jueves, 11 de diciembre de 2025

Una esperanza estrecha, larga; pero anunciada.

 


Comentario radial y escrito.

 

 

 


¡Tugar tugar salir a buscar!

Es necesario estar alerta; mi paisito, es uno de los tantos territorios del planeta que está en peligro.

El Imperio gringo anda por el mundo desbocado. 

Por no poder en solitario y bendecido hacer de las suyas; apunta de “chincol a jote”.

Hasta el gorrión tiene miedo de comer alpiste.

No vaya a ser cosa, que crean que es cáñamo.

Lo que ayer amenazaba de invasión y muerte, hoy, le busca conversa.    

Es urgente escuchar Tegucigalpa.

Estar con ella, como un injerto de Berta Cáceres.

El pueblo de Nicaragua se ensambla altivo con Sandino.

Es preciso entender al pueblo Bolivariano.

El Rey Emérito de España, el matador de elefantes, el de marrueco fácil, trato de amordazar a Hugo Chávez.

Busquen en la memoria de la historia, la meritoria que los distingue, quien tejió dignidades. 

El Reino de España, no reconoce, por ser “chavista”, al Gobierno Bolivariano de Nicolás Maduro.

Tenemos que cuajar 100 años de Soledad.

Colombia es un niño, una niña, que juega su propia vida, su propio destino.

Es el Imperio gringo, el que arropa el narcotráfico, lo protege, lo abriga, lo necesita; es parte de la miseria, de la pobreza, de la ignorancia.

¡Tugar tugar, salir a buscar!

Los que saben o los que intuyen, dicen, que la vida es un regalo, tendré que agradecer a los que me la dieron, más bien, necesito agradecer a los que me empujaron y me enderezaron por los caminos.

A las instituciones que me dieron pan, cuaderno, techo y abrigo, un abrazo lacre.

He luchado más de 6 décadas, con echona y martillo en ristre, para devolver contemporáneo lo recibido. 

Y, me duele Gaza. 

¡Chemimare! 

Me duele ese Gaza niño, me duele esa Gaza niña. 

Ese Gaza humanidad.

¡Me insolenta el riquerio!

Ando pegándole a la perra.

¿Se acuerdan ustedes del fallido golpe militar en febrero de 2019 en Venezuela?

¿Se acuerdan?  

Sebastián Piñera, por esos tiempos presidente de Chile, encaramado no sé pá que, se abrazaba a Juan Guaidó; el autoproclamado presidente venezolano. 

Se fue en la “volá” y lanzo una invitación “de aloja y buen vivir”, a los frustrados y   sediciosos venezolanos.

En un parpadeo llegaron más de 700.000 a engordar al flaco.

Y ahora, en otro parpadeo, agresivo, cruel, quieren reembolsarlos.

Según la infamia, lo invitan a irse.

Se acuerdan ustedes del referéndum de 1988.

¿Qué, determinaría dejar ir, o rogarle al Capitán General, que se quedara?

! ¡Ay, dios mío de los coloraos!

Tugar tugar, salir a buscar.

En realidad, yo siento, que fue una jugada brillante del capital financiero; se necesitaba sacudirse una incertidumbre.

Había que pasar revista. 

Los sables no dejaban ver el bosque.

El habitante, ese que viste, las mismas pellejerías que visto yo, sabe lo que es, “una situación revolucionaria”.

También lo sabe el capital.

Significa que, cuando el gobernante, ya no puede gobernar a su antojo, por culpa del descontento multifacético de los gobernados, es mejor buscar otras posibilidades de gobernar.

El pueblo, en tiempo de mecha corta, es impredecible.

Está en juego, perder, pan y pedazo.

Por eso el plebiscito; por si las moscas. 

Se tenía que saber, hasta qué punto, el descontento social se podría desparramar y desatar un entrevero muy difícil de controlar; además, penaba el cabalgar ascendente de Manuel Rodríguez, de sus amigos y conocidos.

Por una cuestión de prudencia política, se hacía necesario un cambio de vestimentas en las garrapatas.

Había que pavimentar de otra manera.

El resultado de ese plebiscito me tiene hoy, con los crespos tiesos.

Le radiografía orgánica y política de mi paísito, corresponde al caos que provoca el fascismo en Europa, en África y en Eurasia.

Sé, científicamente sé, que nuestro sentido de ser, nuestro pensar, nuestro intelecto como país, ha retrocedido más menos 50 años.

Imagínense ustedes, por favor, que será de esa infancia de Gaza en 50 años más.

No saben ni a jugar.

“Este niñito compro un huevito, este niñito se lo comió…” 

No puedo explicarme, como hemos podido darles constancia a 52 años de historia.

Me insulto, me muerdo la lengua.

¡Tugar tugar, salir a buscar!

Es tenebroso, obscuro, sentir lo que siento.

 Los números y calendarios de hoy me dan miedo.

El fascismo, en ese plebiscito de 1988, obtuvo, de casi, 7 millones y medio de sufragios, más de 3 millones de votos a su favor.

¡Cuántos serán ahorita!

Los del arco iris, logro acumular más de 4 millones de sufragios.

Hoy, entre lo cuerdo y la infamia, se asemeja a esa realidad de 1988. 

La oscuridad tiene un poder terrorífico. 

Doy gracias a mi dios de los coloraos, por el manejo colectivo de una lampara para socavón.

Han pasado 37 años, desde ese referéndum.  Para mi intelecto de cerros, de campamentos mineros, nos han agarrado con las manos en los bolsillos.

Y llego muy prisco y viejo, a las puertas de la alameda, con las mismas vestiduras y con la mismita hambre. 

Qué paisito mío más complicado, y, teniendo todo, para ser, estar y continuar a la pinta.

Nuevamente, mi pueblo hambriento de todo, hambriento de viviendas, sediento de una constitución política actualizada, no solo para los tiempos en el cual existimos, sino, para ahuyentar al chupasangre; para resguardar la humanidad, para resguardar lo que tienes como país, lo que es tuyo y que te lo niegan, tienen ustedes, y tengo yo, este 14 de diciembre, obligado por una democracia ultrajada, mentida, absorbida, enfrentarme nuevamente, y ustedes también, con la brutalidad del fascismo, del nazismo institucionalizado.

Ando de “allá pá acá y de acá pá allá”.

!Tugar tugar, salir a buscar! 

Me levanto temprano, me acuesto tarde.

Me urge alargar el día.

Como pudimos llegar, a este andén tan complicado, tan de infierno. 

Tan extraño. 

Hasta un animal, por instinto, rehúsa del dolor obligado, sin razón;  y, tú, yo, lo sentamos en la misma mesa cotidiana.

Hay que encontrar los escondrijos donde tienen prisionero, al sentido común, a la memoria, la mismita vida mentida y ultrajada. 

Nuestro planeta tiene de todo para conjugar la vida. 

Lo ha tenido siempre, andén tras andén, árbol tras árbol, rio y mar, piedra y más piedra, habitante, piojo y virus.

Hoy, nuestro planeta, gracias al trabajo del hombre, está en condiciones de darle a sus habitantes, un regalo maravilloso, una vida linda.

!Tugar tugar, salir a buscar!

Tiene que ser hermoso vivir la vida. Vale la pena vivirla.

Me levanto temprano y me acuesto tarde, me urge hablar con mi paisito.

Escucho, leo las noticias, escarbo en mi capacho los días que faltan para el 14 y le hago un conjuro y me digo: Que habría sido de la humanidad, si Lucy, no hubiera emprendido el tranco.

¡No fue cuestión de pirinola!

Mi caminar, mis lecturas, mi intelecto, se atreve a decir, que el vivir una vida linda, es un derecho.

Sin embargo, él capital, le “chantó” el hambre, la ignorancia, la lasciva, la soberbia, la avaricia, para poder, en ese monstruoso vivir, apoderarse sin asco, de todo lo creado por el trabajo del hombre. 

Necesito verme al espejo, me pellizco, necesito comprobar que existo en un momento histórico, de conciencia, de cordura, de humanidad.

!Tugar tugar, salir a buscar!

Con Jeannette Jara Román, Chile, será hermoso.

Alejandro Fischer Alquinta.

Estocolmo, a 7 días de la vida linda, como un derecho.