viernes, 13 de junio de 2025

LA MASACRE DE CORPUS CHRISTI (“LA OPERACIÓN ALBANIA”)

 

Se cumplen 38 años de la masacre de Corpus Christi. Entregamos a nuestras lectoras y lectores del Boletín Rojo,  un escrito del Historiador Iván Ljubetic y lo haremos con pálabras del propio compañero Ljubetic:

Recordemos a los doce héroes masacrados por luchar contra la tiranía y por la democracia.

Y, en su homenaje, continuemos sin claudicar la lucha de clases, castiguemos a la derecha que tiene una historia manchada con sangre patriota”.



Hace 38 años:

 

 

LA MASACRE DE CORPUS CHRISTI

             (“LA OPERACIÓN ALBANIA”)

 

 

 

                                               Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                               Centro de Extensión e Investigación

                                               Luis Emilio Recabarren, CEILER

 

                           



 

La capacidad operativa mostrada por el Frente Patriótico Manuel Rodríguez en el intento de tiranicidio  llevado a cabo el 8 de septiembre de 1986, preocupó seriamente a los aparatos represivos de la dictadura. Conocedores que la plana mayor del FPMR se reuniría a comienzos de junio de 1987 en Santiago, los agentes de la tiranía vieron en ese evento la posibilidad de exterminar a los principales dirigentes del FPMR.

 

IDENTIFICACIÓN DE FRENTISTAS

Datos acumulados gracias a las torturas y la labor de algunos infiltrados, la CNI logró identificar a algunos de ellos.

A comienzos de 1987 iniciaron una tenaz labor de seguimientos y de colocar puntos fijos sobre dirigentes del FPMR  Así preparaban los esbirros de Pinochet lo que llamaron “Operación Albania”, masacre que perpetrarían el 15 y 16 de junio de 1987.

 

ASESINATO DE JOSÉ JOAQUÍN VALENZUELA

Uno de los  logros más importantes de los servicios represivos fue la identificación de José Joaquín Valenzuela Levi, quien había comandado el intento de tiranicidio con el nombre de “Ernesto”. En los registros de la CNI aparecía con el nombre de “Rapa Nui”, pues fue visto por primera vez saliendo de una vivienda en una calle con ese nombre.

 

José Joaquín Valenzuela

 


El día de su muerte, el “comandante Ernesto” fue detenido alrededor de las 16 horas cuando abandonaba una casa de seguridad en el paradero 21 de Vicuña Mackenna, desde donde había salido en compañía de Ricardo Rivera Silva, quien también fue detenido. Valenzuela y su compañero solo levantaron sus manos y no opusieron resistencia al arresto. Posteriormente fueron trasladados al cuartel Borgoño, donde ya había otros 5 frentistas. A las 5 de la madrugada del día 16 de junio todos fueron conducidos a una casa abandonada de calle Pedro Donoso, en Recoleta, donde fueron ejecutados.

 

EL ASESINATO DE IGNACIO VALENZUELA

Por su parte, Ignacio Recaredo Valenzuela era conocido como "Chaqueta de cuero", por la vestimenta que usaba al momento de su primera detección.

Ignacio Recaredo Valenzuela Pohorecky era seguido desde marzo de 1987. Destacado ingeniero y académico en la vida pública; en la privada, era uno de los seis más altos oficiales del Frente. De gran valentía había participado en el asalto a una armería y se había enfrentado a funcionarios de seguridad en varias ocasiones.

 


Ignacio Recaredo Valenzuela

 


El 15 de junio de 1987,  desde las 6 de la mañana, agentes de la CNI lo esperaban afuera de su domicilio, en la remodelación San Borja. Abandonó su casa. Fue seguido durante horas. Alrededor del mediodía, agentes le dispararon en la calle Alhué, en Las Condes, desde un furgón a unos 25 metros de distancia. Recibió tres impactos, uno de ellos en el tórax, que le resultó mortal; otro en el glúteo y el tercero en el pie. Además, un árbol tras el cual  se refugió registró cuatro impactos y la casa por donde él iba pasando también evidenció balazos. Valenzuela estaba a escasos 30 metros de la casa de su madre, cuando fue interceptado.

 

La CNI informó que Valenzuela portaba una pistola y una granada. Pero  testigos presenciales afirmaron que no iba armado y que sólo atinó a darse vuelta, por lo cual le dispararon en un glúteo y en un pie. Los testigos señalaron que minutos antes de los hechos fueron advertidos de que iban a producirse disparos y que debían alejarse del lugar.

Ignacio Recaredo Valenzuela fue asesinado fríamente por los verdugos de la dictadura.

 

EL ASESINATO DE PATRICIO ACOSTA

Ese mismo 15 de junio de 1987, seis horas más tarde, otro numeroso grupo de agentes estaba apostado en calle Varas Mena, en San Joaquín. Acechaban a Patricio Acosta Castro, un importante oficial del FPMR. Desde hacía una semana los agentes se desplazaban en automóviles.

Esa tarde, Patricio Acosta salió de su casa cerca de las 18 horas. Era estrechamente vigilado. Se dirigió hacia Santa Rosa.  A llegar a esa calle, se devolvió hacia su casa. Le salieron al paso unos agentes, encabezados por el capitán Zúñiga, quien le disparó, de improviso, a unos siete metros de distancia. Patricio Acosta cayó al suelo.

Según testimonios de testigos, la víctima cayó arrodillada. Entonces lo rodearon alrededor de ocho sujetos, entre ellos Zuñiga. Ya reducido, en vez de ser llevado a un centro asistencial, Acosta fue acribillado. El propio Zuñiga le disparó en la cabeza, mientras otro lo remató con una ráfaga de metralleta. Una vez muerto, un agente de la CNI le puso en sus manos un revólver y un gorro pasamontañas. En esa posición lo filmaron y le sacaron varias fotografías.

 

 

Patricio Acosta Castro

 


EL ENFRENTAMIENTO DE CALLE VARAS MENA

Esa misma noche del 15 de junio de 1986, agentes de la policía civil llegaron hasta el inmueble de calle Varas Mena 417. Era  una de las casas, que la CNI decidió allanar, a las 23 horas de esa noche. Allí se produjo el primer y único enfrentamiento real.

La de Varas Mena 417  era utilizada como casa de seguridad y centro de instrucción del FPMR. Allí se encontraba  cerca de una docena de combatientes del  Frente. Hacía las veces de dueña de casa  Cecilia Valdés, que estaba acompañada de su hijo, de dos años. La supuesta pareja de Cecilia era el oficial del Frente Juan Waldemar Henríquez. Los que estaba en la casa ya sabían de la muerte de Ignacio Recaredo Valenzuela y también la de Patricio Acosta, a pocas cuadras del lugar.

Cerca de la medianoche la casa fue asaltada por los agentes. Se produjo un intenso tiroteo entre las fuerzas de seguridad y dos frentistas que cubrieron la retirada de sus compañeros desde el interior. Estos fueron Juan Waldemar Henríquez y Wilson Henríquez Gallegos.

Una decena de rodriguistas lograron  escapar en medio de la balacera. Desde los techos de la casa los dos frentistas encargados de la defensa del grupo respondían el ataque policial con sus armas. En un momento, la techumbre cedió y Juan Waldemar Henríquez, ingeniero de 28 años, cayó herido al interior de una vivienda vecina. Ingresaron los policías al inmueble. Juan Waldemar estaba tendido en el piso, sin ofrecer resistencia. Fue rematado por ráfagas de disparos en el mismo lugar. Algunos testigos señalaron que Henríquez se había rendido y que estaba con los brazos en alto cuando fue ultimado.

 



Juan Waldemar Henríquez         Wilson Henríquez Gallegos


Por su parte, Wilson Henríquez,  fue rodeado por los agentes en el patio de otra casa, donde se había refugiado. En breves momentos fue apresado, golpeado, y luego fusilado. Su cuerpo, según el protocolo de autopsia, tenía 21 orificios de bala.

Entre los que escaparon por los techos de las casas vecinas, para luego ser capturados, se encontraban Cecilia Valdés, Santiago Montenegro y Héctor Figueroa. Este último era intensamente buscado por su participación en el  intento de tiranicidio en 1986.

 

EL ASESINATO DE JULIO GUERRA OLIVARES

Casi simultáneamente a los sucesos de Varas Mena, otro centenar de agentes y policías rodeó el departamento 213, del block 33 de la Villa Olímpica, en Ñuñoa.  Allí Julio Guerra Olivares, conocido al interior del Frente como "Guido", arrendaba una pieza a Sonia Hinojosa. Estaba clandestino desde su participación como fusilero en el intento de tiranicidio contra Pinochet en septiembre de  1986.

 


Julio Guerra Olivares

 


Alrededor de la medianoche del 15 de junio de 1987, el agente de la CNI Iván Cifuentes forzó la puerta del departamento de Julio Guerra y lanzó  a su interior  una bomba lacrimógena. Mientras esperaba a que Guerra saliera, llegó otro del equipo represivo.

Entonces el agente Fernando Burgos, portando una máscara antigás, llegó hasta el baño del segundo piso. Allí encontró a Julio Guerra, a quien abatió de cuatro balazos. Posteriormente, el cuerpo fue rematado por otro agente y lo dejaron en el borde de una escalera.

La autopsia de Julio Guerra demostró que tenía disparos a corta distancia, siempre de arriba hacia abajo y de atrás hacia adelante. Dos de ellos en los ojos. Además se comprobó que el frentista no estaba armado.

 

ASESINATOS EN CALLE PEDRO DONOSO

El último capítulo de la llamada “Operación Albania” por la dictadura, se escribió en un abandonado inmueble de la calle Pedro Donoso Nº 582, en la comuna de Recoleta.

Hasta allí fueron llevados siete frentistas, detenidos en las horas previas y que estaban en los cuarteles de la CNI.

Ellos eran: José Joaquín Valenzuela Levi, el comandante “Ernesto”, Esther Cabrera Hinojoza, Ricardo Rivera Silva, Ricardo Silva Soto, Manuel Valencia Calderón, Elizabeth Escobar Mondaca y Patricia Quiroz Nilo.







La orden dada por el general Salas Wenzel fue eliminarlos.

El mayor Álvaro Corbalán le ordenó al agente Iván Quiroz que eligiera a cinco oficiales para que se hicieran responsables de juntar a su gente para llevar a cabo la eliminación de los siete detenidos.

La madrugada del 16 de junio de 1987, los detenidos fueron trasladados en caravana a la casa deshabitada de calle Pedro Donoso 582.

Según versiones de vecinos de la casa de calle Pedro Donoso las personas que esa noche llegaron detenidas estaban descalzas, con los brazos atados atrás de la espalda, amarrados y con la vista vendada.

Según la CNI, esa noche había cerca de un centenar de agentes, carabineros y detectives dentro y fuera de la casa. La orden para que los efectivos asignados a cada víctima percutasen sus armas se dio lanzando un ladrillo en el techo, mientras el resto de los agentes disparó al aire y gritó para dar a los vecinos la idea de un enfrentamiento. Alrededor de las 5.30, los siete frentistas fueron acribillados. Después, entró en acción el capitán Francisco Zúñiga, quien procedió a rematar a cada una de las víctimas.

En el primer dormitorio quedaron los cuerpos de Ricardo Rivera Silva, con cinco impactos recibidos a mediana distancia, y de José Joaquín Valenzuela Levi, con 16, efectuados a corta distancia.

 

            


En el primer pasillo fue muerto Manuel Valencia Calderón, con 14 disparos hechos desde unos tres metros, en ráfaga. Del informe balístico y de la autopsia se concluye que fue colocado al final de este pasillo, donde había una puerta abierta, y fusilado.

El cuerpo de Ester Cabrera Hinojosa, con cinco impactos de bala, fue encontrado en el interior de la cocina. En ese lugar no hay huellas de disparos. Del análisis de los peritajes se concluye que la víctima fue fusilada en un pasillo lateral y que, posteriormente, su cuerpo fue dejado en la cocina.

El cuerpo de Ricardo Silva Soto presentaba 10 impactos de bala. De acuerdo con los informes periciales, fue baleado dentro del segundo dormitorio y rematado en el suelo, según revelan varios impactos en el piso de la pieza. Un detalle significativo de que no hubo enfrentamientos es el hecho de que Ricardo Silva presentaba heridas de bala en las palmas de sus dos manos, en un intento instintivo de protegerse, desde el suelo, de las balas con que finalmente lo mataron.

Muy cerca del cuerpo de Ricardo Silva fue encontrado el de Elizabeth Escobar Mondaca, con 13 impactos de bala, 10 de los cuales fueron efectuados a muy corta distancia, según la autopsia. La joven, igual que Ricardo Silva, fue baleada primero dentro del segundo dormitorio y, posteriormente, rematada a menos de un metro de distancia, con varias ráfagas, contra un muro de una habitación deshabitada. El cuerpo de Patricia Quiroz Nilo apareció al fondo del extenso pasillo interior de la casa de Pedro Donoso y presentaba 11 impactos de bala.

Un policía que estuvo en todos los lugares donde murieron las personas en la Operación Albania, declaró en el proceso que todos los sitios del suceso estaban profundamente alterados y que al llegar a ellos los impactos de bala en los muros habían sido removidos. También declaró que "todas las armas de las víctimas estaban colocadas en la mano izquierda".

 

EL PROCESO N.º 39. 122-87

 

Estos hechos fueron investigados en el proceso judicial rol N.º 39.122-87.

El 28 de enero de 2005 el ministro en visita Hugo Dolmestch condenó en primera instancia a cadena perpetua al ex director de la CNI Hugo Salas Wenzel, por los asesinatos cometidos en el marco de la llamada Operación Albania. Asimismo, sentenció a quince años de prisión al ex jefe operativo de ese disuelto organismo Álvaro Corbalán, y a diez años al ex oficial de Carabineros Iván Quiroz, quien fue pieza clave de esta operación. Este último permaneció prófugo de la justicia desde el momento de conocerse el fallo de última instancia, en septiembre de 2007, siendo apresado por la policía el día 23 de enero de 2008 en Concepción, e ingresado al día siguiente en la Cárcel de Punta Peuco.

En el fallo dictado por el ministro en visita se señaló que Salas Wenzel fue condenado a la pena de presidio perpetuo como coautor de los delitos de homicidio simple de los doce frentistas asesinados en junio de 1987.

 

NO AL OLVIDO

La dictadura fascista fue un régimen en que junto a los militares, estuvieron muchos civiles. Ocuparon cargos decisivos en el Gobierno: Ministros, asesores, etc. No pocos de ellos están ahora en el Gobierno de Piñera y en el Parlamento. Han pasado piola. Jamás han enfrentado un juicio. Se visten con ropaje democráticos. Son de la UDI y no sólo de ahí.

Ellos, con todo cinismo se atreven a hablar contra los comunistas, contra la ejemplar democracia venezolana, contra  la Cuba heroica, se lanzan contra los exonerados políticos y todas las víctimas de la dictadura.

No podemos olvidar crímenes tan terribles como los perpetrados en junio de 1987 ni a los asesinos y sus cómplices

Recordemos a los doce héroes masacrados por luchar contra la tiranía y por la democracia.

Y, en su homenaje, continuemos sin claudicar la lucha de clases, castiguemos a la derecha que tiene una historia manchada con sangre patriota.

 

             







UN C0MUNISTA LLAMADO ERNESTO CHE GUEVARA

 



En el 97º natalicio de un inmortal:

 

 

   

                                                      Iván  Ljubetic Vargas, historiador del

                                                       Centro de Extensión e Investigación

                                                       Luis Emilio Recabarren,  CEILER

 


 




Se le señala como un heroico guerrillero. Pero fue mucho, muchísimo más que eso. Fue un revolucionario consecuente, un comunista.

 

Ernesto Guevara de la Serna, nació en Rosario, Argentina, el 14 de junio de 1928. Desde niño sufrió ataques de asma. Por recomendación médica, la familia se mudó en 1932 a la ciudad de Altagracia.

En noviembre de 1947 inició sus estudios de medicina en la Universidad de Buenos Aires.

 

Entre el 29 de diciembre de 1951 y junio de 1952 realizó un viaje en moto con su amigo Alberto Granados a través de Argentina, Chile, Perú, Colombia y Venezuela.

 

EN CHILE

El periodista francés Jean Cormier, en su libro “La vida del Che.. Mística y coraje”, sostiene que su visita a Chuquicamata tuvo un lugar fundamental en la vida del Che.






Escribe: “En Chuquicamata, entre el 13 y el 16 de marzo de 1952, es donde Ernesto Guevara de la Serna comienza a convertirse en el Che. Un marco de excepción para un destino de excepción, un chispazo histórico”.

 

Los viajantes se presentaron como médicos y son muy bien atendidos. El administrador de la mina, míster Mac Keboy incluso los confía a un guía para conozcan el mineral.

 

Continúa Cormier:  “Más que las máquinas, a Ernesto le interesan los hombres. Observa, conversando con algunos obreros, que cada uno conoce solamente lo que ocurre en su sección, y a veces sólo parcialmente. Muchos, aunque llevan diez años de trabajo allí, no saben qué se hace en la sección vecina. Ese estado de cosas es alentado por la Braden Company, que así puede explotarlos más fácilmente, manteniéndolos en el nivel cultural y político más bajo. Los valientes dirigentes sindicales deben luchar constantemente  -como uno de ellos explica a Ernesto- para instruir a los trabajadores sobre los contratos que les proponen.

 

                           Chuquicamata


“Cuando se alejan, el guía obsecuente que se les ha endilgado a los dos visitantes, comenta cínicamente: ‘Cuando hay una reunión importante, yo y otros adjuntos del administrador invitamos a la mayor cantidad posible de mineros al burdel. Así no se alcanza el quórum requerido para que las mociones votadas en la reunión tengan efecto’ Y prosigue tranquilamente: ‘Hay que decir que sus demandas son exageradas. No se dan cuenta que una sola jornada de huelga, ¡es un millón de dólares perdidos por la compañía! ¿Y qué piden en cambio? ¡Oh, hasta cien pesos de aumento! Cien pesos equivalen a un dólar!’

 

La llama de la igualdad y del antiimperialismo ya está enquistada en el alma del revolucionario en ciernes.”

 

EN GUATEMALA

Ernesto Guevara se tituló como médico en marzo de 1953. El 24 de diciembre de ese año viajó a Guatemala. En ese país había triunfado en las elecciones presidenciales de 1951 el coronel Jacobo Arbenz.  En 1952 inició un importante proceso de reforma agraria que afectó los intereses de la empresa estadounidense United Fruit. Esta transnacional, con el apoyo de la CIA llevó a cabo un golpe de Estado, que se inició el 18 de junio de 1954.

 

Ernesto había conocido en Guatemala en enero de 1954 a Antonio Ñico López, participante en el asalto al Cuartel Moncada, quien fue el primero que lo llamó Che.

 

Al producirse el golpe contra el Gobierno de Arbenz, el Che se incorporó a la brigada juvenil comunista Augusto César Sandino para enfrentar a las tropas de Castillo Armas.

 

Después de heroica resistencia las fuerzas leales fueron derrotadas el 3 de julio de 1954. Ernesto se refugió en la Embajada Argentina, donde fue incluido entre los refugiados comunistas.

 

Así como en Pablo Neruda su experiencia en la Guerra Civil Española fue decisiva para adoptar los ideales comunistas, lo mismo le ocurrió a Ernesto Guevara en Guatemala.

 

EN MÉXICO

Ernesto Guevara llegó a México en agosto de 1954. En junio de 1955 se estableció en ese país Raúl Castro, militante del Partido Socialista Popular (Comunista) de Cuba, con el fin de preparar la llegada de su hermano Fidel, quien apareció el 7 de julio. Pronto el Che conoció a ambos y a otros cubanos que se preparaban para ir a luchar contra Fulgencio Batista.

 

El febrero de 1956, un grupo de 20 personas inició el entrenamiento en la guerra de guerrillas bajo el mando del coronel español Alberto Bayo Giraud. El Che ocultó su asma, se destacó en el entrenamiento militar y se convirtió en uno de los líderes del grupo.

 


                           Fidel, Raúl Castro y el Che  


Entre el 20 y el 24 de junio de 1956, Fidel, Raúl, el Che y la mayoría de los que se preparaban para viajar a Cuba fueron detenidos por la policía mexicana. En los interrogatorios a que fue sometido, el Che declaró abiertamente su calidad de comunista.

 

Posteriormente, Fidel Castro pondría esa conducta del Che como un ejemplo de su “honestidad a carta cabal”.

 

Resultó difícil lograr la libertad del grupo, especialmente la del Che por su confesión de ser comunista. Sólo se logró gracias a gestiones que Fidel  realizó antes las autoridades mexicanas,  las que se han permanecido ocultas.

 

A las 2 de la madrugada del 25 de noviembre de 1956, 82 revolucionarios se embarcaron en el yate Granma  en el puerto mexicano de Tuxpan.

 


                           Granma


LA GUERRILLA EN CUBA

Después de una travesía de siete días,  poco antes del amanecer del 2 de diciembre, el Granma encalló en la costa sur occidental de la Isla, cerca de la playa de Las Coloradas.

 

Debido a ello, debieron dejar en el yate gran parte del armamento, víveres y medicinas.

 

Tres días después los guerrilleros fueron emboscados por el ejército de Batista en Alegría del Pío. La mayor parte murió en el combate, fueron ejecutados o detenidos. El resto se dispersó. Volvieron a juntarse en  Sierra Maestra. Llegaron unos veinte sobrevivientes.

 

Hubo nuevos enfrentamientos. El Che actuaba como médico y combatiente.

 

El 17 de enero de 1957 participó en el primer combate victorioso de los rebeldes. Fue en La Plata. El 28 de mayo se obtuvo importante victoria en el cuartel de Uvero. Según el Che, esa acción marcó la mayoría de edad del Ejército Rebelde.

 




El 5 de junio fue nombrado jefe de la cuarta columna rebelde, que en realidad era la segunda, pero se le dio ese nombre para despistar al enemigo. Entre julio y diciembre estableció su campamento en la zona de El Hombrito. Ahí instaló una escuela, una fábrica de zapatos, una talabartería, una armería, una hojalatería, una herrería y un horno para hacer pan.

 

El 21 de agosto  de 1958 recibió la orden de marchar con destino a la provincia de Las Villas para ponerse al frente de las unidades que operaban en esa zona. El 31 de agosto, la columna invasora 8 “Ciro Redondo”, encabezada por el Che, partió desde El Jíbaro. El 8 de septiembre llegó a Camagüey. El 15 de octubre, después de recorrer más de 500  kilómetros, se encontraba en la sierra de El Escambray. El Che instaló su comandancia en Caballete de Casa.

 

El 28 de diciembre, como parte de la ofensiva final del Ejército Rebelde, inició el ataque a la ciudad de Santa Clara. El 31 de ese mes fue tomada la ciudad. El 1º de enero de 1959 triunfó la Revolución. Al día siguiente, el Che se trasladó a La Habana.

 




TAMBIÉN DESDE EL GOBIERNO

El 7 de febrero de 1959 se le otorgó la ciudadanía cubana.  Desde el 13 de junio al 8 de septiembre realizó una gira como emisario de Fidel Castro por países de Asia, África. Visitó también  Yugoslavia.

 

El 8 de octubre fue nombrado jefe de la Sección Industrial del Instituto Nacional de Reforma Agraria.

 

El 26 de noviembre de 1959 asumió la presidencia del Banco  Nacional de Cuba.

 

El 21 de octubre  de 1960 partió en una gira por los países socialistas. Visitó Checoslovaquia, Unión Soviética, República Democrática Alemana, Hungría China y Corea del Norte. Al regresar a Cuba,  el 6 de enero de 1961 informó  por televisión de los resultados de su viaje.

 

El 23 de febrero fue nombrado Ministro de Industrias, puesto que desempeñó hasta 1965. Motivó y se puso al frente del trabajo voluntario. Escribió varias obras.

 




El 2 de agosto de 1961 viajó al frente de la delegación cubana para participar en la Conferencia del Consejo Interamericano Económico  Social, a celebrarse en Punta del Este, Uruguay. El día 8 intervino en la quinta sesión plenaria fustigando la llamada Alianza para el Progreso. El 17 pronunció un discurso en la Universidad Nacional de Montevideo. El 19, habiendo terminado su visita a Uruguay, visitó Argentina y Brasil. El 23 informó por televisión al pueblo cubano sobre los resultados del evento de Punta del Este.

 

El 22 de octubre de 1962, al desencadenarse la Crisis de Octubre, se le designó la defensa de la parte occidental del territorio cubano. Instaló su comandancia en la cordillera de Los Órganos, en Pinar del Río.

 

El 27 de agosto, efectuó un nuevo viaje a la Unión Soviética.

El 30 de junio de 1963 visitó Argelia  con el fin de participar en los actos con motivo del aniversario de su Independencia.

 

El 17 de marzo de 1964 tomó parte en la Conferencia Mundial de Comercio y Desarrollo realizada en Ginebra, Suiza.

 




EN EL CONGO

Hacia fines de 1964, el Che había decidido cesar sus responsabilidades de Gobierno para encabezar el envío de fuerzas cubanas para solidarizar con los movimientos revolucionarios en otros países. Especialmente, pensaba en apoyar las luchas de los rebeldes en la República Democrática del Congo, donde Patricio Lumumba había sido asesinado con participación de la CIA en 1961.

 

A comienzos de 1965, el Che envió una carta a Fidel Castro renunciando a todos los cargos y anunciando su partida hacia “nuevos campos de batalla”. Finalizaba la misiva con la frase “Hasta la victoria siempre”.

 

Fue leída por Fidel el 3 de octubre de 1965  en el acto de constitución del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. La conmoción producida por esa carta fue enorme, tanto dentro de Cuba, como fuera de ella.

 

El 15 de abril de 1965 el Che llegó a la ciudad de Dar es Salaam, en Tanzania, usando seudónimo de Ramón Benítez. Gobernaba ese país el anticolonialista Julius Nyerere. Desde allí se organizaría la ayuda de los 120 cubanos encabezados por el Che a los rebeldes congoleños. Se había decidido apoyar la lucha del Comité Nacional de Liberación del Congo (CNL).

 

Fue una empresa  muy negativa. La campaña duró nueve meses y murieron 6 guerrilleros cubanos. El 20 de noviembre de 1965 el Che debió ordenar una urgente retirada de sus hombres, pues el Comité Nacional de Liberación del Congo decidió abandonar la lucha y Tanzania dejó de  prestar apoyo.

 

El Che estuvo varias semanas en la Embajada de Cuba en Tanzania. Después se trasladó a Praga, Checoslovaquia, donde estuvo cinco meses en casas de seguridad. El 21 de julio de 1966 viajó secretamente a Cuba, donde se entrevistó con  su esposa, Fidel y los guerrilleros que lo acompañarían a Bolivia.

 

EN BOLIVIA

El 3 de noviembre de 1966, el Che llegó a la Paz, Bolivia, con el nombre de Adolfo Mena González y un pasaporte uruguayo. El 7, se instaló en una zona montañosa y selvática ubicada cerca del río Ñancahuazú, en el Sur Este de Bolivia. Contaba con 47 guerrilleros: 16 cubanos, 26 bolivianos, 3 peruanos y 2 argentinos. Tomaron el nombre de Ejército de Liberación Nacional de Bolivia (ELN).

El 11 de marzo, dos desertores fueron detenidos por  del  gobierno. Entregaron informaciones claves.  Ese mismo día, el dictador general René Barrientos,  pidió ayuda a Estados Unidos.

 

El 23 de ese mes comenzaron los enfrentamientos armados. El ELN atacó una unidad militar y mató a siete soldados.

 

El 3 de abril, el Che dividió sus fuerzas en dos columnas. Ambas se perdieron y no volverían a encontrarse.

 

El 20 de abril, dos miembros de la red de apoyo, Regis Debray y Ciro Bustos fueron capturados. Bajo torturas, dieron importantes informaciones sobre la guerrilla.

 

Entre junio y julio, el ELN perdió siete combatientes.

 

El 31 de agosto, tropas del gobierno emboscaron la Segunda Columna en el vado del río Yeso, matando a nueve de sus diez miembros.

 

El 26 de agosto, la Primera Columna, encabezada por el Che, entró en el caserío de  Higueras. Al salir la vanguardia fue sorprendida y murieron tres guerrilleros. Los 17 restantes lograron escapar trepando aún más. El 7 de octubre empezaron a bajar hacia el río

 


                           Guerrilleros del Che en Bolivia


El Che escribió su Diario desde el 7 de noviembre de 1966, día en que llegó a Ñancahuazú, hasta el 7 de octubre de 1967, vísperas del combate de la Quebrada del Yuro.

 

Volodia Teitelboim, en su libro ‘Neruda’ relata: “El Che Guevara, en los días de la selva boliviana, subrayó en el ‘Canto para Simón Bolívar’, de Canto General, que siempre lo acompañaba, un verso clave y casi autobiográfico: ‘Tú, pequeño cadáver de capitán valiente’. Una premonición de su propio destino.”

 

El  domingo 8 de octubre, a las 13 horas, en la estrecha quebrada del Yuro,  una numerosa tropa enemiga hizo contacto con el reducido grupo del Che. Éste dividió el grupo en dos. Envió a los enfermos adelante y se quedó con el resto a enfrentar las tropas del gobierno. Luego de tres horas de combate, el Che fue herido levemente en una pierna y fue capturado junto con otro combatiente, el ‘Willy’. Tres guerrilleros perdieron la vida. Otro, herido de gravedad murió al día siguiente. El 12 de octubre otros cuatro cayeron en el combate de Los Cajones. De los seis guerrilleros que el Che había enviado adelante, uno fue abatido. Los otros cinco lograron salir hacia Chile.

 

EL ASESINATO

El Che y ‘Willy’ fueron conducidos a Higueras, seis kilómetros distantes de la quebrada donde fueron hechos prisioneros.

 

Pasaron la noche del domingo 8 al lunes 9, cada uno en una sala de clases de una escuelita de esa mísera aldea boliviana.

 

El Gobierno del general Barrientos,  al recibir la noticia de la captura del Che, decidió asesinarlo para evitar así el revuelo internacional de tenerlo prisionero, entregando la versión que había caído en combate. Dio la orden de asesinarlo en clave: ¡Saluden a Papá!

 

Poco antes del mediodía del lunes 9 de octubre, el sargento Reque Terán, metralleta en mano y con algunos tragos en el cuerpo para darse valor,  irrumpió en la sala donde estaba el Che.

 

Éste ya sabía el objeto de tal visita. Antes había escuchado el tabletear de la metralleta en el aula  vecina en que se encontraba ‘Willy’

 

- Usted ha venido a matarme, le dijo.

Terán recordaba posteriormente: “Yo me sentí cohibido y bajé la cabeza sin responder. No me atrevía a disparar. En ese momento vi al Che grande, muy grande. Cuando me miró fijamente me dio un mareo.

- Póngase sereno, usted va a matar a un hombre- exclamó el Che.

“Entonces di un paso atrás, hacia el umbral de la puerta, cerré los ojos y disparé la primera ráfaga. El Che cayó al suelo con las piernas destrozadas, se contorsionó y comenzó a regar muchísima sangre. Yo recobré el ánimo y disparé la segunda ráfaga, que lo alcanzó en un hombro, en un brazo y en el corazón.”

 

Eran las 11 de la mañana del lunes 9 de octubre de 1967.

 

Ese mismo día, los cables entregaban la noticia: “El Presidente René Barrientos anunció hoy la muerte en combate del líder revolucionario castrista Ernesto ¡Che’ Guevara, acaecida en Higueras”.

 

La noticia de la muerte del Che estremeció al mundo. Al dolor se sumó el repudio al dictador Barrientos cuando se conoció la noticia de su asesinato.

 




El Siglo, publicó en primera plana el miércoles 11 de octubre: “Sensacional denuncia. Guevara asesinado”.

 

SU EJEMPLO ES INMORTAL

El 13 de diciembre de 1972, el compañero Presidente Salvador Allende en un discurso pronunciado en la Plaza de la revolución ‘José Martí’ de La Habana, dijo:

“Creo que tengo derecho que me honra de decir que fui amigo del comandante Ernesto Che Guevara. Guardo un ejemplar de su libro ‘Guerra de Guerrillas’, que me dedicara fraternalmente. Con su espíritu amplio, me decía allí con su letra dibujada por la fraternidad ¡A Salvador Allende, que por otros medios busca lo mismo. Afectuosamente, Che!’.”

 

Después de múltiples esfuerzos, el 28 de junio de 1997 un grupo de expertos cubanos y argentinos descubrió una fosa común en Vallegrande con los restos del Che y de otros seis guerrilleros.

 

Los restos del Che fueron recibidos en el aeropuerto de San Antonio de los Baños por su familia y compañeros. Ahora descansan  en el mausoleo de la Plaza Ernesto Che Guevara en la ciudad de Santa Clara.

 

Pudieron asesinar al heroico combatiente por un mañana mejor, pero su ejemplo, su obra  sus enseñanzas no morirán jamás.