Iván
Ljubetic Vargas, historiador del
Centro
de Extensión e Investigación
Luis
Emilio Recabarren, CEILER
El 27 de diciembre de 1831 zarpó el bergantín
Beagle del puerto de Devonport, dique naval de Plymouth (Inglaterra). En él iba
Charles Darwin. Iniciaba una expedición
alrededor del mundo de dos años, que se convertirán en cinco. Terminó el 2 de
octubre de 1836 en el puerto de Falmouth. En ese viaje, Darwin descubrió su
vocación.
El objetivo de la expedición era efectuar un reconocimiento de la zona de Sudamérica, continuar con los trabajos cartográficos de sus costas, además de circunnavegar el mundo para conseguir una determinación más exacta de la longitud terrestre.
El capitán FitzRoy, al mando del Beagle, consideró
necesario que participara en el viaje un
científico. Charles Darwin fue aceptado como naturalista sin sueldo en la
expedición. Recibió el cargo con entusiasmo, aconsejado por el biólogo,
paleontólogo y anatomista, Richard Owen (coautor de la teoría de la evolución).
Charles Darwin, que tenía por entonces 22 años, pues había
nacido en Shrewsbury el 12 de febrero de
1809, y estaba recién graduado, se unió
entonces a la tripulación del barco explorador, embarcándose en el viaje que le
llevaría a recorrer lo desconocido y a descubrir los paisajes y seres vivos que
habitaban las zonas inexploradas del mundo.
Durante los cinco años de navegación, el Beagle bordeó las
costas de Sudamérica permitiendo a Darwin explorar el continente y las islas,
incluidas las Islas Galápagos y el Archipiélago de Chonos.
El periplo que había
comenzado en el puerto de Davenport el
27 de diciembre de 1831 demoró dos meses
en atravesar el Atlántico y llegar a las costas de Brasil. Recaló en Río de Janeiro. De ahí continuó al sur y
en julio desembarcó en Maldonado, desde donde los científicos reconocieron las
costas de Uruguay y Argentina, la pampa y
Charles Darwin en Chile
A fines de 1832 los viajeros llegaron a Tierra del Fuego, donde permanecieron dos meses y medio efectuando detenidas observaciones geológicas, botánicas, zoológicas y antropológicas. Luego atravesaron el Estrecho de Magallanes para recorrer detenidamente los canales australes y el litoral chileno, hasta arribar a Valparaíso en julio de 1834.
Desde ese puerto los científicos emprendieron varias expediciones por la zona central de Chile y en noviembre zarparon hacia el sur para recorrer Chiloé, las islas Guaitecas y el Archipiélago de Chonos.
Después de su travesía austral y camino a Santiago, Darwin visitó las provincias de Osorno y Valdivia, donde fue testigo de un violento terremoto.
De vuelta en la capital, en
marzo de 1835, emprendió un breve viaje a Mendoza y luego se trasladó a los
distritos mineros de Coquimbo, Huasco y Copiapó.
En julio abandonó el puerto chileno de Caldera para recorrer las costas peruanas, ecuatorianas y las Islas Galápagos, completando su expedición en octubre de 1835.
En sus búsquedas científicas, observó a los nativos y analizó y recolectó muestras de la abundante flora y fauna; plasmando en sus cuadernos de viaje todos los detalles de las especies que encontraba en su camino.
En 1836 Darwin regresó a Inglaterra, donde redactó su “Viaje de un naturalista alrededor del mundo”, publicado en 1839, y elaboró las conclusiones de sus observaciones científicas, dadas a conocer veinte años después.
Posteriormente editó una de sus obras más emblemáticas: “Zoología del viaje del HMS Beagle”, que apareció en cinco partes (Mamíferos, fósiles, aves, peces y reptiles), entre febrero de 1838 y octubre de 1843.
Años después, el naturista
inglés se referiría a este viaje como “el acontecimiento más importante de su
vida”, que le sirvió de inspiración para formular su famosa teoría de la
evolución biológica por selección natural.
Charles Darwin falleció en
Down House el 19 de abril de 1882.
FUENTES:
Memoria Chilena (Biblioteca Nacional de Chile) : Charles Darwin (1809 - 1882)
Superscienceme wordpress.com:
“La gran expedición de Darwin en el Beagle” (12 de abril de 2015)