jueves, 26 de junio de 2025

El tiempo de la bestia

 


Comentario radial y escrito

 

 


A, cómo va la vida, se me asoman desde niño, imágenes del vivir del bisonte por el norte de américa.

Es solo el instinto de no querer morir como un pajarito.

Me ensombrecía el instinto y razón, esa peculiar estampida, que obligaba a los bisontes, a seguir ciego, al hermano de adelante; sin saber para donde van, sin saber por qué.

Miles y miles, millones de ellos, caían a plomo barranco abajo. Por un barranco, quizás, ya predestinado por la misma naturaleza;

Ningún intento de hacer un viraje.

La cuestión es un tanto triste.

Ahora; esa estampida provocada y misteriosa, era vital para la existencia de los habitantes indígenas, que convivían en las praderas.

El vivir de esas praderas, parte de mis recuerdos de niño, con todo lo que encierra este decir, el bisonte, era la piedra angular de la existencia de los seres humanos.

El Bisonte se movía en busca del pasto, era un caminante, el indígena se movía con él, dependía de él, era un nómada obligado, un caminante.

Su existir dependía totalmente de la vida y de la muerte, de esos mamíferos maravillosos.

Por el siglo XVII, de ultramar, llego el conocimiento y la cultura occidental, venían empedernidos a sacarnos de nuestra barbarie, salvarnos de los demonios de la ignorancia, por cómodas cuotas mensuales.

Por ahí, a la chuña se fue todo.

Si vemos hoy en día un bisonte, por chiripa no extinguido, este será un triste, soñando en estampida. Y, si ven a un Comanche, un siux, una apache, atravesar una calle de neón y de escaparates, la gente lo mirará, interrogante, y, el, sorprendido, sorprendida, se traerá a Jerónimo.

En esos tiempos del siglo XVII, los colonizadores anglosajones, para que les voy a contar de los venidos de Extremadura; descubrieron, que el bisonte, era para el ancestral un todo rotundo.

Sin el bisonte, no era nada.

Entonces, el hombre blanco, el “cara pálida”, aplico su civilización, y, prácticamente extermino al bisonte.

Se me asoman por la Patagonia, los colonos venidos de Extremadura, pagando gustosos, cada “testículo Ona cercenado”

Al Bisonte, acorralado, se le terminaron las llanuras y la vida, acorralado quedo, y, al indígena que lo seguía, lo bautizo la sumisión o el exterminio.

Digo estas historias, porque ando indignado, incrédulo y picado, violento, vulnerable y viejo.

¡Que habrán hecho los Palestinos que los quieren tirar al mar!

Me identifico con el bisonte y su población indígena, con las ansias de vivir en paz del judío que siempre habito esas tierras de oriente con el palestino.

Creo, que he vivido de todo, sin embrago no me atrevo a ponerme en el pellejo de un niño palestino, de 4/5 años.

Que pensara ese “Gazago de 4 años” corriendo para esconderse al lado de su hermano mutilado, aullando de dolor, sin brazos.

¿Qué sentirá?

¡Chemimare!

No entiendo el sentido común del mundo entero, su hipocresía, huele terriblemente a una moral, ética, en podredumbre.

Cuantos escenarios de muerte y hablamos de humanismo, de democracia.

Que pensara la infamia de Ucrania, que le quitaran el rol principal.

La política fue inventada, creada, como una herramienta para poder resolver los conflictos entre los hombres y de sus civilizaciones, porque no todos somos iguales, pero si, todos tenemos las mismas necesidades.

Si no nos preocupamos de la salud moral de la política, del porque de su creación, el belcebú del poder vendrá a por ti,

Esta ignominia que vive y que vivimos, porque también vamos mojado por nuestra inmovilidad silenciosa, se la tenemos que agradecer a poderes ocultos, poderes que han manipulado, en este caso, tanto en la américa del norte con los bisontes e indígenas, como en la idea infestada y a largo plazo de los ingleses, de darle a los judíos errantes, a esos facticos herreros de bancos y empréstitos, un territorio que no eran de ellos.

Y no es precisamente esa tierra que querían poblar, necesitaban poblar el caos, el odio.

Los judíos que ya habitaban la Palestina, los que nunca se habían ido, se sentían palestinos.

Sembraban con los árabes, las mismas esperanzas de dátiles, con respeto y sabiduría.

Yo soy parte del Ejercito de Luis Emilio Recabarren, me voy amoldando a su desarrollo, a su dialéctica. Por esas profesiones y creencias que profeso, al igual que miles, ando caminando por las Europas.

Y escucho, leo, sobrevivo, soy de los que piensan y creen que el enemigo es muy recontra poderoso.

Pero no es inmortal, se le puede domar, sacarles los colmillos.

Sin embargo, hoy, pareciera que todo lo puede cambiar, bueno, casi todo, la verdad es que su propio existir neoliberal está en peligro.

Solamente un caos, un despelote infernal, puede darles la posibilidad de repartir las cartas de nuevo.

Aunque no haya tantos por repartir, ni menos explotar.

Leia, que, en España, país poderoso, sinuoso, con una “memoria, corta como la nuestra, esta manejada, maniatada, por el poder de 20 familias, que lo controlan todo.

Según ellos, país soberano, con más de 45 millones de habitantes, que todavía sostienen en sus calles, anhelos pardos desfilando y en parlamentos; y, en las cunetas, escondidas por la ignominia del silencio, calaveras libertarias, que no pueden desatar los engranajes de las ataduras.

Hoy, la casa de Miguel Hernández, de Machado, está en una encrucijada de clase, que, puede gritar lo que significa la interpretación de “la lucha de clases”, que puede diferenciar y vestir, lo que significa el termino de “izquierda”.

Que puede vestir de verdad o empelotar, el porqué de “Obrero”, del partido Social Demócrata Español.

La encrucijada que tiene que definir esta supuesta izquierda española, es la misma, en el plano moral e ideológico que tiene que definir, este 29 de junio, nuestra izquierda chilena en las primarias presidenciales.

El contenido que viene en la encomienda de estas primarias y por supuesto, principalmente las elecciones presidenciales, que se han practicado, mas, menos, 212 años.

Cambian solamente las armas de cultivo.

El contenido de la izquierda chilena, sus argumentos y práctica, al menos de algunos protagonistas, se ha practicado por muy poco tiempo, 1000 días.

Pero, el pensar, el sentir, los libros y formación de Jeannette Jara, el pueblo de Chile, no lo ha vivido nunca.

Son encrucijadas que nos va otorgando, la lucha de clases de algunos habitantes, en un espacio de tiempo chicle, muy infame.

Recuerdan ustedes, al menos yo me acuerdo, como mi padre, sin recursos, me asustaba con el viejo del saco.

Lo mismo sucede ahora. El Imperialismo gringo y sus socios convencionales, ponen a los chinos y a los rusos con un saco en ristre.

El salvarse de la ferocidad insaciable de estos energúmenos de Asia occidental, la OTAN, mejor dicho, él Gobierno de Donald Trump, tiene un valor del 5% del PIB del país europeo amenazado.

Y el PIB de un país que sea parte de la U.E, equivale a cientos de hospitales, escuelas, viviendas, carreteras, desarrollos integrales, instancias, que, sin ellas, no podrías jamás, darle un vivir digno a tu población.

Yo miro a Rumania, en las calles de Estocolmo, de adonde van a sacar el 5% para salvarse del saco.

Y todo en nombre de la democracia, de los derechos.

Que mercancía sé podría fabricar y vender para hacer el negocio del año en estos tiempos tan convulsos y estratégicos.

Una vacuna o lo que sea, para evitar el cáncer, el alzhéimer, o quizás, una maquina para purificar en segundos, una ciudad entera de cualquier elemento contaminante.

No será mejor, por lo que deja de utilidad y demanda, un misil BGM-109 Tomahawk, con un costo de 1,45 millones de dólares la unidad.

Yo, ando cachuo, la hegemonía del mercado, de la geografía y la locura de los hombres de luz, de oro, litio y numero, en américa del sur, se quieren asomar.

La presencia de líderes como Lula da Silva en Brasil, Gustavo Petro en Colombia, Nicolás Maduro en Venezuela, Daniel Ortega en Nicaragua, Claudia Sheinbaum en México, Miguel Díaz-Canel en Cuba, Yamandú Orsi en Uruguay, y, la posible victoria de Jeannette Jara, en Chile, aseguran que el Cono Sur no será jamás, nuevamente una base criminal Plan Cóndor.

Tengo una tristeza inmensa, y rabia con el pueblo argentino.

No se merece esa metida de pata.

¡El hombre no mate al hombre!

¡Levántate, Martin Fierro!

“Patear a un fascista fue lo mejor que hice en toda mi carrera.

Eric Cantona.

Alejandro Fischer Alquinta.

Estocolmo 20250622