdido.. Los años, las
palabras, los juegos, las caricias se han borrado, y sin embargo, de repente
repasando el pasado, algo vuelve a iluminarse en la oscura región del olvido. Casi
siempre se trata de una esperanza mezclada con alegría, y casi siempre está la
cara de mi papá, tu cara, pegada a la mía. Como la sombra que arrastramos o que nos arrastra…
Fue difícil todo, tolerar
mi innata mezquindad y conducirla por cauces menos dañinos, aprender a contener
mi sed de venganza…, no es que a uno le enseñen a ser bueno, sino que le
enseñan a no ser malo… Nunca me he sentido bueno, pero debo reconocer que gracias
a la benéfica influencia de mi papá, he podido ser un malo que no ejerce, un
cobarde que se sobrepone con esfuerzo a su cobardía y un avaro que domina su
avaricia…y lo más importante, si hay algo de felicidad en mi vida, si tenemos
alguna madurez, si casi siempre me comporto o trato de comportarme de una
manera decente y más o menos normal, si no soy un antisocial y he soportado
suicidios, penas, muertes violentas y todavía sigo siendo pacífico, creo que
fue simplemente porque mi padre era Carlos Berger Guralnik
Yo quise a mi papá con
locura, con un amor que nunca volví a sentir hasta que nacieron mis hijas. Cuando
nacieron ellas lo reconocí, porque es un amor muy parecido en intensidad,
aunque distinto, y en cierto sentido opuesto.
Yo sentía que a mi nada me podía
pasar si estaba con mi papá, aunque fuera de aquella manera onírica. Y siento
que a mis hijas nada les puede pasar si están conmigo… Todo esto es una cosa muy primitiva, ancestral, que se siente en lo más
hondo de la conciencia, en un sitio anterior al pensamiento…
Hoy es un día de homenaje,
este funeral es una fiesta de la memoria… la tristeza nos embargará siempre y
nunca será suficiente… Sin embargo debemos levantarnos y ser capaces de reír,
de amar y de bailar…… Hoy es un día donde la memoria triunfa por un instante,
porque nos atrevemos a recordar, porque pensamos en lo mucho que hemos sufrido,
porque soñamos otra vez con un país más justo, más inclusivo… Porque incluso
por instantes somos capaces de luchar por ello… Hoy es la fiesta de mi padre,
de todos los compañeros y compañeras asesinadas, hoy es la fiesta de mi patria,
de mi pueblo… de un país que se levanta y es capaz de soñar…
Y para terminar quiero
decir que la historia es triste pero no desesperada…
Ahora tengo 41 años y
acompañado por mi esposa Elsa y mis hijas Greta y Amalia luchamos por hacer una
vida nueva, sana, limpia de rencores y de odios…,no queremos eternizar el luto,
No tratamos el tema como una tragedia…la tragedia de muchos, la tragedia de un
pueblo. Estamos hoy aquí para contarles
a nuestras hijas de donde ellas vienen, quienes eran y como fueron sus
ancestros… No hay tono quejumbroso, no se busca provocar el llanto, solo quiero
que mis hijas conozcan esa parte de la saga de su familia…del país.
Hijas mías, Vuestro padre
desea que se coman la vida, que no sufran…, ustedes asoman al mundo repartiendo
alegría, encarnan la esperanza de una vida nueva.. ustedes representan el
triunfo de la vida…
Y como dijo el poeta, por
amor a la memoria llevare siempre sobre mi cara la cara de mi padre…
Gracias
Fuente: pcchile.cl