Iván
Ljubetic Vargas, historiador del
Centro
de Extensión e Investigación
Luis
Emilio Recabarren, CEILER
El 9 de octubre de 1969 fue un día
histórico para el pueblo chileno: se fundó la Unidad Popular (UP).
La constituyeron dos partidos marxistas: el Comunista y el
Socialista; tres colectividades socialdemócratas: el Partido Radical, el
Partido Socialdemócrata y la Acción Popular Independiente; un movimiento de
raíz cristiana, el MAPU.
Para lograrlo hubo que recorrer un
pedregoso camino, acumulando fuerzas y superando complejos problemas surgidos
entre las fuerzas políticas del centro izquierda chileno.
En este proceso el Partido
Comunista de Chile mostró, una vez más, su vocación unitaria.
EL FRENTE POPULAR
Se puede considerar al Frente Popular (FP) como un
antecedente histórico de la Unidad Popular. El FP surgió el 26 de marzo de 1936
y estaba constituido por el Partido Comunista, el Partido Socialista, el
Partido Democrático, el Partido Radical-Socialista y el Partido Radical. El
principal impulsor de ésta, la primera coalición de centroizquierda en Chile
fue el entonces secretario general del Partido Comunista Carlos Contreras
Labarca.
El Frente Popular triunfó en las
elecciones presidenciales del 25 de octubre de 1938 y abrió el camino para el
Gobierno de Pedro Aguirre Cerda. Éste
duró sólo tres años (24 de diciembre de 1938 – 25 de noviembre de 1941).
Fue democrático, progresista, puso las bases para la industrialización del
país. Pero no realizó cambios de fondo.
Consideramos al Gobierno de Pedro
Aguirre Cerda (1938 - 1941), el primero elegido por el pueblo, como antecedente
del Gobierno Popular.
En plena administración de Aguirre Cerda, el 15 de
diciembre de 1940, el Partido Socialista desahució el Frente Popular, adoptando una enconada
posición anticomunista, siguiendo los dictados del imperialismo estadounidense.
La diferencia sustancial entre el
Frente Popular y la Unidad Popular reside en que el primero tuvo la hegemonía
partidos burgueses; en la segunda, los partidos obreros.
LA TRAICIÓN
En las elecciones presidenciales
del 4 de septiembre de 1946 triunfó el
radical Gabriel González Videla, candidato de la Alianza Democrática, formada por el Partido
Radical, Partido Comunista y el Partido Democrático.
González Videla
inició su gobierno el 3 de
noviembre de 1946. En su primer gabinete participaron tres ministros
comunistas.
Antes de un año el Presidente
traicionó el programa que había jurado. El 21 de octubre de 1947 inició la
represión contra el Partido Comunista, quien había sido esencial en su triunfo.
El 3 de septiembre de 1948
promulgó la “ley maldita”. La mal llamada Ley de Defensa Permanente de la Democracia.
En el Senado votaron a favor de esta ley liberticida los senadores liberales, radicales,
conservadores, radicales–democráticos, agrarios laboristas y el socialista
Domínguez.
En contra, lo hicieron tres
comunistas (Contreras Labarca, Elías Lafertte y Guillermo Guevara Vargas); un
conservador (Eduardo Cruz-Coke); tres socialistas (Salvador Allende, Marmaduke
Grove y Carlos Alberto Martínez); un radical–democrático (Alfredo
Duhalde). Se abstuvieron dos radicales
(Rudecindo Ortega y Gustavo Girón).
El Partido Radical, ex aliado del
Partido Comunista, jugó rol fundamental en la traición y represión en su
contra.
UNA NUEVA POLÍTICA DE ALIANZAS
La traición de González Videla
contribuyó a que madurara en el Partido
Comunista la convicción de no participar más en coaliciones en que la burguesía
fuera la fuerza hegemónica, como ocurrió en
el Frente Popular y la Alianza Democrática.
Las posiciones sobre una nueva
política de alianzas del Partido
Comunista eran compartidas por
Salvador Allende y sus camaradas del Partido Socialista de Chile (PSCH), la parte más pequeña de las dos en que se
había dividido el Partido Socialista.
La otra, el Partido Socialista
Popular (PSP), la mayoritaria, formaba parte de una heterogénea coalición
integrada desde marxistas a fascistas, que había levantado la candidatura del
exdictador, Carlos Ibáñez del Campo.
EL FRENTE DEL PUEBLO
El 13 de noviembre de 1951 nació
el Frente del Pueblo constituido por el Partido Comunista, el Partido
Socialista de Chile y otras pequeñas agrupaciones El domingo 25, proclamó la
candidatura presidencial de Salvador Allende en el teatro Caupolicán,
acompañado de un Programa, que planteaba
la necesidad de conquistar un Gobierno que rompiera la dependencia con el
imperialismo, a través de la nacionalización de las riquezas básicas, entregara
la tierra al campesino, por medio de una profunda reforma agraria, y terminara
con el dominio de la oligarquía financiera.
En las elecciones del 4 de
septiembre de 1952 triunfó Carlos Ibáñez, obteniendo 432.920 votos. Allende
ocupó el cuarto y último lugar, con 51.984 sufragios
LA IX CONFERENCIA NACIONAL DEL PARTIDO COMUNISTA
Alonso Daire afirma: “La Unidad Popular es la realización de la
estrategia del Partido Comunista desde 1950 con la elaboración del Programa de
Emergencia y la aplicación de la ‘vía pacífica’. Por lo tanto –agrega, la
Unidad Popular representa un punto de llegada en el análisis que sostenía el
Partido Comunista desde hacía 20 años. La Unidad Popular como revolución
antiimperialista, primera etapa de la transición al socialismo, es la
realización histórica del pensamiento del Partido Comunista de Chile”.
En otra parte de su trabajo, sostiene: “Las
aspiraciones programáticas de la Unidad Popular son similares a las de la IX
Conferencia Nacional del Partido Comunista de septiembre de
“En los últimos días de agosto de
1952 se efectúa en Santiago la IX
Conferencia Nacional del Partido Comunista. Se realiza en momentos de grandes batallas
reivindicativas de las masas y en vísperas de las elecciones presidenciales”.
(Teitelboim, Volodia: “Neruda”, p. 290)
El Informe del Comité Central fue
rendido por Galo González, secretario general del Partido. En él dijo: “La
primera palabra del Partido Comunista es un llamado al combate, a la
organización y a la unidad de los trabajadores y de todas las capas
laboriosas…”
Agregando: “El Partido Comunista
considera que el país se halla ante el imperativo histórico de producir cambios
fundamentales en su estructura económica, nacionalizando las riquezas en manos
de monopolios imperialistas, ampliando nuestras relaciones comerciales a todos
los países y realizando una profunda reforma agraria”
Más adelante, añadió: “El Frente
del Pueblo que es, por así decirlo, el núcleo inicial de este amplio movimiento
de liberación nacional va a las elecciones con la decidida voluntad de librar
una batalla por el pan de los chilenos, por la libertad, por la independencia
nacional y por la paz…”
En otra de sus partes, el Informe
a la IX Conferencia subrayó: “El Partido Comunista considera indispensable la
vuelta al régimen democrático. Repudia cualquier maniobra y tentativa, de
cualquier lado que provenga, que tenga como fin crear una situación
poselectoral de golpes y contragolpes de Estado… “
“Declaramos de la forma más
categórica posible que estamos decididos a llevar adelante esta revolución, el
movimiento nacional antiimperialista y anti feudal que organiza e impulsa el
Frente del Pueblo. A este movimiento, antes y después de las elecciones pueden
y deben sumarse nuevas fuerzas sociales y políticas”.
Galo González concluyó su Informe diciendo: “Existe, pues, la
necesidad de que el proletariado conquiste la hegemonía en el movimiento
antiimperialista, anti feudal y pro-paz
y que, con tal fin, alcance cuanto antes a sellar su unidad en una sola
central de obreros y empleados”.
La IX Conferencia conoció y aprobó
el anteproyecto de Programa y encomendó a la Comisión Política su redacción
definitiva. (González, Galo: “A forjar el gran Frente Democrático de Liberación
Nacional, llama el Partido Comunista”. Informe a la IX Conferencia Nacional del
PC. “Principios”. Suplemento: “Novena Conferencia Nacional del PC”, pp.
4-7-8-9)
EL XIV CONGRESO DEL PARTIDO COMUNISTA
Se realizó en forma clandestina en
abril de 1956 en el balneario de Cartagena.
En éste, el Décimo Cuarto Congreso
el Partido Comunista aprobó el Programa de Liberación Nacional, vigente
hasta 1973. Éste había sido estudiado
previamente en los organismos bases. Trazó el objetivo estratégico de la
Revolución nacional-liberadora, antiimperialista, antimonopolista y anti
feudal.
Señaló, que “para lograr la
liberación económica, política y social, es indispensable poner fin a la
dominación imperialista, rescatando todas las riquezas en manos de monopolios
yanquis. Es necesario poner fin al latifundio, mediante una profunda reforma agraria. Es preciso sacar al país del
campo del imperialismo y de la guerra, realizar una política de paz, comercio y
amistad con todos los pueblos. Es urgente poner fin a las actividades
delictuosas del capital monopolista, mejorar radicalmente las condiciones de
vida de la población; consolidar y
desarrollar la industria pesada, impulsar
la industria liviana, extender la
educación y la cultura, transformar a Chile en un país
verdaderamente libre y progresista” (“Décimo Congreso del Partido Comunista de
Chile”, página 14)
El Informe al Décimo Cuarto
Congreso, sostuvo que “las contradicciones
principales son las que existen
entre el imperialismo norteamericano, la oligarquía latifundista y los grandes
capitalistas criollos, de una parte, y la inmensa mayoría del país: los
obreros, los empleados, los campesinos, los pequeños y medianos industriales,
agricultores y comerciantes y un vasto sector de capitalistas nacionales, de la
otra”. (Ibidem, página 14)
Afirmó, además, la posibilidad de
que la clase obrera y el pueblo chileno conquisten el Gobierno por una vía que
no sea la insurrección armada. Señaló que para obtener lo anterior es
fundamental la unidad de socialista-comunista y contar con un Partido
Comunista de masas.
En las resoluciones se sostuvo.
“En la medida en que nuestro pueblo defienda las libertades públicas y obtenga
la democratización del país, será posible alcanzar por la vía pacífica las
transformaciones que están planteadas en nuestro país y la marcha posterior
hacia socialismo”. (Ibidem, página 30)
EL FRENTE DE ACCIÓN POPULAR (FRAP)
En medio del reflujo que vivían
las fuerzas democráticas hacia inicios de 1956, el Partido Comunista, junto a
Salvador Allende y otros dirigentes revolucionarios, continuaron esforzándose
por ampliar el Frente del Pueblo.
Su labor dio resultados. El 29 de
febrero de 1956 se fundó el Frente de Acción Popular, FRAP. Lo formaron el
Partido Comunista, el Partido Socialista de Chile, el Partido Socialista
Popular, el Partido Democrático, Partido del Pueblo, Partido del Trabajo,
Partido Radical Doctrinario, la Alianza Nacional de Trabajadores, Partido
Intransigencia Radical Antiimperialista y la Vanguardia Nacional del Pueblo.
El FRAP fue la unidad en la
diversidad. En él confluyeron dos estrategias distintas. La tesis del Frente de
Trabajadores del Partido Socialista y la del Frente de Liberación del
Partido Comunista.
El Programa del FRAP no tenía
grandes diferencias con el del Frente del Pueblo. En lo esencial planteaba:
1.Contribuir a alcanzar la unidad
obrero-campesina;
2.Realizar una profunda reforma
agraria, que expropie los latifundios y entregue la tierra al que la trabaja.
3.Nacionalización de empresas en
manos de monopolios extranjeros.
4. Democratización del país, derogación de la
Ley de Defensa de la Democracia y otras leyes represivas. Mayor participación
política del pueblo; y
5. Política exterior independiente
y solidaria con los países que luchan por su independencia.
Este era un programa
antiimperialista y anti feudal. Representaba los objetivos de la Revolución Democrático-Burguesa,
planteada por el Partido Comunista.
EN 1969 EN LOS MARCOS DE LA CAMPAÑA PRESIDENCIAL SURGIÓ LA UNIDAD POPULAR
La campaña electoral que culminaría el 4 de septiembre de 1970
estaba en pleno desarrollo. El Partido Democratacristiano designó el 15 de
agosto de 1969 como su candidato a uno
de sus mejores dirigentes: Radomiro Tomic. La derecha proclamó el 10 de noviembre de 1969 año al
“independiente” Jorge Alessandri.
Mientras tanto, los partidos de
Izquierda habían comenzado a presentar sus candidatos. El primero en hacerlo
fue la Acción Popular Independiente, API, fundada en ese mismo año, que
proclamó a su líder, Rafael Tarud. Éste, un político de clara posición
antiimperialista recibió el inmediato
apoyo del Partido Socialdemócrata, colectividad formada también recientemente,
por los elementos más progresistas del antiguo Partido Democrático. El Segundo,
fue el Partido Radical, que postuló al senador Alberto Baltra Cortés, que por
entonces ocupaba el cargo de presidente del Instituto Chileno–Soviético de
Cultura. Luego, el MAPU presentó a su Secretario General, Jacques Chonchol.
En el Partido Socialista existían
serias dificultades para denominar a su candidato. El 29 de agosto de 1969,
luego de una dramática sesión, en que la mayoría de sus miembros se abstuvo en
la votación para designar al candidato, el Comité Central del PS proclamó a
Salvador Allende.
Ante la carencia de candidato
único de la izquierda, el PC decidió presentar también uno. En el Comité
Central surgió la proposición de llevar como abanderado del Partido a Pablo
Neruda. Fue acogida entusiastamente. El poeta no participaba en esa sesión y
era necesario consultarle. Aceptó de inmediato.
El martes 30 de septiembre de 1969
un Pleno del Comité Central, por aclamación de
sus 65 miembros designó a Pablo Neruda candidato presidencial del
Partido Comunista de Chile.
Fue en esas circunstancias, cuando
el 9 de octubre de 1969, se fundó la coalición de la Unidad Popular.