viernes, 22 de agosto de 2014

Aterrizaje de la política internacional del Partido Comunista





Entrevista a César Bunster, publicada en El Siglo del 15 de agosto de 2014

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La llamada a consulta del embajador chileno en Israel se realiza como protesta del gobierno de Michelle Bachelet ante el genocidio que está cometiendo Israel”.

En el Congreso del PSUV se analizaron los desafíos que debe enfrentar la revolución en el próximo periodo: superar los problemas económicos, luchar contra el burocratismo, elevar el nivel político e ideológico de la militancia del PSUV para ganar la batalla de las ideas. En el caso de Cuba, hay cambios institucionales que influyen en la política, en la participación, en la economía y en los derechos laborales”.

“Una medida necesaria”, llamado del embajador chileno en Israel


Aterrizaje de la política internacional del Partido Comunista

Hugo Guzmán R.

César Bunster, encargado de Relaciones Internacionales del PC, aborda temas sensibles a nivel regional y mundial. No vacila en afirmar “los sucesivos gobiernos israelitas han violado el derecho internacional”.

Sostiene “en casos como los de Ucrania no son pertinentes las caricaturas, hay que entender la complejidad y la multiplicidad de factores inmiscuidos”. Sobre Bolivia apunta “el tema de fondo es cómo avanzamos en un diálogo que contribuya a que Bolivia tenga acceso al mar”. Y señala  las prioridades del PC en materia internacional.

Hace rato que la mayoría de los medios de prensa y algunos personeros políticos están pegados con el tema de la carta del Partido Comunista de Chile a las autoridades de Corea del Norte. Es como el chiste repetido, que sale podrido. Pero todo indica que la mirada internacional de la colectividad de la hoz y el martillo está mucho más allá de eso, asumiendo complejidades de estos tiempos que, pese al fin de la Guerra Fría, sufre los efectos de La Paz Caliente.

César Bunster Ariztía es el encargado de Relaciones Internacionales del PC. Combina esa labor con su gestión como concejal de Puente Alto y director del Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz (ICAL). Recientemente estuvo en Venezuela, junto a Guillermo Teillier, el presidente de la colectividad. Esa gira se sumó a delegaciones comunistas que llegaron a Cuba y Nicaragua. Aquí explica el alcance de esos viajes y se mete al tema de Bolivia, Ucrania, Cuba y el conflicto en Gaza.

-¿Qué le pareció que el gobierno de Michelle Bachelet haya decidido llamar a consulta al embajador de Chile en Israel?

Lo que está sucediendo en la Franja de Gaza es una nueva masacre perpetrada por el gobierno de Israel contra la población palestina. Esta campaña militar de Israel, cuya excusa fue el asesinato de tres adolescentes israelíes en circunstancias que todavía no se han aclarado, ya ha significado la masacre por parte de las fuerzas armadas israelíes de más de dos mil palestinos. De esa cantidad de víctimas la mayoría son civiles y más de 400 de ellos son niñas y niños. La llamada a consulta del embajador chileno en Israel se realiza como protesta del gobierno de Michelle Bachelet ante esa brutalidad, el genocidio que está cometiendo Israel. En consecuencia, fue una medida necesaria que también fue adoptada por un número creciente de países democráticos del mundo. Además, apoyamos la iniciativa de crear en nuestro Congreso el Comité Interparlamentario en Apoyo a Palestina, que reúne a un total de 52 parlamentarios, con el fin de evidenciar el compromiso para denunciar la crisis humanitaria y poner término al conflicto. De la misma forma, nos sumamos a la exigencia de juzgar a todos aquellos que han cometido crímenes de guerra y de lesa humanidad en Gaza, tal como lo planteó nuestro diputado Hugo Gutiérrez, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados.

-Al gobierno israelí no le gustó mucho. Aquí, parte de la comunidad israelí dijo que con esa decisión el gobierno alentaba a Hamas, a los terroristas…

Es obvio que al gobierno de Israel, quien nuevamente asesina a miles de palestinos, no le podía gustar esta medida de repudio del gobierno de Chile. Y como siempre, ante la falta absoluta de argumentos válidos para justificar este asesinato en masa, hay quienes señalan que estas medidas alientan a Hamas. Sin embargo, a escala mundial son cada vez más los israelitas que se suman a los millones de habitantes de este planeta que levantan sus voces para denunciar y oponerse a estas acciones genocidas.

-La ONU dice que hay ataques desproporcionados, casi todo el mundo habla de genocidio, pero Israel persiste en su política y sus acciones militares. ¿Se hacen inútiles las acciones internacionales y de organismos como la ONU?

Ante situaciones de genocidio y sangrientas violaciones de derechos humanos, como las que afectan desde hace ya 60 años al pueblo palestino, se deben desarrollar acciones internacionales. Sin embargo, hay numerosos ejemplos que demuestran que no bastan las iniciativas de organismos como la ONU, porque cada vez que dichas acciones pretenden efectivamente poner fin a ese tipo de masacres y violaciones se enfrentan al poder de veto del imperialismo norteamericano, que sobrepone sus propios intereses geopolíticos y económicos por encima de la voluntad de los pueblos y de la paz. ¿Cuántas veces fue condenada en la ONU la dictadura de Augusto Pinochet, gestada y mantenida por Estados Unidos? ¿Cuántos años ha sido rechazado -casi unánimemente- por las naciones representadas en la ONU el bloqueo económico impuesto por Estados Unidos contra Cuba? ¿Y cuál ha sido la respuesta del imperio? Por lo tanto, se hace necesario que ante agresiones y violaciones, tales como las que sufre el pueblo palestino, la humanidad no se limite sólo a las acciones de la ONU, sino que despliegue muchas más iniciativas internacionales. En este sentido, y en nuestro continente, las acciones desplegadas por organismos genuinamente representativos de nuestros pueblos e intereses, tales como el ALBA o UNASUR, adquieren gran importancia. No olvidemos las resoluciones de la ONU en relación a los territorios palestinos y que no fueron respetadas históricamente por Israel. Es evidente que los sucesivos gobiernos israelíes han violado el derecho internacional y no han sido sensibles a planteamientos universales para que respeten los derechos de Palestina.

-¿Qué mirada tiene del conflicto en Ucrania?

Considero que el conflicto en Ucrania, país fronterizo con Rusia, es producto de sucesivos gobiernos ucranianos corruptos que han sido incapaces de satisfacer las necesidades básicas de su pueblo. Es un país que padece de enormes problemas sociales y económicos. Al mismo tiempo, esos gobiernos han aceptado transformar a su país en un peón del juego geopolítico impulsado por Estados Unidos en la región, junto a sus aliados en Europa Occidental. Esos gobiernos han intentado obtener apoyo económico para paliar la situación que afecta a su pueblo, a cambio de su incorporación a la Unión Europea y la OTAN. Frente a esta situación, se han levantado las poblaciones en Crimea y en las zonas fronterizas a Rusia, quienes luchan por volver a unirse a ese país. El gobierno de Ucrania no ha trepidado en atacar y asesinar a su propio pueblo, prohibiendo y persiguiendo a las organizaciones populares, ilegalizando a su Partido Comunista y fomentando la reorganización de grupos armados fascistas que asesinan a miles de sus propios compatriotas. En estas semanas, la Federación Rusa y las Naciones Unidas pidieron parar las acciones represivas y plantearon que en Ucrania hay una crisis humanitaria y están muriendo civiles y muchos niños.

-Pero también se critica la postura de Rusia en relación a Ucrania. Se cuestiona las acciones militares de los llamados prorusos.

Ahí también hay un tema de historia, de la desintegración de la Unión Soviética que dejó dispersos a millones de rusos en las naciones formadas, y está la realidad interna ucraniana. Es una situación compleja, y cuando hay un conflicto de ese tipo se producen hechos confusos y deplorables, pero hasta ahora nadie, más allá de ciertas campañas y de declaraciones muy irresponsables, puede responsabilizar al gobierno ruso. Por lo demás, el gobierno de Ucrania y las fuerzas ultraderechistas buscan la alianza con Estados Unidos y gobiernos europeos y quieren meter a la OTAN, y resulta que estamos hablando de un país fronterizo con Rusia. Entonces, es natural que el gobierno de Rusia se muestre preocupado. Si Estados Unidos dice que Cuba es un tema de su seguridad nacional porque es un país socialista y tiene esa especie de frontera marítima, en casos como los de Ucrania no son pertinentes las caricaturas y las simplezas, hay que entender la complejidad y la multiplicidad de factores inmiscuidos. Entre Rusia y Ucrania hay más de 300 acuerdos comerciales y de todo tipo y está el tema energético.

-En los últimos dos meses, delegaciones del Partido Comunista estuvieron en Cuba, Nicaragua y Venezuela: ¿hay una ofensiva diplomática de los comunistas?

No, no hay ninguna ofensiva diplomática, sino un interés por conocer de primera mano lo que está pasando con los procesos políticos, sociales y económicos de otros pueblos. Las visitas de las delegaciones del partido también son una respuesta a invitaciones que hemos recibido de esos países porque están muy interesados en conocer más acerca del proceso que se está desarrollando en Chile. Y no me refiero sólo a aquellos países que hemos visitado, porque algunas de esas visitas también nos han permitido intercambiar experiencias con muchos otros partidos y organizaciones de varios continentes. Es claro que tenemos interés en conocer las experiencias que se están desarrollando en Cuba, Venezuela y Nicaragua. Esto es para estrechar lazos también, porque nadie está copiando a nadie. Son procesos con muchas diferencias porque nuestros pueblos implementan proyectos de acuerdo a sus propias realidades. Creo que así también contribuimos a fortalecer posiciones latinoamericanistas, de defensa de nuestras soberanías, de posiciones comunes en materia de política internacional, defensa de la democracia, respeto a los procesos en cada país.

-Usted estuvo con Guillermo Teillier, presidente del PC, en el Congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela: ¿qué percepción le quedó del proceso bolivariano?

Una percepción de mucha esperanza y optimismo. Participamos en un Congreso muy importante, que se realiza cuando la revolución bolivariana viene emergiendo victoriosa de la última intentona reaccionaria, apoyada por el imperialismo norteamericano, por derrocar al gobierno constitucional bolivariano. Esa contra revolución política, militar y mediática se produce como reacción a la consolidación del proceso revolucionario después de la pérdida de su líder histórico, el comandante Hugo Chávez. En el Congreso del PSUV se analizaron con mucha franqueza los desafíos que debe enfrentar la revolución en el próximo periodo: superar los problemas económicos, luchar contra el burocratismo, elevar el nivel político e ideológico de la militancia del PSUV para ganar la batalla de las ideas y atraer a sectores aún mayores a las ideas revolucionarias, avanzar en la profundización del poder popular y sentar las bases para la construcción definitiva del socialismo.

-¿Qué le pareció que el gobierno chileno hablara de reunirse con la oposición venezolana?

Lo que pasa es que la oposición no es un bloque homogéneo. Los mismos compañeros venezolanos explicaban que hay una oposición con la cual se puede dialogar, pero también hay una oposición golpista, responsable de muchas muertes, cuyos militantes han sido preparados en el exterior y que han regresado a Venezuela para provocar desmanes y asesinar gente. Con esa oposición fascista que pretende derrocar al gobierno constitucional por la fuerza y varios de cuyos dirigentes están sometidos a proceso, no puede haber ningún diálogo. Por ejemplo, la opositora María Corina ha emplazado agresivamente a la presidenta Michelle Bachelet, y su gente ha querido presionar a nuestro gobierno, con la complicidad de la derecha y de algunos parlamentarios. Resulta que basta conocer sus antecedentes por la prensa, y hay muchos elementos que la muestran con vínculos con los republicanos estadounidenses, con delitos electorales, y tuvo que ser destituida porque se convirtió en vocera de un gobierno extranjero en la OEA. Imagínate que una diputada chilena fuera a la OEA y hablara como representante de Perú, o de Colombia: sería inaceptable. Me parece que hay que contribuir a que ese proceso se desarrolle con soberanía y sin intervenciones extranjeras ni planes de desestabilización. Allá hay un gobierno legítimo, elegido democráticamente, tienen sus leyes y hay un sector opositor no golpista que tiene sus espacios de expresión y de diálogo.

-¿Qué mirada tiene del viaje de la presidenta a África, que se abra hacia esas naciones?

Lo vemos como algo muy positivo. Estrechar relaciones, conocernos mejor y explorar posibilidades de comercio y cooperación, con condiciones justas, es un beneficio para nuestros pueblos. El mundo no puede girar exclusivamente en torno a Estados Unidos. Los países del hemisferio sur debemos establecer intercambio y cooperación, ir configurando nuevas formas igualitarias para relacionarnos y construir soluciones conjuntas a problemas compartidos. No estamos a favor del mundo unipolar y por eso saludamos y apoyamos las iniciativas planteadas por los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), como el Banco que tendrá un capital de 100.000 millones de dólares, y explorar áreas de inversión y de créditos, lo que podría ser una importante contribución a un mundo mejor. En ese grupo hay un país africano, con el cual nosotros tenemos relaciones y podemos profundizarlas.

-¿Cuáles son las prioridades de la política internacional del PC?

Para nosotros son prioritarios los procesos y realidades de los pueblos de América. Además, prestamos mucha atención a lo que acontece en los países del hemisferio sur. Sin embargo, resulta imposible entender lo que pasa en algún país sin tener una visión de lo que acontece en los demás continentes, especialmente en el mundo actual, mucho más interconectado. Yo diría que tenemos la preocupación de conocer los procesos y que conozcan el nuestro, de respaldar todas las políticas de integración, colaboración, intercambio, defensa de la paz y la soberanía de las naciones y ser solidarios con procesos de liberación nacional, de independencia, de desarrollo de la equidad económica y la justicia social.

-Algunos de los aliados en la Nueva Mayoría les siguen achacando que solidarizan con Cuba y que allá hay dictadura...

Hace poco estuvo en Cuba una delegación de nuestro partido. Una de las cosas que destacó al regresar fue el nivel de participación del pueblo cubano en las decisiones fundamentales que adopta su gobierno. Por ejemplo, conocimos acerca de las últimas medidas de rectificación que se han empezado a implementar y que son producto del análisis y debate desarrollado por millones de cubanos. Nos enteramos del nivel admirable de participación del pueblo cubano, de las iniciativas concretas que surgen de su seno y de cómo esas ideas son las que posteriormente transforman en leyes los legisladores. Qué muestra más clara de democracia real. Ojalá aquellos que critican a Cuba pudiesen ir a enterarse de ese proceso profundamente participativo. Ellos tienen su sistema político que responde a sus realidades. Cualquiera que esté bien informado puede constatar que hay cambios institucionales que influyen en la política, en la participación, en la economía, en los derechos laborales. Como en cualquier país, puede haber miradas respecto a algunas cosas, pero yo creo que en Chile hay un grupo de personas que sigue con caricaturas, con ópticas propias de la Guerra Fría, desinformados, y que también tienen interés en entrometerse en los asuntos internos de Cuba. Nosotros somos solidarios y respetuosos con ese proceso, con el pueblo cubano. Es un país que no cuenta con ciertos recursos naturales, que sufre un bloqueo real que le cuesta cientos de miles de millones de dólares, ante el cual Estados Unidos invierte al año millones de dólares en campañas de desestabilización, que tienen más de tres mil víctimas por actos terroristas, y pese a todo eso tiene los más altos índices positivos en materia de salud, de desarrollo biotecnológico, de educación, de cultura, de informática, turismo e industrias como el níquel. Entonces, para hablar de Cuba hay que ponerse serios y no quedarse pegados en prejuicios.

-¿Comparten la postura del gobierno de rechazar la concurrencia de Bolivia a La Haya?

Me parece que era la posición casi natural que debía asumir el gobierno. Pero para nosotros, el tema real y de fondo es cómo avanzamos en un diálogo y en pasos que contribuyan a que Bolivia tenga acceso al mar. Me parece que eso, al final de cuentas, irá por un camino distinto a lo de La Haya. En Chile tenemos que abrirnos a buscar la manera de concretar el derecho de Bolivia a tener mar. Eso contribuirá al desarrollo de Bolivia y también al nuestro, porque nos permitirá tener un mejor comercio con ellos, llegar a acuerdos en materia de gas, de intercambios, a desarrollar nuestras regiones del norte. Y sería una contribución a la integración latinoamericana.

-¿Qué les parece el proceso de conversaciones de las FARC con el gobierno de Juan Manuel Santos?


Ese proceso es positivo, ya que persigue lograr una paz duradera y justa y es una aspiración del pueblo colombiano. De hecho, consideramos que ése fue un factor importante en la reciente reelección del presidente Juan Manuel Santos, quien en segunda vuelta fue apoyado por fuerzas progresistas de ese país precisamente para garantizar la continuidad de ese proceso.