domingo, 4 de enero de 2015

¿QUIÉN MANDA EN CHILE?



Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
                     



El jueves 30 de diciembre de 2014 los medios de comunicación  -la inmensa mayoría controlados por la derecha- lanzaron con indisimulado entusiasmo la noticia de la  “primera” renuncia de un ministro (es este caso ministra) del Gobierno de la Nueva Mayoría. Helia Molina “renunciaba” a su cargo de Ministra de Salud.

LAS RAZONES DE ESTE REGALO DE FIN DE AÑO

Este regalo para la reacción criolla, tuvo por causa unas declaraciones de la ex Ministra publicadas el jueves 30 de diciembre de 2014 por el periódico vespertino del clan Edwards “La Segunda”.

La entonces Ministra de Salud, sostuvo: “En clínicas cuicas, familias conservadoras han hecho abortar a sus hijas”.

Fue,  esta verdad  más grande que la cordillera de los Andes, el detonante.

La valiente Helia Molina no pidió perdón por sus palabras. Dijo:   “No me arrepiento de nada de lo que digo”

Pero explicó algo que debe tomarse muy en cuenta: “Fueron declaraciones ‘off the record’”

El  periódico del poderoso clan Edwards faltó a la ética profesional. No podía publicar algo entregado a condición de no hacerse público. Sobre todo cuando el tema de la entrevista era las inversiones en la Salud y no el aborto.

PRESIONES  Y RESPUESTA TIMORATA

La reacción ante la publicación de  “La Segunda” fue inmediata y contundente. Por ejemplo, la Asociación de Clínicas de Chile rasgó vestiduras cual blanca paloma (no olvidar el asesinato de Eduardo Frei Montalva en una de esas “prestigiosas” clínicas).

Entonces ocurrió algo increíble desde el propio Ministerio de Salud se  desautoriza a la que era hasta entonces su Ministra. ¿Quiénes están detrás de tan vergonzante actitud?

Después de ello, no le quedaba a la Ministra sino renunciar. En vez de encontrar la solidaridad de un Gobierno al que se entregó  leal y  eficazmente durante diez meses,  éste -en forma timorata-  ante la presión de los sectores reaccionarios le obligó a renunciar.

Entonces nos preguntamos, ¿quién manda hoy en Chile? ¿Basta unas declaraciones, por “inoportunas” que sean, para dar de baja una ministra?

Helia Molina abandonó el edificio del Ministerio  en medio de grandes aplausos de los funcionarios que laboraron con ella. Deja su cargo con la solidaridad y el aplauso de todos los sectores democráticos del país.

COMO ANILLO AL DEDO

Casualmente, el finalizar  el día de la salida del Ministerio de Salud de Helia Molina, se levantó el secreto de la investigación del Caso Penta. Lo que pone  nuevamente en un primer plano un caso en que están involucrados siete honorables  de la UDI, quienes habrían sido beneficiados con el traspaso irregular de dinero a sus campañas electorales de parte del Grupo Penta.

¡Qué oportuna para la derecha esta primera baja del Gobierno de la Nueva Mayoría!

ALGO SOBRE “LA SEGUNDA”

El periódico nació el 26 de julio de 1931, día en que un poderoso movimiento democrático obligó a renunciar al dictador Carlos Ibáñez del Campo. Como los acontecimientos de esa fecha fueron tan numerosos no pudieron ser captados en su totalidad por “Las últimas Noticias”, entonces el clan Edwards decidió sacar como vespertino “La Segunda”.

Este, como todas las publicaciones de la empresa El Mercurio y La Tercera (de COPESA) jugaron un siniestro rol de cómplices de los crímenes de la dictadura de Pinochet. Un solo ejemplo, cuando los agentes del tirano asesinaron a 119 patriotas, esos órganos reaccionarios difundieron la noticia de que habían muerto en enfrentamientos entre ellos mismos.

“La Segunda” tituló así en 1975:

      



¿De un periódico con esta ética, se puede confiar que respete un off the record?