Comentario
radial y escrito
A, cómo va la vida, se me asoman
desde niño, imágenes del vivir del bisonte por el norte de américa.
Es solo el instinto de no querer
morir como un pajarito.
Me ensombrecía el instinto y
razón, esa peculiar estampida, que obligaba a los bisontes, a seguir ciego, al
hermano de adelante; sin saber para donde van, sin saber por qué.
Miles y miles, millones de ellos,
caían a plomo barranco abajo. Por un barranco, quizás, ya predestinado por la
misma naturaleza;
Ningún intento de hacer un viraje.
La cuestión es un tanto triste.
Ahora; esa estampida provocada y
misteriosa, era vital para la existencia de los habitantes indígenas, que
convivían en las praderas.
El vivir de esas praderas, parte
de mis recuerdos de niño, con todo lo que encierra este decir, el bisonte, era
la piedra angular de la existencia de los seres humanos.
El Bisonte se movía en busca del
pasto, era un caminante, el indígena se movía con él, dependía de él, era un
nómada obligado, un caminante.
Su existir dependía totalmente de
la vida y de la muerte, de esos mamíferos maravillosos.
Por el siglo XVII, de ultramar,
llego el conocimiento y la cultura occidental, venían empedernidos a sacarnos
de nuestra barbarie, salvarnos de los demonios de la ignorancia, por cómodas
cuotas mensuales.
Por ahí, a la chuña se fue todo.
Si vemos hoy en día un bisonte,
por chiripa no extinguido, este será un triste, soñando en estampida. Y, si ven
a un Comanche, un siux, una apache, atravesar una calle de neón y de
escaparates, la gente lo mirará, interrogante, y, el, sorprendido, sorprendida,
se traerá a Jerónimo.
En esos tiempos del siglo XVII,
los colonizadores anglosajones, para que les voy a contar de los venidos de
Extremadura; descubrieron, que el bisonte, era para el ancestral un todo
rotundo.
Sin el bisonte, no era nada.
Entonces, el hombre blanco, el
“cara pálida”, aplico su civilización, y, prácticamente extermino al bisonte.
Se me asoman por la Patagonia, los
colonos venidos de Extremadura, pagando gustosos, cada “testículo Ona
cercenado”
Al Bisonte, acorralado, se le
terminaron las llanuras y la vida, acorralado quedo, y, al indígena que lo
seguía, lo bautizo la sumisión o el exterminio.
Digo estas historias, porque ando
indignado, incrédulo y picado, violento, vulnerable y viejo.
¡Que habrán hecho los Palestinos
que los quieren tirar al mar!
Me identifico con el bisonte y su
población indígena, con las ansias de vivir en paz del judío que siempre habito
esas tierras de oriente con el palestino.
Creo, que he vivido de todo, sin
embrago no me atrevo a ponerme en el pellejo de un niño palestino, de 4/5 años.
Que pensara ese “Gazago de 4 años”
corriendo para esconderse al lado de su hermano mutilado, aullando de dolor,
sin brazos.
¿Qué sentirá?
¡Chemimare!
No entiendo el sentido común del
mundo entero, su hipocresía, huele terriblemente a una moral, ética, en
podredumbre.
Cuantos escenarios de muerte y
hablamos de humanismo, de democracia.
Que pensara la infamia de Ucrania,
que le quitaran el rol principal.
La política fue inventada, creada,
como una herramienta para poder resolver los conflictos entre los hombres y de
sus civilizaciones, porque no todos somos iguales, pero si, todos tenemos las
mismas necesidades.
Si no nos preocupamos de la salud
moral de la política, del porque de su creación, el belcebú del poder vendrá a
por ti,
Esta ignominia que vive y que
vivimos, porque también vamos mojado por nuestra inmovilidad silenciosa, se la
tenemos que agradecer a poderes ocultos, poderes que han manipulado, en este
caso, tanto en la américa del norte con los bisontes e indígenas, como en la
idea infestada y a largo plazo de los ingleses, de darle a los judíos errantes,
a esos facticos herreros de bancos y empréstitos, un territorio que no eran de
ellos.
Y no es precisamente esa tierra
que querían poblar, necesitaban poblar el caos, el odio.
Los judíos que ya habitaban la
Palestina, los que nunca se habían ido, se sentían palestinos.
Sembraban con los árabes, las
mismas esperanzas de dátiles, con respeto y sabiduría.
Yo soy parte del Ejercito de Luis
Emilio Recabarren, me voy amoldando a su desarrollo, a su dialéctica. Por esas
profesiones y creencias que profeso, al igual que miles, ando caminando por las
Europas.
Y escucho, leo, sobrevivo, soy de
los que piensan y creen que el enemigo es muy recontra poderoso.
Pero no es inmortal, se le puede
domar, sacarles los colmillos.
Sin embargo, hoy, pareciera que
todo lo puede cambiar, bueno, casi todo, la verdad es que su propio existir
neoliberal está en peligro.
Solamente un caos, un despelote
infernal, puede darles la posibilidad de repartir las cartas de nuevo.
Aunque no haya tantos por
repartir, ni menos explotar.
Leia, que, en España, país
poderoso, sinuoso, con una “memoria, corta como la nuestra, esta manejada, maniatada,
por el poder de 20 familias, que lo controlan todo.
Según ellos, país soberano, con
más de 45 millones de habitantes, que todavía sostienen en sus calles, anhelos
pardos desfilando y en parlamentos; y, en las cunetas, escondidas por la
ignominia del silencio, calaveras libertarias, que no pueden desatar los
engranajes de las ataduras.
Hoy, la casa de Miguel Hernández,
de Machado, está en una encrucijada de clase, que, puede gritar lo que
significa la interpretación de “la lucha de clases”, que puede diferenciar y
vestir, lo que significa el termino de “izquierda”.
Que puede vestir de verdad o
empelotar, el porqué de “Obrero”, del partido Social Demócrata Español.
La encrucijada que tiene que
definir esta supuesta izquierda española, es la misma, en el plano moral e
ideológico que tiene que definir, este 29 de junio, nuestra izquierda chilena
en las primarias presidenciales.
El contenido que viene en la
encomienda de estas primarias y por supuesto, principalmente las elecciones
presidenciales, que se han practicado, mas, menos, 212 años.
Cambian solamente las armas de
cultivo.
El contenido de la izquierda
chilena, sus argumentos y práctica, al menos de algunos protagonistas, se ha
practicado por muy poco tiempo, 1000 días.
Pero, el pensar, el sentir, los
libros y formación de Jeannette Jara, el pueblo de Chile, no lo ha vivido
nunca.
Son encrucijadas que nos va
otorgando, la lucha de clases de algunos habitantes, en un espacio de tiempo
chicle, muy infame.
Recuerdan ustedes, al menos yo me
acuerdo, como mi padre, sin recursos, me asustaba con el viejo del saco.
Lo mismo sucede ahora. El
Imperialismo gringo y sus socios convencionales, ponen a los chinos y a los
rusos con un saco en ristre.
El salvarse de la ferocidad
insaciable de estos energúmenos de Asia occidental, la OTAN, mejor dicho, él
Gobierno de Donald Trump, tiene un valor del 5% del PIB del país europeo
amenazado.
Y el PIB de un país que sea parte
de la U.E, equivale a cientos de hospitales, escuelas, viviendas, carreteras,
desarrollos integrales, instancias, que, sin ellas, no podrías jamás, darle un
vivir digno a tu población.
Yo miro a Rumania, en las calles
de Estocolmo, de adonde van a sacar el 5% para salvarse del saco.
Y todo en nombre de la democracia,
de los derechos.
Que mercancía sé podría fabricar y
vender para hacer el negocio del año en estos tiempos tan convulsos y
estratégicos.
Una vacuna o lo que sea, para
evitar el cáncer, el alzhéimer, o quizás, una maquina para purificar en
segundos, una ciudad entera de cualquier elemento contaminante.
No será mejor, por lo que deja de
utilidad y demanda, un misil BGM-109 Tomahawk, con un costo de 1,45 millones de
dólares la unidad.
Yo, ando cachuo, la hegemonía del
mercado, de la geografía y la locura de los hombres de luz, de oro, litio y
numero, en américa del sur, se quieren asomar.
La presencia de líderes como Lula
da Silva en Brasil, Gustavo Petro en Colombia, Nicolás Maduro en Venezuela,
Daniel Ortega en Nicaragua, Claudia Sheinbaum en México, Miguel Díaz-Canel en
Cuba, Yamandú Orsi en Uruguay, y, la posible victoria de Jeannette Jara, en
Chile, aseguran que el Cono Sur no será jamás, nuevamente una base criminal
Plan Cóndor.
Tengo una tristeza inmensa, y
rabia con el pueblo argentino.
No se merece esa metida de pata.
¡El hombre no mate al hombre!
¡Levántate, Martin Fierro!
“Patear a un fascista fue lo mejor
que hice en toda mi carrera.
Eric Cantona.
Alejandro Fischer Alquinta.
Estocolmo 20250622