Por RICARDO FONSECA
La prensa proletaria debe ser fundamentalmente una prensa política. Esta tiene que estar apoyada en las masas y en sus más urgentes reivindicaciones ecónomicas y sociales: la lucha por los salarios, por el trabajo, por las subsistencias, por los arriendos de habitaciones, por la tierra para los campesinos y mapuches, por los más urgentes problemas de adelanto local y regional, por el cumplimiento del programa nacional.
Hoy día, en el mundo conmovido por la agresión fascista que arrasa con la indipendencia de los pueblos y las conquistas de la clase obrera, todas las luchas están subordinadas y fundidas con la lucha antifascista psra aplastar al hitlerismo. El antifascismo consecuente se expresa en la unidad para la ayuda concreta a la Unión Soviética. Inglaterra y sus aliados que heroicamente combaten con las armas en la mano para librar al mundo de la barbarie fascista. La unidad en la ayuda nos permitirá consolidar el Frente Nacional Antifascista para constituir un Gobierno Popular y para la participación de nuestro país en un Frente Mundial contra Hitler. De muy poco servirán las conquistas inmediatas de la clase obrera y del pueblo, si no es aplastado el sanguinario fascismo hitleriano.
La prensa proletaria es un arma fundamental para orientar y organizar las luchas de las masas, para la realización de su objetivo fundamental: aplastar al fascismo.
Constantemente se habla de la prensa "informativa y noticiosa", y de que la prensa proletaria debiera tener también algo de ese carácter. Desde luego, no hay tal prensa informativa y neutral. La prensa está junto a la democracia o inspirada por los intereses de la oligarquía profascista y subvencionada por los agentes nazis; está contra nuestro país al servicio de Hitler.
La prensa más caracterizada al servicio del fascismo y de los sectores reaccionarios de la oligarquía utiliza la mentira, la calumnia, el ataque soez, contra el movimiento democrático y popular; explota la crónica policial, la información tendenciosa y sensacionalista, crea una aureola artificial en torno a algunos personajes de barro de la reacción y les llama "hombres de merecimientos”: fomenta el alcoholismo; populariza el juego de azar; estimula los vicios y el delito; tejen novelas pasionales; fomenta la hípica para desviar a los trabajadores y al pueblo de su organización, de su unidad y de sus luchas.
El diario proletario tiene que ser un firme y combativo diario insobornable al servicio de la clase obrera y del pueblo, apoyado, financiado y escrito por ellos mismos para luchar contra sus enemigos. Por esto, en la prensa proletaria, hay que pesar cada palabra a fin de eliminar todo contrabando o influencia de la prensa mercenaria de la oligarquía. Tiene que ser una prensa sobria, severa que diga siempre la verdad, que elimine el sensacionalismo, la noticia escandalosa sin principios, denunciando los escándalos y negociados de los especuladores y traficantes con los intereses del pueblo.
La fundación del diario "EL SIGLO'' con talleres y casa propia, financiado por el trabajo organizado, reuniendo centavo a centavo de la clase obrera y el pueblo, expresa en alto grado el lugar que la prensa proletaria ocupa en las luchas de nuestro pueblo. Dos millones de pesos pagados, reunidos centavo a centavo a lo largo de todo el país, expresan toda la voluntad de nuestro pueblo de darse un órgano central propio para sus luchas, educación y organización. El pueblo comprende el objetivo de su prensa y trabaja por ella con pasión.
La Sesión Plenaria del Comité Central del Partido señaló graves deficiencias en el diario "EL SIGLO” para ser corregidas rapidamente. "EL SIGLO" no ha eliminado todavía radicalmente la tendencia al sensacionalismo sin principios de la prensa burguesa; sus redactores no tienen suficiente vigilancia para eliminar todos los contrabandos de las agencias informativas burguesas, especialmente sobre problemas internacionales, y que tienen relación con la URSS; no se pesa cada información y palabra vertida; no hay suficiente elaboración ni esfuerzo por vigilar las informaciones en todas las secciones, ni estudio y superación de la calidad ideológica y en presentación técnica.
Pero lo fundamental señalado por la Sesión Plenaria es que el diario y la empresa “EL SIGLO" no están suficientemente fundidos con el Partido, con la clase obrera y el pueblo. Ellos deben dar un arsenal permanente de escritores proletarios probados por su fidelidad e interpretación justa de los problemas de las masas: ellos serán los que aumenten el tiraje y la distribución; ellos solucionaran sus difíciles problemas económicos ayudándoles a vencer el cerco económico de sus enemigos; ellos le animarán del odio a muerte al fascismo, del cariño y admiración para el apoyo sin limites a los héroes de la Unión Soviética y sus aliados qur combaten contra el fascismo; ellos le ayudarán con sus informaciones, con su crítica, con su constante preocupación por hacer de nuestro diario el más difundido, el más humano, combativo, sensible y patriótico de los diarios del país.
“El papel del periódico (proletario) —decía el camarada Lenin— no se limita, sin embargo, a difundir ideas, a educar políticamente y a atraer aliados políticos. El periódico no es sólo un propagandista y un agitador colectivo, sino también un organizador colectivo. En este último sentido puede compararse con el andamiaje de que se cubre un edificio en construcción que marca sus contornos, facilita el contacto entre los diversos grupos de obreros, les ayuda a distribuir el trabajo y ver el resultado común obtenido por un trabajo organizado.
Con el auxilio del periódico y en relación con él, irá formándose por si misma la organización permanente que se ocupe no sólo del trabajo local, sino del trabajo general y regular, que acostumbre a los miembros a seguir atentamente los acontecimientos políticos, a valorar su significación y su influencia sobre los diversos sectores de la población, a fin de elaborar los procedimientos adecuados para que el partido revolucionarlo pueda influir sobre los acontecimientos." (Lenin “Qué hacer”—. Pag. 23. Ed. en lenguas extranjeras — Moscú— Librería DIAP).
Es claro e indudable que un periódico proletario no puede contentarse con reflejar las noticias de la actividad de las masas. Tiene que ser un impulsador en la realización de las tareas, tiene que destacar las experiencias valiosas, impulsar la organización y la unidad, señalar los caminos y la salida ante cada situación.
Revisando nuestro trabajo en el diario y la Empresa pudimos ver que una de las fuentes fundamentales de nuestras deficiencias era el funcionamiento débil e irregular de nuestra célula.
Producto de una reunión con la dirección del Partido, se adoptó también la resolución de la participación diaria del secretariado del Comité Central en la orientación del diario y en la solución de sus problemas organizativos y financieros. Además, los dirigentes deberán escribir regularmente en las páginas del diario.
La célula abrió un curso de capacitación política para militantes y compañeros sin Partido que trabajan en las distintas secciones de la empresa. La redacción abrió un curso para periodistas de fábrica, elegidos entre los compañeros de los sindicatos, barrios y empresas, a fin de formarlos como periodistas de fábrica, corresponsales y redactores.
Al mismo tiempo, se trata de impulsar la ayuda económica y la defensa de “EL SIGLO", constituyendo numerosos Comités de Amigos de "EL SIGLO", en el país. Es así como en las clausuras hemos contado con el apoyo financiero del pueblo y los trabajadores espontáneamente han venido por turnos a trabajar por hacer de nuestros talleres, los mejores talleres gráficos del país. Apoyados en esos amigos, agentes, corresponsales se está reforzando la campaña económica para vencer las dificultades financieras que son muchas y apremiantes, a través de diversas iniciativas como las alcancías, cadena de subscriptores, desafios. donaciones, etc.
Está mereciendo una preocupación especial nuestro deficiente trabajo en defensa y apoyo de los campesinos, despojados de sus tierras y de todo derecho social y político. Con la ayuda de una comisión de alumnos del curso de periodistas y de la Comisión Campesina del Partido, con el trabajo de la célula de la empresa, en trabajo extraordinario, hemos iniciado la publicación, a precio reducido, de un suplemento semanal de cuatro páginas, destinado para el campo. El apoyo de los organismos agrarios del Partido en los regionales es sumamente deficiente. Por eso, junto con apoyarse en esos organismos, se trata también de encontrar apoyo directo entre los campesinos para que ellos lo difundan, lo escriban, expongan sus necesidades y preocupaciones.
Fuera de las cuestiones enumeradas estamos haciendo esfuerzos por mejorar el lenguaje haciéndolo más popular, escrito directamente en los barrios y fábricas por los mismos trabajadores. Dar una mayor variedad en los problemas debe ser también una preocupación nuestra en la prensa proletaria.
Pero es necesario decir que frecuentemente, alegando cuestiones de importancia relativa, nuestro diario no tiene todo el apoyo de algunos sectores partidarios. No se leen sus informaciones y orientación política, no hay preocupación en algunos sectores del Partido, especialmente en Santiago por difundirlo, por estudiar los problemas políticos, difundirlo y transmitir las orientaciones a las masas de trabajadores sin partido y de pueblo. El diario no es una cuestión ajena al Partido. Es el órgano político de propaganda, educación, orientación y organización del Partido, de la clase obrera y del pueblo. Por tanto debe ser estudiado como un deber diario para cumplir las tareas de masas.
En la medida de un trabajo más firme, más partidario, con toda la amplitud de la política partidaria, de un trabajo más fundido con las masas, mejorandose nuestro trabajo en el diario para hacer de él un alto exponente de la prensa combativa, orientadora y organizadora del pueblo de nuestro país.
PUBLICADO EN:
"PRINCIPIOS" N° 6 - DICIEMBRE 1941 - PAGINAS 16 a 19 - SEGUNDA EPOCA
DIRECTOR: GALO GONZALEZ
REVISTA MENSUAL TEORICA Y POLITICA
EDITADA POR COMITE CENTRAL
PARTIDO COMUNISTA DE CHILE
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