lunes, 2 de enero de 2012

EN EL FIRMAMENTO LATINOAMERICANO SIGUE FIRME BRILLANDO LA ESTRELLA DE CUBA



EN EL FIRMAMENTO LATINOAMERICANO SIGUE FIRME BRILLANDO LA ESTRELLA DE CUBA

Iván Ljubetic Vargas

Los comunistas chilenos, fieles herederos de Luis Emilio Recabarren y a su tradicional política internacionalista, desde el primer momento han estado junto a los revolucionarios que desafiaron al Imperio.

UN “AÑO NUEVO” REALMENTE NUEVO

El 1° de enero 1959 los combatientes cubanos, encabezados por Fidel Castro, derrotaron al tirano Fulgencio Batista. Triunfaron los “barbudos” que comenzaban a construir el primer territorio libre de América.

Esta victoria revolucionaria fue celebrada con regocijo por los pueblos latinoamericanos. Entre ellos, el chileno.

El 2 de enero, el PC de Chile envió un telegrama al Partido Socialista Popular, como por entonces se llamaba el PC cubano:

“Blas Roca. La Habana. Cuba

Saludamos jubilosamente gran triunfo pueblo cubano.

Elías Lafertte, presidente Partido Comunista de Chile”.

FUIMOS ESTREMECIDOS...

El 15 de enero, se inició un Pleno del Comité Central del PC. Informó Oscar Astudillo. En parte de su intervención sostuvo:

“Al comenzar un nuevo año, los latinoamericanos fuimos estremecidos por un gran acontecimiento: la caída de la siniestra dictadura de Fulgencio Batista en Cuba. Hechos de esta naturaleza están conformando la nueva situación política latinoamericana...

“Los comunistas cubanos han reconquistado la legalidad de su Partido, el Partido Socialista Popular, mediante su heroica lucha junto a todos los otros sectores democráticos de Cuba...

“Otra lección de los acontecimientos cubanos la da el desahucio y la expulsión de la misión militar norteamericana que actuaba en ese país. Muy acertadamente, Fidel Castro declaró que a lo menos esa misión era inútil, ya que adiestró a las fuerzas militares de Batista y éstas resultaron vergonzosamente derrotadas por las guerrillas populares”.

EL PRIMER ACTO DE MASAS POR CUBA

El 13 de marzo tuvo lugar en la Plaza Artesanos de Santiago un gran acto de solidaridad con la Revolución Cubana. Fue convocado por el PC, el PS y otras colectividades del FRAP, la CUT y la Federación de Estudiantes de Chile.

Intervinieron cinco oradores. Clotario Blest, Presidente de la CUT; Oscar Calvo, de la FECH; tres miembros de la delegación cubana “Operación Verdad”, Violeta Casal, locutora de Radio Rebelde; el Teniente Rafael San Martín, de nacionalidad argentina, y el capitán Jorge Mendoza.

El 17 de mayo de 1960, como culminación de una cadena de acciones en apoyo a Cuba, se realizó un exitoso paro nacional convocado por la CUT en respaldo del pueblo de ese país caribeño.

CUBA SOLIDARIA

Cuatro días después, el 21 de mayo, varias provincias agrarias del sur de Chile fueron golpeadas por un fuerte terremoto, acompañado de devastadoras salidas del mar en la región costera. Especialmente afectada fue el litoral de la provincia de Cautín.

Este drama, vivido por miles de chilenos, sirvió para mostrar la insensibilidad e incapacidad del régimen de los gerentes.

Ante la carencia de una efectiva ayuda a los miles de damnificados, la CUT decidió reunir alimentos, frazadas, colchones, medicinas, etc. y entregarlos directamente a las víctimas de la naturaleza y de las autoridades.

Cuba se hizo presente con una generosa ayuda: toneladas de azúcar y medicinas. La CUT se hizo cargo del transporte y reparto de la valiosa ayuda cubana.

MITIN DEL FRAP POR CUBA

El 17 de julio, el FRAP realizó un mitin de solidaridad con la Revolución Cubana, en el Teatro Caupolicán de Santiago. En representación del PC intervino Orlando Millas. En parte de su discurso señaló:

“La hermana más querida entre las repúblicas latinoamericanas, la joven y hermosa República de Cuba, está haciendo lo que habremos de hacer todos los demás en este continente.

“Hay gente que en Chile que no se da cuenta de este viraje histórico, de que ha llegado la hora en que América Latina entra al escenario mundial.

“Llamamos a la solidaridad con el gran pueblo de Cuba”.

EL IMPERIO SE INQUIETA

Mientras tanto, en los círculos gobernantes de Estados Unidos cada día que pasaba crecía la preocupación por su “patio trasero”. El ejemplo cubano era un fantasma que recorría América Latina. La influencia de su revolución aumentaba en los pueblos del continente.

Ante este hecho, el imperialismo decidió actuar rápido. Por entonces, el presidente del imperio era John Kennedy, joven y dinámico. Su persona irradiaba simpatía. El 13 de marzo de 1961, propuso a las naciones de América la llamada “Alianza para el Progreso”. Consiste –afirmaba el político yanqui – en un nuevo trato hacia las naciones al sur de Río Grande (límite sureño de Estados Unidos). Nunca más intervenciones de los marines. El hermano mayor estaba decidido a contribuir al progreso de los hermanos que habitan su “patio trasero”.

Bellas palabras. Pero los hechos eran otros. En los mismos momentos en que hacía su generoso anuncio, John Kennedy dio luz verde a una acción que preparaban mercenarios cubanos, adiestrados, financiados y apoyados militarmente por Estados Unidos.

UNA REVOLUCIÓN SOCIALISTA

Sólo un mes y dos días después del anuncio de Kennedy sobre la Alianza, aviones norteamericanos, pintados con los colores de la aviación cubana, tripulados por mercenarios, bombardearon sorpresivamente aeropuertos de la isla. Fue el 15 de abril de 1961. Asesinaron y sembraron la destrucción.

En los masivos y combativos funerales de las víctimas, Fidel Castro respondió a la agresión imperialista proclamando, por primera vez, el carácter socialista de la Revolución Cubana.

El ataque aéreo fue el preludio de una operación de mayor envergadura preparada por el imperialismo. Dos días después, 17 de abril, mercenarios cubanos –apoyados por Estados Unidos– invadieron Cuba por Playa Girón.

LA PRIMERA DERROTA MILITAR

El pueblo cubano, encabezado por Fidel Castro, respondió rápida y valerosamente. En pocas horas fue aplastada la agresión. Los invasores, que llegaron convencidos de vencer rápidamente, fracasaron. Algunos perdieron la vida. Los más, cayeron prisioneros.

Esta fue la primera derrota militar del imperialismo estadounidense en América Latina. No obtuvo éxito con la estratagema de derrotar al Gobierno cubano con la mano del gato de los “gusanos” que residían en Miami.

En abril de 1961, la Comisión Política del PC de Chile emite una declaración en que expresa:

“América Latina vive un gran momento: el triunfo del pueblo cubano sobre los invasores mercenarios enviados por el imperialismo norteamericano.

El fracaso de la invasión contra Cuba es la derrota más vergonzosa que el imperialismo haya sufrido en Latinoamérica”.

LAS RAZONES DEL TRIUNFO SEGÚN EL PC DE CHILE

“El pueblo cubano obtuvo esta gran victoria:

1. Porque defendía una causa justa, la causa de su independencia nacional, de su derecho a gobernarse por sí mismo y a introducir los cambios económicos, sociales y políticos que el pueblo desea.

2. Porque en Cuba está en desarrollo una gran revolución que cuenta con el apoyo de la gran mayoría. Y tiene este respaldo porque ha dado la tierra a los campesinos, porque les ha dado casa a los cubanos y porque este año culminará la extirpación total del analfabetismo en la isla. Porque ha nacionalizado la industria que estaba en manos de monopolios yanquis, porque ha dado trabajo y ha asegurado el desarrollo económico, comerciando con todos los países del mundo en base a una actitud independiente y tomando como norma el interés del pueblo y la nación. Esto ha significado un auge antes desconocido de la producción, que se manifiesta, entre otros avances, en la instalación de 100 nuevas fábricas, en la mayor cosecha azucarera de su historia y en un activo proceso de diversificación de su economía.

3. Porque ese mismo pueblo férreamente unido en torno al Gobierno Popular dirigido por el héroe cubano y continental, Fidel Castro, ha demostrado estar dispuesto a dar su vida en defensa de la revolución. Dotado de una alta moral y de una elevada conciencia revolucionaria, es un pueblo en armas que tiene por divisa trabajar por la grandeza de su país y defenderla hasta la muerte.

4. Porque ha recibido en todo momento el apoyo decidido del mundo socialista y en especial de la Unión Soviética...

5. Porque, además, el pueblo cubano estuvo, está y estará rodeado de la solidaridad de los pueblos de América Latina y del mundo. En Chile los trabajadores, los estudiantes, mujeres, sectores más representativos de la población, salieron a la calle a expresar su repudio a la invasión. Nunca el imperialismo norteamericano en su larga historia de impopularidad conoció una condenación tan vehemente e indagada a través de los distintos continentes”.

6. Porque defendía una causa justa, la causa de su independencia nacional, de su derecho a gobernarse por sí mismo y a introducir los cambios económicos, sociales y políticos que el pueblo desea.

7. Porque en Cuba está en desarrollo una gran revolución que cuenta con el apoyo de la gran mayoría. Y tiene este respaldo porque ha dado la tierra a los campesinos, porque les ha dado casa a los cubanos y porque este año culminará la extirpación total del analfabetismo en la isla. Porque ha nacionalizado la industria que estaba en manos de monopolios yanquis, porque ha dado trabajo y ha asegurado el desarrollo económico, comerciando con todos los países del mundo en base a una actitud independiente y tomando como norma el interés del pueblo y la nación. Esto ha significado un auge antes desconocido de la producción, que se manifiesta, entre otros avances, en la instalación de 100 nuevas fábricas, en la mayor cosecha azucarera de su historia y en un activo proceso de diversificación de su economía.

8. Porque ese mismo pueblo férreamente unido en torno al Gobierno Popular dirigido por el héroe cubano y continental, Fidel Castro, ha demostrado estar dispuesto a dar su vida en defensa de la revolución. Dotado de una alta moral y de una elevada conciencia revolucionaria, es un pueblo en armas que tiene por divisa trabajar por la grandeza de su país y defenderla hasta la muerte.

9. Porque ha recibido en todo momento el apoyo decidido del mundo socialista y en especial de la Unión Soviética...

10. Porque, además, el pueblo cubano estuvo, está y estará rodeado de la solidaridad de los pueblos de América Latina y del mundo. En Chile los trabajadores, los estudiantes, mujeres, sectores más representativos de la población, salieron a la calle a expresar su repudio a la invasión. Nunca el imperialismo norteamericano en su larga historia de impopularidad conoció una condenación tan vehemente e indagada a través de los distintos continentes.

11. Porque defendía una causa justa, la causa de su independencia nacional, de su derecho a gobernarse por sí mismo y a introducir los cambios económicos, sociales y políticos que el pueblo desea.

12. Porque en Cuba está en desarrollo una gran revolución que cuenta con el apoyo de la gran mayoría. Y tiene este respaldo porque ha dado la tierra a los campesinos, porque les ha dado casa a los cubanos y porque este año culminará la extirpación total del analfabetismo en la isla. Porque ha nacionalizado la industria que estaba en manos de monopolios yanquis, porque ha dado trabajo y ha asegurado el desarrollo económico, comerciando con todos los países del mundo en base a una actitud independiente y tomando como norma el interés del pueblo y la nación. Esto ha significado un auge antes desconocido de la producción, que se manifiesta, entre otros avances, en la instalación de 100 nuevas fábricas, en la mayor cosecha azucarera de su historia y en un activo proceso de diversificación de su economía.

13. Porque ese mismo pueblo férreamente unido en torno al Gobierno Popular dirigido por el héroe cubano y continental, Fidel Castro, ha demostrado estar dispuesto a dar su vida en defensa de la revolución. Dotado de una alta moral y de una elevada conciencia revolucionaria, es un pueblo en armas que tiene por divisa trabajar por la grandeza de su país y defenderla hasta la muerte.

14. Porque ha recibido en todo momento el apoyo decidido del mundo socialista y en especial de la Unión Soviética...

15. Porque, además, el pueblo cubano estuvo, está y estará rodeado de la solidaridad de los pueblos de América Latina y del mundo. En Chile los trabajadores, los estudiantes, mujeres, sectores más representativos de la población, salieron a la calle a expresar su repudio a la invasión. Nunca el imperialismo norteamericano en su larga historia de impopularidad conoció una condenación tan vehemente e indagada a través de los distintos continentes”.

DE NUEVO LA “ALIANZA”

Fracasada la “Política del garrote” en Cuba, Kennedy se vio en la necesidad de acelerar la otra variante para neutralizar la influencia de la revolución encabezada por Fidel Castro: la “política de la zanahoria”.

En la reunión del Consejo Económico y Social Interamericano de la Organización de Estados Americanos, OEA, celebrada en el balneario uruguayo de Punta del Este, el 8 de agosto de 1961, la delegación estadounidense planteó la nueva panacea: la Alianza para el Progreso. Esta –según sus propagandistas– solucionará todos los problemas de América Latina. A través de ella, los países al sur de Río Grande recibirán generosa ayuda de Estados Unidos para alcanzar su progreso. Esto con sólo una condición: que los gobiernos de esas naciones realicen cambios destinados a modernizar sus repúblicas. Por ejemplo –explicaron- terminar en el agro con las caducas estructuras feudales existentes.

EL CHE SE LAS CANTÓ CLARA

La ayuda consistía, concretamente, en que EE.UU. contribuiría a financiar planes de desarrollo como construcción de carreteras, puentes, escuelas, hospitales, poblaciones. No se contemplaba entre estos proyectos, ninguno destinado a crear o modernizar industrias, que pudieran debilitar la dependencia de América Morena a las empresas transnacionales. Ello, porque el real objetivo de la Alianza para el Progreso es -precisamente– mantener y aumentar esa dependencia y proteger las fabulosas ganancias que el imperialismo succiona de su “patio trasero”.

Esto fue claramente demostrado por Ernesto Che Guevara, que encabezó la delegación cubana a ese encuentro. En una brillante intervención mostró que las causas de la pobreza en América Latina residen en la dominación que ejercen los monopolios yanquis. Señaló, además, que la verdadera esencia de la Alianza para el Progreso es obligar a los gobernantes latinoamericanos a llevar a cabo una serie de reformas formales con la intención de adormecer la conciencia de los pueblos e impedir que -siguiendo el ejemplo de Cuba– realicen una verdadera revolución.

Hace ya más de medio siglo la heroica Cuba levantó la roja estrella de la dignidad. Mostró que un año nuevo, puede ser realmente nuevo, cuando un pueblo toma en sus manos su propio destino.