martes, 12 de mayo de 2020

MASACRE CONTRA LOS PORTUARIOS DE VALPARAÍSO (12 - 13 de mayo de 1903)





Cuando la marinería se negó a masacrar obreros:


                                        Iván Ljubetic Vargas, historiador del
                                        Centro de Extensión e Investigación
                                        Luis Emilio Recabarren, CEILER


 Valparaíso, 1903


El 15 abril de 1903 los estibadores y chateros de la Compañía Inglesa de Vapores de Valparaíso (PSNC), dirigieron una nota al gerente, pidiendo aumento de los salarios y disminución de la jornada de trabajo.

MANIFIESTO

Hicieron público un Manifiesto, donde señalaban:
“Lo que ganamos trabajando de 6 a.m. a 5 p.m. son tres pesos veinte por descarga de mercaderías, y por descarga de carbón cuatro pesos cincuenta, salario este último que hace tiempo lo ganan otros, pues a nosotros ya no se nos ocupa en esto´
¿Cuál es entonces la abundancia de salarios que tenemos para que usted no encuentre justo que pidamos un aumento de precio para un trabajo abrumador  y mal remunerado que apenas nos alcanza para las más premiosas necesidades, que nos cuesta sacrificios dejar algo para vestir y arredrar casa?

Por otra parte, las horas que empleamos en el trabajo son tan tantas que por más robustos que seamos no podemos soportarlas, porque el fin nos rinde, pues no nos dan el tiempo suficiente para el descanso y recuperar las fuerzas perdidas.

Nosotros pedimos lo que deseamos, por los medios correctos y tranquilos. La violencia se ha hecho para aquellos a quienes no les asiste el derecho; nosotros que lo tenemos, sabremos mantenerlo con dignidad, que también la conocemos, aunque somos pobres”,
La respuesta del gerente fue prepotente: “Si no quieren trabajar, la compañía contratará otros trabajadores”.


SE INICIA LA HUELGA

Ante la prepotente respuesta de los patrones, los  estibadores y chateros  de la Compañía Inglesa de Vapores de Valparaíso (PSNC) iniciaron el paro el 17 de abril de 1903.

El movimiento se extendió. Los estibadores de la Compañía Sudamericana de Vapores se adhirieron a la huelga. Por su parte los obreros de la maestranza realizaron un mitin exigiendo al Gobierno del derechista Germán Riesco trabajo para las fábricas nacionales.

A medida que los barcos de las compañías en conflictos llegaban al puerto, los tripulantes se sumaban a la huelga.  También lo hicieron los lancheros de la bahía.

“EL MERCURIO” INTERVIENE EL FAVOR DE LOS PATRONES

“El Mercurio” acusó al Almirante Fernández Vial de “instigador  y amparador de los huelguistas”. El Gobierno  exoneró a la primera autoridad marítima del territorio.
Los obreros protestaron por tan injusta medida y solicitaron al Gobernador Marítimo que designara a Fernández Vial como árbitro del conflicto. El Gobernador rechazó esa petición, argumentando que el Almirante era persona no grata para  los patrones.
Las compañías comenzaron a traer  rompehuelgas. Se produjeron incidentes entre estos y los huelguistas.

                                       

                                              Almirante Fernández Vial

 
En grandes concentraciones, en especial en la del 1º de Mayo de 1903, se denunció la intervención de las autoridades a favor de los patrones. Los fuegos se centraron contra “El Mercurio” y  el Intendente, el Almirante Jorge Montt (el mismo que encabezó el alzamiento contrarrevolucionario de la Marina contra el Presidente Balmaceda en 1891) y que  había reemplazado a Fernández Vial. Hubo continuos choques entre obreros y la policía.

 











Jorge Montt, golpista en 1891, Presidente de la República (1891- 1896) y Almirante contra los obreros en 1903.


Las autoridades ampararon la contratación de esquiroles (rompehuelgas) por las compañías.  Cundió la indignación entre los obreros.

COMIENZAN A MATAR OBREROS

El 12 de mayo unos siete mil huelguistas se dirigieron a los muelles con el fin de impedir que trabajaran los rompehuelgas, Los reprimió la policía, empleando sus caballos y sables.  Se fueron entonces a la Plaza Echaurren.

Nueva represión. Los huelguistas se defendieron arrojando adoquines a las fuerzas opresoras. Una piedra  golpeó al subprefecto de policía, Washington Salvo. Éste asesinó de un balazo al obrero Manuel Carvallo.

Policías hirieron a otros dos. Los trabajadores indignados repelieron   con piedras a los policías, que huyeron cobardemente.
De inmediato los trabajadores interceptaron los carros de la locomoción colectiva.


MARINERÍA SE NIEGA A DISPARAR

Se ordenó  desembarcar a un destacamento de la  marinería.  Pero  los marineros se negaron  a disparar contra los trabajadores.


                                          
Marinos, en un  hecho histórico, se negaron a emplear sus armas contra los obreros

Los huelguistas marcharon por la ciudad, incendiaron  el edificio de la Compañía Sudamericana de Vapores. El gerente escapó por los techos.

A las 14 horas los huelguistas realizaron un mitin frente a la imprenta de “El Mercurio” para expresar su repudio ante los ataques y los comentarios anti obreros del periódico. Desde el interior del edificio se abrió fuego contra la multitud. Los trabajadores respondieron apedreando los ventanales, quebrando los vidrios. Nuevos disparos. Quedaron siete manifestantes muertos. Por mucho tiempo se designará con el nombre del “matasiete” al diario de los Edwards.


EL EJÉRCITO SUSTITUYE  A LA POLICÍA

Nuevo mitin en la Plaza Echaurren.  Allí los dirigentes informaban sobre la marcha del movimiento. Irrumpió la policía. Dejó numerosos  muertos y heridos como consecuencias de las balas y las cargas de caballería.


Los soldados del Ejército, llevados desde Santiago, dispararon y asesinaron a obreros

Por la tarde del 12 de mayo las acciones se habían  generalizado. Desde los cerros bajó una multitud de pobladores, que se unieron a los huelguistas. También se sumaron contingentes de panaderos, carretoneros, operarios de ferrocarriles, trabajadores de la Refinería de Viña del Mar.

Por la noche, tropas del  Ejército sustituyeron a la policía. Ya eran diez mil los manifestantes que recorrían las calles y plazas de Valparaíso.

Hubo asaltos a otros locales. Intervinieron seis regimientos llegados desde la capital. El saldo fue de  8 oficiales y 20 soldados con heridas leves; 35 huelguistas muertos y más de 600 heridos.
Fue ésta una de las cinco masacres perpetradas bajo el Gobierno reaccionario de Germán Riesco.



Dos de los 30 obreros asesinados el 12 de mayo de 1903   en Valparaíso 

SOLIDARIDAD Y ARREGLO DEL CONFLICTO

El movimiento de los obreros de Valparaíso recibió el apoyo de los trabajadores del país. Por ejemplo, el 13 de mayo  tuvo lugar en Santiago un mitin de solidaridad con los portuarios y de protesta contra las autoridades y los patrones del puerto.

                                
Fernando Ortiz Letelier, historiador y dirigente comunista, secuestrado y asesinado por la dictadura.

El historiador Fernando Ortiz Letelier en su obra “El Movimiento Obrero en Chile. 1891-1919”  escribió:

“Los huelguistas, entretanto, ‘manifestaron deseos de entrar en arreglos y propusieron como árbitros al contralmirante Fernández Vial y al diputado electo Ángel Guarello; pero las compañías se negaron a aceptarlos.

Fueron indicados como hombres buenos el almirante Latorre, con Juan E. Naylor, superintendente del Cuerpo de Bomberos y don Braulio  Moreno, presidente de la Corte de Apelaciones. Los obreros declararon que se someterían a su fallo. Los gerentes de las compañías se mostraron  más accesibles a una solución.  El 16 de mayo Valparaíso recobraba la normalidad”.


SUMARIO  A LA MARINERÍA  CONSECUENTE

El Presidente Riesco destituyó al Intendente de la provincia de Valparaíso.

El Coronel Roberto Silva Renard, tuvo a su cargo el sumario contra la marinería en 1903. Cuatro años después se ganará el grado de general dirigiendo la masacre de la Escuela Santa María de Iquique, el 21 de diciembre de 1907

Por su parte, la Corte de Apelaciones nombró a un Ministro en Visita, que fue incapaz de  dar luz sobre los culpables de la masacre. Sin embargo,  condenó a 180 personas a diversas penas.


Roberto Silva Renard

La comisión de hombres buenos hizo justicia a los huelguistas, resolviendo favorablemente  la mayoría de sus peticiones. Pero las compañías se negaron a cumplir el fallo.


REPUDIO A LOS MASACRADORES

El repudio a la masacre de Valparaíso fue general en todo el país. Incluso en la Cámara de Diputados se abrió un debate sobre los sucesos ocurridos en ese puerto.

Quizás lo más relevante de los hechos que se dieron en mayo de 1903 fue la valiente y consecuente actitud de los marinos que, desobedeciendo a sus oficiales,  se negaron a  descargar sus  armas  contra los obreros en huelga.


                         ¡Un hecho histórico!