lunes, 7 de agosto de 2023

Publicidad.

 


Comentario radial y escrito.

 

 

 



Un canal de la televisión española, llegando el momento de la publicidad, hace sonar una llamada telefónica y la vuelve a repetir al regresar al programa. 

Más /menos, en 10 minutos, sonará 4 veces. 

Uno no sabe si seguir viendo el programa o ir a comprar. 

Se siente una necesidad de interrogarse. 

¿Será verdad lo de la cremita, de la pastilla, depilará bien? 

Un reflejo, un instinto incondicionado puede dar una respuesta condicionada.  

Al menos es lo que veo en mi diario vivir. 

Al salir de casa, 6 minutos caminando al metro, me encuentro con unas 30 personas, todas con teléfono en mano, 28 hablando; al entrar a un vagón, el griterío me asusta. 

No me admira ver a una niñita de 1 año y meses, recién andando, hablando con un plátano en la oreja. 

Me tinca que vamos mal.  

! cachuo estoy! 

Un amigo decía, que aquel que no entiende y practica lo básico, lo mínimo de la computación, hoy por hoy, es un analfabeto.  

Yo, entiendo su decir, lo comparto, pero me asusta. 

Yo recuerdo mi primera vez frente a una escalera mecánica, si no me hubieran empujado, no subo ni a palo.  

¡Dios mío de los coloraos! 

No olvido mis ignorancias al meter una tarjeta de crédito a una caja bancaria automática.  

¡Y si me la traga! 

Recuerdo cantando con un solo micrófono, micrófono, de esos que salen recordando la radiofonía. Ahora ya no, ni cantar en directo necesito. 

Si no nos educamos, si no sabemos usar con responsabilidad de razón lo desarrollado por el hombre, esos conocimientos integrales, su aplicación y beneficios se ponen al servicio de la propiedad privada. 

Y el taller de zapatería ortopédica del Jaime, con 5 empleados, no tiene nada que ver con el concepto de “propiedad privada”, aunque Jaime sea el dueño. 

En mi tiempo de andar lejos, 46,47 años atrás, de albañil, me atreví insolente a vestir y practicar. Un trabajador boliviano fue mi profesor del cemento. 

Le puse harto empeño, un año orinándome las manos para endurecer los sembrados. Con una cuchara de albañil, regalo del Nelson, esposo de Guacolda, hija de Gaspar Díaz, más de un edificio tiene mis sudores.  

En una de las Empresas, no permitían utilizar tus propias herramientas, te alquilaban las de la empresa, que según ellos eran las adecuadas. 

Nuestra particularidad de ser humano, de ser cognitivo, no escapa al instinto, al reflejo condicionado, al contrario, le ponemos más color y nos transformamos en pan comido para el pilastrerio. 

El Gran Capital, el riquerio como yo le llamo, lo tiene más claro que la muerte.  

Por eso, agresivo y mentiroso, mantiene en un puño de hombre araña, un arma mil veces más poderosa que las nucleares, más infames que las biológicas; no te destruyen de un solo viaje, al contrario, tienen que mantenerte convencido que eres un bacán al usar ejemplar, lo que te susurra los comerciales. 

Sin la población bullente, borboteando en masa detrás de las ofertas, inventando las demandas, los medios de comunicación masiva de hoy, no tendrían razón de existir. Serían contenidos para desarrollar el humanismo.

Con su discurso y velocidad, a los derechos que le dan a la vanidad de la vida, no nos permiten reflexionar, discernir; están fuera del alcance de aquel que compra arroz y mantequilla, de aquellos que viajan comunal, sin embargo, ese mismo pueblo trabajador, sostiene, con su fuerza de trabajo, la locura de aquellos que compraron, por ejemplo, por 228.433 euros un pasaje para observar desde el interior de un submarino, el Titán, los rastrojos del Titánic, tragedia que no ha dejado ningún rastro de huesos despavoridos.  

El Titán, submarino para el ocio, con 5 pasajeros a bordo, se descuartizó a 3.200 metros de profundidad por la presión del mar. 

Es tan enorme la presión que sus cuerpos se atomizaron.  

Me imagino semejanza con las sombras de los seres humanos que, 78 años atrás, se olvidan en Hiroshima. 

Para entender por chiripa lo que pasa en Eurasia, hay que escuchar los gritos de millones de muertos que dejo el fascismo y lo nuclear asesino en Japón, las tragedias y crímenes de lesa humanidad, las consecuencias de una Europa devastada, la guerra fría y los misiles de Fidel, la luna, la inmensa tragedia que vive Afganistán, el golpe de estado en Chile, Argentina, la mentira planificada y mortal en Irak, el rostro demoniaco de Hilary Clinton y Condoleezza Rice viendo a Irak moribundo; la traición en Libia, el abandono cobarde y premeditado al pueblo de Palestina, el vivir de Damasco, de Bagdad, la muerte en Yemen, en Sahara, y actualmente en casi toda África occidental, lo vivido, nuestra historia, vale un escupo, un carajo.  

Se atraviesa a muerte la sensatez. 

Este domingo 6 de agosto, viviremos nuevamente el horror de una bomba atómica y la forma de pensar de pinganillas. Lo mismos que siguen matando a su propio pueblo. 

Este domingo también vence, el plazo dado por países africanos adictos a occidente para que Níger, cese de violentar con el golpe de Estado y todo vuelva a la normalidad.  

No se puede abandonar a un país siendo el principal suministrador de Uranio a Europa. 

El Colonialismo europeo en África, si algo enseño, es que todo se resuelve con la brutalidad de la guerra, de la muerte. Algunos países de América del sur lo saben, hasta el magnicidio es concebido si este estorba a los intereses del riquerio. 

Escuchando a los que saben me arrincono y no se para donde arrancar. 

Decían que nuestro planeta, sus recursos, su capacidad para mantenernos, para mantener una demanda mentirosa, acumulativa, se calcula por año. En doce meses, podemos consumir una cantidad estrictamente calculada. Se asemeja a los recursos de una familia cualquiera.  

Mis gastos tienen que estar de acuerdo a mis recursos, cada mes puedo gastar tanto, si no es así, estamos fritos. Lo mismo sucede con el planeta.  

La demanda ha sido tan enorme, tan de almacén, de tanto juntar, que el clima se arremolina desesperado, el presupuesto anual del planeta se acabó en el mes de junio. Como vamos a vivir hasta diciembre. 

De fiado no se puede.  

Nuestro planeta con tanto abuso del hombre sobre la tierra, esta choriao. 

Sin embargo, gran parte de los países que componen el planeta, se preguntan del porqué de tanta pobreza y miseria, reinan por sus calles y rincones, si tienen oro, diamantes, litio, agua, árbol, uranio, tierras raras, pá tirar como piñata. 

Miren a mi Perú, maniatado por el imperialismo, miren mi paisito lindo, dueño del 0,1 de los medios de comunicación, como le pasan gato por liebre. 

Los medios de comunicación en manos del riquerio son enajenantes, mentirosos, miserables. 

Leí hoy la noticia de un nuevo royalty sobre la explotación del cobre. 

Sé, entiendo, que desarrollar y aplicar un programa de gobierno en un estado de país como el nuestro es una hazaña política. Y más aún, no se trata solamente del programa, se trata de robustecer las instituciones de esta república presidencialista. 

Por eso, Salvador Allende pensaba que, en su gobierno, una nueva Constitución era prematura. Era menester tener la fuerza propia correcta y sobrada para enterrar un, dos, tres, momia. 

Todo lo que produce capitales a través del trabajo, tiene que pagar impuestos relacionados con el valor extraído, es lo que permite, la educación, la salud, el bienestar ciudadano y el de los allegados, algunos, según “yo”, para en volar, le llaman las franquicias Royalty.  

Por ahí se me asoma el Mc Donald. 

Las franquicias las inventaron para pagar menos impuestos. Típico del mundo neoliberal.

 

Alejandro Fischer Alquinta 

Mediterráneo 20230806