Comentario radial.
Si retrocedemos en calendarios y
llegamos al mastique del fruto seco, ese caído del árbol bueno; o, al saboreo
de un asado inventado, rodeados de cabros chicos, embelesados mirando el
misterio y poder del fuego, podemos ver, en todo pestañeo, a esa mujer que está
en todo ángulo, incluso, absorta mirando las estrellas, la luna, el silencio,
como un presagio.
Podríamos quizás, sentir, una
cierta armonía, un cierto suspenso, una espera ansiosa de algo, de inventarlo.
Sentir un instinto visceral de
continuar la vida.
Confiando en nuestras propias
cualidades, habilidades que aparecieron por encanto y adquiridas a costalazo
limpio, podemos decir:
Puta, que es lindo vivir.
Este pedacito de radiografía que
les cuento, son millones de años antes de Cristo, y, muchos miles, después de
él…Y ojalá que, después que yo me vaya, y la cordura quede, se siga junto al
fogón, mirando las estrellas.
Siendo, el único ser existente,
que pudo entender, por cachativa, la relación entre el fuego y la carne, la
cueva y la intemperie; el agua rio abajo y el árbol que lo mira, el olor a
lavanda, el dolor, el relajo, y, la satisfacción de intuir, que algún día; él
raciocinio será como un pistilo.
La inquietud, la curiosidad nos
tiene embrujados, te empuja a continuar.
No quiero mentirme, han pasado,
más menos 190.000 años y hemos heredado del despelote de los seres que chorrean
ideas, posibilidades que brotan como almacigo de cebolla. Nosotros, los
humanos, si embargo, nos hemos convertidos en unos imbéciles, engreídos,
hipócritas y criminales.
Somos traidores, verdugos de la
esperanza, de esa niñez primera, con olor a humo.
Les estamos fallando al ser
humano, a esa maravillosa, misteriosa, omnipotente construcción matemática,
biológica, química, evolucionada, adaptada a todo terreno.
¡Maldigo lo que pasa en Gaza!
Es una infamia universal. No tiene
nombre. Están haciendo lo mismo que en Irak, lo mismo consumado en Libia. Ahorcaron
a Sadam Hussein y a Muamar el Gadafi, él que dijo verdades en la ONU, el que
tenía a su pueblo en un buen estado de bienestar, lo acorralaron y le dieron
muerte.
Benjamín Netanyahu, primer
ministro de la muerte, se pasea inmaculado.
Los que soplan este infierno, el
riquerio al acecho, “más temprano que tarde” tendrán su castigo.
¡Si no pá que!
Las potencias del mundo sostienen con el
gobierno sionista, con el capital, negocios por la puerta de atrás.
Los poderes fácticos de Europa,
Estados Unidos y otros, con un ansiar enfermizo de apoderarse de los
mostradores y peajes chinos, nos tienen a un paso del exterminio de la
humanidad.
No quieren ver, aunque sea “por si
las moscas”, que Rusia no quiere invadir a nadie, no lo necesita; lo único que
pretende, es quedarse con los territorios ocupados, y, que Ucrania, no entre en
la OTAN.
El decir esto, me avergüenza, me
embrutece.
Me atrevo a decir, que la mayoría
de los muertos acumulados en el conflicto Ucrania/Rusia, con los de Yemen, y
otros, tienen que ver, además del petróleo, agua y pirita mentirosa, con el
impedir que el fascismo, perro de presa del Imperialismo yanqui, personificado
en la OTAN, se adueñe de los caminos que van y vienen desde Pekín.
Nada más.
De lo libertario, de lo
patriótico, es más falso que el balazo en la oreja del pelirrojo.
Con esta cuestión, en mi paisito,
de las elecciones primarias y luego las presidenciales, se me atraganta un
canto:
“Un canto de amistad, de buena
vecindad, unidos nos tendrá eternamente.
Por Nuestra libertad, por Nuestra
lealtad,
debemos de vivir gloriosamente.”
¡Puta que bonito!
Se viven genocidios por el solo
deseo de querer gobernarse diferente, de vivir diferente, de buscar la forma de
erradicar la pobreza.
Pobreza que la llevamos como
poncho, desde Toro y Zambrano.
Cuba, todo el Caribe, tiene el
derecho de ser soberano, y, aparece en las redes sociales un proclamado
historiador español, argumentando que los habitantes del sur de américa no
pueden hablar de genocidios ni de conquistas perpetuados por la Europa
colonialista.
Que, nuestra infeliz ignorancia,
no ve, ni agradece las catedrales construidas, las universidades, los pudores,
los inmensos conocimientos traídos de ultra mar.
Los Mayas, los Aztecas, los Incas
no han aportado nada, ni el cero.
Dios mío de los coloraos.
Ellos, los de ultramar, nos ilustraron
con la “Caza de Brujas”, con la prohibición de la mujer al conocimiento.
A la mujer del pueblo, le han
tenido siempre, un odio calculado.
Mi colectividad, nuestros aliados,
en una inmensa batalla ideológica, y, a su vez, cobarde y traidora, fuimos
vencidos políticamente.
Mil días, fueron escritos para
siempre en la historia de las revoluciones y sus vías de construcción.
Desde 1973, con el resultado de la
guerra, en patota y lamiéndonos las heridas, lamentando pérdidas humanas
maravillosas; mis viejos, colectivizan la imperiosa necesidad de reagruparnos,
de “pasar lista” y regresar.
De vernos, en abrazos.
El desparramo en las bases era
grande, el “día de los abrazos” fue una idea para reencontrarnos y continuar lo
de Luis Emilio, lo de Don Lucho.
Inventándome que la tierra es mía,
he vivido en un macetero, por más de 48 años.
He gritado, cantado, por cientos
de calles, por mi país, por Nicaragua, por Cuba, por Bolivia y Perú, por Libia,
por los Balcanes, por mis hermanos Polisarios, por Sudáfrica, por Angola, por
Vietnam, por Argelia.
El Muro de Berlín, por poco
destroza mis ilusiones.
Y todo, por una idea que no hayo
como seguir protegiéndola, desarrollándola, siendo de sentido común,
dialéctica, que se puede moldear.
Y tan complicada no es.
Necesita si, reflexión y
honestidad.
Esa idea es como la existencia de
un ser humano. Cada órgano, para su funcionalidad depende de otro y este de
otro. Y, así nos vamos.
Cada instancia tiene sus
necesidades bien establecidas. Si estas funcionan, todo el cuerpo humano podrá
caminar, realizar sueños.
Una Empresa cualquiera, con
sucursales en todo el país, prácticamente, su venta, cubre todas las
necesidades de la ciudad.
El pequeño empresario, ese que
vende chuchoca, tiene que cerrar, no puede competir con un coloso, que se
blinda con una gerencia y estructura diversa y escalonada, con pitutos en la
municipalidad, en carabineros y tribunales.
Tienen además lazos y acuerdos en
todo el continente, que le proveen de los artículos que vende y comercia. Tienen
programado expandirse, de esa forma crear más empleo; siempre y cuando, el
gobierno, le baje los impuestos a pagar.
Esa empresa de rapiña no tiene
nada que ver con mi idea de país soberano.
Además, el gerente del boliche no
es el dueño, el propietario se sienta en el extranjero, es parte de una
multinacional mencionada en cada genocidio angelical cometido, BlackRock se
llama.
Jeannette Jara, comunista,
representando a otras ideas de construcción soberana, es candidata a presidente
de Chile, ella, no acepta injerencias extranjeras en el vivir integral de su
país, con ella, podemos volver a construir soberano.
Alejandro Fischer Alquinta
Estocolmo 20250518