martes, 8 de abril de 2025

Anamnesis.

 


Comentario radial y escrito

 


 

 


En la geografía de los sordos, vivimos pisando cascaras de huevo.  El tintineo de huesos es un adagio obrero, que nos presagia cosechas extrañas, mudas.

No queremos reflexionar.

Un miércoles 2 de abril, una ventana estupefacta se abre y se asoma Donald Trump declarando que ese día, será el “día de la liberación” de los Estados Unidos de Norte América.

Puta el contento pá grande para los más vulnerables de esa nación con tantas estrellas.

Cierro los ojos, me asomo en los cerros de atacama, me asomo cantando cubano, me asomo Angela Davies. Y me asomo en otro abril, un 17 de 1965, más de 20.000 jóvenes y viejos, por las calles de Washington, exigiendo el fin de la guerra en Vietnam.

Se me asoma Bob Dylan:

“Cuanta veces deben volar las balas de cañón, antes de ser prohibidas para siempre. Cuantos años pueden vivir algunos, antes de que se les permita ser libres, Cuantas veces puede un hombre girar la cabeza, y fingir que simplemente no lo ha visto, la respuesta amigo mío, está flotando en el viento.”

Me interrumpe un 15 de febrero de 2003. Junto a Juan Huerta, el Cachencho, al lado de Lautaro Cortes, el Cototo, en comunión con 14 millones de personas, en el mundo entero manifestándose hermandados y en contra de la guerra en Irak.

Ese día, en Estocolmo no se podía caminar, en la madrugada, colgamos de un enorme abedul, un lienzo escrito, con la canción de Víctor Jara, “El derecho de vivir en paz”.

Y los poderes fácticos, los que no se ven, pero se saben, ilustran al talentoso Donald Trump, orgulloso, convencido, imponentemente humilde, declarando la liberación de su país. Los invasores que utilizaban usufructuaban su buena voluntad, que amenazaban la soberanía de su recatado país, fueron derrotados.

Para consumar esta exaltada victoria tuvieron que padecer un “vía Crucis” que dan ganas de llorar.

Por allá quedaron los insolentes, prisioneros de su propia avaricia, derrotados quedaron: China, Afganistán, Chipre, Bangladés, Birmania, Camboya, Corea del Sur, y del Norte también, Jordania, Egipto, Filipinas, India, Irak, Irán, Grecia, Palestina, Líbano, Siria, Vietnam, Yemen, Congo, Zaire…Lugares tenebrosos como en Venezuela, Cuba, Nicaragua, Colombia, México, Bolivia, Panamá, Granada, Perú, Bolivia, Republica Dominicana, Haití, Brasil, Chile.

Dios mío de los coloraos, el Ejercito de Alejandro Magno, el de Gengis Kan, los sufridos y hambrientos de Mao, las hordas anglosajonas, los francos y romanos, son “cuecos de nísperos” al lado de los lideres gringos.

Y eso que no poseen murallas como las de Jericó, menos como la de China.

Para que estos triunfos se consoliden, tienen que juntar el ganado y ordeñarle.

Buenos días, señora vaca, gracias, señora vaca.

Yo no sé, cuando ni como se cambió del trueque a la necesidad inventada, manipulada, mentida, corrupta del mostrador; pero si se, el por qué histórico de las nacionalizaciones de los medios estratégicos de producción, como por ejemplo la minería en mi paisito.

No sé, como se controlaba o si se controlaba lo que se llevaban de los asentamientos mineros las empresas extranjeras.

Lo que, si sé, que el negocio, para él afuerino fue redondo, hasta una guerra se pario. Para los que tenían que cuidar los intereses de mi país, su soberanía de estado fue una llave ganzúa para permanecer en un “status cuo” permanente.

Para la población trabajadora que residía en esos campamentos mineros, como Potrerillos, por ejemplo, es para mí, una incógnita, un recuerdo doliente.

Las huelgas obreras en esos asentamientos de nuestro norte, en Iquique, por ejemplo, que termino en masacre vil, igual que en El Salvador nos enrostran hoy en día, que el negocio era muy turbio.

Que habría dicho el pueblo, sus organizaciones sociales, políticas, populares, si nos hubiésemos separado y clasificado los diferentes elementos que llevaban las toneladas de minerales que salían de Barquito, y, ponerle a cada uno de ellos, los aranceles que predica Donald Trump.

Eso de los aranceles es cosa buena, viene del tiempo de la guerra, todos ganan.

Es como decir: Yo fabrico esto, que, tu gente lo desea y lo necesita, tú me cobras el 2% por mercancía puesta ,y, al revés también, yo te pago el 2% de la mercancía que tu fábricas y que pones en mis puertos.

En este negocio, no van todos mojados.

Los escaparates y vitrinas tienen diferentes clientes, una determinada y selectiva población.

Por eso, tantas ONG en el tercer mundo.

La Alianza para el Progreso por ejemplo.

Además, esas ONG, eran en su inmensa mayoría, mostradores y despensas para mantener un determinado orden mundial al servicio del conservadurismo.

La mayoría de las organizaciones que mantienen estas ONG, son privadas.

Donald, el humilde y sensato, se pone a cobrar el 10% de la mercancía que entraba en su pobre paisito…Y a algunos, le cobrara más todavía.

Pillo el gringo.

Sin embargo, no entiende, que el resto de los mercados del mundo, pueden sin mucho alboroto ni amenazas, prescindir del mercado yanque.

Si se hubiera sabido, en esos tiempos, la imperiosa necesidad de tierras raras, lo complicado de su ubicación y extracción, tengan ustedes por seguro, que la Marina de guerra de los Estados Unidos, con todo su poder de destrucción, habría estado amenazante, sin tapujos en Valparaíso, en Caldera, Coquimbo, en San Antonio, en Chañaral, y en Iquique acusando al Gobierno Popular de ladrones y de peligrosos terroristas.

A decir verdad, si, miramos más allá de nuestras tristezas y verdades, a nuestro país y a su gente, gracias a un Pedro Aguirre Cerda, a un Salvador Allende, tantas cicatrices en la espalda no las honramos tanto.

Miren ustedes, los horrores que han cometido y comete el riquerio y sus sucursales de Inglaterra, de Holanda, de Francia, de Italia, de España de Portugal, en la vida de todos los días en África, en Asia, en nuestro sur, en el Caribe.

Obligan a la miseria a la ignorancia a permanecer.

En realidad, para nosotros, la ignorancia política y las de letras, son la herramienta de fundamento, para mantenernos sumisos, amaestrados, caminando como un ratón en molinillo.

Vivimos tiempos de mecha corta. Y entender sus recovecos da miedo, se pierde el humanismo.

El sistema neoliberal, no le sirvió ni le sirve al capitalismo para impedir su rauda caída, al contrario, apura su derrumbe a plomo. Esa arrogancia, esa altanería, eso de ¡Sálvense quien pueda!, nos está empujando a una muerte atroz.

El payaso pelirrojo, que se comporta igual que un John Wayne entrando a una cantina, solo apura la necesidad de un nuevo orden mundial, orden, que podrá proteger la dignidad de los pueblos del mundo. Esa dignidad social, política, no podrá ser amedrentada por la fuerza de las armas, ni con la violencia, ni con el terror.

Un Gaza, un Ruanda no podría existir

Claro, que, para eso, tenemos que saber reflexionar, tenemos que estudiar la historia y desarrollo de nuestras sociedades.

Ese estudio, nos mostrara que la propiedad privada sobre los medios estratégicos de producción permite una inmensa e infernal diferencia entre las clases. Esto provoca una deshumanización salvaje en el habitante.

Imagínense ustedes, un pais haciendo negocios en la construcción de cárceles y presidios. Y las escuelas, bien gracias.

Hay cosas que no puedo tragarme sin atorarme.

El tener intercambios comerciales y de conocimientos con otros países puede conllevar a una armonía social, en la que sale beneficiario el conocimiento, la moral, la ética, la solidaridad, la empatía…Porque cresta entonces, tiene que ser destruido, aniquilado el pueblo de Palestina.

Para que cresta tiene que existir un banco mundial que se dedica a dar préstamos a países con harto trigo, pero sin pan, que los dejan de por vida, con una deuda que no solamente les arruina la vida, sino que los obliga a pedir otro préstamo.

Sientan el desamparo del pueblo argentino más vulnerable, sin consideración alguna. 

Sientan la tragedia parricida, infame, en tantos lugares del mundo.

El mundo y sus recursos actuales, el trabajo, la experiencia, puede sin lugar a duda mantener a toda la población mundial, a todos los que vendrán, no importa su cantidad, ni identidad, ni sus orígenes, viviendo a la pinta.

Hay circunstancias, elementos, conocimientos que tenemos que manejar. La derecha política, en el mundo entero se va descomponiendo, ocurre lo mismo con la izquierda.

La vigilancia revolucionaria es abrir los ojos cada día.

El sentido común, el conocimiento social, nos obliga a construir nuevas estructuras.

Para explicarme tanto desvarío ideológico, social y político, tengo que decir que el fascismo, el nazismo, hoy, el sionismo son los perros de presa y guardián del Gran Capital. Es la derecha la “mamacita”. Cuando sus privilegios se ven amenazados, ella, les sacan el bozal a sus retoños y los sueltan.

La lucha de clases, herramienta para levantar igualdad ante el libro y el pan, este saber científico, se lo debemos a Carlos Marx y a Federico Engels, se lo debemos a los pueblos del mundo; que van al rescate del trabajo, a países como mi linda Cuba, a Venezuela, a México, a mi esperanzado Ecuador, a Nicaragua, a Honduras.

Mi paisito de cordillera y mar, tienen que buscar y encontrar las herramientas para derrumbar como en Recoleta, estructuras añejas, caducas, que han estado siempre al servicio del riquerio.

No estará Daniel en la contienda, pero si, sus logros y legados.

Si no me creen, vean la casa de la vieja tuerta.

Alejandro Fischer Alquinta.

Estocolmo 20250406