jueves, 27 de octubre de 2011

REVISTA PRINCIPIOS - NOVIEMBRE 2010









EDITORIAL "PRINCIPIOS" NOVIEMBRE 2010


¿Por qué es necesario reeditar “Principios”, como revista político – teórica del Comité Central del Partido Comunista de Chile ?

Que nuestro Partido vuelva a editar una revista de esa naturaleza, depende, ciertamente, de cómo respondamos a esta interrogante, pues de esa forma será posible establecer cuáles debieran ser los objetivos, características y demás propiedades de esa publicación y evitar que la decisión sea sólo un acto meramente voluntarioso, algo así como una respuesta a la aparición apócrifa de un “Principios” confeccionado con el deliberado propósito de impugnar nuestra línea política, documento que, pese a todo, bien merece una reacción más contundente. Sin embargo, es meridianamente claro que la reaparición de una revista teórica de la Dirección del Partido tiene una proyección y un significado mucho mayor.

Desde que se publicó el último número de nuestra revista “Principios”, hasta la actualidad, no sólo ha transcurrido un período bastante extenso y además complejo, durante el cual se han dado profundos cambios en la economía, la política, la cultura y en todos los planos de vida social, de dimensiones mundiales y que se radican, principalmente, en el afianzamiento de la hegemonía de un capitalismo monopólico financiero, de su ideología neoliberal y las pseudo democracias impuestas por dicho sistema y que han significado la superación de un capitalismo de industrialización sustitutiva, que tuvo lugar en nuestro país hasta los comienzos de la década de los 70 y el término del período signado como de guerra fría, con la consiguiente derrota de lo que conocimos como el sistema socialista encabezado por la ex URSS, son todos factores que, han ido configurando una nueva correlación de fuerzas en la lucha de los pueblos en contra de la dominación capitalista y su expresión más agresiva representada por el imperialismo norteamericano.

Este nuevo escenario ha tenido diversas consecuencias en lo estratégico y en lo táctico para todas las fuerzas revolucionarias, del que no podemos excluirnos. En este cuadro actual de la lucha por el socialismo y la plena democratización de nuestra sociedad, se ha dado un conjunto de nuevos fenómenos que expresan un contexto diverso en que se dan estas luchas. Por citar sólo algunos de ellos, la crisis medioambiental y sobre calentamiento del planeta, que pone en riesgo al conjunto de la humanidad y que cuestiona las formas de desarrollo y progreso que ha seguido la especie humana, la irrupción de movimientos sociales de base étnica, de género, o que representan minorías excluidas y la no menos grave crisis que sacude al sistema financiero transnacional.

Por otra parte, constatamos un grado de retraso y de insuficiencias de nuestra matriz teórica desarrollada hasta finales de la década de los 80 del siglo pasado. Al respecto, cabe consignar que en más de una ocasión hemos afirmado que nuestra praxis se inspira en los fundadores del marxismo y en los aportes de diversos teóricos continuadores de esa tradición. Esa toma de posición, a todas luces correcta, quedaría incompleta si no reconocemos que la formación ideológica de nuestros militantes, hasta aproximadamente finales de dicha década, tuvo un sello muy próximo a lo que se denomina como marxismo soviético y, en menor medida, por los trabajos que no respondían a esas formulaciones y que por lo mismo no eran adecuadamente valorados por esta visión del marxismo. Concepción que en la actualidad está en pleno debate, en el que se le atribuye una cierta condición escolástica. En fin, cualquiera sea la opinión que cada uno pueda sostener a su respecto, lo cierto es que, por decirlo de alguna manera, no hemos hecho un examen colectivo de ella, de allí que tal necesidad fundamente la pertinencia de una reedición de la Revista Principios.

A esa primera conclusión hay que agregar que, en los hechos, las respuestas teóricas que han surgido desde el campo progresista para dar cuenta del nuevo período histórico que enfrentamos, tanto desde los ámbitos de la filosofía, de la teoría política y de las ciencias sociales, han sido de una gran diversidad y profundidad, con distintos sellos y matices, basadas en mayor o menor medida en la tradición teórica del marxismo, proceso del cual, si bien no hemos estado ausentes, nuestra producción es, sin duda, insuficiente, siendo más bien receptores de ese debate, lo que no constituye en sí mismo un rasgo negativo, sino que por el contrario, expresa una apertura interesante a recoger todo lo valioso que pueden significar las diversas orientaciones en que puede ser pródiga la teoría revolucionaria. En lo hechos, hoy es posible encontrar una gran variedad de textos, de mayor o menor calidad, que reivindican determinados enfoques o visiones y que intentan perspectivar, en lo esencial, las luchas del presente y su historia.

Es así como podemos encontrarnos con elaboraciones que reasumen el llamado marxismo occidental, denominado de este modo por oposición al que se elaboraba en el campo soviético, o también conocido -por algunos- como el marxismo de la derrota por corresponder a países donde no pudo prosperar la revolución iniciada en el país de los soviets, o diversos autores provenientes de llamada escuela de Frankfurt, o de inspiración trotskista de bastante difusión, como otros que se autoproclaman neo-marxistas, además de la interesante historiografía marxista inglesa, la elaboración teórica antineoliberal que se realiza en diversas universidades norteamericanas y por no pocos autores latinoamericanos, por citar algunas de la más relevantes, en un enumeración obviamente incompleta. Dentro de estas principales tendencias existen aportes de gran interés para el desarrollo y profundización de nuestra política, proceso de síntesis que no es de fácil despacho, en lo que una publicación como Principios puede ayudar a construir una visión crítica de ellos, y que sin incurrir en un academicismo pedante, pueda jugar un papel orientador que, a partir de nuestra propia experiencia, permita confrontarse con visiones que nos cuestionan. De lo contrario, la omisión de ese proceso elaboración que transcurre objetivamente y más allá de nuestra voluntad, puede llegar implicar regresiones en el desarrollo de nuestra línea política.

Contrariando toda visión que señale que estas preocupaciones sean sólo para iniciados y que están distantes de la aplicación de nuestra línea, en estos últimos años hemos podido constatar la existencia de controversias que atañen a aspectos sustanciales de ella, tales como una supuesta superioridad del modelo de desarrollo neoliberal que impugnan la centralidad de la clase trabajadora y su papel histórico en las luchas de nuestro pueblo, que niegan la vigencia de los partidos revolucionarios y esgrimen una presunta incompatibilidad entre las luchas sociales y aquellas de índole político, que rebaten la amplitud de la unidad de fuerzas sociales y políticas en contra del neoliberalismo, que cuestionan el carácter revolucionario del gobierno de la Unidad Popular y controvierten la herencia política e ideológica de Luis Emilio Recabarren, por citar algunos de los tópicos mas reiterados. Debates a los que hemos respondido pero no siempre con toda la rigurosidad que lo permitiría una revista teórica de la Dirección del Partido.

Para quiénes publicamos una revista como Principios

Estimando que, a lo menos, quedó planteado un esbozo de respuesta del por qué de dicha publicación, otra respuesta básica es para quién la haremos, hacia quiénes la dirigiremos.

Una primera respuesta que señale qué intentamos aportar al debate de una izquierda en construcción y de una oposición de masas y unitaria, es decir no poco, por lo que no puede desecharse de una plumada esa opción, en la que nuestro Partido se encuentra inmerso y en medio de una sociedad en la que prevalecen ideologías antagónicas a nuestras posiciones.

Conclusión final

Sin embargo, hay una cuestión fundamental, una necesidad imperiosa y muy actual, ya que es de extrema vigencia la tarea de desarrollar y difundir los fundamentos y principios de la línea política que se ha ido desarrollando en nuestros eventos, y que en éste XXIV Congreso debe permitirnos demostrar la relevancia de nuestro objetivo estratégico de dar paso a una amplia unidad social y política que derrote a la derecha y que abra paso a un gobierno de nuevo tipo, que supere las posiciones neoliberales que pretenden imponer las condiciones de universalidad y eternidad del actual dominio del capital monopólico financiero, que niegan la historia y por ende, toda posibilidad de cambios sociales. Son polémicas en las que no podremos soslayar la confrontación con diversas tesis neo-trotskistas y neo-anarquistas, que intentan desarmar políticamente a las fuerzas que se reconocen de izquierda.

Pedro Aravena Rivera

Director

PUBLICADO EN: "PRINCIPIOS" - Noviembre 2010

Director: Pedro Aravena Rivera

Revista político - teórica del Comité Central

Partido Comunista de Chile


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