martes, 14 de agosto de 2012

Carta a Senadores de la República


Foto: Oscar Dante Conejeros Etcheverry




Carta a Senadores de la República

Camila Vallejo Dowling

Señores Senadores de la República:

El día 8 de agosto sucedió en el Congreso Nacional un hecho vergonzoso. Pese a la expresa solicitud argumentada por parte del movimiento estudiantil, de rechazar un ajuste tributario regresivo, que sigue permitiendo que en Chile las grandes empresas no paguen impuestos y que está orientado a financiar una supuesta reforma educacional que simplemente mantiene la lógica mercantil, privatizadora y segregadora del sistema educacional actual, altamente cuestionado por una amplia mayoría del país, la derecha gracias a sectores de la Concertación e Independientes, tuvo el primer triunfo en sacar adelante este proyecto que constituye un engaño para la sociedad chilena y que le permitirá a la derecha populista poder decir que están avanzado en resolver los problemas de la desigualdad y la educación, siendo que en realidad su único interés es profundizarlos, o al menos, mantenerlos.

Nos duele y avergüenza más aun debido al hecho que el día anterior habíamos recibido una carta firmada por los jefes de bancada de seis partidos de la oposición (PDC, PS, PRSD, PRI, PC y PPD) donde les decían a los estudiantes de Chile que dichas bancadas de diputados “apoyan irrestrictamente la carta entregada por las organizaciones estudiantiles” el día 28 de junio, donde justamente el primer punto era un llamado a rechazar el ajuste tributario “pues es injusto en sus formas de recaudación, fomenta la educación privada a través de la profundización del financiamiento compartido, el mecanismo que ha convertido al sistema educacional chileno en el más segregado del mundo. Esto, además, va en detrimento de la educación pública y propone, con lo recaudado profundizar la lógica de subsidio a la demanda, lo que constituye un beneficio a la ganancia privada y un mal uso de recursos públicos”.

¿Cómo esperan los actores políticos recuperar la credibilidad si en menos de 24 horas de suscribir un acuerdo le dan la espalda al primer punto planteado?

¿Cómo espera la Concertación plantearse como una alternativa si, además de haber administrado y profundizado por error, intención u omisión, el modelo por más de 20 años, bajo la gestión de Piñera han estado permanentemente disponibles para dar paso a las políticas que mantienen y profundizan el modelo neo-liberal?

Es preciso ser rigurosos y no meter todos a un mismo saco. Muchos diputados, evidenciaban una real frustración por no poder impedir que la derecha siga con su agenda privatizadora y regresiva. Pero al final del día, siempre son 4 o 5  votos los que marcan la diferencia y terminan dándole la razón al mismo sector político. Aunque su palabra esté plagada de buenas intenciones, su actuar legislativo se da dentro de los parámetros y limitaciones ideológicas que impone la derecha. Desde ahí ya podemos sentirnos derrotados.

Sabemos que existe un problema de modelo. Sabemos que una nueva Constitución, nacida de un proceso democrático y participativo, podrá generar en Chile un sistema político más democrático, donde la mayoría esté realmente representada como mayoría y una minoría no pueda seguir teniendo secuestrada las decisiones que a todos nos competen.

Pero no podemos conformarnos con identificar dicha necesidad y no actuar consecuentemente con ello. Ya vivimos la vergüenza de que se rechazara el informe de la comisión investigadora del lucro y creo que son ese tipo de decisiones las que mantienen a la cámara de diputados con un 76% de desaprobación ciudadana y a la de senadores con un 73% según los últimos datos que nos entrega la encuesta ADIMARK, máximos históricos de rechazo al parlamento según dicho estudio.

Chile ya tuvo un dictador que se empecinó en desprestigiar la política como estrategia para entregárselo todo al mercado. El sistema político debe relegitimarse. Es una base sustancial de la institucionalidad democrática. Sabemos que ese camino es largo, pero un primer paso es impedir que el proyecto de ajuste tributario se materialice, impedir que la derecha le meta el dedo en la boca a los millones de chilenos que el 2011 se movilizaron, marcharon, tocaron las cacerolas y cuestionaron una educación y un modelo de crecimiento reproductor de desigualdad, que en cada detalle privilegia siempre a los más ricos.

Es por eso que, como una ciudadana más y como dirigente estudiantil, les pido que rechacen este proyecto de ley tan perjudicial para los anhelos de una educación pública, gratuita y de calidad y de una sociedad menos desigual.

La oposición tiene mayoría en la Cámara Alta. Solo la división interna le terminará dando el triunfo a la derecha. La ciudadanía no verá este rechazo como una acción permanente de negarle la sal y el agua a este Gobierno (por que por cierto, el parlamento han estado muy lejos de aquello) sino como una justa acción de mayoría que dice que si queremos que el Estado perciba más ingresos, esto debe ser a través de una reforma estructural y no cosmética; que si queremos reformas a la educación es para hacerla de calidad e integradora en todos sus niveles y accesible para todos los ciudadanos, fortaleciendo la educación pública; y que los ciudadanos no estamos disponibles para más pirotecnia comunicacional ni montajes por parte del Gobierno.

Chile debe ser distinto y debe ser distinto a partir de ahora. No esperen confianza del pueblo para las elecciones si es que no se realizaron de manera previa las acciones que evidencien una real voluntad de hacer las transformaciones estructurales que Chile necesita. El ajuste tributario representa el deseo del Gobierno de propiciarle una derrota a un movimiento estudiantil, de acallar el despertar de los movimientos sociales, esperamos no sean parte del cumplimiento de ese espurio anhelo.