miércoles, 19 de octubre de 2022

UN DÍA COMO HOY, HACE TRES AÑOS…

 



 

SE INICIÓ LA REBELIÓN POPULAR CONTRA EL NEOLIBERALISMO

 

                                                        Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                                        Centro de Extensión e Investigación

                                                        Luis Emilio Recabarren, CEILER

 

 

 

 


 

Este  18 de  octubre,  se cumplen tres años de un  acontecimiento histórico: el inicio de la rebelión popular contra el neoliberalismo. 

Fue uno de los momentos estelares de las luchas del pueblo chileno. Otro lo constituyó el triunfo popular del 4 de septiembre de 1970 y el Gobierno de Salvador Allende, la primavera de los mil días, ahogada en sangre y muerte por el imperialismo estadounidense y la reacción criolla. 

Al referirnos a la rebelión iniciada hace tres años,  pensamos que no  es acertado hablar del despertar del pueblo chileno. Éste, a lo menos sus sectores más conscientes, no ha estado dormido. Ha luchado desde los tiempos de Luis Emilio Recabarren, cuando amanecía el siglo XX. 

Llevó a cabo acciones heroicas. Como por  ejemplo, la huelga de la chaucha, en agosto de 1949 contra el gobierno de González Videla, gatillada por el alza de veinte centavos (la moneda de ese valor se llamaba chaucha) en las tarifas de la locomoción colectiva. También  hubo heroicas acciones a comienzos de abril de 1957 durante el segundo gobierno de Carlos Ibáñez,  la llamada  “batalla de Santiago”. Y no olvidar la heroica lucha contra la dictadura fascista.

La rebelión iniciada el 18 de octubre de 2019, es una expresión de la lucha de clases entre los que sustentan el poder económico y los trabajadores (entendiendo por trabajador  todo el que vende su fuerza de trabajo para vivir).  

Fue el resultado de dos factores:   la acumulación de mucha rabia, de desesperación  por tantos abusos, desigualdades, injusticias, miseria, sufrimientos, propios del capitalismo y agudizados por la dictadura fascista. Por lo cual no es correcto hablar sólo  de “los últimos 30 años” cuando se busca su origen.  

El otro factor,  fue  la acumulación de muchos combates en el último tiempo: huelga de profesores, movimiento contra las AFP, luchas del pueblo mapuche, impresionantes  movilizaciones de las mujeres, etc. 

La rebelión popular iniciada hace tres años mostró la acertada estrategia planteada por el XX Congreso Nacional del Partido Comunista (agosto de 1994), para el actual período histórico. Partiendo de la tesis  de que la principal contradicción existente es entre neoliberalismo y democracia,  trazó la línea estratégica de la Revolución Democrática, cuyo objetivo estratégico es la conquista de un Chile realmente democrático.

 

LA CHISPA 

La chispa que encendió a Chile fue la protesta contra el alza de la tarifa del transporte público de Santiago,  que entró en vigor el domingo 6 de octubre de 2019. Centenares de estudiantes se organizaron para realizar actos de evasión masiva en el Metro de Santiago.  Estas acciones culminaron  el  viernes 18 de octubre de 2019.


 

 




DESESPERADA REACCIÓN DEL GOBIERNO

Esos acontecimientos  fueron  un golpe imprevisto para el Gobierno y la derecha. Los descolocó. Sebastián  Piñera sólo días antes había asegurado: "En medio de esta América Latina convulsionada vemos a Chile, nuestro país,  es un verdadero oasis”.  Sorprendido y desesperado optó por la salida militar. El sábado 19  dictó el Estado de Emergencia en las provincias de Santiago y Chacabuco, sacando soldados a las calles. Ello se extendió pronto a todo el país.

El domingo 20 Piñera profirió: “Estamos en guerra contra un enemigo poderoso e implacable”, Esto fue  rechazado por el propio jefe militar designado por él para la Región Metropolitana.

El martes 23, el Partido Comunista  sacó una declaración apoyando a la Mesa de Unidad Social.

El viernes 25 de octubre tuvo lugar la marcha más grande de la historia de Chile. Sólo en Santiago participaron un millón 200 mil manifestantes. En todo el país fueron  tres millones.

El Gobierno acusó el golpe. El lunes 28 de octubre estaba a la defensiva. Ante el repudio general  levantó el Estado de Emergencia, regresaron los soldados a sus cuarteles. También se vio obligado a realizar cambios en su gabinete.  Estos hechos marcaron una derrota de los “halcones”, de la UDI.

 

UNA HISTÓRICA HUELGA GENERAL

El 12 de noviembre de 2019 tuvo lugar quizás la más grande huelga general del movimiento sindical chileno. Fue convocada por el Bloque Sindical Unidad Social (reunía  a 155 entidades CUT, Profesores, No más AFP, organizaciones sociales, feministas, sindicales, estudiantiles etc.) más sindicatos nacionales del sector productivo, portuario, minería privada, construcción, salud, ENAP y otros. Tanto el paro, como las manifestaciones callejeras alcanzaron enorme fuerza. Su  primera exigencia: ¡una Nueva Constitución!  Fue otro golpe al mentón del gobierno. Ese mismo día, dando una vuelta de carnero, Piñera, anunció que convocaría a “un nuevo Congreso Constituyente”

De inmediato todos los partidos de oposición sacaron una declaración  exigiendo Asamblea Constituyente.

El jueves 14 de noviembre seis partidos  emitieron una  declaración apoyando la iniciativa de la Asociación de Alcaldes de convocar una consulta ciudadana. Estos fueron: el Partido Comunista,  la Federación Regionalista Verde, el  Partido Humanista, el Partido Comunes,  el  PRO y Convergencia Social.

 

UN ACUERDO ENTRE GALLOS Y MEDIANOCHE

La UDI, Renovación Nacional y Evópoli que, en estos momentos ya  no tenían  influencia en las  masas movilizadas, buscaron resolver la crisis en el terreno de los partidos políticos, en especial, en el Congreso Nacional. 

En un momento de seria crisis del gobierno y cediendo al chantaje militar,  los tres partidos socialdemócratas (PS, PPD y PR) ,  la DC y  tres partidos del Frente Amplio (Revolución Democrática, Comunes y Liberal) , más Gabriel Boric, firmaron   el “Acuerdo por la Paz Social y Nueva Constitución”.  Fue en la madrugada del viernes 15 de noviembre de 2019. Con ello le proporcionaron un salvavidas  a Piñera, abrieron paso a un proceso constituyente, al que impusieron trabas antidemocráticas, como el quórum de 2/3. 

El jueves 28 de noviembre la Sala de la Cámara aprobó la  acusación constitucional contra exministro Andrés Chadwick. Toda la oposición votó a favor. El miércoles 11 de diciembre, el Senado hizo otro tanto.

Fue una nueva derrota del gobierno. 

Pero,  el jueves 12 de diciembre la Cámara de Diputados rechazó la acusación constitucional contra el Presidente Piñera.  Votaron en contra los diputados de derecha, más cuatro democratacristianos (de 13), 2 del PR y dos independientes.(René Alinco y Pepe Auth)

 



VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS 

El gobierno  respondió las protestas pacíficas con represión, atropellando los Derechos Humanos. Cuatro informes denuncian esto. Tres de ONG: Amnistía Internacional, Human Rights Wacht y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. A los que se agregó el Informe de del Alto Comisionado de la ONU sobre DD HH.

 

Un informe de Amnistía Internacional de fecha 21 de noviembre de 2019 señaló:

        Se utilizó armamento militar para controlar las protestas, a veces de manera indiscriminada.

        Se registraron once casos de bombas lacrimógenas lanzadas a colegios, universidades, viviendas y hospitales.

        Se documentaron cinco muertes por agentes del Estado (cuatro por militares y una por Carabineros), más de 2300 personas lesionadas (1400 de ellas por armas de fuego), cinco lesiones oculares por perdigón y veinte casos de uso de escopetas como principal herramienta para dispersar las manifestaciones.

        Se registró un número significativo de atropellos y de intentos de atropello con nueve videos que, de acuerdo con la investigadora, eran suficiente prueba para demostrar que no fue por negligencia sino que por dolo.

        Más de 1000 casos de tortura y tratos crueles, inhumanos y degradantes

        Setenta delitos sexuales cometidos por funcionarios públicos, incluidas violaciones, abusos, , desnudeces forzadas y amenazas sexuales.

        Se registraron agresiones a defensores de los Derechos Humanos, incluidos personal médico y del Instituto Nacional de los Derechos Humanos y se dio como ejemplo el caso de Jorge Ortiz.

        El Ejército y Carabineros  ejerció ataques generalizados en contra de la población usando la fuerza de manera innecesaria para dañar y persuadir a las personas para que dejaran de manifestarse. Se consideran “ataques” porque son múltiples actos de violencia armada, de tortura y de carácter físico y psicológico; y "generalizados" porque no son aislados, sino que se sostuvieron en diferentes puntos del país para castigar a quienes se manifestaran y cuentan con un modus operandi”. 

Hubo repudio mundial por la violación de derechos humanos en Chile. 

Entre el miércoles 11 y el domingo 15 diciembre se realizó una  Consulta Ciudadana convocada por la Asociación de Alcaldes. Votaron más de dos millones: el 92% por una  Nueva Constitución; por Pensiones, Salud y Educación.

 

APROBADA REFORMA CONSTITUCIONAL 

La Cámara de Diputados aprobó la reforma constitucional que permite llevar a cabo el plebiscito para el proceso constituyente. La votación contó con 127 votos a favor, 18 en contra y 5 abstenciones. Se estableció  que las normas de la Convención serán aprobadas por 2/3 y que, en caso de que la propuesta de nueva Constitución sea rechazada, continuará vigente la actual Constitución.

Se aprobaron las dos modalidades: Convención Mixta y Convención Constitucional, así como sus respectivas integraciones, inhabilidades y funcionamiento.

También se aprobó el quórum de 2/3 para que la Convención apruebe las normas del texto Constitucional.

En contra de los 2/3 votaron los 9 diputados del Partido Comunista, 3 del Partido Humanista, 3 de la Federación Regionalista Verde Social, 1 de Partido Republicano y 1 Independiente.

Las indicaciones relativas a paridad de género, escaños reservados para pueblos originarios y representación de independientes, fueron rechazadas, ya que no alcanzaron los 93 votos correspondientes a los 3/5 que necesitaban para ser aprobadas.

  

A PESAR DE LA PANDEMIA   LA LUCHA CONTINUÓ 

El 3 de marzo de 2020 se supo del primer contagiado; el 21 de ese mes, de la primera muerte. La pandemia del Coronavirus había llegado a Chile. Una nueva peste asolaba el país. Se unía a la del neoliberalismo.

Al conocerse la aparición de la pandemia mundial del Coronavirus, tanto el  presidente Piñera, como su ministro de salud, Jaime Mañalich, plantearon que Chile estaba preparado para combatir la peste que nos amenazaba. Prepotentes,  desoyeron la multitud de voces que se alzaron exigiendo medidas serias, informes claros declarar cuarentenas. No escucharon al Colegio Médico, a los alcaldes, a las organizaciones sociales y políticas, etc. ¿Para qué oírlas si ellos lo tenían todo claro?

Pero ocurrió la catástrofe sanitaria. Chile era uno de los países de la tierra más golpeado por la pandemia. Elevado número de contagiados y de muertes, colapso de hospitales, clínicas. El gobierno culpó a los chilenos irresponsables. Que los hay, los hay,   pero son los menos y en ningún caso la causa del desastre.

Vinieron las cuarentenas. La Plaza de la Dignidad quedó vacía, pero la rebelión siguió viva.   Se expresó de muchas formas: ollas comunes, cabildos, asambleas  cacerolazos, mítines de protesta. El centro de la lucha antineoliberal    se trasladó al  Congreso.   Pero allí no se encontraban solamente los  parlamentarios. Estaba la presencia potente del clamor popular. Fue un escenario de la lucha contra los candados antidemocráticos heredados de la dictadura.

  

LA REFORMA CONSTITUCIONAL POR EL RETIRO DEL 10%                                    

El masivo caceroleo de la noche del martes 14 de julio conmovió Chile y sus ecos llegaron a la Cámara de Diputadas y Diputados.

La mayoría de los chilenos exigían su derecho a retirar el 10% de sus fondos en manos de la AFP. La encuesta Data  confirmó que el 89% y la encuesta Pulso Ciudadano, que  el 88% estaban en esa parada. 

Chile vivía una terrible crisis sanitaria a raíz del  pésimo manejo del Gobierno neoliberal frente a la pandemia del Covid-19. Las muertes superaban los siete mil. Se agravaba la crisis social. Millones de chilenos habían perdido su trabajo, disminuido sus salarios. Existía  hambre, indignación, miedo en los hogares. 

El clamor popular llegó  a la Cámara y en la sesión del miércoles 15 de julio de 2020 se aprobó la reforma constitucional que permitió el retiro del 10% de los fondos desde las AFP.

La victoria popular se logró por 95 votos (se requería 93), 36 en contra y 22 abstenciones. Junto a la oposición votaron 13 diputados de Chile Vamos.

La votación en el Senado del miércoles 22 de julio de 2020 fue una nueva derrota del gobierno. El  proyecto de reforma constitucional fue aprobado por 29 votos (con 5 senadores de Chile Vamos) contra 13 y una abstención (de otro senador de derecha).

En la Cámara de Diputadas y Diputados el gobierno sufrió  dos nuevas derrotas el jueves 23 de julio de 2020. Fue  rechazado el veto presidencial sobre los servicios básicos por 109 votos, 31 en contra.

Y el proyecto del retiro del 105 fue aprobado por 116 votos a favor, 28 en contra y 5 abstenciones. Resultado que nadie esperaba.

Fue así como por la fuerte presión popular se rompió otro candado antipopular dejado por la dictadura y defendido por Piñera.  Este no pudo recurrir ni al veto presidencial (habría sido rechazado en el Parlamento) ni pudo recurrir al Tribunal Constitucional (en ambas cámaras el proyecto fue aprobado por los 2/3. Debió promulgarlo el viernes 24 de julio de 2020.

 

LA REPRESIÓN SE HIZO MÁS FEROZ

En plena rodada, con un 12% de aprobación,  una coalición oficialista en dura crisis, con dolorosas derrotas en el Parlamento, con una terrible catástrofe  sanitaria, en un loco afán por intentar  seguir defendiendo el sistema neoliberal heredado de la dictadura,  el martes 28 de julio del 2020 realizó cambio en el  Gabinete. Ingresaron duros defensores del  neoliberalismo y un consumado  pinochetista. 

Siguieron las manifestaciones a pesar de la pandemia. Y la represión se hizo más feroz.


SE IMPUSIERON LAS FAKE NEWS

El 25 de octubre de 2020 se realizó el plebiscito de entrada al Proceso Constituyente. Fue una jornada histórica marcada por una masiva concurrencia a las urnas (50,9% de participación) Ello pese a la crisis sanitaria por la pandemia COVID-19.  La opción "Apruebo" a una nueva Constitución obtuvo el 78,27% de las preferencias, mientras que la opción "Convención Constitucional", como órgano encargado de redactarla, fue la vencedora con el 78,99% de los votos.

Los días 15 y 16 de mayo de 2021 hubo  elecciones para elegir los convencionales constituyentes.

El 4 de julio de 2021 se instaló la Convención Constitucional que debe redactar una Nueva Constitución.

El 4 de julio de 2022  la Convención Constituyente hizo entrega de la Propuesta de Constitución Política de la República de Chile al presidente Gabriel Boric.

El 4 de septiembre de 2022 la izquierda chilena sufrió la segunda más dura derrota de la historia. La más terrible la había sufrido el 11 de septiembre de 1973. Cuyas negativas consecuencias aún no son plenamente comprendidas

 Los 17 años de dictadura fascista cambiaron Chile. Hubo un genocidio. Entre otros desastres están la pérdida de la conciencia de clase de amplios sectores de trabajadores y se creó una nube carente de ideología en la que está sumido gran parte de nuestro pueblo. Ello hizo posible que las falsas noticias se impusieran sobre la verdad.

  

AÚN TENEMOS RAZONES PARA LUCHAR

Transcurridos tres años del inicio de la rebelión contra el neoliberalismo, continúan vigentes las reivindicaciones entonces planteadas. Entre ellas, una nueva Constitución. Nueva en el sentido progresista.

Existe una diferencia entre hace tres años y hoy que hay que tener en cuenta:  Ayer existía un gobierno de derecha; ahora tenemos un gobierno de centroizquierda con un programa que contempla importantes cambios estructurales.

La derrota del 4 de septiembre de 2022 fue una derrota ideológica, en el terreno de las ideas.  Los partidarios del Apruebo enfrentamos muy mal la lucha ideológica. La iniciamos  tardíamente, a la defensiva, sin unidad de criterios.  Fuimos incapaces de llegar a todos lados.

Es por eso, que los sectores verdaderamente democráticos debemos hoy pasar a la ofensiva contra la poderosa ideología burguesa esté donde esté.  Una ideología, a través de la cual, los grandes empresarios  pretenden imponer el neoliberalismo en una Constitución “para todos” y frenar todo cambio a favor de las mayorías.

Y esta ofensiva contra la ideología burguesa será el mejor homenaje al tercer aniversario del inicio de la rebelión popular contra el neoliberalismo.