miércoles, 14 de diciembre de 2022

ORLANDO MILLAS CORREA

 

 


                                                                        Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                                                       Centro de Extensión e Investigación

                                                                       Luis Emilio Recabarren, CEILER

 




 

 

Conocí personalmente al compañero Orlando Millas  en Temuco hacia 1964. Participó en una reunión del Comité Región Cautín del Partido Comunista, del cual yo era miembro. Me impresionó su intervención muy clara, con ejemplos muy bien venidos al tema. Era un verdadero ideólogo marxista. Sentí una gran admiración, además, por su sencillez y su cordialidad. Pero no lo vi bailar cueca. 

Quien recordaba haberlo visto bailar cueca en Temuco era mi compañera Marcia. Lo evocaba en un curanto, organizado por los compañeros comunistas de esa ciudad, bailando con enorme entusiasmo, dando grandes saltos y agitando el pañuelo. Estaban en un segundo piso y  hacía remecer  el suelo de madera de la pieza. Parecía que la casa se venía abajo.

 

SUS INICIOS

Nació en Santiago de Chile, el 14 de diciembre de 1918, hijo de don Columbano  Millas Recabarren y de la señora Laura Correa Merino.

Se casó en Santiago, el 7 de agosto de 1943, con Amalia Adriana Pérez Ibáñez.

Tuvieron tres hijos. Adriana, la menor, nació en Moscú, el 29 de mayo de 1961.

Realizó sus estudios primarios y secundarios en el Instituto Nacional, en el Liceo Nocturno Federico Hansen y en el Liceo Balmaceda. Después ingresó a las Escuelas de Leyes de la Universidad de Chile.

 

BRILLANTE PERIODISTA

Trabajó en la Contraloría General de la República entre 1933 y 1943. Pero a lo que verdaderamente se dedicó fue al periodismo, desarrollando una brillante carrera.

Desde 1937 a 1938 fue director del diario ‘Claridad’; se desempeñó también como corresponsal extranjero del diario ‘Extra’.

En su juventud fue militante y dirigente de la juventud socialista. Posteriormente con otros notables dirigentes como César  Godoy Urrutia se incorporaron al Partido Comunista.

Trabajó como redactor de ‘El Siglo’ entre 1942 y 1945, siendo su director en 1952.

En los años 1946 y 1947 fue invitado por el gobierno boliviano para escribir crónica sobre ese país. Viajó por Europa,  enviando artículos desde Francia, Checoslovaquia, Austria e Italia.

Durante el Gobierno de González Videla fue detenido y enviado relegado a Putre, aldea indígena ubicada en el norte del país a 3.500 metros sobre el nivel mar.

En 1952 participó en la Conferencia Económica Internacional, celebrada en Moscú. 

En el XIV Congreso Nacional del Partido, realizado clandestinamente en el balneario de Cartagena en abril de 1956, Orlando Millas, mostrando su madurez política se opuso al erróneo cambio de la fecha de fundación del Partido Comunista. Defendió el 4 de junio de 1912. Pero la mayoría impuso la del 2 de enero de 1922. Fue ese un craso error del Congreso de 1956.

 

DIPUTADO EJEMPLAR

En 1961 fue elegido diputado comunista por la Séptima Agrupación Departamental Santiago,  el Tercer Distrito. Integró la Comisión Permanente de Constitución, Legislación y Justicia. Siendo reelecto diputado por la misma Agrupación y Distrito por el período 1965 – 1969. Integró siempre la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, además de la Comisión Permanente de Relaciones Exteriores. 

En 1969 fue reelegido por tercera vez por la misma Agrupación y Distrito por el período 1969 – 1973. Fue primer vicepresidente de la Cámara. Integró la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, además de la de Vivienda y Urbanismo, que presidió. 

                                 

DENTRO Y FUERA DEL PARLAMENTO

Se hizo famoso por sus intervenciones en la Cámara. Siempre muy bien argumentada, con muchos datos, apasionadas, elocuentes y brillantes.

Fue un diputado con mucha llegada a la gente, muy ligado a la gente. El compañero Pedro Cabezas, que fue regidor y alcalde comunista de La Granja, siempre me hablaba con mucha admiración del camarada Orlando Millas. Jamás faltó a una invitación que se le hacía, fuera  de la Municipalidad, de alguna organización social, sindical o del Partido. Y nunca se negó a bailar cueca. Lo hacía mal, pero le ponía color y era muy aplaudido.

 

EN LAS CONVERSACIONES CON EL PDC

Orlando Millas jugó un  importante papel,  representando a la Unidad Popular, en las conversaciones con la Democracia Cristiana, previas al Congreso Pleno que debía proclamar a uno de los dos candidatos que habían obtenido las dos primeras mayorías relativas en las elecciones del 4 de septiembre de 1970: Salvador Allende y Jorge Alessandri.

Salvador Allende fue proclamado Presidente de la República por el período 1970-1976 con los votos de la Unidad Popular y del Partido Demócrata Cristiano.

 

MINISTRO DEL GOBIERNO POPULAR 

No alcanzó a terminar  el tercer período como diputado, pues el presidente  Salvador Allende lo nombró, con fecha   17 de junio de 1972, Ministro de Hacienda, cargo que desempeñó hasta el 11 de enero de 1973. Además lo designó Ministro de Economía interino, desde el 29 de diciembre de 1972 hasta el 5 de julio de 1973. Fue también Ministro subrogante de Hacienda, siendo Ministro de Economía, Fomento y Reconstrucción del 4 de mayo al 9 de agosto de 1973. Con valor y decisión enfrentó los continuos ataques de los momios.

 

ESTUDIOSO Y EDUCADOR

Dedicó muchas horas al estudio. Y realizó notable obra de difusión tanto de la teoría marxista como de los problemas de la contingencia. Escribió muchos artículos en ‘El Siglo’ y la revista ‘Principios’. Además de libros y folletos. Entre sus obras tenemos:  “El antimilitarismo de Diego Portales”, “La prensa chilena”, “De O’Higgins a Allende”, “El humanismo científico de los comunistas”, “Una política para la juventud trabajadora”.”Memorias.1957-1991” 

Además, fue un consecuente gremialista. Desempeñó el cargo de director  del Círculo de Periodistas durante dos períodos consecutivos, siendo además secretario general. Estuvo entre los fundadores del Colegio de Periodistas de Chile.

 

EN EL EXILIO

Después del golpe fascista del 11 de septiembre de 1973, logró asilarse en la Embajada de Holanda y salir al exilio. Formó parte del segmento exterior de la Dirección del Partido Comunista, desde realizó una tesonera labor teórica y práctica, a pesar de una enfermedad que le afectó seriamente. 

Me encontré con él en varias reuniones de los dirigentes del Partido en Europa y del exterior, en diferentes capitales del mundo. 

La última vez que lo vi fue en un Encuentro que tuvimos en Praga, entonces capital de Checoslovaquia. Recién había salido su libro “De O’Higgins a Allende”. 

Le solicité que me lo dedicara y escribió lo siguiente: “Es con modestia que dedico estas páginas a Iván,  que ha hecho tanto por impregnar de recabarrenismo nuestras inquietudes, rebeldías y luchas de hoy. Tiene la  razón y en algo el presente libro reafirma esa convicción”. 

Debajo de su firma la fecha: Praga, 25 de abril de 1988”.

Estas líneas lo muestran como era: modesto, como sólo los grandes hombres lo pueden ser.

 

LE IMPIDIERON  ASISTIR AL “XV” CONGRESO 

Conocida la Convocatoria al llamado “XV” (en realidad XIX) Congreso, aún enfermo sólo deseaba participar en  él en su calidad de miembro del Comité Central. Pero no pudo hacerlo. 

En el tomo IV de sus Memorias escribió: “Cuando a comienzos de 1989, se preparaba el XV Congreso Nacional de Partido Comunista de Chile tuve también una hospitalización en la Clínica de la Facultad de Medicina de la Universidad Erasmo de Rotterdam, el centro académico Dijkzigt. Fui revisado escrupulosamente, se me hizo una broncoscopia profunda y se me extrajo biopsias pulmonares. Obtuve entonces  la confirmación de mi diagnóstico, un tratamiento y la conformidad de los facultativos para viajar a Chile.  

Me dirigí a Berlín, donde en el Consulado General de Chile se me extendió el pasaporte. Estas Memorias que estaban recién en su primer tramo, permanecieron abandonadas. Mi deber superior, como miembro de la Comisión Política de mi Partido, era responder de mis actuaciones en calidad de tal y entrar en el debate del Congreso. Sin embargo, no se consideró así, resolviéndose que debía ‘antes que todo, atender a mi salud’. Se me cerró el acceso al Congreso. 

Después supe que ocurrió lo mismo  a otros  antiguos dirigentes que, encontrándose en Santiago, fueron notificados que por razones de ‘seguridad’ habían inducidos a dejarlos de lado”. (Millas, Orlando: “Memorias 1957 -1991. Una Digresión”, página 42)

 

MURIÓ EN EL DESTIERRO

Con fecha 12 de noviembre de 1991 escribió: “Muero siendo militante del Partido Comunista de Chile y con la satisfacción de haber dedicado mi vida al servicio de mi pueblo y alentando los ideales de la lucha por la democratización y avance de nuestro país hacia el socialismo. No tengo de qué arrepentirme y a esta altura me enorgullece haber honesto y leal… Siento una  satisfacción muy clara y categórica de haber vivido, con miles y miles de magníficos compañeros y millones de compatriotas, un valioso movimiento social al que tratado de servir con el máximo  de mis capacidades y ser leal sin doblez alguna.” 

El compañero Orlando Millas Correa murió en el exilio, en Rótterdam, Holanda, el 26 de diciembre de 1991. Sus restos mortales fueron traídos a la patria. Asistí a su velatorio en  el Círculo de Periodistas y concurrí a sus funerales realizados el 3 de enero de 1992. Le rendí así mi homenaje a quien fuera, y  es, un comunista ejemplar, uno de los que han escrito la Historia de nuestro Partido.