Queridos compañeros:
Reproduzco una interesante nota
enviada ayer por el compañero José Campusano Alarcón.
Estimado Compañero Iván.
Un día, en una actividad de los
Familiares de Detenidos Desaparecidos (un concierto), encontré a este compañero
cerca de la puerta y vi que no ingresaba. Parecía que esperaba a alguien.
Me acerqué y le pregunté si lo
podía ayudar. Me respondió que estaba mirando a la gente y todavía no había
decidido hacerlo. Lo invite a que ingresáramos juntos, le dije que estaba con
mi familia y que teníamos cocaví, cafecito y té y que podíamos compartirlo con
él.
Acepto encantado.
Mirábamos el espectáculo y de
repente le pregunté que como se llamaba. Me respondió que Luis Guajardo y
usted, me contrapreguntó. Le respondí que José Campusano.
Me empezó a mirar de reojo con
atención y en un momento la soltó. Mire, me dijo. Yo conocí a un José Campusano
hace muchos años, pero creo que no puede ser usted porque el estaría más viejo.
Le respondí que no estaba
equivocado, que sin duda él hablaba de mi padre.
Estaba muy emocionado y me contó
que el trabajó en la imprenta Horizonte antes del golpe. Ahí conoció a todos
nuestros viejos incluido a mi padre y madre, debido a que vivíamos enfrente de
la imprenta en la calle Lira. El se acordaba perfecto de toda esa historia y de
nuestra casa, en donde de cuando en vez, acudía a almorzar. Muy emocionado yo
también le presenté a nuestros hijos (nietos de José padre) y a toda la familia
que estábamos ahí.
Un día, hace un par de años, vi
una señal de auxilio para él en el Facebook, debido a que tenía una grave
enfermedad vascular en su piernas.
Llamé un amigo médico que es
especialista en esto (Gonzalo Guastavino, estudiante de nuestra universidad en la URSS ) el cual se comprometió
a atenderlo en su consulta.
Lo atendió con mucho cariño y
entiendo, que tuvo al menos un tratamiento adecuado, a pesar de lo avanzado de
su enfermedad.
Así es la vida".
Así vamos reuniendo antecedentes sobre este gran
compañero comunista. Invito a quienes lo conocieron entreguen su testimonio.
Honor y gloria a Luis Guajardo.
Un abrazo,
Iván Ljubetic Vargas