miércoles, 1 de marzo de 2023

JAVIERA CARRERA UNA PATRIOTA SEÑERA

 


 

 

                                                         Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                                         Centro de Extensión e Investigación

                                                        Luis Emilio Recabarren, CEILER

 

                  

 


En el siglo XIX, en  la lucha por la emancipación de Chile del sistema colonia español, surgieron contradicciones entre los patriotas, entre o’higginistas y carrerinos. Esta división se dio y se da entre algunos de los historiadores que han estudiado esa época. 

Se debe tener presente que los hechos históricos son objetivos. Es decir, se producen de una única forma. Pero su interpretación depende de quien los observa, estudia, interpreta y escribe.  Esta interpretación es siempre subjetiva.

 

UNA PATRIOTA APASIONADA

Doña Francisca Javiera Eudocia Rudecinda Carmen Dolores de la Carrera y Verdugo  -más conocida como Javiera Carrera Verdugo- es una figura femenina descollante de la lucha por la Independencia. Además, según cuenta la tradición, habría bordada  la primera bandera patria.  Fue presentada e izada el 4 de julio de 1812, en una cena con el cónsul estadounidense Joel Roberts Poinsett,  para celebrar el aniversario de la independencia de aquel país. Es la  llamada «bandera de la Patria Vieja».

 

SUS INICIOS

Javiera Carrera nació el 1 de marzo de 1781 en Santiago, en el seno de una familia de la aristocracia colonial. Fue la primogénita del matrimonio conformado por Ignacio Carrera y Cuevas  y  Francisca de Paula Verdugo Fernández de Valdivieso y Herrera. 

Recibió la educación tradicional que se les entregaba a las personas de su condición social. Pronto se destacó por su inteligencia.

Contrajo matrimonio con Manuel de la Lastra y Sotta en 1796. Tuvieron dos hijos. Quedó viuda a los 19 años.

En 1800, se casó en segundas nupcias con Pedro Díaz de Valdés, abogado español que llegó a Santiago como regidor y asesor de la Capitanía General. Con él tuvo cinco hijos.

Se destacó por su belleza y por su fuerte carácter; Era apasionada, dominante y astuta en sus acciones. Inteligente y sagaz. Se dedicó a apoyar con todas sus fuerzas  a sus tres hermanos José Miguel, Juan José y Luis, sobre quienes ejerció una gran influencia.

 

TESTIMONIO DE MARÍA GRAHAM

María Graham escribe sobre Javiera Carrera: " La hermana de José Miguel aspiraba a hacer de él un Napoleón, arrancándolo a la aturdida y borrascosa vida de joven calavera y dirigiéndolo hacia las metas del poder y la gloria". 

¿Quién era María Graham? Una  viajera y escritora inglesa, que en 1822 emprendió viaje hacia América del Sur, permaneciendo un tiempo en Valparaíso. Durante su estada en nuestro país, se convirtió en cronista, pintora, dibujante e historiadora. Se dedicó a observar a la gente, las casas, paisajes, vestimentas y costumbres. Hizo amistad con importantes personalidades como Bernardo O'Higgins, José Ignacio Zenteno y, principalmente, con Lord Cochrane. 

En 1824 publicó “Diario de mi residencia en Chile en 1822”, obra notable por su percepción de los diversos aspectos de la vida pública y privada de la naciente sociedad chilena del siglo XIX.

Murió el 28 de noviembre en Kensington Pits, Inglaterra, a la edad de 57 años.

 

MOTOR DE LA FAMILIA CARRERA

A partir de 1810,  Javiera Carrera  se convirtió en el motor patriótico de su familia. Su figura se hizo conocida. Frecuentaba todas las celebraciones realistas. Pero realizaba una valiosa y audaz labor clandestina. Escondía soldados patriotas en su casa. Además,  era la encargada de recibir durante las noches las carretas cargadas de armas para repartirlas en la ciudad. También, levantaba los ánimos en los momentos de derrota, Se transformó en la heroína de la Patria Vieja (1810-1814).

Su personalidad y su conducta avivaron odios y amores. La relación  con Bernardo O'Higgins fue siempre crítica, hostil y despectiva. Lo llamaba  "el huacho Riquelme", refiriéndose a su condición de haber nacido  fuera del matrimonio.

Odiaba a José de San Martín,  a los Larraín, y a la Logia Lautaro. Los consideraba los causantes de la caída política, social y económica de su familia.

 

EN EL EXILIO

Luego de la derrota en Rancagua -1 y 2 de octubre de 1814-  cuando España reconquistó Chile- Javiera abandonó a su esposo e hijos, para exiliarse y seguir los pasos de sus tres hermanos. Con ellos, viajó a las Provincias Unidas del Río de la Plata. Vivió en Mendoza y luego se trasladó a Buenos Aires.

Su vida en esa ciudad fue difícil. Tuvo problemas de salud y financieros. Dirigió la llamada “conspiración de 1817” contra O'Higgins. A causa de ello, sus hermanos Luis y Juan José fueron detenidos en 1817 y ejecutados en Mendoza el 8 de abril del año siguiente. Javiera estuvo al borde de la locura.

Poco después, el gobierno bonaerense detuvo a Javiera. Fue desterrada a la Pampa. Luego internada en un convento. En 1819 escapó de Buenos Aires, al tiempo que su hermano José Miguel se unía al ejército sublevado del Alto Perú.

En Montevideo, en 1821, recibió la noticia del fusilamiento en Mendoza de José Miguel. Su salud quedó muy dañada.

  

RETORNO A LA PATRIA

Se negó a volver a Chile durante el gobierno de Bernardo O'Higgins, mientras "ese asesino gobierne mi patria". En 1824, tras el derrocamiento del Director Supremo, Javiera Carrera se embarcó a Valparaíso,  tras diez años de ausencia.

Logró la repatriación de los cuerpos de sus hermanos en 1828, bajo la presidencia de Francisco Antonio Pinto.

Se mantuvo en retiro hasta sus últimos días en su hacienda de El Monte, donde falleció el 20 de agosto de 1862. Desde 1952 su cuerpo yace, junto a sus hermanos, en la Catedral Metropolitana de Santiago.

Durante el siglo XIX,  María Graham, Miguel Luis Amunátegui, Vicente Grez  y  Benjamín Vicuña Mackenna escribieron obras donde resaltaron su patriotismo y la defensa de sus hermanos, retratándola como una mujer fuerte, decidida e instruida.