domingo, 4 de diciembre de 2011

HABLANDO DE LAS CONTRADICCIONES QUE HICIERON PARIR EN ANTIGUO, AL PARTIDO COMUNISTA DE CHILE



Hablando de las contradicciones que hicieron parir en antiguo, al Partido Comunista de Chile.

por Alejandro Fischer

En tiempo de Centenario.

Algunos días atrás, vi una película de amor, algo no común en mí.

Yo tengo el síndrome de John Wayne; tienen que morir mínimo, unos veinte, a balazo limpio, a sablazos, peñascazos o a mordiscos...sino es fome.

En “la de amor”, el jovencito, había muerto de cáncer y le había dejado a la jovencita, su esposa, unas cartas escritas, que ella iba a recibir, en ciertos tiempos de su tristeza. Una de esas cartas decía:

“Yo quiero que veas la vida, con los mismos ojos, que yo a ti, te he mirado ”.

“Puta que bonito”

Yo también voy a pedir un deseo “a lo Aladino”...

En tres lunes, en tres martes les contaré una nacencia y su desarrollo en la vida.

Pero en vez de frotar una lámpara, frotaré mi alma, mis vivencias, creencias, mis conocimientos. Saldrá un genio y le pediré , al igual, que “el jovencito”, por lo menos, que sea por un ratito, que Ustedes, vean, sientan y escuchen, lo que les voy a contar con mis ojos de elefante.

No podemos hablar de la Independencia de Chile, sin hablar de O`higgins, no podemos hablar de rebeldías sin decir Manuel o José Miguel.

En mi Organización es lo mismo, tenemos que nombrar a Recabarren, Lafferte, Julieta, Marta, Gladys o a Corvalán; por nombrar algunos.

En este caso, en estos escritos, voy a mencionar, a sentir, a aquellos que hicieron posible, que estos dirigentes inmortales, hayan cumplido su tarea revolucionaria, que les encomendó el partido y sus Congresos.

Es decir; al militante que entendió, de qué se trataba, quizás no comprendió todos los fenómenos y contradicciones y esperó paciente una explicación, pero fue a “todas las paradas”, leal, humilde, combativo, solidario y muy, muy “derecho”.

Este militante vive, mucho más antes de 1812, muchas veces, no recibió ninguna explicación a sus interrogantes, porque fue muerto en alguna represión y se convirtió, solamente en una cifra de una estadística cualquiera.

Estoy escribiendo por y para ellos.

¿Para ellos?

¡! Sí!! Mientras exista el Partido de Recabarren, de Volodia, de Teillier, ellos seguirán entre nosotros, en el alma y en lo carnal.

Me costó harto tiempo entender la cuestión de los Obreros. Fue como andar por la vida, comiendo uva, sin haber probado el vino. Es como tener anteojeras y morral.

Alejandro Dumas, me puso en guardia, antes que Marx, Lenin y Elias Lafferte, de lo conflictivo de esos tiempos.

Los tres mosqueteros, me enseñaron que la unidad y la lealtad hace la fuerza y las alegrías. Pero hay que saber a quien sirves y defiendes.

El Conde de Montecristo me enseñó, que la libertad y la inocencia, puede ser avasallada, pisoteada y ultrajada......pero la libertad, es inmortal; es hermana de la esperanza...

“Los Osos peluches de los Obreros”.

Pero en mis tiempos de niño, tenía ojos de niño y no conocía a ningún obrero, recuerdo sí, a un señor que le decían “Don Santa”.

En las vacaciones de verano, nos íbamos a Copiapó, a la quinta de mi abuela. Aparte de una familia que hacia de “medieros”; venía, todos los días; “Don Santa.

Un hombre bajito, de bigotes y una figura humilde que infundía, al menos para mí, ternura y respeto.

Se escuchaba, Don Santa para acá y don Santa para allá. Lo tenían “pà la palanca” .

Al final de la tarde, mi abuela, le daba una bolsa, ojalá, digo ahora, que haya sido dinero y otras cosas de valor, y no higos, que me dio a mí, en una oportunidad, necesitando amor y calzoncillos.

Le decían “Don Santa”, por no decirle Santander o sencillamente José.

Para confundirlo, y se fuera a su casa, con una sonrisa satisfecha, sin contrato “ni familiar”, menos sueldo fijo.

Mi madre murió temprano y mi padre ocupó para siempre su lugar.

Como madre, le fue como las “huifas”.

Pero dio todo lo que tenía, incluso, aquello que le robó a su esposa y no se lo devolvió nunca.

Pero él, lo inventaba.

En las noches, para hacernos dormir, se transformaba en un gigante contando historias:

“Romualdo, el Delator”, “La Bandera”, “Juan Godoy”, “Manuel Rodríguez”, “María Elena”, “La mina Vieja”,”La pela te viene a buscar”, “El Pez que le entraba agua a los ojos, por eso lloraba”, “Las oficinas, el teatro y el salitre”, "La Juana”, “Las Baratas con Porotos”, “Caupolicán”

Y no sé cuántos cientos de historias más, que nos dejaban, por lo menos tres días sin dormir.

Pasando los tiempos y viviendo mis propios tiempos, sentí, que sus historias, no eran más, que la vida, de los obreros, explotados “, amigos y conocidos de él, sus historias, eran la vida humana, del asalariado

No creo que en esos tiempos, haya leído el Manifiesto o recitara algo del Canto General.

Solamente tenía una intuición de clase.

El Fantasma que recorría el mundo, jamás llamó a su puerta...Y si llamó, no le quiso abrir.

Solamente se imaginaba y soñaba las angustias y las esperanzas de los obreros en las alturas del macizo Andino o de las interminables arenas del salitre.

En Copiapò; existía un matrimonio Francés de apellido Moucheront. El marido, estaba postrado en cama, muy enfermo. Eran dueños de grandes propiedades en el centro de la ciudad.

Eran amigos de la familia,

Cuando coincidían nuestras vacaciones, con las visitas de ella a la Quinta, ella insistía en que mi padre la acompañara en armónica “La Marsellesa”...

Debajo del Buganvilla y de las parras, se paraba y empezaba a cantar. A mi padre se le salían los ojos por el esfuerzo. Yo miraba a la vieja flaca y no entendía nada.

Al final de la canción, los dos terminaban llorando. Lloraban por cosas totalmente diferentes.

La Sra.Moucheront, lloraba de nostalgia y mi padre, por la violencia de la canción, que incitaba a la muerte a los obreros, para defender los privilegios de una oligarquía Imperial, utilizando un nacionalismo radical, ciego, de armas y de abuso.

Por ahi, empezo mi “Calvario Colorado”. Por la Marsellesa de la vieja flaca. Un calvario Hermoso, de esperanzas, de una seguridad enorme....que los tiempos del proletariado, tiempos jovenes, vienen llegando....

La “Toma de la Bastilla”, fue atacada y tomada por desesperados obreros hambrientos, pequeña burguesía decepcionada, eran miles de miles en rebelión, rebelión que se extendió por toda Francia. Creían que había trigo y prisioneros políticos. En verdad, no había ninguna de las dos cosas.

Más bien La Bastilla “era un cacho”

No cumplía, para la clase gobernante ningún papel; su monstruosa estructura de piedra y ladrillos, representaba nada más, que a la monarquía, nobleza corrupta y endiosada, absolutista y añeja.

¡! Escondía en sus ruinas, una oligarquía criminal en camino ¡!.

Pero echó a andar, la idea de la fuerza y poder, que da la unidad en los desposeídos; en la lucha por sus derechos.

La Revolución Francesa, los heroicos “Comuneros de Paris” fueron en lo general, los sepultureros, de una época cruel, infame, necesaria y de alacrán.

Todas las guerras, todas las revoluciones originadas en Europa dieron muerte al feudalismo, una forma de existir, al mismo tiempo, robustecieron las estructuras de opresión, de dirigir, de proteger los privilegios de una nueva oligarquía que venía victoriosa hambrienta de poder.

La burguesía.

El Estado, con sus burocracias y sables con horario completo, había nacido, para defender por los siglos de los siglos, hasta que lleguen los obreros con su dictadura de clase y destruyan piedra tras piedra esa “Bastilla” que se llama Estado...

Miles y miles de obreros, campesinos, habían ayudado a construir su propia muerte.

Para los revolucionarios rusos fue una respirada fresca y sana, un empujón a su camino de victorias.

Antes y a través de la Revolución Francesas, Europa, vivía en una guerra constante.

Guerras de dominio, coloniales de poder y de acomodo.

Pero guerras al fin y que los costos, al igual que todas las guerras y crisis del poderoso, las tiene que pagar el explotado, no solamente con su sangre y muerte, sino también con su trabajo.

Europa, no las tenía muy bien; mucho tiempo antes, se las había dado de libertadores de la ciudad sagrada, Jerusalén.

Eran los tiempos de las cruzadas. Años de despojos en oriente y en sus propios países también.

Los Europeos se habían acostumbrado a las especies exóticas que venían de oriente por culpa de Jesucristo y de la gula de los empresarios, Monarquías y noblezas.

Cuando los Turcos , en 1453 se tomaron Constantinopla, es decir, Estambul, se acabaron los productos traídos de oriente.

Había que buscar otros mercados, otros caminos, nuevas rutas.

El mercado tenia hambre y los dueños de la “pilastra mundial” también.

Se empezó a especular que la tierra, no era plana, que aquí que allá...Al final...podría ser una posibilidad; Los reyes Españoles se pusieron...Y navegaron, La pinta, La Niña y la Santa María a rumbo desconocido.

Asi llegó Colón a América, así llegaron Pizarro, Hernán Cortez, Diego de Almagro, Pedro de Valdivia y miles de miles de aventureros, prisioneros de guerra, asesinos, ladrones, militares y soldados sin guerra, hasta Cristo venia en “la Pará”

Buscaban, a cualquier precio, recursos, para que las Monarquías Europeas pudieran seguir con sus privilegios y conquistas

Antes de la llegada de los “colonialistas imperiales”, los aborígenes de América tenían su propio tiempo de desarrollo.

Civilizaciones maravillosas; pero no menos violentas y agresivas, los Mayas, Aztecas, Incas, que también se comportaban, como señores de la guerra e invadían a sus vecinos, los Aymarás, Atacameños Diaguitas, en el norte, los Changos en la Costa, los Alacalufes en el sur, Los Chonas, etc. que más bien se dedicaban a lo que les daba su geografía, es decir, la pesca, la agricultura, alfarería, ganadería, la caza.

Cuando los ladrones europeos llegaron al Sur, Los Incas, tenían a casi todas las otras etnias bajo su mandato y reino.

Menos a los Mapuches.

Estos eran muy complicados, aguerridos y de “mecha muy corta”.

Todas estas formas de vivir, cambiaron.

Buscaron formas y normas a seguir.

Todas teniendo un denominador común. La guerra para dominar y subyugar al otro.

Los territorios invadidos y colonizados, permitió un parimiento a una identidad nueva, a contradicciones, a maduración social y cultural. Fue un proceso lento y sangriento.

Resumiendo: Puedo decir que, sin meterme tanto en la vida de la historia del hombre...Nosotros somos, sin tener arte ni parte, producto del acostumbramiento de los Europeos al consumo de mercaderías traídas de oriente, y de la casualidad que estas cosas se dieron por Las Cruzadas, expediciones que se organizaron para rescatar el sepulcro o lo que sea de Cristo. La ruta comercial se cerró por culpa de los Turcos, que se tomaron Estambul.

Otras rutas había que buscar. Buscando otras rutas, se encontraron con América.

Los conceptos y las ideas de libertad, de democracia, e igualdad, de República, se dieron por la Revolución Francesa, de liberación, de luchas de clases y de dictadura del proletariado. Estas ideas se fueron amasando y llegaron a las colonias Españolas en el Sur y por otros Europeos llegados a Chile. Sobre todo...por una nueva población; Los criollos.

La independencia de las colonias inglesas en América del Norte, dieron origen a la primera República en suelo Americano y ayudó a las ideas independentistas de un Chile colonial y dependiente.

La guerra de Arauco, los criollos y el proletariado. Están para la próxima semana.

Muchas gracias.

colaboración de: Luis Farias