lunes, 4 de noviembre de 2019

MASACRE EN SANTIAGO: 3 DE NOVIEMBRE DE 1960






El otro 3 de noviembre:




                                               Iván Ljubetic Vargas, historiador del
                                               Centro de Extensión e Investigación
                                               Luis Emilio Recabarren, CEILER



Hacia fines de 1960 se agudizaba la situación de los sectores populares. El gobierno de Jorge Alessandri Rodríguez descargaba sobre ellos una lluvia de alzas. Surgió la protesta nacional. La Central Única de Trabajadores se puso al frente de ella.

Entre las acciones que llevó a cabo, estuvo una concentración pública que fue convocada en la Plaza Artesanos de Santiago, el 3 de noviembre de 1960. Concurrió un buen número de manifestantes. Entre los oradores figuró el entonces presidente de la CUT Clotario Blest.

Al finalizar el acto, se organizó un desfile por las calles céntricas de la capital. No estaba autorizado por el gobierno. Se produjeron incidentes con la policía. Los trabajadores, valientemente se abrieron paso.  Los carabineros, parapetados detrás de sus vehículos en la esquina de las calles Rosas y 21 de Mayo, hicieron uso de sus armas de fuego. Dos trabajadores cayeron  asesinados: Vladimir Tobar, obrero, militante del Partido Comunista, y el empleado Ernesto Valenzuela, del Partido Socialista. Un verdadero símbolo de la unidad de dos partidos, que se  unían y se ponían al frente de las luchas populares.  Varios otros manifestantes quedaron heridos.

Nueva prueba que los gobiernos de derecha utilizan la violencia, a través  de sus fuerzas represivas,  contra cualquier protesta  del pueblo

En repudio a esta nueva masacre, la CUT llamó a un paro nacional para el 7 de noviembre de 1960. Alcanzó gran éxito. A los funerales de las víctimas, efectuados ese mismo día, concurrieron 80 mil personas.

El periódico “El Siglo”, en su editorial del día siguiente denunció el nuevo crimen contra los trabajadores, responsabilizando de éste al gobierno de Jorge Alessandri y a carabineros. (“El Siglo”, 4 de noviembre de 1960, página 2)