martes, 28 de septiembre de 2021

Mercedes Marín del Solar (1804-1866)

 





Mercedes Marín del Solar (1804-1866), “La historia, la tierra, las bellas artes os ofrecen sus inmensos tesoros: a todo puede elevarse vuestra inteligencia que no cede en viveza y penetración a la del hombre”.

  

La población (Mermasol), Mercedes Marín del Solar, un lugar donde el tiempo se detuvo 

“Como una postal del pasado, a un costado del Puente Fiscal de la ciudad de La Serena se oculta tímidamente la población Mercedes Marín del Solar. En la actualidad, el lugar, donde habitan mayoritariamente personas de la tercera edad.   

En la “Mermasol”, Mercedes Marín del Solar existe una villa de 70 pequeñas casas que datan de los años ’50. Se trata del barrio del cual se habla poco o nada y pareciera ser que nadie fuera de él conoce los secretos que guarda este misterioso lugar. La Mermasol está como oculta. Casi a la altura de calle Almagro, se cruza la línea férrea en dónde La Serena se fragmenta. En el sector del viaducto bajo el puente fiscal se encubre la población Mercedes Marín del Solar. 

Al entrar, da la impresión de que el tiempo se hubiese detenido. El barrio está totalmente aislado del ámbito urbano, estando tan cerca del centro histórico de La Serena. Sin duda, es un lugar diferente. Rápidamente el sonido del viento se hace audible y alterna con la irrupción estrepitosa del paso de tren metalero del Romeral o algún vehículo pesado que atraviesa el puente, hace que el piso retumbe, justo encima de las casas¸ Los temblores casi no los sienten; porque no se sabe si es temblor o el tren. 

Más del 80% de quienes la habitan corresponde a gente de la tercera edad. Podemos encontrar a una mujer que recoge su ropa en un tendedero de uso común situado en plena vía pública. Una imagen imposible de ver en otro lugar de la ciudad. Los lugareños caminan acompañados de sus perros y algunos cruzan de casa en casa. Y es que en la Mermasol pareciera que todos se conocen. Desde hace décadas que los pobladores se sienten en el olvido”.

 

¿Y por qué el nombre de la “Mermasol”, Mercedes Marín del Solar? 

Mercedes Marín del Solar (1804-1866), es considerada una de las primeras exponentes del romanticismo, la primera poeta, y una de las precursoras de la literatura femenina en Chile. Ciertamente fue una mujer excepcional para su época, que no se conformó con dedicarse a la vida doméstica o religiosa, sino que optó desde muy joven por instruirse y ampliar su cultura. En este sentido, fue fundamental el apoyo de su madre adoptiva, Mercedes Guerra, quien durante su infancia se esmeró por ofrecerle una buena educación y guiarla en sus primeras lecturas. Si bien siempre mostró especial predilección por la literatura, también se interesó por las artes en general: a los doce años, bajo la dirección de su padre, Gaspar Marín, y de don Agustín Vial, estudió francés e italiano y, por otra parte, aprendió canto, piano, vihuela y clavel. 

Dueña de un talento innato, demostró a los catorce años su precocidad literaria al escribir su primer poema, inspirado en los sucesos de la Independencia de Chile. Su predilección por la poesía, como diría su hijo Enrique del Solar, se debió a las lecturas de su juventud y a las conversaciones que mantuvo con importantes intelectuales de la época: su hermano Ventura Marín, Andrés Bello y el poeta Ventura Blanco Encalada, con quienes solía leer y comentar a los románticos franceses y a los poetas españoles de la escuela neoclásica. Sin duda, la lectura de aquellos autores extranjeros motivó los temas de su poesía, en la que abundan las alusiones patrióticas, la descripción de la naturaleza, el ensalzamiento de los valores familiares y los temas religiosos. 

Su nombre comenzó a ser conocido en la escena cultural santiaguina gracias a las tertulias literarias que ofreció en su hogar junto con su marido, José María del Solar, y por sus dos primeras publicaciones: "Inscripción grabada en la muralla del jardín de una casa de campo" y "Letrillas". Sin embargo, fue su "Canto fúnebre a la memoria de don Diego Portales", inspirado en el asesinato de Portales, el escrito que la consagró en las letras chilenas. Esta elegía causó gran impresión entre los lectores, quienes quisieron conocer al autor escondido tras el seudónimo de "Por una Señora Chilena". 

Su dedicación a la escritura no fue constante; mujer de su época, en definitiva, debió privilegiar muchas veces sus deberes de madre y esposa. La falta de espacio en Chile para una mujer escritora la fue desalentando, hasta que dejó de publicar y sus versos se convirtieron, tal como ella misma confesó, en un lujo de su vida privada: "una mujer literata en estos países era una clase de fenómeno extraño, y que un cultivo esmerado de la inteligencia exigía de mí hasta cierto punto, el sacrificio de mi felicidad personal". 

Mercedes Marín luchó activamente por la educación de la mujer y no sólo colaboró con la Sociedad de Instrucción Primaria, sino que también redactó un pionero plan de estudios. Además de poesía, cultivó otros géneros, tales como la leyenda, la biografía y el ensayo; algunos de ellos fueron recogidos en el libro publicado por su hijo en 1874, Poesías de la señora Doña Mercedes Marín de Solar

 

LA HERMOSURA


¿Qué eres, dulce hermosura, ante los ojos 

del mortal que seduces con tu encanto? 

Objeto destinado a verter llanto, 

juguete de sus pérfidos antojos.

  

Raro será el que rinda por despojos 

a la pura beldad un amor santo; 

el hombre engaña, ríe, y entre tanto 

siembra bajo su planta mis abrojos.

  

Tal es tu vida. La mujer hermosa 

cual delicada flor, busqué abrigo 

de la excelsa virtud, y cautelosa 

el prudente temor lleve consigo 

y guarde el amor la pura rosa 

al esposo feliz, al digno amigo.


LA EXISTENCIA DE DIOS.


«El Universo es Dios» dice el impío 

que otro tiempo dijera: «Dios no existe.» 

¡de humana corrupción gemido triste! 

¡de la frágil razón hondo extravío!

 

La luz, la tierra, el sol, el monte, el río, 

el prado que de flores se reviste, 

el aire, el ancho mar, tú los hiciste, 

¡Oh, Señor, ¡con tu inmenso poderío!


Pero, toda esta gran naturaleza 

a sí misma se ignora, y al potente 

autor de sus arcanos y belleza. 

Sólo al hombre, ser libre, inteligente, 

Dios reveló su nombre y su grandeza, 

¡y el necio huye de Dios ciego y demente!

La a historia, la tierra, las bellas artes, 

Os ofrecen sus inmensos tesoros: 

A todo puede elevarse vuestra inteligencia 

Que no cede en viveza y penetración a la del hombre”

 

Poesías:

 

Canto Fúnebre a la Muerte de Don Diego Portales (1837, poemas firmados como "por una Dama Chilena") 

A la Muerte del Ilustre Sabio (dedicado a Andrés Bello) 

Canto a la Patria (1857)

Al Retrato de mi Marido 

A mi Hija Carolina 

A mi Hija Luisa

 

(Fuentes Diario el Dia y biblioteca nacional, archivos)

 

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Luis E. Aguilera

Secretario General

Sociedad de Escritores de Chile (SECH),

Filial Región de Gabriela Mistral-Coquimbo