martes, 11 de julio de 2023

Prestamos.

 



OBSERVANCIA.

 

Preámbulo al comentario Préstamo. 

 

 

 

 


La vida y sus haceres nos ofrecen caminos a seguir, si nos vamos por ellos o no, dependen del hacer de la sociedad y ser, de cada uno de nosotros. 

Wenceslao Vargas Rojas se llamaba el grumete de la Esmeralda, ultimo sobreviviente que combatió en la proa de la Esmeralda. Tenía 18 primaveras. 

Un hijo del Grumete, Wenceslao Vargas fue amigo de mi padre.  

La esposa del amigo de mí padre, era hija de una señora de nombre Rufina, casada con Don Pedro Valdivia, dueño del único almacén que había en Barquitos, puerto por donde embarcaban el sudor y desdicha del pueblo chileno. 

Por esos tiempos el pelambre popular relacionaba a don Pedro Valdivia con Wenceslao Vargas.  

Los 21 de mayo se hinchaba. 

No estoy seguro, pero creo que existía también, un contemporáneo que era capitán de la Marina Mercante. 

Don Pedro era un habitual en el puerto cuando llegaban los inmensos buques (Santas) a llevarse lo extraído.  

Era parte del paisaje. 

El subía a bordo, como si el buque fuera de él. Le compraba a los embarcados artículos extranjeros. (Matute) 

Una mañana un Santa llego a puerto y tiro anclas.  

Antes que el capitán de puerto, Don Pedro ya estaba allí, salto a bordo. 

En esa oportunidad el buque traía capitán y tripulación nueva. 

Una voz y un grito lo detuvo en cubierta. 

Tu. 

! Que haces a bordo, sal de aquí inmediatamente, acaso crees que el buque es tuyo...! 

Don Pedro lo mira, vaya a saber que pensó y le contesto. 

“No, el buque no es mío, ni tuyo tampoco (Y le saco la madre)

 

 

 

Comentario radial y escrito.

 

Prestamos.

 

 

 


 

Re tantos siglos en la misma, capaz que la cuestión del vivir y la forma en que se vive, sea así. 

Y yo dale con que la propiedad privada es una pandemia sin antídoto de nunca acabar. 

Lo digo por lo vivido, por lo leído. 

Por las tierras del sur, se me asoma La “Alianza para el Progreso”; programa gringo de estrategia y táctica, para impedir la llegada de más Cuba al continente.  

! América para los americanos! . 

Entre “Tongoy y los Vilos” les fué. 

Por mi tierra flaca y larga, maduraron y se asomaron diferentes ideas que engendraron movimientos amarrados y entrelazados por el sentido común, por la dignidad y respeto. Mi creencia venía dándole duro por más de medio siglo.  

Esta quincha que hablo, tuvo como abanderado a Salvador Allende y el pueblo lo eligió en 1970 presidente de la república de Chile. 

La venganza de la derecha fue bestial, inhumana. 

La palabra fue mutilada, enfosado, encarcelada, huyente. 

Actualmente, hoy, uno aroma los recuerdos, lo ve, lo vive, aprende; sin embargo, se hace necesario analizar, preguntarse los porqués de tanta infamia; se necesita levantar empalizadas para que nunca más. 

Por algo somos descendientes de seres extraordinarios que venían del mar. 

Hay momentos que la política se peina y salpica. 

En el hacer de la política confluyen un montonal de factores.  

Algunos son socialmente justos, públicos y benefactores, otros malhechores.  

Mi conciencia de clase llego temprano, me dio vestimenta, conocimiento y razón para contribuir en la construcción de oportunidades, posibilidades y cambiar los tijerales que sostienen la pobreza de todo.  

Mi clase me empujo a las puertas de ramales y obligado por las circunstancias he tenido que jugar al pin una y al pin dos.   

Por mis venas corre un trigo que no es muy limpio, no puedo depurarlo, se incrusto maligno, demoniaco, no me ha dejado nunca, abrirles la puerta a lo que es mío.  

Por eso digo lo que digo y suena, sabe, más bien amargo. 

En un debate presidencial me llamo mucho la atención un decir de Marco Antonio Ominami, defendía el hacer del mercado.  

Todos hablaban de la pilastra, pero nadie hablo de sus pasillos, de sus recovecos, de sus espacios lujuriosos y secretos, ninguno tiro a la mesa a los propietarios, tampoco hablaron de romanas en manos de ninfas y aun menos de genocidios por el provocado. 

Yo le entiendo a ese cabro que lleva tremendo capacho mal amarrado. 

El mercado es el santuario del cambalache, permite el desarrollo de las civilizaciones. 

Sin él, ni Marx, ni ningún judío existiría, menos sus asesinos.  

Leia un libro que comentaba los Juicios de Nuremberg.  

Un oficial de la Gestapo declaraba que jamás había asesinado a seres humanos, solamente a polacos. 

Qué sentido de la humanidad más satánica. Sin embargo, ese odio a todo lo que no sea celestial y divino, tienen espacios de poder y coreografía en mi país y en otras partes del mundo. 

Hablar del mercado sin apellido, es como asentir a los que quieren canonizarse en el Opus Dei; tener ansias de ser de Calcuta, sin llevar hábitos ni penitencia, como Lavín, Fernández o Ximena Ossandon. 

Eso de “Libre mercado”, para los pueblos que emergen picota y chuzo al hombro, es pan para hoy miserias para mañana. 

Y es una tragedia muy re grande. 

Se me asoma por ejemplo la Empresa privada multinacional la Schell. 

Puede ser también la afortunada Mc Donald con franquicia. 

Empresa privada multinacional.  

La Schell, cambia de dueños como quien se cambia calzones, sin embargo, las hilachas siempre son las mismas. 

Por lo leído, hoy, por Brasil, anda chupando sangre ajena. 

En los tiempos del surgimiento del Partido Nacionalsocialista obrero alemán, es decir Hitler y sus huestes inhumanas, recibieron de la Schell, inmensos recursos para su expansión y muerte. 

Ha dejado la mortandad en Nigeria, en Noruega.  

En Perú, por andar talando selva virgen para perforar, asesinaron en pandemias y agonías a más del 60 % de un pueblo indígena. 

Que su presencia creo empleo, lo creo y lo sé. 

¿Pero, fue favorable para las arcas públicas de los Estados soberanos, en donde se desconcho?  

Como que uno se pone cachuo si sabe de la Santa María, de Chacabuco de Potrerillos. Y yo que vi la muerte minera en El Salvador, se me arruga la tolerancia. 

Ese programa “social” de Alianza para el Progreso, tiene el mismo sabor que “Caritas”, me duele la caridad...Y con todos los pejerreyes y congrios y ahora con el litio, esa palabra no debería existir, a no ser que sean los diezmos para los sinvergüenzas. 

Esto que cuento me pone saltón y miro desconfiado el préstamo otorgado a mi paisito por el Fondo Monetario Internacional, destinado a desarrollar “Energías Verdes”. 

Con eso de verde que ayudaban por los caminos y lo de impulsar el sector privado para la industria, me basta, arrugo los glúteos y miro para atrás. 

Quienes son los que integran el Fondo Monetario Internacional... Son los países con una elite financiera espectacular, que ha explotado salvajemente a sus respectivos pueblos. 

A mi amada Argentina, los prestamos la tienen a merced de buitres y de hienas. 

Lo que será imprescindible poseer en un futuro muy cercano, como lo fue el salitre, la plata, el cobre, serán las tierras raras que impulsaran los trenes para Marte, será el sol, el viento, los ríos, la marea, los participantes a la construcción de la cuestión verde.  

El gas, el petróleo y la violación criminal de los átomos, dejaran de estar de moda, dejaran de matar a diestro y siniestro para poseerlo.  

Aunque sea una cobarde mentira, como hicieron en Irak. 

Yo no estoy en contra de la propiedad privada en los medios de producción. 

Pa na.  

Si yo, como gobierno, por lo que sea, no puedo construir un tranque gigante y contrato a una empresa privada nacional, con vínculos con Venezuela y Cuba y estan en un programa para el progreso del sur y del caribe. 

Sonara un teléfono, se atiendera y llegara una orden.  

No hacer tratos con los países que atentan contra los derechos humanos de los ciudadanos. 

¿Como hago el tranque entonces? 

¿Con alguna empresa vinculada a los Estados Unidos de Norte América? 

Capaz que me hagan el tranque, que me cobren mucho más barato, pero se llevaran el agua y los salmones. 

Las relaciones comerciales con la banca internacional, además de las armas, las escribe y las carga el diablo. 

Cada gramo, de lo que sea, tiene que ser soberano, es decir, el dueño es el pueblo.  

Si un gramo, que no sea estratégico, lo explota una empresa privada, venga de adonde venga, el precio debe ser justo. Y como hacen en las inmensas cadenas de supermercados, hay que revisar las carteras y bolsas.


Alejandro Fischer Alquinta 

Mediterráneo 20230708