Iván
Ljubetic Vargas, historiador del
Centro
de Extensión e Investigación
Luis
Emilio Recabarren, CEILER
Fue la más corta campaña presidencial de la Izquierda. Apenas
duró siete meses y 13 días. Pero, a diferencia de la del 64, fue una campaña a
todo vapor. A la ofensiva. Unida a las luchas sociales. Con el activo
rol jugado por los cerca de 15 mil Comités de base de la Unidad Popular , los
CUP. Estos, además de las tareas propiamente electorales –divulgación del
Programa, propaganda, búsqueda de adhesiones, organización de mítines, etc., -
tomaron los problemas concretos de la gente del sector en que actuaban,
hicieron conciencia sobre ellos e impulsaron la lucha por sus soluciones.
Fue una campaña realizada al
calor de los agudos combates de los trabajadores por sus reivindicaciones. Se utilizó, además, la huelga como
arma política. Por ejemplo, el 19 de marzo de 1970, paralizó totalmente la zona
del carbón en repudio a la visita que a ella efectuó el candidato Alessandri.
El 8 de mayo de 1970, “El Siglo” publicó el informe de
Luis Corvalán titulado “Abrir paso al triunfo de la Unidad Popular ”,
rendido en una sesión plenaria del Comité Central del PC. En él afirmaba:
“La campaña electoral se desarrolla en los marcos de un
ascenso victorioso de la lucha reivindicativa de las masas. Sólo en el curso
del presente año hemos visto alzarse al combate a cientos de miles de chilenos,
que exigen la solución a sus problemas, la satisfacción de sus necesidades más
apremiantes... A través de estos combates se definen las posiciones de cada
clase, se va plasmando el gran frente único del pueblo, crecen las fuerzas que
están por el cambio, se despiertan y acumulan las fuerzas que están por el
cambio, se despiertan y acumulan nuevas energías revolucionarias, se va
forjando la victoria.”
El 12 de mayo, en plena campaña presidencial, tuvo lugar
el primer paro nacional campesino en la historia de Chile.
Y Salvador Allende fue un excelente candidato.
El 8 de julio, convocados por la CUT , paralizaron sus
actividades los trabajadores de todo el país. Fue un paro con claro contenido
político: contra los intentos golpistas de la derecha y de los elementos
sediciosos de las fuerzas armadas. Ese día hubo concentraciones en muchos
puntos del país. Varias en Santiago. En una de éstas, efectuada en Plaza
Tropezón, carabineros de civil montaron una provocación y dispararon contra los
manifestantes. Cayó asesinado Miguel Ángel Aguilera, un joven comunista,
miembro de la Brigada
Ramona Parra, de 18 años.
Sus funerales fueron un
inmenso río de gente emocionada y combativa, con banderas rojas y consignas que
estremecían las calles: “Compañero Miguel Ángel Aguilera... presente.... Ahora
y siempre.”
Víctor Jara compuso, en homenaje al joven comunista caído,
su hermosa canción “El alma llena de banderas”, que – según afirma Joan Jara,
en si libro “Víctor Jara, un canto truncado” – “captaba exactamente aquel
fervor y expresaba el sentimiento de una lucha épica en la que hay que afrontar
incluso la muerte.”
Esa canción fue la contribución de Víctor Jara al Segundo
Festival de la Nueva
Canción Chilena, que tuvo lugar en agosto de 1970.
El crimen de la Plaza Tropezón no fue la única acción represiva
durante los últimos meses del gobierno de Frei Montalva. En Puente Alto, la
policía atacó a estudiantes, dando muerte a dos de ellos: Claudio Pavez y
Patricio Núñez.
El 3 de agosto de 1970, Aniceto Rodríguez, entonces
Secretario General del Partido Socialista, leyó un discurso a través de una
cadena parcial de emisoras. Tenía por título “La violencia reaccionaria
democristiana” y denunciaba los crímenes perpetrados bajo la administración del
PDC. Sostuvo textualmente:
“En el gobierno de Frei, como nunca en la historia, se han
enlutado las banderas del socialismo y del pueblo de Chile. Que nuestros
mártires heroicos sirvan para acerar más nuestra voluntad de lucha, para ser
los primeros en el combate, los más abnegados, porque ellos cayeron por Chile,
por la clase trabajadora, defendiendo el pan, la justicia y la libertad.”
Durante la
Campaña electoral, la Unidad Popular hizo
públicas las Primeras Cuarenta Medidas del Gobierno de Allende. En ellas se
planteaban las soluciones a los problemas más urgentes y sentidos del pueblo.
Entre otras: viviendas populares, asistencia médica gratuita en los hospitales,
la entrega de medio litro de leche diario a cada niño hasta 15 años, la
disolución del Grupo Móvil de Carabineros, etc.
De interés para conocer la situación en las FF AA durante
la campaña presidencial es la información que entrega un soldado
constitucionalista.
“El martes 4 de agosto – relata el general Carlos Prats en
sus “Memorias” – se realiza una reunión en la casa del ministro Ossa (Sergio
Ossa Pretot, ministro de Defensa de Frei. Nota del autor), a la que asiste el
ministro Rojas (Patricio Rojas, de Interior), los tres Comandantes en Jefe y
yo, para analizar el complejo panorama electoral y esclarecer los márgenes de
empleo de las FF.AA. y de Carabineros en el mantenimiento del orden público
durante el acto electoral. En esa oportunidad, el Almirante Porta cumple con
hacer presente la preocupación de la oficialidad de la Armada ante la eventualidad
de un triunfo de Allende.
“Schneider – prosigue el general Prats – es enfático en
sostener su tesis de que el Mando Militar debe atenerse estrictamente al
dictado constitucional, sin que haya cabida para que sectores de las FF.AA.
piensen en posiciones al margen de los postulados explícitos de la Carta Fundamental.”
(Continúa)