martes, 21 de diciembre de 2021

NUESTRA CÉLULA COMUNISTA

 


 

  Iván Ljubetic Vargas, militante

 

 

Funciona sin pausa  desde  hace 32 años. Lleva por nombre el de una gran luchadora: Julieta Campusano. Somos 14 militantes activos (9 compañeras y 5 compañeros), más otros cinco camaradas que, por diversas causas, no pueden cumplir con todos los deberes de un militante comunista. 

Somos una célula marxista-leninista-recabarrenista. Respetuosos y decididos defensores de las normas leninistas de organización y funcionamiento. 

Nos reunimos cada quince días. Reuniones puntuales, con excelentes informes políticos (que rotativamente realizamos los 14), con cinco minutos para opinar para cada asistente. Ello permite tener reuniones donde todos opinan y que, a pesar del número de militantes, no duran  más de  dos horas y media. 

Reuniones que no aburren y que, al contrario,  dejan cierto sabor a poco. 

Contamos con un excelente secretariado (tres compañeras, una de ellas lo encabeza, y dos compañeros) que se reúne regularmente, controla las tares entregadas en la reunión anterior y propone las venideras. 

Unimos efectivamente  teoría y  práctica. Un ejemplo de ello lo tenemos en las recientes campañas electorales. Hubo interesantes y a veces apasionadas discusiones sobre candidatos, métodos de trabajo, deficiencias de ciertas estructuras, que concluyeron en concretos planes de trabajo. Y se salió a la calle, se fue a los ”casa a casa”, repartir volantes, pegar carteles, salir con banderas, ir a las ferias, a las estaciones del metro; conversar  con la gente, ganar personalmente votos de  vecinos, familiares y amigos; participar en los diversos actos programados. 

Confieso que me he emocionado al contemplar el entusiasmo, sacrificio y empeño de mis camaradas, en especial de las compañeras. Camaradas que se la juegan por derrotar el fascismo. 

Merecen mis camaradas un monumento más alto que la cordillera. Son ellos y ellas, parte de ese ejército del que habló Pablo Neruda al recibir el Premio Nobel de Literatura 1971: 

“Yo escogí el difícil camino de una responsabilidad compartida y, antes de reiterar la adoración hacia el individuo como sol central del sistema, preferí entregar con humildad mi servicio a un considerable ejército que a trechos puede equivocarse, pero que camina sin descanso y avanza cada día enfrentándose tanto a los anacrónicos recalcitrantes como a los infatuados impacientes”. 

Y el triunfo que hoy celebramos, es fruto del trabajo de hormiga, silencioso, abnegado, sin estridencias ni fanfarrias, de  miles y miles de heroínas y héroes combatientes contra el  fascismo y por la democracia. Entre ellas y ellos, las y  los camaradas de nuestra célula. 

Puchas que hizo calor hoy día. Hasta el sol estuvo de fiesta. 

Alerta, camaradas y amigos, que el fascismo sigue rondando nuestra patria. 

¡Con la fuerza de la razón, venceremos!