martes, 13 de septiembre de 2016

La Verdadera Crisis Es La Del Modelo






Fuente: El Siglo - 07/09/2016

La contradicción del neoliberalismo y la democracia social puede advertirse cotidianamente.

Camila Vallejo Dowling

Diputada por La Florida. Integrante del Comité Central del Partido Comunista.

La contradicción del neoliberalismo y la democracia social puede advertirse cotidianamente. Y, durante el último mes, donde más nítidamente se ha manifestado esta contradicción es en la consigna “NO+AFP”, que congregó multitudinarias manifestaciones en todo el país, originando el despliegue comunicacional de los defensores del actual sistema de pensiones a modo de respuesta.

Esta resistencia neoliberal no debe extrañarnos, porque el diseño institucional de la seguridad social en Chile es parte fundamental del proyecto de los Chicago Boys impuesto en la dictadura cívico-militar.

En efecto, son más de 170 mil millones de dólares provenientes de las cotizaciones de trabajadoras y trabajadores chilenos que se invierten en grandes grupos económicos.

Esta importancia estratégica para el sistema neoliberal chileno explica por sí sola el listado de dirigentes de la transición que fueron o son parte de directorios de AFP’s, con una evidente intención de cooptación del poder político.

Asimismo, hemos podido evidenciar la resistencia neoliberal en la tramitación de las principales reformas comprometidas en el Programa de Gobierno de la Nueva Mayoría y, no pocas veces, hemos advertido la sobrerreacción de estos sectores que caen fácilmente en la descalificación discursiva y en la caricatura de las demandas sociales, mostrando claros signos de descomposición política.

Es más, las voces más respetadas de los sectores neoliberales en Chile abusan de argumentos tecnificados, llenos de cifras abstractas y son incapaces de hacerse cargo de la realidad concreta en que vive la mayoría de las chilenas y chilenos, profundizando la desafección ciudadana al ejercicio político. En este escenario, los esfuerzos de los sectores que defienden la conservación del modelo económico se alinean en un discurso hegemónico del terror (artificial, por cierto), que es replicado por los medios de comunicación masivos, donde se instala el conflicto acerca del “rumbo del país”. Mientras, a propósito de la crisis política que ellos mismos producen, impulsan una agenda de políticas públicas afines a sus posiciones, perjudicando a las mayorías y favoreciendo a las minorías que disfrutan la acumulación de la riqueza y el incremento de las desigualdades.

Los hechos son implacables y muestran que la crisis en Chile emana de la injusticia del sistema neoliberal.

Con esa certeza, los comunistas nos hemos planteado la necesidad de construir un nuevo modelo de desarrollo y, para eso, es un imperativo reformular el tipo de Estado que tenemos, modificando instituciones que obstaculizan la realización de un Estado social de derechos.

Tal como lo señaló Gladys Marín en 2002, “los comunistas asumimos nuestra responsabilidad histórica contra la globalización capitalista y el neoliberalismo”. Y, para responder adecuadamente a nuestro compromiso, el trabajo en la base social es indispensable para fortalecer la mancomunión con el pueblo e intensificar nuestro vínculo político con las masas.


El neoliberalismo no se superará espontáneamente, sino con la voluntad y la acción organizada del pueblo, dispuesta únicamente en principios de justicia social. La crisis neoliberal es la oportunidad para “el nuevo sujeto político y social de masas que se confronta con el sistema”.