Comentario radial y escrito.
Los rieles y geografías que llevan
mis tiempos, los libros y la historia, mi propio intelecto, me andan trayendo
muy re cachuo.
No encuentro que pensar de la
democracia, de la soberanía, no sé que hacer con la libertad, con la ética y
moral del comportamiento social.
El hacer de la política ha sido y
es para mí, el arte, la oportunidad, la herramienta para construir, amasar,
liudar, en cualquier sociedad, el bienestar común.
Este bien común, es el producto de
la aplicación de la democracia.
El Bien común, que no es otra cosa
que los resultados del caminar dialectico del trabajo, del estudio, de los
oficios, del sentir humanismo, solidaridad con el caminante, del respeto
inviolable a la vida.
Actualmente, el respeto a la vida,
a lo que define la democracia, los valores y principios de la lógica, están en
serio peligro.
Hoy, es una frivolidad indecente
el hablar de democracia, de derechos, cuando este derecho tiene patrón, nombre
y apellido.
Defienden su soberanía, grita el
gobierno de Israel, el pisoteo en gaza, matando niños como condenado.
Un habitante de Gaza no sabe qué
hacer con su vida, en 5 meses han asesinado a 45 miembros de su familia.
El manoseo a la democracia, al
vivir occidental y a la moda; nos invita a reír a carcajadas y dejar las cosas
igual que antes. No mover ningún tijeral, a no ser que sea necesario para
apurar los usufructos y ganancias de ellos.
Los de arriba, parejos o
ascendentes y los de abajo, a la suerte de la olla, de la ignorancia, de la
descomposición social y del hambre.
Me urge contar mis miedos, contar
vidas, pedazos de hambre y tiempo; quizás, mis miedos sean iguales a los tuyos.
Y entre miedo y miedo, podemos asustar al riquerio.
El martes 22 de abril se cumplían
155 años del nacimiento de Vladimir Ilich Lenin, uno de los precursores del
primer país del mundo, en la que la clase trabajadora conquistaba el poder
político.
No fue fácil, ni Carlos Marx creía
que eso podría suceder en Rusia.
Esa revolución proletaria, se
llevó a efecto en medio de una guerra monárquica, colonialista y salvaje.
El pueblo ruso, dentro de toda su
ignorancia política, de su situación casi feudal, no quiso morir para
beneficiar los intereses financieros y abandono el campo de batalla después de
tres años combatiendo.
Por allí quedaron las trincheras;
llenas de barro, agua y cadáveres.
En esa guerra de borrón y cuenta
nueva, igualitas a las de hoy, murieron 17 millones de europeo.
En la que siguió, la segunda de
borrón y cuenta nueva, murieron más de 70 millones.
Si se viene la tercera, ni el
recuerdo quedara.
Puta que avanzamos.
El triunfo de la Revolución Rusa
es un sendero lleno de esperanzas.
Me visto orgulloso con esa Rusia
de Lenin, que no es la Rusia de hoy.
Respeto a Putin, porque mantuvo su
geografía rusa, unida, porque se enfrenta a los carniceros de la historia.
No me gusta Putin, porque tuvo la
oportunidad de parar el abrir del Kremlin y limpiar las malas prácticas, y, no
lo hizo, logrando así, guardar banderas y sacarlas una vez al año, para los
desfiles.
Lo digo así, por un tanto contento
que, Rusia y China, se enfrenten y contengan a los Imperios de siempre.
Son esos imperios los que crían y
guardan el fascismo, el nazismo, el sionismo judío, como engendros de caos,
miseria y exterminio.
Me urge decir que democracia,
soberanía, libertad, derechos, según mi ideología está injerto en un axioma:
“A cada uno según sus necesidades,
a cada uno según su capacidad”
Por hablar de mi paisito, estamos
lejos de ser un país en donde se practica según la historia y la de los medios
de comunicación, el concepto: Democracia, Soberanía, Derechos.
Con los parámetros que hemos construido
“a los ojos del amo, engorda el caballo” no se puede andar corriendo la bola,
que el poder político, emana del pueblo y para el pueblo, y, que eso se explica
y comprueba con la posibilidad pareja, de elegir a nuestros propios
representantes en las cámaras legislativas.
Yo he visto al patrón del fundo,
darle un paquetito a cada peón que se subía al camión para llevarlos a votar.
Se ve a SOQUIMICH, PENTA,
aportando capitales a las campañas electorales.
La representación de clases, de
ideas, de los legisladores que hoy se plantan en los parlamentos, nos indica,
con orgullo, que nuestro paisito, vive bien, a la pinta.
Estamos el “descueve.”
Se puede insinuar también, que la
ignorancia cívica, política, flota, y, que, los medios de influencia masiva le
achuntan a la diana con sus programas de tanto interés y cultura, como, Gran
Hermano y de esos contenidos que andaba la Señora Barriga
Diputados, diputadas de derecha,
74/ diputados diputadas de izquierda, afines al gobierno, 67.
Las, los senadores, son una joya.
La derecha, opositores al gobierno
son 27, y los que tienen que apuntalar jurídicamente al gobierno, son 18.
Según la educación cívica del
pueblo, basta y sobra con los 18 senadores obtenidos.
Hay “dios mío de los coloraos” que
somos buenos pal Harakiri.
Y tenemos la osadía de criticar a
Venezuela.
Eso de “a ojos del amo engorda el
caballo” se me asoma un presidente de Chile; Joaquín Prieto Vial. Militar y
político que le declaro por guano y salitre la guerra a la Confederación Perú
Boliviana.
Por eso tiempos, la caca de los
pájaros, abono indispensable para la agricultura, fue, el mayor producto
exportador del Perú.
Es, lo que es ahora el Litio, algo
de cobre, algo de agua y tierras raras.
Tantas guerras en las Europas,
tantos destrozos, la tierra estaba enferma, pálida, necesitaba de nutrientes.
El Guano, excelente nutriente
natural, salvo, sin ponerle mucho, la agricultura de occidente.
Cosa curiosa, Joaquín Prieto Vial,
envolvía el pensamiento de Diego Portales y el criminal Augusto Pinochet, adoraba
a Portales.
Todos ellos, golpistas de Estados,
con mercenarios y pajes. Todos, al servicio de los Imperios de esos tiempos.
Y siguiendo con eso de, “a los
ojos del amo engorda el caballo”, se hace necesario romper esas estructuras de
cemento, fierro y jurídica que nos hacen cómplices de esa corrupción que se
agarra como garrapata a nuestro sistema de gobierno heredado, manteniendo la
miseria moral y material en nuestra población.
Saben de Soquimich, Empresa
dedicada todo lo que tenga que ver con la química, la tierra, la piedra y el
árbol. Su jefe es, Julio Ponce Lerou, yerno de Augusto Pinochet.
Los orígenes de Soquimich y otras
Empresas fueron, son tan poderosa, tan diversas y de medios pollos, que no cayó
en desgracia con la llegada del Arco iris, más bien fue complementada. Esta
Soquimich de hoy, por ejemplo, con la Empresa Codelco, sin litigio, a dedo,
seguirán explotando los salares de atacama.
Se siente como una traición a una
tragedia, un insulto a los miles de familias, que sufrieron el fascismo.
El Litio, producto estratégico del
desarrollo del país, es obligado a permanecer en esas esferas políticas y
económicas que sustentan los tijerales que chupan, estrujan la dignidad y el
respeto al pueblo.
Los 17 años visibles del fascismo
en Chile, del neoliberalismo, del apartheid del pan y del libro, nos han hecho
retroceder 50 años de humanidad, una generación completa de jóvenes fue
asesinada en forma brutal, la otra fue apartada de todo, vigilada, abusada,
envenenada ideológicamente, con un pan con mantequilla y una televisión.
Me suena extraño decir, pensar,
sentir, que han pasado 52 años de aquel fatídico 11 de septiembre, una cantidad
de tiempo en desarrollo social, moral, empático, solidario, decente, integral,
en un retroceso maléfico de 102 años.
Por eso duele, que no hemos podido
romper encatrados, como ese de Soquimich y Codelco, como, ese PENTA, como esos
audios de Luis Hermosilla, que nos enrostran el hacer del riquerio por más de
100 años.
Necesitamos, urge, demoler
tijerales y fundamentos. Si seguimos jugando con las cartas del neoliberalismo,
seguiremos siendo los pumas de América del Sur, con una población armada, un
lumpen proletario en auto y tú, apurándote para llegar a la casa.
Es peligroso.
Alejandro Fischer Alquinta
Estocolmo 20250427