A 239 años de su cruel
ejecución:
Iván Ljubetic Vargas,
historiador del
Centro de Extensión e
Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
El 4 de noviembre de 1780 se
inició la rebelión social más grande de la Historia de América contra la dominación
española, encabezada por Túpac Amaru II. Estalló simultáneamente en 24
provincias, ubicadas desde el Cuzco hasta la frontera de Tucumán, extendiéndose
a varias regiones de tres virreinatos: del Perú, de Buenos Aires y de Nueva
Granada.
No se trató de un acto espontáneo fruto de la
desesperación, sino de un bien organizado movimiento revolucionario, en que
nada se dejó al azar durante diez años.
QUIÉN
ES TÚPAC AMARU II
Su nombre era José Gabriel Condorcanqui Noguera, Marqués
de Oropesa, llamado igualmente José Gabriel Túpac Amaru. Nació en Surimana, Canas, Virreinato del
Perú, el 19 de marzo de 1738. Hijo de Miguel Condorcanqui y Rosa Noguera. Por
su condición de indígena noble realizó sus estudios con los jesuitas del
Colegio San Francisco de Borja o Colegio de Caciques del Cusco.
Dominaba el quechua, castellano y latín, destacando entre
sus lecturas los Comentarios Reales del Inca Garcilaso de la Vega , las Siete Partidas de
Alfonso el Sabio, las Sagradas Escrituras, el drama quechua Apu Ollantay, así
como posterior y clandestinamente textos de Voltaire y Rousseau, en aquella
época censurados.
El 25 de mayo de 1758, contrajo matrimonio con Micaela
Bastidas Puyucahua con quien tuvo tres hijos: Hipólito, Mariano y Fernando
(todos apellidados Condorcanqui Bastidas); seis años después de su matrimonio
fue nombrado cacique de los territorios que le correspondían por elemental
herencia. Condorcanqui fijó su residencia en la ciudad del Cuzco, desde donde
viajaba constantemente para controlar el funcionamiento de sus tierras.
Debido a sus prósperas actividades económicas,
Condorcanqui empezó a sufrir la presión de las autoridades españolas, en
especial por presión de los arrieros que vivían en la región de la cuenca del
Río de La Plata ,
quienes intentaban tener el monopolio del tránsito de mineral por el Alto Perú.
Las autoridades españolas sometieron a Condorcanqui al pago de prebendas.
Había adoptado el nombre
de Túpac Amaru II, en honor de su antepasado el último Inca de Vilcabamba.
PREPARANDO LA REBELIÓN
Tupac Amaru II trabajo en su
preparación y encabezó la rebelión. .
Su esposa Micaela Bastidas así como familiares de ambos
tuvieron una participación de primer orden en el movimiento, tanto en el
reclutamiento, abastecimiento y hasta cierto punto en la toma de decisiones.
Con el apoyo de otros curacas,
mestizos y algunos criollos, la rebelión se extendió, llegando a tener tropas
de decenas de miles de combatientes. Entre sus ofrecimientos se hallaban la abolición tanto del
reparto como de la alcabala, la aduana y la mita de Potosí.
La convocatoria de Túpac Amaru II buscó integrar a
indígenas, criollos, mestizos y libertos negros en un frente anticolonial, pero
no pudo evitar que la masificación del movimiento convirtiera el accionar en
una lucha racial contra españoles y criollos (en general en el Virreinato los
criollos no tenían en su actuar antagonismos con los españoles, siendo como
mucho contrarios a las reformas borbónicas pero fieles a la corona en los demás
aspectos).
Con fecha 14 de noviembre de 1780, Túpac Amaru II fue el primero en pedir la
libertad de toda América de cualquier dependencia, tanto de España como de su
monarca, implicando esto no sólo la mera separación política sino la
eliminación de diversas formas de explotación indígena (mita minera, reparto de
mercancías, obrajes), de los corregimientos, alcabalas y aduanas.
El 16 de noviembre de 1780
decretó la abolición de la esclavitud negra por primera vez en América.
COMIENZA LA REBELIÓN
El 4 de noviembre de 1780, el cruel corregidor de la
provincia de de Tinta, Antonio Arriaga, fue tomado prisionero por Túpac Amaru.
Conducido a Tungasuca, se le ahorcó en la plaza pública. Túpac Amaru a la
cabeza de un poderoso contingente marchó hacia la provincia de Quespicanchi.
Luego destruyendo a su paso varios obrajes, liberando a los indígenas y
distribuyendo entre ellos lo confiscado a los conquistadores.
El 12 de noviembre se conoció en el Cuzco la noticia del
levantamiento. Se iniciaron febrilmente los preparativos bélicos. Se envió una
expedición contra el Inca. Fue derrotada en la batalla de Sungarara. En ese
momento, Tüpac Amaru estuvo en excelentes condiciones para apoderarse del
Cuzco. No pudo hacerlo por carecer de suficientes armas de fuego.
A mediados de marzo se inició el ataque español contra la
fortaleza del Inca en la provincia de Tinta. Luego de larga y heroica lucha,
los indígenas fueron derrotados, debido a la inferioridad de sus armamentos. Se
produjo de desbandada. Túpac Amaru cayó prisionero como consecuencia de una
cobarde traición.
PRISIONERO
Tras ser capturado el 6 de abril de 1781, fue llevado a
Cuzco encadenado y montado en una mula. Ingresó a la ciudad una semana después,
"con semblante sereno" mientras las campanas de la Catedral repicaban
celebrando su captura. Apresado en el convento de la Compañía de Jesús, fue
sucesivamente interrogado y torturado al límite del fallecimiento, con el
objetivo de arrancarle información acerca de sus compañeros de rebelión en
Cuzco y otras ciudades, y de sus ejércitos que aún conservaban grandes
territorios. Torturas que fueron inútiles ya que no dio confesión
alguna. Más bien trató de enviar mensajes escritos con su propia sangre, pero
estos fueron interceptados. La madrugada del 29 de abril a causa de los rigores
del tormento le fracturaron el brazo derecho.
Un día durante el encierro
cuando el visitador José Antonio de Areche, autoridad del interrogatorio y
ejecución enviado por el rey Carlos III de España, entró intempestivamente al
calabozo para exigirle, a cambio de promesas, los nombres de los cómplices de
la rebelión, Túpac Amaru II le contestó: "Solamente tú y yo somos
culpables, tú por oprimir a mi pueblo, y yo por tratar de libertarlo de
semejante tiranía. Ambos merecemos la muerte.".
El 18 de mayo de 1781, en
evento público en la Plaza
de Armas de Cuzco, se cumplió la ejecución de Túpac Amaru II, su familia y sus
seguidores. Los prisioneros fueron sacados de sus calabozos, metidos en
zurrones (un tipo de costal) y arrastrados por caballos todos a la vez, uno
tras otro, hasta llegar a la plaza. Ya al pie del cadalso, Túpac Amaru II fue
obligado, tal y como señalaba la sentencia, a presenciar la tortura y asesinato
de sus aliados y amigos, su tío, sus dos hijos mayores y finalmente su esposa,
en ese orden. Después, al igual que hicieron con varios de sus lugartenientes,
con su tío y su hijo mayor, le cortaron la lengua.
Luego se intentó
descuartizarlo vivo, atando cada una de sus extremidades a sendos caballos para
que estos tirasen de aquellas y las arrancaran. Un testigo describió los
hechos:
"Atáronle a las manos y
pies cuatro lazos, y asidos estos a la cincha de cuatro caballos, tiraban
cuatro mestizos a cuatro distintas partes: espectáculo que jamás se había visto
en esta ciudad. No sé
si porque los caballos no fuesen muy fuertes, o porque el indio [sic] en
realidad fuese de hierro, no pudieron absolutamente dividirlo después que por
un largo rato lo estuvieron tironeando, de modo que lo tenían en el aire, en un
estado que parecía una araña."
Intento de desmembramiento de Túpac Amaru II.
Al ser la acción infructuosa sus verdugos optaron por
decapitarlo y posteriormente despedazarlo. Su cabeza fue colocada en una lanza
exhibida en Cuzco y Tinta, sus brazos en Tungasuca y Carabaya, y sus piernas en
Livitaca (actual provincia de Chumbivilcas) y en Santa Rosa (actual provincia
de Melgar, Puno). De igual forma despedazaron los cuerpos de su
familia y seguidores, y los enviaron a otros pueblos y ciudades.
El hijo menor de Condorcanqui,
Fernando, al ser un niño de 10 años, no fue ejecutado, mas se le obligó a
presenciar el suplicio y muerte de toda su familia y a pasar por debajo de la
horca de los ejecutados, para luego ser desterrado a África con órdenes de
prisión perpetua. No obstante el navío zozobró y acabó en Cádiz, siendo
encarcelado en las mazmorras de dicha ciudad (el virrey Agustín de Jáuregui
sugirió que no fuera enviado a África sino a España por temor a que alguna
potencia enemiga lo rescatara). Falleció en España en 1798.
NO SE
DETUVO LA LUCHA
A pesar de la ejecución de
Túpac Amaru II y de su familia, el gobierno virreinal no logró sofocar la
rebelión. Con increíble rapidez los indígenas rehicieron sus fuerzas. A sólo 10
días de la derrota del Inca ya estaban
combatiendo. Diversos líderes les condijeron en la lucha: su primo Diego
Cristóbal Túpac Amaru, Julián Tupac Catari y otros más. La rebelión se extendió por el Alto Perú y la región de
Jujuy.
El ejemplo de Túpac Amaru II continuó y continúa siendo
bandera de lucha contra todo colonialismo y toda opresión.