miércoles, 8 de marzo de 2023

LAS MÁRTIRES DE NUEVA YORK

 



A propósito del Día de la Mujer:

 


El próximo 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Nuestro homenaje a las obreras textiles en huelga que murieron quemadas un 8 de mayo de 1857 en la fábrica textil Cotton de Nueva York. Pero no sólo a ellas. Nuestro homenaje a quienes llevaron y  llevan adelante un feminismo revolucionario, que no confunden el enemigo, a las que luchan brazo a brazo con su compañero, contribuyendo a forjar un mundo mejor. 

Un abrazo, 

 

                                               Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                               Centro de Extensión e Investigación

                                               Luis Emilio Recabarren,  CEILER

 

 

 


 

                                                            “La historia de toda sociedad

                                                            hasta nuestros días no ha

                                                            sido sino la historia de las

                                                            luchas de clases”

                                                            (K. Marx- F. Engels: “Manifiesto

                                                            del Partido Comunista”)

 

 

 

El movimiento obrero en Estados Unidos adquirió gran incremento en 1840, a raíz de ser promulgada por el presidente de los Estados Unidos, Martín Van Buren, la jornada legal de las diez horas para todos los empleados del gobierno en las construcciones de la armada.

De día en día fue haciéndose más consciente el movimiento obrero, y a la vez más revolucionario, que no en vano luchaban los trabajadores y adquirían de la realidad experiencias dolorosas. 

Un mitin en favor de las diez horas tuvo lugar en Pittsburgo, el 18 de junio de 1845, a consecuencia del cual se declararon en huelga más de 4,000 obreros, que resistieron cinco semanas, a pesar de no contar con grandes recursos.

Desde 1845 a 1846, las huelgas se repitieron continuamente en los estados de Nueva Inglaterra, Nueva York y Pensilvania.

 

El primer Congreso obrero se celebró en Nueva York el 12 de octubre de 1845, y en él se acordó la organización de una sociedad secreta para apoyar las reivindicaciones del proletariado americano.

A medida que aumentaba la agitación en las filas de la clase trabajadora, germinaba en las esferas del poder la idea de hacer concesiones, y aunque éstas habían de resultar, como resultaron, perfectamente inútiles, no por eso dejaron de hacerse.

En 1847 fue promulgada una ley de sentido idéntico en Nueva Hampshire.

 

A consecuencia de un Congreso industrial celebrado en Chicago en junio de 1850, se organizaron en muchas ciudades agrupaciones de oficio para obtener la jornada de diez horas por medio de la huelga. Aunque lentamente, aquellos soberbios burgueses tuvieron que ir concediendo lo que los obreros pretendían. En algunos estados llegó a promulgarse la legalidad de las diez horas.

 

LAS MÁRTIRES DE NUEVA YORK

A medida que los trabajadores de Estados Unidos se unían, se organizaban y adquirían conciencia de sus fuerzas, fueron aumentando las huelgas obreras. Estallaban conflictos reivindicativos especialmente en la rama textil, una de las más combativas.

La burguesía es la feroz enemiga de las mujeres trabajadoras. Un ejemplo de su proceder lo encontramos en los sucesos del 8 de marzo de 1857 en la fábrica textil “Cotton”  de Nueva York.

Ese día , un suceso transcendental marcó la historia del trabajo y la lucha sindical en el mundo entero: 129 mujeres murieron en un incendio en la fábrica Cotton, de Nueva York, Estados Unidos, luego de que se declararan en huelga con permanencia en su lugar de trabajo. Era una forma de las luchas de clases, en su aspecto económico.

Las trabajadoras exigían, precisamente,   la reducción de la  jornada laboral a 10 horas, un salario igual al que percibían los hombres que hacían las mismas actividades y la mejora de las malas condiciones de trabajo que padecían.

El dueño de la fábrica ordenó cerrar las puertas del edificio para que las mujeres desistieran y abandonaran el lugar.

De pronto estalló un incendio. Las huelguistas intentaron   salir del edificio. No pudieron hacerlo. Las puertas estaban cerradas con candados. Las 129  murieron   horriblemente quemadas. Fueron nuevas mártires de la lucha social.

 

EL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

Jamás la “Justicia” estadounidense aclaró el origen del siniestro. Las que les hicieron justicia fueron las feministas consecuentes.

En efecto, los días 26 y 27 de agosto de 1910 se realizó en Copenhague (Dinamarca) el Segundo  Congreso Mundial de Mujeres Socialistas (comunistas). 

En ese evento, al que concurrieron más de cien delegadas de 17 países,  la dirigente revolucionaria Clara Zetkin, una maestra alemana que dedicó toda su vida al movimiento femenino  propuso que el 8 de marzo fuese declarado Día Internacional de la Mujer, como una forma de que cada año las mujeres de todo el mundo rindieran homenaje a las 123 obreras mártires, que murieron defendiendo sus derechos en Nueva York. Así se aprobó  en un acto de solidaridad internacional con las delegadas de Estados Unidos.

En esta segunda conferencia se adoptó también una resolución sobre la paz mundial.

El primer Día Internacional de la Mujer se celebró en Europa el 19 de Marzo de 1911 en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza.

En Rusia el año 1917, en plena Primera Guerra Mundial, el día 23 de Febrero ( 8 de Marzo para el calendario occidental ) las Mujeres de San Petersburgo, realizaron una marcha pidiendo pan y el regreso de los combatientes.

Esta manifestación, a la que se unieron trabajadores y estudiantes, es considerada por algunas historiadoras como el detonante de la Revolución Rusa.  Cuatro días más tarde el Zar abdicó y el Gobierno Provisional otorgó a las mujeres el derecho a voto. 

 

¿QUIÉN ERA CLARA ZETKIN?

                        

 


Clara Zetkin había nacido en Wiedenau, Sajonia, Alemania, el 5 de julio de 1857. Dirigente comunista alemana. Muy cercana siempre al feminismo y al comunismo, desempeñó, después de la Primera Guerra Mundial, un papel fundamental en el nuevo Partido Comunista de Alemania.

Estudió pedagogía en Leipzig y, desde muy joven, mantuvo contacto con las juventudes del Partido Socialdemócrata alemán. Mantuvo relación con los revolucionarios rusos. Contrajo matrimonio con un joven exiliado de esa nacionalidad: Ossip Zetkin, con quien tuvo dos hijos. Adaptó el apellido de su compañero.

Posteriormente, Clara Zetkin estará casada con el artista George Friedrich Zundel desde 1899 hasta 1928.

A causa de la prohibición del Partido Socialdemócrata y de las actividades socialistas en Alemania, dictada por Otto von Bismarck en 1881, Clara Zetkin se refugió en Zúrich en 1882. Pasó luego a París, donde jugó un importante papel en la fundación de la II Internacional en 1889.

Casi diez años después  regresó a Alemania y, desde Stuttgart, editó el periódico de las mujeres socialistas “Die Gleichheit” ("Igualdad"), que se publicó entre 1892 y 1917. Intentó la reorganización de la sección femenina del partido. En 1907 colaboró en la fundación del Congreso Internacional Socialista de Mujeres. En 1910, en el contexto de otra conferencia de mujeres socialistas, celebrada en Copenhague, propuso que el 8 de marzo fuese el Día Internacional de la Mujer, resolución aprobada por unanimidad. 

Junto con Rosa Luxemburgo fue una de las principales figuras del ala más izquierdista del SPD, oponiéndose a las tesis revisionistas de Eduard Bernstein, en el debate que tuvo lugar al inicio del siglo XX.

 

Amiga personal de Lenin y de la escritora y activista revolucionaria Rosa Luxemburgo, Clara  Zetkin organizó la primera conferencia internacional de mujeres contra la Primera Guerra Mundial (1915); fue cofundadora de la Liga Espartaquista en 1916 y se unió al nuevo Partido Comunista de Alemania en 1919, en el seno del cual llegó a ser miembro del Comité Central y parlamentaria del Reichstag durante la República de Weimar, entre 1920 y 1933.

Fue elegida para la presidencia de la Tercera Internacional en 1921. A partir de entonces pasó cada vez más tiempo en Moscú, especialmente a raíz del auge del nacionalsocialismo en  Alemania. Cuando los nazis tomaron el poder, el Partido Comunista fue ilegalizado y perseguido. Clara Zetkin debió salir al exilio nuevamente. Esta vez vivió el destierro en la Unión Soviética, donde murió el 20 de junio de 1933 en Moscú, a la edad de 76 años. 

Entre 1957 y 1960 se publicaron en Berlín oriental tres volúmenes de sus obras selectas con el título de “Ausgewählte Reden und Schriften” (Escritos y discursos seleccionados).