martes, 25 de septiembre de 2012

El sindrome y la Catedral.







Estimados oyentes y lectores. .

Tengo un terrible problema de “Consecuencia”.  Es como un dolor de cabeza, de oidos o de muelas…aparece cobarde, rastrero, me deja con la moral y con las alas, volando tan bajo, que me parezco al pájaro “Uyuyuy”.  Le busco explicaciones a mi modo de conducta, trato de esmerarme en mi empatía, pero quedo igual. Castigo de Dios, diría la madre de mi madre.

Vivo aquí en Suecia porque se me olvido volver y escondí la receta de los regresos.

El tiempo es muy rápido. Trabajo endemoniado por mis creencias.  La lucha de mi partido por mi pueblo, provoca en mí, exigencias que son y fueron determinantes “en el porqué y para que yo existo”.

Esa verdad, que “no tiene ni principio ni fin”, como decía también, mi abuelita santa, refiriéndose a mi persona y conducta; se parió despues del 11 de septiembre de 1973 y más aún, fuera del país.

Mi búsqueda de las 5 patas del gato, no el gato mío, sino el gato, gato, parece cada vez, una justificación a mi ausencia, en vivo y en directo, “allá abajo”.

Cuando veo geografías humanas y de tierra, que no se interponen a mis creencias politicas, me añoro, me nostalgio por mis Tamarugos, chañares y guayacanes.

Cuando veo y siento, como el riquerio está dejando mi país en los puros huesos, me entra una ira, enorme como Tsunami. Trabajo por aquí, voy a un mitin por allá, estudio, me vuelvo loco y me enfermo de querer hacer tantas cosas.

Si hubiera sentido esta fuerza, cuando era joven, seguro que habría sido astronauta. Ahora, lo siento como un “síndrome”.  O simplemente, soy un masoquista arribista, que saca las pistolas de palo y la lengua, lejos de la cancha, en donde están los gallos.

Actualmente no hay nada politico, que me impida volver a mi tierra. Sin embargo, estoy más complicado que cuando me perseguían los pacos.

En mis 38 años fuera, tres veces he viajado a mi paisito y las tres veces he extrañado mucho este país, Suecia, hacedor de nieves y de ausencias.

Las tres veces que he viajado, he estado estrechamente vinculado a mis dirigentes superiores y a los organismos de masas.  Me he emocionado y he estado a punto de sacar mis banderas. Pero, con sentimientos encontrados, sentía mis preferencias, por querer estar en Estocolmo, en la casa de Victor Jara, en reunión con sus inquilinos. Extrañaba mi baño, mi cama, mi auto y mi célula, mis camaradas.

¡ Qué contradicción más espantosa ¡
Yo no soy bruto, quizás lo sea…
Tengo el Síndrome de los no regresos.

Me di cuenta, cuando me brotaron raices en los pies, y por el alma florecieron Arándanos y tusilagos.

Yo no sé cuantos Chilenos viven fuera de mi país por culpa del “ladrón”. Aquí en Suecia hay 40 mil, más o menos.

¿sentirán lo mismo que yo?

Yo nunca he sido aventurero ni menos “pata y perro”. Yo no quiero estar afuera, pero me siento el “descueve aquí adentro”.
Cuando mi compatriota de allá abajo, se expresa con palabras, le entiendo mejor a un Turco hablando sueco.

Ser exiliado y tener escondida la receta del volver, es triste. Uno anda medio cojo, medio tuerto, medio alegre.

Yo trato en lo humano y como pueda, andar entero con mi cascara de cobre..

Estimados oyentes y lectores. Esto dijo, Camilo Escalona, el que busca resucitar la concertación, con sus ejes principales. La democracia Cristiana y los socialistas, que tanto que ver con Allende, no son. Lo dijo como comentario, acerca de las palabras del cura, pronunciadas  en el Te Deum.

“Tenemos que superar la desigualdad que genera la desconfianza, de la que habló monseñor Ezzati”.

El martes 18 de septiembre, en la casa de un hermano, mas sano que el vino, quede “anonadado”. Vi en la televisión el canal chileno, que mostraba la llegada en carroza del presidente, a la Catedral, para escuchar el Té Deum.

El Té Deum es una celebración católica, para darle gracias al hacedor de “luches”. Jose Miguel Carrera, por el 1811,agradecido, por el  pais guagua, pidió hacer esta ceremonia; más tarde, con los años y las creencias dispares, le sacarian la parte eucarística. Es decir, no se comía el cuerpo de Cristo y  tampoco se tomaba la sangre.
 
Despues… ¡ como son las cosas de la vida ! - Salvador Allende, en su periodo presidencial, invito a todas las demás  colectividades cristianas. Es decir, que no estuvieran solamente la católica apostólica romana, dando gracias. Quizas en patota, en una de esas, escuchaba el hacedor.

Mire soldados, pacos y guardaespaldas; caballos, musicos y guaripolas. Algunos civiles estaban detrás de los cordones, aplaudían vigorosos.

Que fuera una satisfacción popular… para nada; que la parada militar, hubiera reflejado el orgullo del pueblo por sus fuerzas armadas, menos por ahí.

Yo sentí que el pueblo, les hizo “ la ley de hielo”

En la Catedral…yo soy conocido de Cristo y de su casa, al menos lo fui… Como se le puede haber ocurrido, y los curas tambien, poner a ese energúmeno bien comido, dirigiendo la liturgia; tenía una voz de arrepentimiento, aterciopelada y de vía crucis. 

Me recordo a David Beckham, el pelotero, con su voz de piolín.

El Cardenal, igual pascual, hablaba como pidiendo perdón.

¿A quién le pedía perdón?

Seguramente a los Mapuches, que estando encarcelados y en huelga de hambre, los saco en libertad; con el convenio de abrir un diálogo con las autoridades…Han pasado como tres años,todavía los mapuches, y otros más, que están en huelga de hambre, están esperando ese dialogo; de habitante con habitante.

En el informe, el cardenal, se hizo el sueco con el hambre de los mapuches, ni se acordo de Ercilla.

Mientras tanto llueven las balas los garrotes, las mentiras y de todos los cafiches sociales que viven a costa, de esta gran tragedia de los despojos.

La concurrencia, no salio de allí compungida, al contrario, salieron todos de acuerdo, en que el Cardenal estaba en la justa, le había “achuntado” en el informe celestial y de respeto.

El contenido del mensaje fue:
Que en Chile faltaba la confianza, entre uno con los otros y los otros con los todos.

Con mi locura de los regresos, me acuerde de mi amado camarada Luis Corvalán, cuando decía y escribía que: ”La confianza era como la virginidad, no se recupera jamás”

Claro, que esto lo escribió algunos años atrás, en la que no era tan notorio, aquellos cirujanos, que arreglan estas cuestiones de práctica y de principios. Estos cirujanos de ahora, se llaman tarjetas de creditos, mamones, medios de difusión y privilegios inmensurables.

Quien va a tener confianza con ese ministro del interior que practica el Estados de Sitio, para aterrorizar a esa juventud altiva, hermosa; algunos  aplauden, son alcaldes, diputados y senadores.

Quien va a tener confianza con el mandatario, que tiene cara de niño, con regalo nuevo, que tiene una parentela y amigos, todos discípulos del asesino ladrón.

Como mi país va a tener confianza, si en la lucha por los “Derechos Humanos”, pisotean como quieren la dignidad del país…le dan permiso, de fin de semana, para salir de cárceles de lujo, a asesinos bestiales, degolladores, violadores, animales.

Como mi país trabajador va a tener confianza, si el riquerio y sus sirvientes, dicen alborotados y con júbilo, que a Chile, en lo economico, no le sucede, lo que sucede en Europa. Aquí nos va bien.

Tenemos dirigentes visionarios que no ven, que Chile es el  líder, en la repartija mas infame que existe, de las ganancias del país. Existe una cesantía del 8/9 %.  Uno lo mira desde aquí, medio “cachudo”, viendo que España tiene 4 millones de parados.

En Chile, no se cuenta como cesante al “changuero”, que trabaja 15 horas al día y al final de la jornada, le dan de salario, un kilo de papa, como tampoco a los jornaleros, que le roban el alma, en los hermosos campos de Chile, con rodeo y todo.

Ellos y el Cardenal, no conocen el aumento de la prostitución infantil, resultado de los gajos sociales, más abandonados del país, por la miseria existente ….

Pero no, a Chile le va el descueve. Es solamente la desconfianza, la bacteria que está malogrando los acuerdos. La juventud intransigente, inmadura, que impide que las politicas de Gobierno, encaminadas a disminuir las pobrezas, se lleven a cabo.

Quizás mi síndrome de no volver, no tenga razón de ser.

Pero no les tengo, a los infames y vendidos, ninguna confianza.

Tendré que sacar mis banderas, agarrar mi guitarra, mi lápiz en ristre y luchar para aumentar, las desconfianzas.

Gracias por la presencia de Ustedes en la Fonda de la Izquierda.

Muchas gracias.
Alejandro Fischer.
2012.09.24.