Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
NACE LA UNIDAD POPULAR
El 9 de octubre de 1969 fue un día
histórico: se fundó la Unidad Popular (UP). La constituyeron dos partidos marxistas: el Comunista y el
Socialista; tres colectividades socialdemócratas: el Partido Radical, el
Partido Socialdemócrata, la Acción Popular Independiente y un
movimiento de raíz cristiana, el MAPU.
La UP ha sido la hasta ahora la
más amplia y realizadora coalición política de la izquierda chilena.
EL “TACNAZO” Y LA UNIDAD POPULAR
No fue casual, que sólo once días
después de la creación de la Unidad Popular, tuviese lugar el llamado
“Tacnazo”, un movimiento “gremial” protagonizado por el Regimiento Tacna de la
guarnición de Santiago. Este se declaró en rebeldía el 21 de octubre de 1969,
exigiendo reivindicaciones económicas y profesionales. Encabezó la acción
subversiva el general Roberto Viaux Marambio.
El
mismo 21 de octubre de 1969, el Partido Comunista emitió una Declaración
Pública, firmada por la Comisión Política. En ella se señalaba:
“Se ha iniciado una acción
sediciosa que se orienta a la liquidación de las libertades y garantías
democráticas conquistadas por la clase obrera y el pueblo. Este no es un
conflicto entre civiles y militares ni entre el gobierno de Frei y la
oposición, sino una amenaza contra la Patria y contra el derecho del pueblo a
abrirse paso a la conquista del Gobierno Popular.
“Debe ponerse término a la
conciliación. Exigimos medidas enérgicas contra la reacción que traiciona a
Chile. Llamamos a la movilización de la clase obrera, de los campesinos, de los
pobladores, de los estudiantes y de todos los chilenos dispuestos a defender
sus derechos.” (Citado por Luis Corvalán
en “Camino de Victoria”, páginas 287 y 288)
El Partido Socialista tuvo una
visión distinta del movimiento militar. Por eso, en una Declaración Pública,
emitida ese mismo días 21 de octubre, sostuvo:
“El Partido Socialista llama a los
trabajadores, no a defender la institucionalidad burguesa, sino a movilizarse
para imponer sus reivindicaciones sociales y políticas, amenazadas por las
fuerzas reaccionarias que pretenden utilizar el movimiento reivindicativo
militar...” (Citado por Casanueva y Fernández en “El Partido Socialista y la
lucha de clases en Chile”, páginas 230 y 231)
El PC y la CUT, que no se dejaron
engañar por el “gremialismo” de la acción castrense, convocan a los
trabajadores y pueblo en general a salir a las calles a defender el régimen
democrático. Ello, a pesar de estar en una decidida oposición.
Refiriéndose a la acción sediciosa del 21 de octubre de 1969,
el general Carlos Prats escribe:
“Mucho hincapié posterior se hizo
en torno a las verdaderas intenciones de Viaux, al acuartelarse en el ‘Tacna’,
secundado por el capitán Mora y otros oficiales. Quienes estaban comprometidos
en el complot o políticamente tenían interés en minimizarlo, han argumentado
que el ‘acuartelamiento’ de las unidades militares involucradas fue un acto
simbólico de protesta que interpretaba el sentir mayoritario de la oficialidad
ante la indiferencia del gobierno para dar solución a los problemas que
afligían al Ejército...
“El ‘acuartelamiento’ del ‘Tacna’
tenía una finalidad política clara, gestada en varios pasillos durante los
meses precedentes. Oscuros personajes civiles y uniformados se prepararon para
mover las piezas del tablero de ajedrez, usando a Viaux como peón de partida...
(Carlos Prats González: “Memorias”, páginas 126 y 127)
EL XVIII CONGRESO DEL PARTIDO COMUNISTA DE CHILE
Del 23 al 29 de noviembre de 1969
tuvo lugar en Santiago el XVIII Congreso Nacional del Partido Comunista de
Chile
Se inauguró el domingo 23 de
noviembre en el salón de honor del Parlamento.
Luis Corvalán, secretario
general del PC, en el Informe que leyó
ante el XVIII Congreso, afirmó que:
“La lucha por la Unidad Popular ha
sido y es una actitud revolucionaria permanente de los comunistas, dentro y
fuera de las contiendas electorales. Bregamos por la unidad combativa, que se
exprese en todas las batallas, grandes y pequeñas; se forje en torno a un
programa común, al margen de caudillos mesiánicos, alrededor de la clase
obrera, asegurando al mismo tiempo que las demás clases y capas sociales
progresistas y sus expresiones políticas tengan y asuman las responsabilidades
correspondientes...”
“El poder popular que queremos generar y la
revolución que necesitamos hacer son, por su esencia y objetivos,
antiimperialistas y anti oligárquicos con la perspectiva del socialismo.” (Corvalán, Luis: “Camino de Victoria”,
páginas 321, 322 y 323)
Jorge Insunza leyó las
resoluciones. Dijo:
No hay nada más revolucionario en
el Chile de hoy que combatir por la erradicación del imperialismo y la
liquidación del poder de las oligarquías monopolistas y terratenientes,
enfrentando estas tareas por la perspectiva del socialismo”. (“El Siglo”, 30 de
noviembre de 1969, página 4)
“PROGRAMA BÁSICO DE GOBIERNO DE LA
UP”
Con fecha 17 de diciembre de 1969
las seis colectividades políticas que formaron la UP y que coincidían en el
análisis de la realidad del país,
dieron a conocer a la opinión pública un documento llamado “Programa
básico de gobierno de la Unidad Popular” y en él expusieron, entre otros
conceptos, lo siguiente:
“Lo que ha fracasado en Chile es
un sistema que no corresponde a las necesidades de nuestro tiempo. Chile es un
país capitalista, dependiente del imperialismo, dominado por sectores de la
burguesía estructuralmente ligados al capital extranjero, que no pueden
resolver los problemas fundamentales del país, los que se derivan precisamente
de sus privilegios de clases a los que jamás renunciarán voluntariamente”
PASOS PREVIOS A LA CAMPAÑA PRESIDENCIAL DE LA UNIDAD POPULAR
Además del Programa Básico del Gobierno, los dirigentes de la UP elaboraron otros dos
documentos: el Pacto de Gobierno, donde se establecieron las pautas por las
cuales se regiría la administración de la Unidad Popular, y el documento sobre
el Estilo de la Campaña presidencial, donde se planteaba que, siendo la figura
del candidato muy relevante, al centro de la campaña debía estar el programa de
la UP; además asignaba rol muy
importante a los comités de base.
La creación del Comité Coordinador
de la Unidad Popular, la aprobación del Programa de Gobierno y de los otros
documentos de la coalición de Izquierda, hicieron pensar que pronto habría
acuerdo sobre el candidato. Pero no fue así.
BUSCANDO AL CANDIDATO ÚNICO
Se inició 1970, el año de los
comicios. Pero aún eran cinco los postulantes. La Unidad Popular deseaba dar la
noticia del abanderado único como regalo de Pascua a los chilenos. No resultó.
Tampoco para el Año Nuevo. Hubo desesperanza. Amargura, en la gente
izquierdista. De muchos lados surgían exigencias del candidato único. Al Comando
Nacional de la Campaña llegaban delegaciones, cartas, telegramas, llamados
telefónicos.
Poco a poco se fue aclarando el
panorama. Renunciaron Jacques Chonchol, Alberto Baltra, Pablo Neruda. Pero aún
quedaban dos: Rafael Tarud y Salvador Allende. Ninguno con visas de ceder.
EL PC: CANDIDATO ÚNICO O PABLO
NERUDA
Ante la demora en la designación
del abanderado, el Partido Comunista convocó a una concentración pública en
Santiago para el 22 de enero de 1970 y advirtió que si para el inicio de ese acto no había acuerdo, el Partido Comunista proclamaría
definitivamente a Pablo Neruda.
Y ocurrió lo tan esperado. Poco
antes del plazo señalado, el Comité Coordinador de la Unidad Popular llegó a un
acuerdo. Fue así como al comenzar la concentración, Luis Corvalán pudo decir:
Salió humo blanco. Ya hay
candidato único. Es Salvador Allende”.
Estalló la alegría. La multitud
llenó la Plaza Bulnes con aplausos y una consigna: “El pueblo, unido... jamás
será vencido... El pueblo unido... “
Pasada la tempestuosa aprobación
de la gente, pudo continuar el secretario general del Partido Comunista:
“Vuestros esfuerzos en favor de la
Unidad Popular no han sido en vano. Los pájaros de mal agüero, los arrenquines
de la Derecha han fracasado en sus vaticinios.
El pueblo ya había dado su palabra
y venía a reafirmarla en este acto…”
“No podemos menos que saludar los
gestos unitarios de estos partidos y de los que fueron sus abanderados, Jacques
Chonchol, Alberto Baltra, Pablo Neruda y Rafael Tarud. Todas las colectividades populares han
reafirmado sus decisiones unitarias.
Bastó que en un instante
determinado asomara el peligro de la división, para que el pueblo se hiciera
presente y dijera: Eso no puede ser…
Agregó: “Nuestras banderas de
combate son el Programa de transformaciones revolucionarias que nos une, el
Pacto de Gobierno y de Unidad Popular y, por cierto, el candidato…
Más adelante sostuvo: “Camaradas:
Aquí, en este acto, el pueblo le da la partida a la candidatura única de
la Izquierda. En estos días hemos sentido el ansia de pelea, el deseo de
empezar ya a pararles el carro a la Derecha y a Alessandri.
Ya proclamado Salvador Allende,
hay que iniciar de mañana mismo este combate.
Hay que multiplicar los Comités de
Unidad Popular, en cada provincia, en cada comuna, en cada población, en cada
sitio de trabajo. Estos Comités de Unidad Popular serán comités de lucha, no
simplemente comités electorales.
La organización, la unidad y la
lucha del pueblo, inclinarán la balanza en su favor, Abrirán el camino de su
victoria, cavarán la tumba de la Derecha…”
Concluyó diciendo: “El pueblo debe
abrirse paso hacia el poder. Esta es la gran tarea de hoy y el gran objetivo
que movilizará a la gran mayoría de los chilenos bajo las banderas de la Unidad
popular.
¡Viva la Unidad Popular!
¡Viva el candidato único del
pueblo, Salvador Allende!
¡Abajo la Derecha!
¡Abajo el continuismo!
¡Viva Chile!”
(Luis Corvalán Lépez: “Camino de
Victoria”, páginas 355, 356, 357, 358 y 359)
UNA CAMPAÑA CORTA PERO A TODO
VAPOR
Fue así, como a partir del 22 de enero de 1970, faltando sólo 225 días
para las elecciones presidenciales, la Unidad Popular – por fin – tuvo
candidato. Era la cuarta vez que Salvador Allende postulaba como abanderado
popular a la Presidencia de la República.
“Hubo gente de izquierda –
escribió Luis Corvalán-, dentro y fuera
de nuestro país que, desde posiciones dogmáticas y anticomunistas, le negaban
al pueblo de Chile toda posibilidad de triunfar por la vía no armada”.
(Corvalán, Luis: “El Gobierno de Salvador Allende”, página12)
Fue la campaña presidencial más
corta de la Izquierda. Apenas duró siete meses y 13 días. Pero, a diferencia de
la del 64, fue una campaña a todo vapor. A la ofensiva. Unida a las luchas
sociales. Con el activo rol jugado por los cerca de 15 mil Comités de base de
la Unidad Popular, los CUP. Estos, además de las tareas propiamente electorales
–divulgación del Programa, propaganda, búsqueda de adhesiones, organización de
mítines, etc., - tomaron los problemas concretos de la gente del sector en que
actuaban, hicieron conciencia sobre ellos e impulsaron la lucha por sus
soluciones.
Fue una campaña realizada al calor
de los agudos combates de los trabajadores por sus reivindicaciones. Se
utilizó, además, la huelga como arma política. Por ejemplo, el 19 de marzo de
1970, paralizó totalmente la zona del carbón en repudio a la visita que a ella
efectuó el candidato Alessandri.
LUIS CORVALÁN: ABRIR PASO AL TRIUNFO DE LA UP
El 8 de mayo de 1970, “El Siglo”
publicó el informe de Luis Corvalán titulado “Abrir paso al triunfo de la
Unidad Popular”, rendido en una sesión plenaria del Comité Central del PC.
En él afirmaba: “La campaña
electoral se desarrolla en los marcos de un ascenso victorioso de la lucha
reivindicativa de las masas. Sólo en el curso del presente año hemos visto
alzarse al combate a cientos de miles de chilenos, que exigen la solución a sus
problemas, la satisfacción de sus necesidades más apremiantes...
“A través de estos combates se
definen las posiciones de cada clase, se va plasmando el gran frente único del
pueblo, crecen las fuerzas que están por el cambio, se despiertan y acumulan
las fuerzas que están por el cambio, se despiertan y acumulan nuevas energías
revolucionarias, se va forjando la victoria.”
El 12 de mayo de 1970, en plena
campaña presidencial, tuvo lugar el primer paro nacional campesino en la
historia de Chile.
Y Salvador Allende fue un
excelente candidato.
PARO DE LA CUT CONTRA GOLPISTAS
El 8 de julio, convocados por la
CUT, paralizaron sus actividades los trabajadores de todo el país. Fue un paro
con claro contenido político: contra los intentos golpistas de la derecha y de
los elementos sediciosos de las fuerzas armadas. Ese día hubo concentraciones
en muchos puntos del país. Varias en Santiago. En una de éstas, efectuada en
Plaza Tropezón, carabineros de civil montaron una provocación y dispararon
contra los manifestantes. Cayó asesinado Miguel Ángel Aguilera, un joven
comunista, miembro de la Brigada Ramona Parra, de 18 años.
Sus funerales fueron un inmenso río
de gente emocionada y combativa, con banderas rojas y consignas que estremecían
las calles: “Compañero Miguel Ángel Aguilera... presente.... Ahora y siempre.”
Víctor Jara compuso, en homenaje
al joven comunista caído, su hermosa canción “El alma llena de banderas”.
Esa canción fue la contribución de
Víctor Jara al Segundo Festival de la Nueva Canción Chilena, que tuvo lugar en
agosto de 1970.
LAS CUARENTAS MEDIDAS
Durante la Campaña electoral, la
Unidad Popular hizo públicas las Primeras Cuarenta Medidas del Gobierno de
Allende. En ellas se planteaban las soluciones a los problemas más urgentes y
sentidos del pueblo. Entre otras: viviendas populares, asistencia médica
gratuita en los hospitales, la entrega de medio litro de leche diario a cada
niño hasta 15 años, la disolución del Grupo Móvil de Carabineros, etc.
LAS FF AA DURANTE LA CAMPAÑA PRESIDENCIAL
“El martes 4 de agosto – relata el
general Carlos Prats en sus “Memorias” – se realiza una reunión en la casa del
ministro Ossa (Sergio Ossa Pretot, ministro de Defensa de Frei. Nota del
autor), a la que asiste el ministro Rojas (Patricio Rojas, de Interior), los
tres Comandantes en Jefe y yo, para analizar el complejo panorama electoral y
esclarecer los márgenes de empleo de las FF.AA. y de Carabineros en el
mantenimiento del orden público durante el acto electoral. En esa oportunidad,
el Almirante Porta cumple con hacer presente la preocupación de la oficialidad
de la Armada ante la eventualidad de un triunfo de Allende.
“Schneider – prosigue el general
Prats – es enfático en sostener su tesis de que el Mando Militar debe atenerse
estrictamente al dictado constitucional, sin que haya cabida para que sectores
de las FF.AA. piensen en posiciones al margen de los postulados explícitos de
la Carta Fundamental.” (Prats González, Carlos: “Memorias. Testimonio de un
soldado”, página 158)
LAS JUVENTUDES COMUNISTAS Y LA CAMPAÑA PRESIDENCIAL DE LA UP
Las Juventudes Comunistas hicieron
un aporte muy significativo a la Campaña de la Unidad Popular. Sus Brigadas Ramona
Parra (BRP) dieron a la propaganda allendista un tono de ofensiva. Introdujeron
una nueva dimensión en la propaganda política callejera. Eran más de cincuenta
brigadas, que, a lo largo del país, pintaban hermosos murales con llamativas
consignas.
Considerando el éxito alcanzado
por la industria del miedo en 1964, los sectores reaccionarios la reeditaron en
1970. Dos organizaciones aparecían conduciéndola esta vez: "Chile
joven" y "Acción Mujeres de Chile". Eran sólo fachadas. Todas
las cuentas las pagaba la Agencia de Publicidad Andalién, encabezada por un tal
Salvador Fernández.
Chile fue inundado por una
propaganda mentirosa.
A diferencia de 1964, ahora los
partidarios de la candidatura popular pasaron también a la ofensiva en el
terreno de la lucha ideológica.
El golpe de muerte a la campaña
del terror sicológico lo asestó la "Operación Andalién", una audaz
acción de comando llevada a cabo por veinte jóvenes comunistas en junio de
1970.
El operativo fue muy bien
planificado y eficazmente realizado. Jóvenes tomaron el control de los accesos
del edificio de departamentos, en pleno centro de Santiago, donde funcionaba la
empresa.
Cinco irrumpieron en las oficinas.
Pusieron manos arriba a los funcionarios que allí trabajaban. Cortaron los
cables telefónicos y se dedicaron a reunir todo documento que pudiera servir
para demostrar el verdadero carácter de la agencia publicitaria.
No fue mucho lo que encontraron.
Se retiraban algo desalentados. Al salir, uno de ellos cogió un maletín, que
estaba en un rincón
En un sitio seguro hicieron un
balance de la acción. Al abrir el maletín saltaron de alegría. Sin imaginarlo,
habían dado con toda la documentación de esa fábrica de mentiras. En el negro maletín había decenas y decenas de
papeles altamente reveladores. Recibos de fabulosas sumas entregadas por
empresas estadounidenses: la Anaconda Cooper Company, el Bank of America, el
First National City Bank. Pruebas de las estrechas conexiones de Fernández con
Sergio Onofre Jarpa, Julio Durán y otros dirigentes del Comando de Alessandri.
Aparecía el aporte de 600 mil escudos, entregados por un tal Charlie, agente de
la CIA. Y otros documentos. Por ejemplo,
comprobantes de pago a varios "objetivos" e "imparciales"
periodistas. También los proyectos de los infundios que se montarían contra la
candidatura popular.
Todos estos antecedentes fueron
entregados, por periodistas del diario "Puro Chile", a una Comisión
Investigadora designada por la Cámara de Diputados presidida por Bernardo
Leighton, para esclarecer todo lo relacionado con la campaña del terror
sicológico.
A partir de ese acontecimiento,
gracias a la audaz acción de veinte jóvenes comunistas, la sucia propaganda del
miedo se batió en retirada.
Fue en esas condiciones que se
llegó a septiembre de 1970.