sábado, 30 de enero de 2016

EL DERROCAMIENTO DE BERNARDO O’HIGGINS



Queridos compañeros:

Es necesario destruir los mitos que la reacción ha creado. Mostrar la verdadera historia patria. El dirigente comunista búlgaro Jorge Dimitrov, en el VII Congreso de la Internacional Comunista, efectuado en 1935, planteó que ésta era una tarea descuidada por los revolucionarios y que se debía  educar a las masas en la verdad histórica.

Por eso escribimos de un hecho histórico ocurrido un día como hoy, 28 de enero, hace justamente 193 años.

Con saludos fraternales,

Iván Ljubetic Vargas





EL DERROCAMIENTO DE BERNARDO O’HIGGINS

                                                       Iván Ljubetic Vargas, historiador del
                                                     Centro de Extensión e Investigación
                                                     Luis Emilio Recabarren,  CEILER

          

Hace hoy justamente 193 años, Bernardo O’Higgins fue derrocado. Ocurrió el  28 de enero de 1823. Para ello se unieron la oligarquía y la Iglesia y utilizaron, como tantas otras veces, a  los militares, a los que tienen el monopolio de las armas.

¿Por qué lo derrocaron? Porque las obras emprendidas por este revolucionario liberal, siendo Director Supremo de Chile desde el 16 de febrero de 1817, afectaron seriamente los intereses del rey de España, de la oligarquía y de la Iglesia Católica, que fue enemiga jurada de la Independencia de las colonias españolas de América.

LA IGLESIA CONTRA LA EMANCIPACIÓN

Lanzó dos encíclicas condenando a los patriotas. Aprovechó su influencia, para intervenir una vez más en política y a favor de la causa de los enemigos de los pueblos.  En una de esas encíclicas, suscrita por el Papa Pío VII y de fecha 30 de septiembre de 1816, llama al clero de América a “no perdonar esfuerzo para desarraigar y destruir completamente la cizaña de alborotos y sediciones que el hombre enemigo sembró en esos países... Fácilmente –agrega- lograréis tan santo objeto, si cada uno de vosotros demuestra a sus ovejas, con todo el celo que puedan, los terribles y gravísimos perjuicios de la rebelión, si presentan las singulares virtudes de nuestro carísimo en Jesucristo, Fernando, vuestro rey católico.”

La otra encíclica es del 24 de septiembre de 1824 y está  firmada por el papa León XII. Se refiere a los gobiernos patriotas como “Juntas que se veían salir, a la manera de langostas devastadoras de un tenebroso pozo, que se concentraban en ellas, como en una inmunda sentina, cuanto hay y ha habido de más sacrílego y blasfemo en todas las sectas heréticas”.

Y no sólo en la teoría. En Chile, de los 500 miembros del clero secular, los sacerdotes  patriotas no pasaban de 70. O sea, más del 80% del clero estuvo contra la Independencia y muchos curas reaccionarios empuñaron las armas al lado de las tropas realistas. Pero en la minoría que tomó la bandera libertaria hubo patriotas ilustres como Camilo Henríquez,  José Ignacio Cienfuegos, Juan Javier de Guzmán, Antonio Orihuela, Fray Rosauro Acuña.

ENTRE LAS OBRAS DE O’HIGGINS TENEMOS:

a)  Consolidación de  la Independencia. A comienzos de 1818, una nueva expedición realista invadió el país. O’Higgins  convocó en ese momento de peligro a los ciudadanos a suscribir el 12 de febrero de 1818, el  Acta de Proclamación de la Independencia de Chile.

En ella se hacía “saber a la confederación del género humano, que el territorio continental de Chile y sus islas adyacentes, forman, de hecho y por derecho, un Estado libre, independiente y soberano, y quedan para siempre separados de la Monarquía de España y de otra cualquiera dominación, con plena aptitud de adoptar la forma de Gobierno que más convenga a sus intereses”.

El 5 de abril de 1818, en la batalla de Maipú fueron derrotadas las tropas realistas.  Constituye esa fecha la culminación del proceso de siete años de la Independencia de Chile del sistema colonial español.



O’Higgins creó la Primera Escuadra Nacional, el 11 de agosto de 1818.

También con el objeto de consolidar la emancipación del país, organizó la Expedición Libertadora del Perú, que zarpó de Valparaíso el 20 de agosto de 1820. La formaban 23 buques, que transportaron a 4.100 soldados.

GOBERNANTE ANTIOLIGÁRQUICO

b) Medidas contra la oligarquía. En 1812 había escrito: “Detesto por naturaleza la aristocracia y la adorada igualdad en mi ídolo”. Siendo Director Supremo fue consecuente con esas palabras. El 28 de noviembre suprimió los títulos de nobleza y prohibió el uso de los escudos de armas. En el decreto  respectivo señaló: “En una república es intolerable el uso de aquellos jeroglíficos, con que los tiranos premian a sus servidores. Son una ofensa a las ideas de libertad e igualdad”. (Los requisitos para obtener un título de nobleza eran: demostrar pureza de sangre por los cuatro abuelos, saber montar a caballo y no haber ejercido oficios manuales).

Obligó a los oligarcas que colaboraron con los realistas durante la Colonia a pagar fuertes contribuciones para cancelar los gastos del Ejército Libertador de los Andes y a  entregar caballos y dinero para  la Expedición Libertadora del Perú.

Con fecha 5 de junio de 1818, firmó un decreto aboliendo los mayorazgos, institución del derecho español que consistía que el hijo mayor heredaba todos los bienes, con ello se impedía la división de los grandes latifundios.  Esta medida no pudo ser aplicada porque el Senado, con mayoría  reaccionaria, la aplazó indefinidamente.

GOBERNANTE PROGRESISTA

c) Obras de progreso: inició la educación estatal: fundó escuelas primarias y el Liceo de La Serena; además reabrió el Instituto Nacional y la Biblioteca Nacional.

En 1819 ordenó la construcción del Cementerio General, medida muy resistida por la Iglesia. Creó el mercado de abasto, el paseo de La Alameda, terminó el Canal del Maipo.

Inauguró el  Teatro o Casa de Comedias; permitió el desarrollo de la prensa, hubo 15 periódicos. Fundó las ciudades de La Unión, Vicuña y San Bernardo. Aplicó la vacuna.

Estableció el servicio de diligencias y correos diarios entre Santiago y Valparaíso.

INTERNACIONALISTA: LA PATRIA GRANDE

d) Fue un internacionalista. Además de la Expedición al Perú, planteó la unidad de los países americanos, desde México hasta Tierra del Fuego. Escribió: “Se  podía ser chileno, peruano o venezolano y al mismo tiempo sentirse americano y compatriota en cualquier país de Hispanoamérica”.  El 6 de mayo de 1818, publicó un Manifiesto en que pedía “instituir una Gran Federación de Pueblos Americanos”.

DESTIERRO

Bernardo O’Higgins fue detenido por el general Ramón Freire el 6 de febrero de 1823. El 17 de julio salió al exilio rumbo a Perú.  En este país, en  cuyo ejército era Capitán General, se incorporó a las tropas de Simón Bolívar. Combatió.  A la celebración de la victoria de  Ayacucho, en 1824, O’Higgins concurrió de civil. Bolívar le peguntó el por qué de su indumentaria paisana. Le respondió: “Señor, la América está libre. Desde hoy el general O’Higgins ya no existe; soy sólo el ciudadano particular Bernardo O’Higgins.”

En Perú vivió él y su familia con grandes privaciones. Solicitó en varias  oportunidades autorización para regresar a Chile. Se la negaron. Murió en  el exilio el 24 de octubre de 1842,  a la edad de 64 años. Ni siquiera muerto  sus enemigos le perdonaron su conducta progresista y patriota. Sólo  27 años después de su fallecimiento sus restos pudieron descansar en la  Patria a la que tanto amó y  por la que tanto hizo. Retornó a su tierra 46 años de su salida al exilio.