lunes, 2 de marzo de 2015

TEILLIER: PARAR CORRUPCIÓN QUE SE HA INSTALADO





Presidente del Partido Comunista está por acuerdos para sancionar ilícitos, pero no para impunidad.
Hugo Guzmán. 27/02/015. Santiago. Regresó de vacaciones y luce tranquilo. Pero al abordar la contingencia política, cruzada por lo ético y lo judicial, se nota la preocupación del presidente del Partido Comunista de Chile, Guillermo Teillier, por los negativos episodios recientes donde emergió todo tipo de vínculos entre el mundo empresarial y financiero y el político y público. Para él, se trata concretamente de situaciones de corrupción.

El contraste lo presenta al aseverar que los comunistas no respaldarán ningún “arreglín” en torno de los casos de irregularidades, ilícitos o faltas conocidos por la opinión pública, y afirma que los actores políticos se harían un “harakiri” si dan paso a la impunidad en este tema.

-¿Qué conclusiones saca de los últimos hechos que afectaron al gobierno y a parlamentarios por casos de vinculación del mundo privado con sectores políticos?

-Se lo digo a todos, ¡basta de corrupción! Estamos ante hechos que no se debieron cometer y que tienen que detenerse. Es imprescindible poner fin a normas que permiten, legalmente, que se produzcan situaciones inaceptables, que éticamente son reprochables, o derechamente dan marco para operaciones fraudulentas como ocurre con el caso Penta que involucra a la UDI. Esta situación debe transformarse en un imperativo para que el Gobierno y el Parlamento, ahora, elaboren propuestas para regular de manera clara el vínculo del dinero del sector privado con la actividad política y pública. Hay que parar la corrupción que se ha instalado. Continuar con la impunidad en estos casos es hacerse el “harakiri”, sobre todo en el caso de todas y todos los actores políticos que no hemos participado en irregularidades ni abusado de privilegios. Hay que limpiar la política no solo de los hechos de corrupción, sino también sancionar a aquellos que cometen esos actos y esas irregularidades, entre los cuales hay parlamentarios que se amparan en la actual reglamentación de ambas Cámaras -que no sancionan debidamente en este tipo de situaciones- y siguen en sus cargos como si nada hubiera pasado.

-En el caso CAVAL, ¿le parece correcta la renuncia de Sebastián Dávalos a su cargo en La Moneda?

-Desde el punto de vista ético no cabía otra posibilidad, porque si bien hasta ahora no hay una transgresión a la ley, es impresentable una negociación de la naturaleza que hubo. El paso siguiente es modificar la ley respecto a todo lo que signifique compra-venta de terrenos que, como bien sabemos, en muchos casos es parte de la especulación financiera, en el que participan personas e inmobiliarias. Hay varias propuestas para modificar la ley, entregándole más injerencia al Estado.

-¿Cree que esta crisis que afecta al Ejecutivo por CAVAL, ha tapado el caso PENTA?

-Mediáticamente sí, en gran medida. Pero la gente no es tonta. Al contrario, todos esperan que se haga justicia en el caso PENTA, y que todo se haga con total transparencia. No podría obviar la Justicia que en ese caso sí hubo delitos, varios de ellos confesos. Se necesita una “Ley Emilia” con el máximo de prontitud para estos casos de delincuentes de alta alcurnia, pero de baja estofa. No veo la manera de que no hayan sanciones contra empresarios y parlamentarios en el caso PENTA.

-Se va a discutir una ley de transparencia para el funcionamiento de la política, su financiamiento y vinculación con dineros de empresas. ¿Usted cree que eso debe pasar por un acuerdo político que implique un pacto para cerrar los casos de corrupción e ilícitos?

-Acuerdos, todos los que se quieran para aprobar ahora una nueva ley para sancionar drásticamente todo hecho de corrupción y para poner fin a la dependencia de sectores políticos de los dineros de las grandes empresas. Pero un “arreglín” o acuerdo para no hacer justicia y no sancionar, simplemente no. No se pueden cerrar los casos como no sea a través de la acción de la justicia y de la aplicación de las sanciones que correspondan.

-A pesar de lo ocurrido con Sebastián Dávalos, hijo dela Presidenta de la República, usted sigue apoyando al gobierno, valoró el gesto y la actitud de Michelle Bachelet.  A estas alturas ¿hay algún cambio en esa postura?

-No hay que llamarse a engaño. Mantengo la confianza en la Presidenta, más aun cuando ella reiteró cumplir con el compromiso programático y cerrar las puertas a la corrupción mediante una iniciativa de ley. En cuanto a nuestro Partido y la Nueva Mayoría, el rumbo a seguir no es otro que el cumplimiento del programa trazado y comprometido ante el pueblo. Aquí los únicos que se van a oponer al programa, son sectores de derecha, que poca moral tienen para hacerlo, porque en la respuesta a lo de PENTA no hay ningún pudor –sobre todo hablo de la UDI-, está claro que no van a renunciar a sus privilegios, al uso y abuso del dinero, y a su poder mediático. Nosotros estamos inalterables respecto al trabajo y los objetivos de la Nueva Mayoría, de las reformas y de respaldar al gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet. Esa es lo prioritario de nuestra agenda y lo otro no nos desviará, que es lo que quiere la derecha.

-¿Qué medidas tomaría para enfrentar la falta de credibilidad y de confianza que se genera en la ciudadanía?

-Es importante primero, hablar con claridad. Establecer claramente nuestra posición en contra de la corrupción en cualquiera de sus variables. Luego, actuar con hechos, donde la ciudadanía vea que estamos enfrentando la situación en concreto. Nosotros hemos hecho propuestas legislativas bien precisas, como exigir la renuncia de los parlamentarios que cometen ilícitos, bajar los sueldos de los parlamentarios y de los Ministros, poner tope también a sueldos de privados. Vamos a respaldar todos los proyectos que apunten a regular y fiscalizar los dineros y los negocios en su vinculación con la política, y que señalen sanciones ejemplificadoras a quienes cometan delitos electores, ilícitos y abusen del poder y de privilegios. En todo esto creo que es muy importante escuchar la voz de la ciudadanía.-