En su 130 natalicio:
Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro
de Extensión e Investigación
Luis
Emilio Recabarren, CEILER
En enero de 1963, en mi segunda
visita a la Unión Soviética, esta vez para participar en una escuela de
cuadros, tuve la oportunidad de concurrir a un acto donde conocí y
escuché a la heroica compañera española
Dolores Ibárruri, la Pasionaria. Por entonces, ella tenía 68 años y nos hizo vibrar de emoción
revolucionaria a los cientos de camaradas de América Latina, España y Portugal
que tuvimos la suerte de estar en esa
asamblea realizada en Moscú.
SUS INICIOS
Dolores Ibárruri Gómez, llamada la
Pasionaria, dirigente comunista española, nació en Gallarta, Vizcaya, en el
país Vasco, el 9 de diciembre de 1895. Nacida en una familia minera vasca,
católica y tradicional. Fue octava de
once hermanos. La relativa prosperidad permitió al matrimonio Ibárruri, enviar
a la niña Dolores a la escuela hasta los 15 años. Aquella adolescente que
soñaba con ser maestra acabó estudiando en una academia de corte y confección,
lo que le permitió encontrar su primer empleo. Dolores pasó a engrosar el
proletariado femenino de la época. Su condición de mujer trabajadora
enriquecería su sensibilidad igualitaria y despertaría su conciencia política
en pro de la defensa de los obreros frente a un sistema capitalista que les
oprimía por las buenas o por las malas.
Dolores Ibárruri se interesó por
la lucha obrera bajo la influencia de su marido, un militante socialista con el
que se casó en 1915.
SE INCORPORA A LA LUCHA
Participó activamente en la huelga
general revolucionaria de 1917. Dolores Ibárruri fue adquiriendo prestigio como
oradora y articulista política.
Impresionada por el triunfo de la
Revolución bolchevique en Rusia, Dolores Ibárruri participó junto con la
agrupación socialista de Somorrostro, de la que era miembro, en la escisión del
PSOE que dio lugar al nacimiento del Partido Comunista de España (PCE) en 1920,
llegando a formar parte de su Comité Central en 1930; en 1931 se trasladó a
Madrid para trabajar en la redacción del periódico del Partido, Mundo Obrero.
Su activismo de luchadora
incansable le llevó a la cárcel por dos veces en 1931-33.
EN LA GUERRA CIVIL
Recién elegida diputada por
Asturias en 1936, la sublevación de los militares contra el gobierno de la
República acrecentó su carisma popular, al desplegar durante la siguiente
Guerra Civil (1936-39). Fue una gran actividad de propaganda; su prosa
apasionada, sensible y coherente la convirtió en símbolo de la resistencia y
combatividad de la España republicana.
Su grito de batalla, “No pasarán”,
se convirtió en lema de toda una generación.
Su presencia constante en el
frente y la fuerza de sus arengas, en directo o radiofónicas, la transformaron
en un líder comunista mundial.
Sus eslóganes durante la guerra
civil pasaron a engrosar el ideario
español. En un discurso en París, adonde acudió para desbloquear el envío de
armas a la República, dijo: “El pueblo español prefiere morir de pie a vivir de
rodillas”.
“En los días de la guerra civil
–escribió el brillante intelectual cubano Juan Marinello– adquiere Dolores
Ibárruri un resplandor épico que no le abandonará ya. De todas partes se le ve
como una estampa poderosa y altiva, inviolable al cansancio y al desánimo. Los
que tuvimos el privilegio de ver a Dolores en el mitin y en la trinchera, en la
plaza y en la asamblea, podemos declarar que asistimos a ese raro espectáculo
que es el guiador encabezando al pueblo, y al pueblo sustentando e impulsando a
su vocero cabal. Es entonces cuando se cuaja un nexo inquebrantable, histórico,
entre Pasionaria, su pueblo y su tiempo”.
Tras la guerra, el exilio.
La pérdida de su hijo Rubén, oficial del ejército soviético en
Stalingrado, fue un duro golpe.
SECRETARIA GENERAL DEL PCE
Ya durante la guerra ascendió al
segundo lugar en influencia dentro del partido, después de su secretario
general, José Díaz. Tras la derrota militar se exilió en la Unión Soviética
(1939-77), continuando su labor como representante de España en la
Internacional Comunista.
Al morir José Díaz en 1942,
Pasionaria fue elegida secretaria general del PCE. En 1960 asumió
ese cargo Santiago Carrillo.
Dolores mantuvo el puesto honorífico de Presidenta del Partido.
DOS ENCUENTROS CON FIDEL CASTRO
Pasionaria arribó a La Habana el 5
de diciembre de 1963. Su visita representó un acontecimiento para la muy joven
Revolución Cubana y llegó invitada para asistir a los festejos por el quinto
aniversario del triunfo revolucionario de enero. En Cuba celebró su 68
cumpleaños, el lunes 9 de diciembre 1963.
Pudo Pasionaria comprobar el
desarrollo social y el clima de efervescencia que el pueblo vivía, el
entusiasmo generalizado ante la construcción de una sociedad con nuevos
perfiles. Se llegó hasta la hospitalaria y heroica ciudad de Santiago, donde
visitó el Cuartel Moncada.
El 13 de enero de 1964, Fidel
visitó por segunda vez la Unión Soviética. Se entrevistó con Nikita Jrushchov y
Leonid Brézhnev, colocó una ofrenda floral en el Mausoleo de Lenin, se reunió
con cosmonautas soviéticos y visitó en su casa a Dolores Ibárruri.
PRESENTE, AHORA Y SIEMPRE
Dolores Ibárruri regresó a España
tras la muerte de Franco y la transición a la democracia, resultando elegida de
nuevo diputada por Asturias (1977).
La Pasionaria, convertida en un
símbolo de la Segunda República y de la lucha antifascista, murió el 12 de
noviembre de 1989 en Madrid a los 93 años. Sus restos hoy descansan el
cementerio civil del Cementerio de La Almudena.
Presidenta de Honor a Perpetuidad
del PCE, Dolores Ibárruri vivió una vida fiel a sus principios revolucionarios.
FUENTES:
Cuba Debate, 25 de febrero de 2018
Dmitri Filomenko:
“Historia”lavanguardia.com/hemeroteca/dolores-ibarruri-lapasionaria-partidocomunista-español-guerracivil-pce-html
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