miércoles, 29 de noviembre de 2023

Me TÍnca

 


Comentario radial y escrito

 


 

 



“La libertad, la democracia, la soberanía son objetivos sociales deseados e inherentes a la dignidad humana.” 

¡Hay que conquistarlos! 

¡Oh! que bonito. 

Tengo la tincá que nos roban los contenidos y la aplicación de la palabra. 

Los conceptos se han inventados y se aplican, se han vestido y se visten a la medida de los poderosos. 

Los retazos sobrados, son para los que siguen a la moda. 

Y me da miedo, miedo a discutir con él habitante que recoge y hace suyo, sin medir, sin meditar lo que encuentra en los caminos. 

Mis caminos que me forman y me empujan, me hacen ser complicado, cachuo, cuidadoso, antisocial y de rincones. 

Respeto y me pongo con todas las ideas, con todos los haceres que vayan en beneficio de los pueblos, me pongo entero, con martillo y clavo, con guitarra y memoria; sin embargo, maldigo y me tiene de enemigo declarado, todo aquello que descalifique, ensucie, ponga en duda la revolución cubana. 

Fidel, es y será una herramienta para construir dignidades. 

Soy parte de la hoz y el martillo por la sencilla razón, que es la única instancia, ideario político, que responde con su programática, con su orgánica, con su hacer y amasar, conquistar “la libertad.” 

Y mi libertad, es objetiva, como “subjetiva es mi hambre”.        

Mi hambre, mi libertad, la que yo entiendo, es una libertad proscrita, negada. 

El riquerio mundial y local, no la dejan ser, ni hacer. 

Algunos días atrás, gratuitamente me metí en un entrevero. 

Me dijeron que: 

“La democracia permite discernir sin que te castiguen a palo, me hablan de la dignidad de vivir en sociedades pluralistas, es decir que encontremos en su vorágine social, todos los andenes con pan, con salud y lapiz. Y “que nadie tiene derecho de pisotear los derechos del otro.” 

Yo estoy de acuerdo con lo descrito, y eso que no se, si existe un país que se diga democrático, soberano, practique estas maravillas. 

Mi infancia, mis sueños, mis ideas, Makárenko, una bala, una piedra, dolores sin decibeles, la oscuridad y el sentido común, los que caerán en la Santa María de nuevo en diciembre, las ausencias y las incertidumbres me interrogan, necesitan saber cuándo llegan los descritos. 

Y por ahí se va todo a la chuña. 

Se hace necesario explicarme. 

Por los caminos recorridos por el maravilloso pirgüín, está la evolución, la adaptación, él tiempo, el desarrollo paulatino e integral; está lo químico, lo misterioso, lo biológico y su misteriosa intelectualidad. 

Somos criaturas perfectas, y al igual que otras criaturas, somos también, al nacer, inmensamente vulnerables. 

Me imagino ese pirgüín, chorreando agua, arrastrándose por la arena, espantado de espanto a esconderse entre los helechos. 

¡Dios mío de los coloraos! 

Para llegar a ser lo que somos y a lo que no podemos ser, la velocidad de la luz me parece un parpadeo. 

En la edad de la piedra, las necesidades del aún encogido humano eran, las mismas de hoy en día; sin embargo, al saber de la luz, del sol, empezamos a vestirnos de otra manera, necesitábamos inventar cosas para satisfacer la fabulosa curiosidad que nos come y nos empuja a la aventura, a la búsqueda, a los alumbres, que más tarde se hicieron y, son imprescindibles. 

Han pasado más de 3 millones de años y hablamos pecho inflado, de, Estado de Derechos, de democracia, de República, de monarquías y parlamentos. Muy soberanos, muy intelectuales repudiamos lo dictatorial; venga este, de adonde venga. 

¿Quién nos enseñó, quien nos inculco matarnos entre nos, “a la mala” y en patota, o eso de la división del trabajo? 

” Tu, allá adentro, yo, en busca del mamut.” 

A quien se le puede ocurrir, para conservar los privilegios, sacrificar niñas y niños implorándole al “circulo de la luna o al del sol” que no nos mande tanta lluvia o que los mande. 

¿Quién puede hacer callar la furia de los volcanes? 

¡Quien! 

De que me sirve la democracia, la soberanía, si tengo que vivir para trabajar. 

Los callos que tengo en mis manos son como granitos, como desfiladero triste… Y más encima me aplauden por tenerlos. 

Como llegaron con esa horda de muerte transitoria, los emperadores, emperadoras, reyes, reinas y princesas, comerciantes, terratenientes, oligarquías, empresarios y ladrones. 

Es un proceso de incubación muy re grande. 

A un primitivo del Paleolítico, un sentimiento extraño lo vistió, se sintió más vivaracho, más fuerte, más pije que los otros de la tribu; agarro una piedra y el descanso feroz en la cabeza de un vecino coterráneo. Le quito las bayas recogidas, agarro mujer y niños y se los lleve a su propia cueva. 

Levanto un muro de espinas para juntar las dos cuevas y puso un cartel de piedra que decía: 

Cuidado con el Milodón. Propiedad Privada. 

Se quedo con bayas, mujer, niños y miedos. 

Más tarde, gracias a ser mucho más vivaracho que otros dueños de cuevas, se hizo amo de las piedras y del barro, aleando cobre y estaño descubrió el bronce. 

Como vuelo de colibrí 3.300 años pasaron. 

Su estirpe divina fue regentes de los primeros imperios levantados en toda nuestra historia y geografía. El calendario apuntaba los 3.761 años ante de Cristo. 

Por esos parajes, la antigua Mesopotamia, Babilonia, hoy, todavía matan a la infancia. 

Esa geografía, se pobló de siervos, soldados, esclavos y algunos cachuos; todos al servicio pleno de los “vivarachos”, de los enviados por divinidades; que, de tanto darle a la rima, de sangre azul ser, hoy se la creen hasta ellos mismos. 

En una oportunidad de mi vida exiliada y ajena, quizás unos 42 años atrás, por, mi vivir antifascista, me tildaron de “frustrado”. 

Ay, mi dios, han pasado más de 50 años de la infamia y sus archivos, y este 17 de diciembre del 2023 nos vamos de plebiscito para legalizar, justificar la infamia. 

Lo único digno es vitorear un rechazo rotundo. 

Si, soy, y estoy frustrado. 

Me arrancaron todo. A cada segundo vivo mi libertad truncada. 

Soy de la hoz y martillo. 

La lucha de clases, su entendimiento, su práctica, la dictadura del proletariado me puede dar mi libertad buscada, 

Libertad, camino complicado, un nadar de salmones, un mirar de árbol. 

La Dictadura del proletariado, concepto que aterroriza al riquerio, y es más lógico y necesario que un osito de felpa, es la toma del poder político por los asalariados. 

El proletario es aquello, que, para poder vivir, necesitan vender su fuerza de trabajo por un salario, sueldo, que les impide vivir de acuerdo con el desarrollo integral de la sociedad. 

Y porque Dictadura, porque el riquerio, no consentirá jamás soltar la teta. 

Imagínense ustedes a Sebastián Piñera obligado a demostrar boleta tras boleta el capital que tiene. 

El Imperio desplegara todo su inmenso poder para conservar sus privilegios. Son ellos los que ponen la intensidad en los enfrentamientos. 

Por eso, si las correlaciones de fuerzas están inmensamente a favor de los desposeídos, un nuevo modo de vivir será posible, el vivir seria humanidad, el hambre seria erradicado, no se mataría para robarle la cueva a nadie. 

La Libertad se conquista siendo el pueblo y sus organizaciones los que almaciguen y administren a través del estado los recursos de país. 

Los impuestos serán la balanza, que le darán el valor a carreteras y puentes, casas y buen vivir. 

Soberanía no quiere decir solamente cuidar fronteras, soberanía es principalmente que todo lo que tiene y produce un pais le pertenece al pueblo. 

Siendo habitante de dicho pais, la salud, la educación, la vivienda son derechos esenciales del habitante país. 

Digo esto así, por un entrevero que tuve. 

Un Estado para Palestina.

 

Alejandro Fischer Alquinta

Estocolmo 20231126