viernes, 24 de marzo de 2023

ATAQUE POLICIAL CONTRA EL ICAL

 





 

                                               Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                               Centro de Extensión e Investigación

                                               Luis Emilio Recabarren, CEILER

 

El 14 de septiembre de 1991 ocurrió un  episodio como sacado de los tiempos de la dictadura fascista. Ese día yo  estaba a cargo del ICAL y sufrimos la agresión policial a nuestra sede que entonces estaba ubicada en Pasaje Concha y Toro N. 23. 

Gobernaba Patricio Aylwin, el ministro del Interior era Enrique Krauss. Éste último no sólo ordenó el allanamiento del Instituto, sino que con fecha 21 de septiembre hizo unas declaraciones injuriosas contra el ICAL,   las que respondí con la nota que sigue: 

“A propósito de declaraciones del señor Ministro del Interior:

 

LOS HECHOS OCURRIDOS EN EL ICAL

Yo no como pescado (esto a propósito de que el ministro aludió ese dicho de ”para mentir y comer pescado…”). Y los acontecimientos del sábado 14 de septiembre de 1991 en el Instituto Alejandro Lipschutz no los conocí por informes de terceros, sino que los viví personalmente.

 

La prensa del 21 de septiembre da a conocer que el señor Ministro del Interior, refiriéndose al ICAL, “hizo hincapié en que no se puede otorgarse fuero a una institución que partió como centro académico y ahora sirve de lugar de actividades políticas donde no pueden actuar representantes del orden”.

 

Al respecto debemos puntualizar lo siguiente:

 

1.- Las ‘actividades políticas’ a que se refiere el señor Krauss es una conferencia de prensa del Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez, legal y no clandestina, que se realizó entre las 11 y 11,30 horas.

 

2.- Antes, durante  y a lo menos hasta una hora después de ella, la puerta del Instituto estuvo abierta, pudiendo penetrar y actuar allí los representantes del orden ¿Por qué no lo hicieron si estaban desde temprano en el sector?

 

3.- La puerta se cerró cerca de las 12,45 horas, ante una impresionante avalancha de civiles armados, espectáculo nada compatible con un régimen democrático.

 

4.- Junto con cerrarse la puerta llamé a la Intendencia de Santiago para averiguar de qué se trataba. Me contestaron que no tenían idea. En esos momentos comenzaron a dar fuertes golpes a la puerta. Me dieron un número telefónico de Carabineros. Pedí al funcionario que dejara constancia de mi llamada. En Carabineros, luego de algunas consultas, me dijeron que tenía lugar un ‘procedimiento policial en el sector’. Les expliqué que trataban de echar la puerta abajo. Me aconsejaron abrir. Les señalé que lo haría, pero que ellos informaran de esto a los que participaban en el procedimiento. Así  lo prometieron.

 

5.- Abrí la puerta, la que ya estaba bastante destrozada. Entró un grupo de civiles y uniformados armados, que me atropellaron.

 

6.- Salí a la calle. Allí fui testigo de una discusión a gritos entre civiles  con  brazaletes verdes, rojos, sin brazaletes y carabineros de uniforme. Un civil, que después supe  era el Prefecto de Investigaciones señor Mora, se impuso gritando: ‘Aquí tengo la mayor antigüedad y me corresponde el mando...’ Ello cuando ya había entrado al local el torrente armado. Recién ahí se aclaró quien mandaba el ‘procedimiento’.

 

7.- Mientras pedía conversar con algún responsable, me detuvieron. Después de revisar si tenía armas me empujaron dentro de un vehículo. Protesté a viva voz. Un funcionario de Investigaciones después de averiguar quién era, me dejó libre.

 

8.- Entré al Instituto. Carreras de civiles y uniformados, detenciones, quebraduras de vidrios, patadas contra las puertas. Luego,  el escándalo sobre un ‘maletín negro que había que desactivar, que todos debíamos abandonar el edificio’. Me negué a hacerlo. No mostraron nunca el famoso maletín.

 

9.- El Prefecto señor Mora, conversó conmigo, primero solo, luego en presencia de Carlos Toro, profesor de Economía del Instituto. Entre las explicaciones que entregó sobre el ‘procedimiento’ en el ICAL sostuvo que se había sabido que ahí estaba un extremista responsable de un secuestro de una importante figura política, cuyo nombre no podía dar; también de disparos hechos desde el Instituto a un vehículo policial... No mencionó para nada la conferencia de prensa ni los prófugos.

 

El señor Ministro puede comprobar fácilmente esto: durante largo rato estuvo filmando esta conversación un efectivo del GOPE. Supongo que tendrá acceso a esos filmes.

 

10.- De los cuatro miembros  del personal del ICAL que estábamos en el Instituto esa mañana, el único no llevado detenido a la Tercera Comisaría fui yo. La secretaria, la Encargada del Departamento de Computación y un muchacho que ayuda los sábados en el Casino fueron conducidos a ese cuartel. En el furgón se obligó a desnudarse a las dos funcionarias. En el recinto policial se amenazó a la secretaria con sus hijos y se le quitó la cédula de identidad de su esposo. Al muchacho lo golpearon con las botas en los tobillos. Ninguno de los tres era fugado ni es miembro del Movimiento Manuel Rodríguez.

 

¿También respalda el señor Ministro del Interior esta ‘gestión policial’? ¿Quién responde en Chile por estos atropellos a los derechos humanos en un régimen que ha sido calificado como de plenamente democrático?

¿Es mucho pedir del señor Ministro una explicación de esto?

Sería muy saludable para nuestra democracia que se aclararan estas espinitas.

El ICAL no pretende fuero extraordinario alguno, sino que exige pleno respeto a los derechos humanos de sus componentes.

Suponemos que el señor Ministro tiene todos los medios para informarse de las actividades académicas que realizamos en la actualidad.

Y a propósitos de adagios populares y recetas culinarias a las cuales hay personas tan aficionadas en este tiempo, no estaría de más ver si no se pasa a veces ‘gato por liebre’.

 

Iván Ljubetic Vargas Secretario General e          

Historiador  del Instituto de Ciencias

Alejandro Lipschutz.

       

          RUT. 2.915.331-0

Santiago de Chile, 22 de septiembre de  1991”

 

No hubo respuesta del entonces Ministro del Interior, el demócrata cristiano, don Enrique Krauss.

 

Debo agregar, que en la tarde llegaron dirigentes del Partido Comunista al ICAL. Dimos una conferencia de prensa en que se denunció el provocador asalto. Quedó la puerta de calle destrozada, otra interior con los vidrios quebrados. En otra puerta, como símbolo de ese ‘procedimiento’ la huella de una patada dada por un miembro del GOPE.

 

La UDI apoyó alborozada ese atropello antidemocrático. “Izquierdistas” como Enrique Correa y José Antonio Viera Gallo lo respaldaron y justificaron. Y hubo muchos “demócratas”  que no dijeron ni pío.   

 

(Después supimos que el violento ataque tuvo por causa un “dato”  de que en la sede del ICAL estaba oculto un personaje que había sido secuestrado por el FPMR Autónomo. El “dato” y el biológico anticomunismo del ala derecha del PDC fueron  la razón de la violación de los derechos humanos en el ICAL)