viernes, 22 de enero de 2021

LENIN A 97 AÑOS DE SU PARTIDA FÍSICA

 

                                 

                                               Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                               Centro de Extensión e Investigación

                                               Luis Emilio Recabarren, CEILER

 

 

 


 

El 21 de enero de 1924, a las 18,50 horas, en el pueblo de Gorki, a 10 kilómetros al sur de Moscú, dejó de latir el corazón de Vladimir Ilich Ulianov, Lenin. La causa de su fallecimiento fue un infarto cerebral. 

Lenin, había nacido en la ciudad de Simbirk el 22 de abril de 1870. Su padre, Ilya, era profesor. Su madre se llamaba María Blank.

 

TEÓRICO Y PRÁCTICO REVOLUCIONARIO 

Lenin fue un talentoso teórico y un inteligente dirigente revolucionario. En los 35 años de labor teórica y práctica, entre 1888 y 1923, Lenin escribió más de 30 mil libros, folletos, cartas y documentos. Unos 9 mil de ellos figuran en los 55 tomos de sus Obras Completas, editadas entre 1958 y 1965. 

Entre sus obras, recordamos dos en que plantea las normas de organización y funcionamiento del moderno partido revolucionario de la clase trabajadora: “¿Qué hacer?” y “Un paso adelante, dos pasos atrás”.

 

A LA CABEZA DE LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE 

Dirigió, en medio de enormes dificultades, la Revolución Socialista de 1917.

Después de muchas negativas, por fin se reunió con el Comité Central del Partido Bolchevique  el 10 de octubre .de 1917. Logró que se aprobara una nueva resolución sobre la insurrección armada, pero sin especificar fecha ni detalles.

Comprendió, entonces,  que debía  recurrir a las bases del Partido. 

Con ese fin participó en una Conferencia del Comité Central con representantes de las organizaciones  bolcheviques de San Petersburgo. Asistieron 24 dirigentes, de los cuales sólo 9 eran del Comité Central. 

La Conferencia aprobó la preparación inmediata de la insurrección por 19 votos, contra 2 y 3 abstenciones. 

El 21 de octubre se reunió nuevamente con los dirigentes de  San Petersburgo. Allí planteó: “la insurrección debe llevarse a cabo el 25; el 24 sería prematuro y el 26 muy tarde”. 

En el Instituto Smolny se vivían horas agitadas. Ahí estaba el centro revolucionario. Lenin planteó al Comité Central la necesidad de estar allí presente.

Se lo prohibieron. Al caer la noche del 24 de octubre,

Lenin decidió trasladarse clandestinamente al Smolny y tomar en sus manos la dirección de la insurrección.

 

            

Lenin disfrazado 

 

Disfrazado y acompañado del camarada  Rahia, luego de caminar varias horas, llegó poco antes de la medianoche al Smolny. No se dirigió a la sala donde sesionaba el Comité Central. Envió a Rahia a buscar a Stalin. 

Ambos se reunieron en una sala vacía y pusieron en marcha a las fuerzas insurreccionales que tenía listas el Comité Militar Revolucionario, pero que  no se atrevía a lanzar todavía a la toma del poder. 

Lenin convocó a los jefes militares de fábricas y regimientos. Decenas de motociclistas se lanzaron hacia los suburbios...

A partir de la una de la madrugada del 25 de octubre, destacamentos de soldados salieron de los cuarteles; grupos de obreros armados abandonaron las fábricas. Iban a apoderarse de los puentes, las estaciones ferroviarias, los edificios públicos... 

A  las 14, 35  horas del 25 de octubre de 1917 se inició la sesión extraordinaria del Soviet de San Petersburgo. Presidía León Trotski, que anunció a Lenin. Cuando la tempestuosa ovación se calmó, éste dijo: 

“Camaradas: la revolución obrera y campesina, de cuya necesidad han hablado los bolcheviques, se ha realizado...”

 

              

 


A LA CABEZA DEL PRIMER ESTADO SOCIALISTA 

En medio de difíciles condiciones, el Gobierno de obreros y campesinos, dirigido por Lenin logró vencer la contrarrevolución interna y la intervención de 14 países. 

El  Séptimo Congreso, 26 de marzo de 1918, cambió el nombre del partido por Partido Comunista de Rusia, reconociendo 1903 como su año de fundación.

El viernes 30 de agosto de 1918, Lenin habló en un mitin en una fábrica de Moscú. Finalizado el acto se dirigió al auto que lo esperaba para conducirlo a la  reunión del Consejo de Comisarios del Pueblo, que debía iniciarse a las 21 horas. Caminaba rodeado por una multitud. De pronto una mujer -miembro de un grupo terrorista de los eseristas- le disparó tres balazos, dos de los cuales lo hirieron gravemente. Una le penetró en el tórax comprometiendo la parte superior del pulmón izquierdo; la otra, se le alojó en el cuello muy cerca de la espina dorsal. 

Se recuperó. El 18 de septiembre participó en la reunión del Consejo de Comisarios del Pueblo. Pero su salud comenzó a empeorar.

Desde 1922  la salud de Lenin era muy precaria. El intolerable estrés de encabezar la revolución, la guerra civil y la construcción de una nueva sociedad, le afectó seriamente. A esto hay agregar las secuelas del atentado de 1918,  pues debió vivir con una bala en el cuello, peligrosamente cerca de la espina dorsal. 

Falleció el 21 de enero de 1924.

  

LENIN, EL SER HUMANO 

Todos los que conocieron de cerca a Lenin destacan su excepcional modestia en los asuntos concernientes a su persona.  Después de ser herido en agosto de 1918 criticó el tono de las publicaciones aparecidas en los periódicos. Escribió: “Soy como los demás... Toda la vida luchamos, en el plano ideológico, contra la admiración excesiva de las virtudes de una sola persona, resolvimos ya hace mucho la cuestión de los héroes, ¡y he aquí otra vez el culto a la personalidad!”

El modo de vida de Lenin no se diferenciaba de la vida espartana de sus contemporáneos.

“Lenin compartía todas las privaciones de aquellos días cuando escaseaba el combustible, las viviendas y hasta los alimentos”, recuerda G. Lausbury, uno de los dirigentes del partido laborista inglés que visitó la Rusia soviética. 

Lenin siempre se preocupaba de los demás. A pesar de sus muchas actividades diarias como estadista, encontraba tiempo para escribir centenares de recados, dar órdenes verbales para ayudar a unos y otros camaradas, de mandarles a descansar, a curarse, de proporcionarles viviendas, etc.

Lenin odiaba a las clases explotadoras, pero no tenía enemigos personales.

 

EL HEROÍSMO DE LENIN 

Máximo Gorki, el  gran intelectual ruso, tiene una obra llamada “Lenin en 1922”. En ella  escribió: 

“Su heroísmo, casi enteramente desprovisto de relumbrón exterior, la abnegación modesta, ascética, frecuente en el intelectual ruso, en el revolucionario que cree sinceramente en la posibilidad de la justicia sobre la tierra; era el heroísmo del hombre que ha renunciado a todas las alegrías del universo para trabajar duramente por la felicidad de los hombres”.

“Cuando murió Lenin, reconocieron lealmente hasta sus más encarnizados enemigos que con él había perdido el mundo al hombre ‘que era la más viva encarnación del genio entre los grandes hombres contemporáneos’.

“Para mí, Lenin, es un héroe de leyenda; es un hombre que ha arrancado de su pecho el corazón ardiente para alumbrar con su llama el camino que conducirá a los hombres lejos del abyecto caos contemporáneo.”