domingo, 16 de octubre de 2022

A 60 AÑOS DE LA CRISIS DE OCTUBRE

 


Comenzó el 15 de Octubre de 1962:

 

 

                                                        Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                                        Centro de Extensión e Investigación

                                                        Luis Emilio Recabarren, CEILER

 

 

 

 

 


Estábamos en Moscú en esos días  de octubre de 1962. Éramos estudiantes de una Escuela del Partido Comunista de la Unión Soviética. Los profesores de las diferentes asignaturas nos daban detalles de la dramática situación que se vivía. Los alumnos del curso, todos de habla española, comentábamos. Estábamos preocupados, nerviosos. Entre ellos,  Marta Ugarte, siempre muy  seria; Inés Cornejo, sonriendo nerviosamente; Víctor Cantero, con su buen humor  y sus ingeniosas salidas.

De estallar la amenazante guerra atómica, estaríamos en el centro de la mira de los misiles nucleares de Estados Unidos y sus aliados. 

Salíamos de clase y nos íbamos al centro de Moscú. Todo funcionaba normalmente. El Metro y sus bellas estaciones repletas de mujeres, niños, jóvenes, adultos… La gente en las calles tomando ricos helados  en pleno invierno. Muchas mujeres comprando.   

Eran los días de la Crisis de los Misiles o  Crisis de Octubre (llamada por Cuba), o Crisis del Caribe (bautizada así por la Unión Soviética): tres nombres para denominar el dramático conflicto político y militar que estaba en pleno desarrollo entre los Estados Unidos, la Unión Soviética y Cuba, durante ese mes de octubre de 1962. 

Teníamos claro el origen del conflicto. Desde el triunfo de la Revolución Cubana el imperialismo estadounidense empleó todos los medios para destruir el proceso que se vivía en la Isla. Acciones de sabotaje, bloqueo, el bombardeo de aeropuertos del 15 de abril de 1961 y la frustrada invasión de gusanos con apoyo de Estados Unidos  dos días después.

 

 


 

Ante esta situación, el 29 de mayo de 1962 llegó a Cuba una delegación soviética que propuso al gobierno revolucionario instalar cohetes con carga nuclear, para evitar la invasión y fortalecer las posiciones del Socialismo en el mundo.

Hubo acuerdo. Entonces las Unión Soviética llevó a cabo la Operación Anadir. Fue una operación militar secreta, realizada por la Unión Soviética, para desplegar misiles balísticos, bombarderos y una división de infantería mecanizada hacia Cuba.

Entre junio y octubre de 1962 llegaron a Cuba 24 plataformas de lanzamiento, 42 cohetes R-12, unas 45 ojivas nucleares, 42 bombarderos Il-28, un regimiento de 40 aviones caza MiG-21, dos divisiones de defensa antiaérea, cuatro regimientos de infantería mecanizada y otras unidades militares.   Se movilizaron alrededor de 47.000 soldados en total.

El 15 de octubre de 1962 un avión espía estadounidense U-2 descubrió las bases de misiles soviéticos en Cuba. Y ahí comenzó el conflicto.

El 22 de octubre de 1962, Kennedy se dirigió a los estadounidenses a través de la televisión y habló por primera vez en público sobre establecer una cuarentena y un cerco naval alrededor de Cuba.

A partir del 23 de octubre se desplegaron barcos y aviones de guerra estadounidenses en el Mar Caribe para ejercer un auténtico bloqueo aéreo-naval.

Por su parte Nikita Jrushchov dirigió un mensaje a Kennedy al día siguiente donde enunciaba: «La URSS ve el bloqueo como una agresión y no instruirá a los barcos que se desvíen», pero los buques soviéticos disminuyeron la velocidad hacia Cuba y así evitar algún conflicto mayor y abrir negociaciones entre las partes.

La paz mundial estaba amenazada. Eran momentos terribles. Las noticias informaban como los barcos soviéticos  surcaban el océano rumbo a Cuba y cada vez se acercaban más a los navíos imperialistas que bloqueaban la Isla. Y la guerra nuclear se  iniciaría al encontrarse ambas escuadras.

En las pantallas de la televisión veíamos avanzar majestuosos las naves soviéticas. Se acercaba la hora cero. Los responsables de la Escuela se reunieron con nosotros. Nos dijeron que estuviéramos tranquilos. Que no abandonáramos la Escuela. Que en el momento indicado nos llevarían a un lugar seguro. Nos preguntábamos ¿seguro hasta para  bombas atómicas?

 



Fidel Castro y Nikita Jruschov


La Organización de los Estados Americanos (OEA) se colocó al lado de Estados Unidos. Impuso sanciones al gobierno cubano y se unió al  bloqueo naval en una operación llamada Cuarentena, para impedir la llegada por vía marítima de recursos que propiciarían el desarrollo de las bases mencionadas. Las armadas ejecutaron una operación combinada. Participaron los destructores argentinos, Espora y Rosales, pasando a formar parte de la flota combinada estadounidense-latinoamericana Task Force 137 al mando del contraalmirante D. John A. Tyree. Se integraron también los destructores venezolanos ARV D-11 Nueva Esparta y ARV D-21 Zulia, las fragatas dominicanas Santana y Luperón, el destructor USS Mullinix.

La guerra nuclear estaba por estallar.  El 26 de octubre el gobierno soviético envió a Washington D.C. un mensaje personal de Jruschov a Kennedy para llegar a un acuerdo: los buques soviéticos se retirarían si el gobierno estadounidense lanzaba una declaración pública renunciando a derrocar al régimen de Fidel Castro y ofreciendo no patrocinar ningún ataque bélico con ese fin.

Ese mismo día Fidel Castro, desde La Habana, escribió un mensaje y solicitó a Jruschov que en caso de una invasión de EE. UU., la URSS lanzara un golpe nuclear contra los Estados Unidos,  aún al costo de desaparecer Cuba e iniciarse una guerra nuclear.

El sábado 27 de octubre de 1962, también llamado el sábado negro, la defensa antiaérea soviética activó por primera vez sus sistemas de radares y derribaron el avión espía estadounidense tipo U-2, por un misil tierra-aire cuando espiaba el oriente de la isla de Cuba.

Esto aumentó más la tensión, pero ese mismo día Jrushchov propuso a Kennedy el desmantelar las bases soviéticas y así lo afirmó en la carta de respuesta el 28 de octubre, a cambio de la garantía formal y pública de que Estados Unidos no realizaría ni apoyaría una invasión al territorio cubano. Hubo acuerdo.

Afortunadamente no tuvimos la oportunidad de comprobar si eran seguros los refugios antinucleares. Días después, por las cartas llegadas desde Chile,  supimos que en esos días terribles de octubre de 1962 hubo grandes acciones por la Paz en nuestra patria.

Las negociaciones secretas en Washington y en Moscú prosiguieron, excluyeron a Fidel Castro y el gobierno soviético se negó a realizar consultas sobre el tema con Cuba.

A finales de noviembre concluyeron los patrullajes navales alrededor de Cuba. Dos días después la URSS  informó a Cuba que la presencia militar soviética continuaría pero sólo dotada de armas convencionales. La Unión Soviética retiró todo su armamento nuclear y el Misil balístico de alcance medio de la isla.

Se creó el llamado teléfono rojo, una línea de comunicación directa entre la Casa Blanca y el Kremlin, para agilizar las conversaciones entre ambas potencias durante períodos de crisis y así evitar las demoras diplomáticas y subsanar los posibles malentendidos sobre el tema misiles nucleares.

Los principales protagonistas no duraron mucho tiempo tras la crisis. El presidente de EE. UU., Kennedy fue asesinado el 22 de noviembre de 1963 y el líder de la Unión Soviética, Nikita Jrushchov, fue apartado de su cargo por el comité central del Partido Comunista de la Unión Soviética  el 14 de octubre de 1964.

La historia reconoce la Crisis de Octubre  como el momento más peligroso de la historia de la humanidad.

FUENTE: Cuba Tesoro: “La crisis de los misiles”