Guillermo
Teilier Del Valle
Presidente
Partido Comunista de Chile
“Estimadas
compañeras, compañeros, amigas y amigos. Yo no puedo iniciar estas palabras sin
dejar de mencionar nuestro sentimiento profundo ante el deceso de Ana González
de Recabarren; de lo que fue en vida, pero que trasciende más allá de su muerte
como uno de los íconos de la lucha por la verdad y la justicia. Seguirá siendo
un símbolo vivo de la causa de los derechos humanos.
Nos
conmociona que jamás se haya logrado saber qué pasó con su esposo, sus hijos y
su nuera embarazada, detenidos desaparecidos por la DINA el 29 y 30 de abril
de1976, que es lo que ocurre con más de mil detenidos desaparecidos por la
dictadura, sin que exista una repuesta clara y pertinente por parte del Estado
y en especial por parte de quienes fueron responsables de tales hechos.
No
ha existido ningún tipo de conmiseración por quienes cometieron estos actos de
genocidio. Cómo es posible que se mantenga viva la incertidumbre de sus
familiares, es una falta de humanidad total y una permanente burla por parte
del Estado chileno de los derechos humanos de miles de compatriotas.
Los
familiares de Ana González estuvieron presentes en el acto del Teatro
Caupolicán para recibir las medallas Luis Emilio Recabarren que nuestro partido
otorgó a nuestras compañeras y compañeros víctimas de la dictadura, “Héroes y
Heroínas”; en su caso a su compañero, a sus hijos y a su nuera. Y hoy, tal cual
lo hicimos en ese acto solemne y en su nombre, nos comprometemos a seguir con
más fuerza la lucha por verdad, justicia y contra la impunidad.
Yo,
más que un discurso, quisiera hacer una especie de conversación, porque estamos
convocados hoy para hacer un reconocimiento a compañeras y compañeros que a lo
largo de sus vidas han cumplido múltiples tareas, de diversa índole, pero con
la misma lealtad y entrega a su Partido en muchos momentos de su historia. Lo
hacemos hoy sin pensar en una fecha especial, lo hacemos por ellas y por ellos
mismos, que son especiales porque se lo merecen sobradamente.
Pero
antes de proceder a esta tan importante ceremonia, y como se aprecia en todo
acto del Partido Comunista, quisiera hacer algunos planteamientos sobre la
coyuntura política.
Brasil
y Latinoamérica
Sé
que la mayoría de los que estamos presentes tenemos la mirada y nuestra
atención puesta en las elecciones en Brasil, porque el desenlace, querámoslo o
no, tendrá repercusión en todo nuestro continente, incluyendo Chile. Las
encuestas, como ustedes lo habrán visto en los medios de comunicación, dan hasta ahora un resultado negativo para
Fernando Haddad del PT, candidato a la presidencia, a quien acompaña como
candidata a la Vicepresidencia Manuela Pinto Vieira d’Avila, del Partido
Comunista de Brasil.
Hay
un estrechamiento en las cifras, como dicen las noticias en las últimas horas,
especialmente en los sectores populares, en San Pablo y entre los jóvenes, pero
no sabemos si este repunte va a alcanzar para lograr la victoria el día de
mañana.
De
ganar Bolsonaro, el representante de la ultra derecha que se ha caracterizado
por sus comentarios homofóbicos, misóginos, fascistas, que aprueba la tortura y
pondera las dictaduras militares, incluyendo la de Pinochet, se fortalecerá
enormemente la tendencia neo nazi que se alza en Europa y el mundo entero y
Trump tendrá un poderoso aliado en su afán de mantener su hegemonía en América
del Sur. Y no faltarán seguidores en nuestro país.
¿Pero
qué ha pasado en Brasil que se llegó a esta situación tan deprorable para la
democracia? tenemos que remontarnos al año 2005, cuando los países
latinoamericanos, con motivo de la IV Cumbre de las Américas efectuada en Mar
del Plata, Argentina, rechazaron un ambicioso proyecto norteamericano, el ALCA
(Área de Libre Comercio de América) que imponía la regla del libre comercio
como reguladora de las relaciones entre las naciones. Había sido firmado por
todos los gobiernos del continente el año 1994 y debía iniciar su vigencia en
la IV Cumbre. Previo a esa cumbre, el año 2002, apoyado por el gobierno de
Estados Unidos con la pretensión de hacer fracasar el movimiento que se levantó
contra el ALCA: que se llamó “NO ALCA” y que movilizó a multitudes en toda
América Latina y que este movimiento que preconizaba el comercio justo y el multilateralismo
en ese entonces el año 2002, queriendo hacer fracasar este movimiento, se llevó
adelante el golpe de Estado contra Chávez en Venezuela.
Los
países que estuvieron encabezando el “NO ALCA” fueron Argentina con Kirchner,
Brasil con Lula, y Venezuela con Chávez. Fue una gran derrota propinada al
gobierno norteamericano.
¿Fue
perdonada esta derrota por el imperio del norte? Indudablemente que no y ante
un cuadro que se le iba de las manos empezó a bregar para parar la irrupción de
gobiernos que buscaban independizarse de su tutela. La forma de intervenir ya
no eran los golpes sangrientos de los ‘70, sino golpes blandos, parlamentarios
o institucionales, como en Honduras el año 2009, contra el Presidente Zelaya,
el intento de golpe en Ecuador contra Correa el 2010, en Paraguay el 2012
contra Fernando Lugo, en Bolivia intento de golpe en 2012 y en Brasil el golpe
contra Dilma Rousseff fue el 2016, con premeditación y alevosía y puede que la
era de los golpes blandos no se haya acabado.
Tengamos
presente que la reserva estratégica de dominación del capitalismo, cuando se
ven amenazados los intereses de los grupos económicos dominantes, supra
nacionales, por democracias de inspiración social o garantista de derechos, o
en el siglo pasado por la emergencia de procesos revolucionarios, es el
fascismo, o los golpes de Estado. Esa es la reserva del capitalismo cuando ve
amenazado sus intereses y en esos momentos, hasta la derecha más liberal se
pliega a ese tipo de salidas, sin escrúpulo alguno y sin ningún respeto por la
democracia. Y es lo que ha pasado en Brasil, toda la derecha está con
Bolsonaro; no existe una derecha liberal o democrática en estos momentos en
Brasil.
¿Qué
factores contribuyeron a la estrategia norteamericana para detener la oleada de
democrática y progresismo que se imponía en América del Sur y para desarticular
la democracia en Brasil? Es evidente que hay un recrudecimiento de la
injerencia norteamericana en nuestros países, por la disputa de su hegemonía en
nuestro hemisferio, por parte de China que fortalece su presencia económica.
Este factor seguirá pesando sin duda, no sólo en Brasil, porque los últimos
dignatarios y representantes del
gobierno norteamericano que han recorrido nuestros países lo han hecho
pretendiendo alinear a todos los gobiernos con sus políticas, precisamente ante
lo que ellos han determinado como una amenaza militar y económica de China.
Por
otra parte, como varios países rentistas, la economía de Brasil se vio afectada
por la baja de los precios de los commodities o materias primas y afectó
directamente las políticas sociales que había sacado, en el caso de Brasil, a
millones de la pobreza. Se sumó a esto un cuadro de corrupción generalizada,
instrumentalizada por la derecha, que al igual que en Chile, primero juega al
empate y después se transforma en la gran acusadora y que en Brasil ha
aprovechado muy bien con la participación de miembros del poder judicial,
sembrando la confusión, la desesperanza y la desconfianza en la política. El encarcelamiento de Lula, para anular su
candidatura, fue la culminación del golpe blando en Brasil.
Y
por otra parte, ha estado presente la falta de unidad, las rivalidades entre
partidos que pueden ser legítimas, pero a nuestro modo de ver son inadmisibles
cuando se pone en peligro la continuidad de la democracia y se cercena la
posibilidad de construir una nueva forma de desarrollo, más igualitaria y
participativa.
Así
que compañeras y compañeros, debemos estar preparados porque de no mediar un
repunte en estas horas, tendremos a Bolsonaro y a la derecha más reaccionaria
en el poder en Brasil.
El
cuadro parece muy negativo, pero quisiera sin embargo establecer un paréntesis
de esperanza, no debemos perder esta esperanza en el pueblo de Brasil porque
son millones los que están por la democracia y estamos seguros seguirán
luchando por reconquistarla, al igual que en Argentina donde parecía que todo
se hundiría en el neoliberalismo extremo, pero los trabajadores han salido a
defender sus derechos y al parecer Macri ha perdido sus posibilidades de
reelección, es decir, la historia no está escrita.
Para
los comunistas lo ocurrido en Brasil y la situación en América Latina nos
plantea abrir el debate respecto a cuestiones que no son nuevas, pero que se
ponen de relieve con connotaciones diferentes, porque las condiciones en el
mundo y en nuestros países han cambiado. Temas como el poder, la alternancia de
gobiernos en un sistema capitalista neoliberal, la democracia y el socialismo,
la defensa de la democracia ante la injerencia imperialista y la posibilidad de
golpes de estado, el carácter de las alianzas y el proyecto de futuro de
sociedad, entre otros.
Sobre Chile y la unidad
Por
ello estamos por acoger la invitación que nos hizo RD a nuestro partido y a
otros partidos de izquierda respecto a repensar el proyecto o proyectos futuros
de la izquierda. Más allá de la izquierda, como oposición democrática, debemos sacar la lección para Chile, primero
en relación a la necesidad de alcanzar un importante grado de unidad, en base a
acuerdos programáticos que representen efectivamente el sentir de nuestro
pueblo y que signifiquen pasos sustantivos en el perfeccionamiento de nuestra
democracia, con cambios efectivos al modelo neoliberal imperante, en una
permanente lucha contra la desigualdad, con la voluntad de avanzar hasta lograr
una nueva Constitución Política en nuestro país. Junto al fortalecimiento de la
economía, de la industria y la producción con valor agregado, de un real
ejercicio de la soberanía económica; debe crecer el poder adquisitivo de los
trabajadores y desplegarse políticas sociales que contribuyan a garantizar los
derechos de las personas.
Estamos
a tiempo también, y esta es una cuestión capital, de ofrecer una alternativa y
avanzar desterrando, condenando y no tolerando a quienes cometen actos de
corrupción porque le hace mal sólo a la democracia.
Me
atrevo a decir, así como está la situación política hoy, que los partidos de
oposición no estamos cumpliendo con el sentir de nuestras bases y de gran parte
de la ciudadanía que nos observa atentamente. No estamos cumpliendo con el
espíritu unitario que primó en el acto de celebración del triunfo del NO. No
estamos escuchando a nuestros partidos comunales, regionales, de las
organizaciones sociales y sindicales, a las juventudes políticas, que se unen,
conversan y esperan señales claras de sus directivas centrales.
La unidad con sentido
Nosotros
nunca hemos planteado la unidad por la unidad, sino que, con un propósito
claro, que en términos generales creo que todos sabemos de qué se trata. Y
tampoco hemos planteado la unidad sólo en términos electorales. Pero mientras
más nos demoremos en conquistar la unidad, mientras no asumamos nuestra
responsabilidad como partidos, perdemos un tiempo precioso que favorece a la
derecha que ya avanza con todo para asegurar resultados favorables en las
próximas elecciones y con propósitos bien definidos.
Al
parecer en estos días se han abierto posibilidades de conversar todos con todos
en la oposición, en encuentros bilaterales, en un proceso de acercamiento de
posiciones. Nos parece positivo y estamos en plena disposición de hacerlo.
Hay
desacuerdos, expresados algunos públicamente y otros en privado. Nudos que
debemos desatar para saber a qué atenernos, la incertidumbre quiero decir, que
no alienta a proyectos comunes con vocación de triunfo.
Sólo
a modo de ejemplo: Se nos ha expresado por algunos de nuestros interlocutores
que no concurrirán a pactos si no se hacen primarias en todas las comunas para
elegir candidaturas únicas a las alcaldías. Yo quiero adelantar que el PC no
les hará el quite a las primarias y que pretendemos además competir en más
comunas que las que hemos competido hasta ahora.
Candidatura presidencial PC
Y
en el caso de las elecciones presidenciales, para nosotros lo mejor sería elegir
una candidatura única en primarias para ir a la primera vuelta con una sola
candidatura de oposición. Y quiero adelantar además que para esta oportunidad
ha ido madurando en nuestro partido la idea de levantar una candidatura propia
a primarias, hombre o mujer, porque pensamos que es la mejor posibilidad para
el debate abierto ante el pueblo y con el pueblo, usando las herramientas
legales que entrega nuestro sistema electoral.
En
cuanto al carácter de las alianzas, si son programáticas o sólo electorales, a
nuestro entender deben ser en primer lugar programáticas y haciendo una
advertencia, con todo respeto, porque aparecen algunas opiniones que esperamos
no sean de partidos, en que se nos relega a los comunistas a un segundo plano,
sólo a acuerdos electorales, un cierto ninguneo que recuerda tiempos pasados de
exclusión, que por cierto no aceptamos, cuando se nos ofrecía que nos
quedáramos bajo la mesa, que aportáramos nuestros votos y que seríamos muy bien
representados, pero por otros. A opiniones como
estas les decimos no, muchas gracias.
Las
demandas sociales
A
nuestro modo de ver, al menos debieran producirse encuentros para analizar
posiciones conjuntas como partidos de oposición frente a los desafíos que
representan proyectos de ley como la modernización tributaria, la reforma
previsional y la contra reforma laboral. Hay inquietud en las organizaciones
sindicales, entre los adultos mayores, hay disconformidad por el aumento de la
desocupación, por las alzas. Hay movilizaciones sociales anunciadas que no
tienen un correlato político. Hay temas tan importantes para la gente como la
delincuencia o la salud respecto de las cuales no tenemos una posición
conjunta.
El Parlamento como lugar natural del
debate
Está
claro que hay posiciones proclives a consensuar con el gobierno en todas o
algunas materias. Nuestra posición seguirá siendo que las leyes se aprueban en
el parlamento, que cada proyecto debe evaluarse en su mérito y que lo mejor es
que se concuerden posiciones compartidas de la oposición, no con el fin de
obstruir ciegamente, sino de mejorar los proyectos y evitar retrocesos que
afecten los derechos de las personas en nuestro país.
Debemos
hacernos algunas preguntas que también nos hacen a nosotros ¿aceptaremos que se
rebajen los impuestos a los más ricos como se pretende con la modernización de
la Reforma Tributaria, aceptaremos entregar casi 1.000 millones de dólares casi
gratuitamente? ¿estaremos de acuerdo con que se atente contra los derechos de
los trabajadores y la vigencia de los sindicatos con la contra reforma laboral?
¿aceptaremos seguir fortaleciendo a las AFP? ¿nos pondremos de acuerdo en cómo
enfrentar las rebajas presupuestarias que atentan contra las políticas
sociales? Esperemos que sí, desde luego
que al gobierno le interesa negociar por separado y ojalá con una oposición
dividida, porque así pavimenta el camino para imponer sus propuestas.
En
esta misma línea de acción, yo quiero decir, en la defensa de los derechos de
los trabajadores y del pueblo, como partido vamos a contribuir al llamado a
paro activo que ha llamado la CUT para el día 8 de noviembre, como el inicio de
un movimiento que frene la arremetida del gobierno contra las conquistas de los
trabajadores y en desmedro de sus condiciones de vida.
Son
tiempos de unidad y lucha, profundizar el alcance de la democracia, en aras de
la conquista de un nuevo proyecto de desarrollo para Chile, ese es nuestro
norte y también nuestro sur.
Protagonistas en la lucha por la democracia
Quiero
manifestarles que estamos aquí para homenajear a compañeros y compañeras que
representan la historia viva de nuestro Partido, que han sido leales con su
política y que han contribuido a su puesta en práctica desde diferentes puestos
de combate: Político, de ideas, de las
culturas, desde la legalidad y la clandestinidad, en las más duras represiones;
desde la cárcel, campos de concentración, desde el exilio o en la confrontación
democrática y también en las difíciles luchas contra la dictadura.
Nos
ponemos al día con estos actos de fraternidad y de reconocimiento que siempre
han caracterizado a nuestro partido, al entregarles hoy la medalla Luis Emilio
Recabarren. Vendrán otros y otras en los próximos meses y años.
Estas
compañeras y compañeros nos representan a cabalidad en lo que somos: Un Partido
que nunca ha atentado contra la democracia, que respeta los derechos humanos,
que busca la unidad y el acuerdo en la búsqueda de una sociedad mejor. Un
partido que se alza contra la explotación y se rebela contra la injusticia.
Con
estos compañeros nos hemos encontrado en tantas líneas, en la clandestinidad
algunos, en los tiempos de Gabriel González Videla, en el triunfo de Salvador
Allende. Nos hemos encontrado con los versos y el canto de Allende, de Víctor
Jara, con Luis Corbalán, con Volodia, con Gladys, con Elías Laferte. Nos hemos
encontrado en la rebelión popular llevando nuestras banderas al tope. Nos hemos
encontrado en la defensa de los derechos humanos en la búsqueda de nuestros
familiares detenidos desaparecidos; nos hemos juntado a dialogar con nuestros
pueblos originarios levantando su voz cuando no han tenido voz.
Yo
les quiero decir que tenemos aquí recuerdos confundidos entre lo que era la
organización obrera en el salitre o en el carbón; o en tantas y tantas
industrias o actividades humanas como la construcción y otras; en el campo, en
los tiempo de la reforma agraria; en el cobre, que es el sueldo o la viga
maestra de Chile. Allí en todas esas partes nos hemos encontrado y nos
seguiremos encontrando y los comunistas seguiremos avanzando hasta cumplir con
el compromiso que hemos hecho con los trabajadores y con nuestra sociedad.
¡Mil veces venceremos!,
muchas gracias.