Mi
país.
Que en la historia de las cámaras
parlamentarias y afuera también, se hayan producido, combos para acá y combos
para allá, es cierto.
Yo era niño, vivíamos en Copiapó,
hubo un tiempo largo, que se almorzaba todos los días en un restaurante, de
nombre también Copiapó. Ese lugar solía ser muy popular y de “clase”.
Que llegaran regidores y dirigentes
poblacionales, politicos o Diputados, no era extraño.
Recuerdo que llegaba siempre un
diputado, bajo de estatura, robusto, de bigote don Chuma, con el pelo entre
ordenado y al lote, amistoso…no recuerdo y no tengo testigos vivos, para
preguntar su nombre o militancia; baila en mi memoria Cipriano Pontigo,
comunista de Canela, pero no estoy seguro. Recuerdo, por lo que escuchaba, que
era “gueno pá los combos”. Los asiduos del lugar proleta, lo estimaban
bastante. “Buen combo diputado, lo felicito”.
No tengo idea si usaban “palomas
mensajeras que sabían dibujar”, pero lo cierto es que se sabía “al callo”, si
el golpe había sido un gancho de izquierda o una bofetada descomunal.
Los chilenos tienen temperamento de
mecha corta y paciencia larga.
No se va a olvidar jamás el puñetazo
de Leonel Sanchez, en el mundial del 62, propinado a un defensa italiano por
cochino.
No quiere decir esto que seamos
violentos, no, solamente que las plumas no tienen paciencia infinita. Tenemos
una fantasía en el tener, en el quehacer y
en el decir que nos separan. No es solamente la riqueza, que hacen las
clases, sino también la vergüenza.
Por ejemplo ese Arquero, que con
alevosía y premeditación, se tiró kétchup en la cabeza, simulando un atentado
desde las gradas de un estadio, para impedir una derrota deportiva; termino
siendo una deshonra.
Creo recordar que lo apodaban El
Cóndor.
Podemos completar el símbolo con el
Huemul, pidiendo disculpas a tan distinguido animal en peligro de extinción.
Este Huemul que no es un huemul, es
solo un alcance de ideas y fonética, frente a la idiotez. Me lo encontre, en un
artículo que algunos osados editores se atrevieron a publicar, atestiguando con
eso, que en Chile; el periodismo, el interes y la pasión por la noticia, por la
investigación en pos de la verdad, verdad que ayuda al entendimiento entre
pueblos y pueblos, vale “hongo”.
El protagonista del artículo, era un
diputado de la República, que se dedica a decir estupideces, más grande que un
buque. Lo mas grave del asunto, no es lo que dice, sino que Chile entero; mi
pobre chile hambriento, disfrazado de clase media, le paga el sueldo mensual,
para que diga y haga lo que quiera.
Si los tiempos fueran antiguos, este
diputado, más de una bofetada se habría ganado por parte del diputado, que
acostumbraba almorzar en el restaurant
Copiapó.
Recortando lo acontecido, puedo decir
que: En Chile los diputados tienen su estilo y forma de trabajo, su
organización para poder existir. Una de ellas son las comisiones. Comisiones
para todo, en este caso, estaban hablando de las heroicas fuerzas armadas, de la
defensa y de algunas partes “ínfimas”, de su forma y contenido. Como, por
ejemplo, frente a la diversidad sexual, obtenida por la natura-hormonal, puede
ser milico.
El Huemul, Ignacio Urrutia declara
que no está de acuerdo, que homosexuales, entren a integrar las intachables Fuerzas Armadas, allí esta
solamente la “gallardía”, “no, los más o menos”. “Hombres o mujeres, pero enteros. Si esto no
sucede, Bolivia o Perú nos atacarían…
¿Y quien nos va a defender?”.
Que podemos decir Dios mío…Y más
encima se le está pagando.
Yo lloro de indignación e impotencia,
al sentir en toda mi historia, en mi alma; la gallardía de las fuerzas armadas,
cuando mataban a Marta, a Victor, a Marcos Barrante, cuando utilizando
animales, violaban a obreras, a estudiantes.
Llevamos más de 200 años sacándole
brillo a las escarapelas y desfiles…y olvidamos, para que a todos les toque por
igual, como cresta se reparte el trigo.
La edad del huemul no debe ser poca,
en los pupitres del Opus Dei, tiene que haber sido y ser, el “Jaimito”. Pero
por último, por “cachativa”, tiene que intuir, que las cosas que le enseñaron,
no son para pregonarlas.
Con mi dolor ciego y cruel, me
convenzo, que la cuestión es llamar la atención, en forma elegante y no
ordinaria. El Fascismo es una bestia manejada; el amo viste Armani y sonríe cuando mira este
paisito.
Queridos oyentes y lectores, todas
estas farándulas que el “riquerio” fabrica: reinas de la pampilla, reinas del
poto, la confusión de quien es la Quintrala, la Argandoña o la Von Baer, quien
se sacó la licitación del Litio, las compras brujas, el no hablar de Hugo Chavez
y menos de la importancia geopolítica del triunfo bolivariano… Son para hacernos
perder la punta de la hebra; confundirnos en esta complicada lucha de clases.
Pero
sí, puede salir, en los medios de comunicación, al servicio del riquerio, el
perfil del poto de un candidato a Consejal por Peñalolén, Rodrigo Erazo, que
piensa y espera que “al desnudo”, pueda salir eleguido
En Venezuela, el Imperio, gasto lo
que no tenia para derrotar al gobierno Bolivariano. Porque era vitalmente
necesario apartar a Chavez de las masas, del pueblo.
Si para nosotros, Cuba es nuestra
lampara, entereza, nuestro norte, los “inventores” de la lealtad a los
principios; Venezuela es para nosotros, el pan, el pan para mañana.
Yo me siento muy interpretado en ese
canto de Atahualpa,”Yo tengo tantos hermanos, que no los puedo contar”
Mi problema no es contarlos, sino
donde ponerlos.
Por ser humano y habitante, tengo y
llevo un “capacho”colgado a mis espaldas. Este “capacho” que llevo, ha crecido
a través de todos los parpadeos de mi vida. La historia de muchos es mía y la
mía es de ellos. Y en ese intercambio tengo que saber, para ponerlo en los bolsillos
que corresponda, que clase de hermano es. Sino lo hago y de clase me organizo,
puede llegar el momento, que será el contenido del “capacho”que levante mis
banderas, en vez de solo llevármelas.
Yo he contado varias veces, lo que
siento y pienso acerca del concepto de “clase”.
Para mi no es la plata que determina
la afiliación politica, sino la conciencia, la interpretación del mundo y de la
vida, la visión,el intelecto; el saber, que hay que hacer para sonreír, por y
con la vida.
Yo he dicho que la cancha, en donde
se ven los gallos, no es de fotbol solamente, una parte si, la otra mitad es un
“luche”, y solo tu conciencia de clase, te indicara cual cuadradito te
corresponde. Unos de los objetivos principales e ideológicos del “luche” es,
acabar con él luche mismo, que al final de cuentas, es para dividir al pueblo.
Lo invento y lo alimenta el Imperio.
Por eso, yo no puedo entender, a los
que se sienten en el “luche”, como pez en el agua. Como unos “Ominami”, la
cajita de Pandora, como yo le llamo, unos Camilos Escalona, que en forma muy
popular y peligrosa, se transforman en “cómplices de los sepultureros”.
La lucha del Gobierno Boliviano,
Venezolano, entre miles de cosas más, nos tiene que enseñar, que la única forma
de triunfar es la unidad de los “sufrientes, de los hambrientos, de los
justos”. Esa unidad es una tarea titánica, es andar puerta tras puerta, hablar
con valentía y humildad, en cada puerta de hogar que se habrá. Que es momento
de entender que hemos sido espectadores, cómplices tácitos de los ultrajes más
canallescos de la derecha y del Imperio en contra de este flaco paisito.
Sé a intentado de todo, hemos pasado
por mucho.
Haciendo uso del sentido común, de la
unidad de las fuerzas de izquierda, nos puede dar nuevamente, ante las hordas
de derecha y del Imperio, la victoria. Esa victoria significa votos, trabajo
politico titanico, pero también, que se nos puede ir otra vez, el entendimiento
y la vida a las pailas.
Como que si la vida y la muerte fuera
un volantín al aire cortado…Han muertos, sufridos y desaparecidos “bastantes”,
para no entender, que la “victoria” es un ser recien nacido, que hay que
cuidarlo, defenderlo, amarlo, respetarlo, que cresca seguro, respetado.
Él luche debe terminar y el voto, el
derecho al voto y votar, es la puerta que nos dará la madurez para concebir una
nueva patria, con una nueva Carta Magna, escrita por cada uno de nosotros.
Escrita por el pueblo que esta
adentro, porque se lo gano heroico; y los que están afuera, por derecho y por:
puta que es triste estar afuera, sin que nada o poco, te impida estar adentro.
Muchas gracias.
Horacio Alejandro Fischer Alquinta.
2012 10 13.