lunes, 18 de marzo de 2024

Colonialismo siglo XXI

 



Comentario radial y escrito.

 





 

 

No podía encontrar en el teclado del computador la letra “V y la O”. 

No las veía. 

Por instinto grite: 

¡Me las robaron! 

No le di tiempo a la reflexión, menos al calendario. 

La orden cerebral fue tajante. 

¡Me robaron las letras! 

Dios mío de los coloraos; cuales han sido las geografías recorridas, sus cuadernos. 

¿He aportado algo en los caminos? 

¿He sido participe en la práctica del volver y corregir? 

¿Como se incrusto en mi intelecto eso de culpar a los demás? 

¿Estará de moda? 

¡La delincuencia lo invade todo! 

Al pestañear varias veces encontré las teclas, mi pensar y gritar del robo, no dijo ni pio. 

Muy suelto y fresco, quede sin polvo ni paja. 

Los principios y valores que visten la historia, ese encuadernar de la memoria, del aprendizaje, tiene que buscar pronto refugio; aferrarse como lapa al sentido de clase. 

Los pueblos que componen Europa, Asia y África están a las puertas de un revoltijo de guerra y muerte. 

Quiérase o no se quiera, la humanidad entera contribuye a ese disparate; incluso, esos amazónicos que nadie sabe que viven y están, también van en la pará y mortandad. 

Falta solamente el cretino que entreabra la puerta y el infierno se desata. 

No quedara quien agradezca al “soldado desconocido” 

Y no le estoy poniendo. 

Puedo decir amargo, que es el pueblo quien elige a esos energúmenos que organizan la muerte. 

No sé si llorar o reír. 

Algún tiempo atrás, decían despectivos, que nuestro sur, era el patio trasero y bananero de los gringos. 

Puedo decir que, en parte, era y sigue verdad. 

Los barcos que llevaban en bruto los minerales extraídos en Atacama, yo los veía extasiado desde la puerta de mi casa. 

En la segunda guerra mundial, los japoneses bombardearon Pearl Harbor, bahía y base militar gringa en Hawái. País, que sería en 1959 premiado a ser el quincuagésimo estado confederado, adherido a los Estados Unidos de Norte América. 

Por eso, Chile, mi paisito valiente y solidario, le declaro en 1941 la guerra al Imperio Japones. 

¿Porque meto al baile a Hawái? 

Por lo cachuo, enfermo y pobre; asustado, violento y sordo que debe sentir Haití, al ver posible la intervención de los gringos para ordenar la muerte y llevarse la vida. Lo mismo sintió, siente, Granada, Hawái, Cuba. 

Podría decir Puerto Rico, pero, se siente embelesado y mentido a ser un pedacito de estrella invisible. 

Es complicado su sentir. 

Yo he visto al pueblo haitiano, levantando pancartas, echando a los gringos en Puerto Príncipe. 

Saben de Kabul, de Trípoli. 

Un francés/africano y haitiano, Jean Jacques Dessalines, descendiente y esclavo; uno más, de los millones y millones de seres humanos que fueron desarrancados de sus tierras originarias para surtir pilastras, se suma en 1791 a la rebelión negra y esclava de su país, logrando 13 años más tarde, en 1804, con él a la cabeza, independizar el país del Imperio esclavista francés. 

El mismo año “el perla” se auto proclama emperador. 

Jacques I se puso. 

Esa independencia del esclavismo tuvo consecuencias brutales. 

Genocidios en tiempo de venganza y de revanchas. 

Asesinar todo lo que se viera blanco, pálido o pelirrojo; no se respetó ni la cruz y se trajo infame Juanas de Arco. 

Con esto que cuento, me aterra una pregunta: 

Como aprendieron tanta infamia. 

Quien, quienes empaparon esa esponja neuronal que absorbió doliente y mato. 

Me urge decir. 

Yo respeto todas las religiones y creencias. 

Lo hago, porque son las expresiones de los pueblos, para poder entender y aceptar su propia existencia, para explicarse lo que no saben, para sentirse contento. 

Y el pueblo, su contento, es para mí, el porqué de mi propia existencia. 

Y ese contento se consigue siendo participe en el hacer y beneficiario de las ganancias que otorga la explotación de los recursos de país. Tal beneficio, permitirá una vida hermosa para todo el pueblo y del planeta entero. 

Y por ese decir, levanto una contradicción que se viste de una bella utopía. 

Si viene cierto que somos matemáticas, biología y química, también somos sentido. 

Por eso amo y me desamoro, y, por ese sentido cognitivo nuestro, que absorbe como una esponja, una parte de la humanidad, dueña de todo lo creado por él hombre, incluso su propia miseria, manipula a su favor, todas las necesidades y desarrollos absorbidos. 

El cerebro es una esponja y acumula lo que venga, hasta lo que hay por detrás de la puerta. 

A los 6/7 meses de vida, más menos, empieza ya a absorber y a trabajar, a interpretar, encajonar, clasificar, agradar y a enojarse. 

Y así, los medios de comunicación masiva se transforman en nuestro chupete y cascabel del aprendizaje. 

Empezamos a hablar por teléfono celular, aunque sea de palo, antes de gatear; así de fácil nos captura la pilastra. 

La mentira mercancía y es utilizada y concebida para desunirnos, nos diferencia, es una bisagra, un caleidoscopio, un asombro, una calumnia y aunque use calzones confeccionados con “suspiros de gusanos escogidos a dedo”, será siempre una mentira. 

Las Guayanas, las Islas del caribe, mi morena Cuba maravillosa, Trinidad y Tobago, Granada, Barbados, Islas Vírgenes, otras más, tan lejos de Inglaterra, de Francia, de Holanda, de Portugal, de España, no obstante, fueron, son, lámparas de muerte, andenes oscuros y en llamas, luciérnagas de sangre y carne moribunda, por donde los de occidente disputaban y disputan poderíos. 

Y uno, cabro chico, al menos yo, leía embelesado de piratas y filibusteros. 

Esas vivencias y otras nacionales fueron pizarrones por esos tiempos. 

Algunos países del sur de América, somos el patio trasero del gringo y Europa, en comparación con el resto de los continentes, es un jardín. 

¡Ay, que están bien! 

El africano de hoy atraviesa mares buscando parientes, al mismo tiempo cobra lo usurpado. 

Haití, me dueles, no tienes la culpa de estar como estas, pero, si no te levantas, como un día lo hiciste, te ira mal. 

No te descuides, no te maldites. 

Esos soldados gringos que quieren ayudarte, su país, tendrá elecciones presidenciales este año, elecciones democráticas le dicen, el que pone y tiene más divisas y micrófonos, gana. 

El actual mandatario, quiere un “vale otro”, anda igual que yo, a mí se me pierden las teclas y a él, la cordura y la responsabilidad social. 

El otro, intelectualmente, es el culpable de incitar a una insolencia a la institucionalidad de país, avasallando lo dicho por Abraham Lincoln. 

“Democracia es el gobierno del pueblo por el pueblo y para el pueblo” 

Si ensucian ese decir, asaltando su propia casa de gobierno, que podrán hacer mañana. 

Si me voy por estos caminos y esponjas, que será, dios mío de los coloraos, de los niños de hoy. 

Si nos salvamos del crimen, como podrán resolver esos niños, más tarde, adultos, las contradicciones del vivir. 

Aplicaran sus vivencias de niño. 

Los medios de difusión, el sentido común, la política, la familia, el amigo, la amiga, tienen una responsabilidad social inmensa. 

Tenemos que cuidar, alimentar, amar, guiar esas vidas, protegerlas de la ignominia del poder del mercado. 

La delincuencia nos está desbordando, será apropiado lo que practica Nayib Bukele en El Salvador; lo he dicho antes, cachuo estoy. 

Para mí, proscrito antiguo de una dictadura militar, de lo factico, no tiene la lógica. 

Su aporte a la política comenzó en 2012/2015 con dos alcaldías y al abrigo del FMLN, en 2017 es expulsado del FMLN. 

Con la gente de su redil en 2017 crea un nuevo partido de centro derecha. En las elecciones presidenciales de 2019 gana las elecciones como presidente de la nación con mayoría absoluta. 

En cinco años, tiene a toda la fuerza militar y policial consigo, a todos los medios pollos y a todo el engranaje de un país secuestrados por la corrupción. 

Quiera el dios de los coloraos, que Nayib Bukele le este achuntado. 

Un saludo presidente. 

Aunque se vea lindo El Salvador sin delincuencia al aire libre, prefiero el construir muchas más escuelas, así se irán achicando cárceles y muertos. Más centros juveniles, más profesión, más tierra pal que la trabaja y menos medios a la banca de la propiedad privada. 

Hay que estimular para el bien de la humanidad, las neuronas de los que están, de los que irán llegando.

 

Alejandro Fischer Alquinta 

Estocolmo 20240318