Comentario radial y escrito.
Desde el jueves 18 de septiembre,
nos traemos y celebramos a todo trapo, nuestra independencia.
Somos soberanos.
¡Deme su voz, deme su mano,
deje la puerta abierta que busco
amparo!
Miro, con sentimientos
reencontrados a la señora soberana; no la distingo muy bien.
215 años de Independencia, han
sido como gotas de agua, en la arena de mi Atacama.
215 años viviendo amarrados a
poderes ocultos y visibles, como en escaparate.
Humildemente, pido disculpa a los
patriotas de hoy, pero, no me cabe tanto jubilo.
Además, las batallas y haceres que
se siguen combatiendo para mantener soberanía son tan complicadas, como lo son,
las guerras criminales, que se dan hoy en día, por el mundo entero.
No, no le encuentro jubilo.
Aunque jubiloso, me como una
empanada, con, o sin cueca.
La independencia tiene más
rincones que cuesco de níspero.
Me arruga el doliente inmediato de
Manuel en Tiltil, su cuerpo perforado por traición ajena…Reflexiono el sentir y
saber de los hermanos Carrera, fusilados en Mendoza.
Por no decir menos, se me asoma
Bernardo O’Higgins; él que anulo títulos de nobleza y abolengos, él que
prohibió la esclavitud, el que creo Escuelas y faluchos, para luego, tener que
asilarse en la casa de San Martin.
Y la cueca, nuestro baile
nacional, tiene orígenes complicados y de migración forzada.
La cueca, es mucho más que nuestro
baile dieciochero, aparte de haber sido de ausencias, es una variante de la
zamacueca, baile originario del Perú, que tiene en su “revuelta musical, de
amor y movimientos”, el sentir de los esclavos traídos de áfrica con la
población indígena y criolla andina.
Hoy y mañana también, a una
distancia de más
El guatón Loyola; siendo un
personaje verídico, su relato, es para mí “proleta y sabia”.
Veo a mi pueblo metido en bronca,
tirado en el suelo, no en cuclillas, agarrado a las patas de una mesa, para
guardar su espalda, dejando un encanto zapateando.
Decía en un comentario, que, al
igual al país de Emiliano Zapata, estamos en transformaciones. Chile, tiene la
oportunidad de hacer su tercera transformación, y, esa transformación de
justicia social está en manos, exclusivamente de la conciencia social y de
clase de su pueblo.
El abrigo social que rodeo nuestra
segunda transformación, la de Salvador Allende, tiene mucho que ver con esta
tercera transformación nuestra, en remojo.
El enemigo interno y externo es
mucho más salvaje que antaño.
Lo que pasa por Europa, En
Eurasia, en África, en Oriente Medio, es una bellacada, un maltrato al sentido
común.
Todos esos países, como Palestina,
Egipto, Túnez, los países árabes, India, Indochina, África entera, son pueblos
que han sido colonias del Imperio inglés, francés, español, italiano,
portugués, belga, hasta China fue embrutecida por el opio introducido por el
Reino Unido…Súmale y sigue.
Cuba, cuando era el casino y
prostíbulo de los gringos, era un encanto de Isla país, hoy, caminando a lo
Martí, es un peligro vivo.
El cinismo es muy re grande.
La existencia brutal del fascismo
en Chile ha permitido que nuestra historia de vivir país tenga un caminar cojo.
Nos falta el caminar de tanta
gente, de tantas ideas, de tantos asalariados, de tanto canto y poesía, de
tantos ojos sin ver un libro, de tanta intelectualidad avasallada.
A pesar de eso, el intelecto de la
clase que hace las cosas, en contubernio con la intelectualidad, está
entendiendo que juntos, mano con mano, con un nuevo pensar y razonar, pueden
hacer un mundo diferente.
Mi Chile de hoy, es totalmente
diferente al Chile que me vio trasteando guitarra, pan y vino.
En La Serena, en 27 años de
estudios, aparte de mi abuela paterna, de los curas belgas e italianos, tuve a
tres inmigrantes, ser parte de mi vida escolar.
Hoy, en mi país de agua y nieve,
camino inmigrante y medio agachado. Uno se hace más asiduo a hospitales,
policlínicos, que a la cervecería de la esquina.
El 95% del personal de salud;
médicos especialistas, de medicina general, odontólogos, psiquiatras,
oftalmólogo, personal cualificado de enfermería, que me han atendido en patota
este año 2025, son inmigrantes.
Si los emigrantes hicieran un
país, que país más maravilloso, seria
“Deme su voz, deme su canto, deje
la puerta abierta que busco amparo”
Como es posible que, en esas
tierras, ayer sagradas y sangrientas por la brutalidad de los Señores
Templarios, por la codicia de los usureros occidentales, sigan aun, derramando
sangre humana y ajena.
El Sionismo, cara hoy visible del
fascismo, del nazismo, guardianes del imperialismo, del riquerio, tenga en sus
arcas mortuorias, más de 67.000 vidas humanas.
La mayoría niños y mujeres.
El Gobierno Sionista exige que
Hamas entregue sus armas y suelte a los supuestos 47 israelíes secuestrados en
octubre del 2024.
Hamas, pide que Israel suelte a
más de 11.000 Gazanos en prisión; la mayoría menores de 18 años.
Exigir, que el Ejercito israelí
bajen las armas, es como pedirle al alhelí que de sandias.
Las milicias armadas del Hamas
controlan políticamente la Franja de Gaza, son unos 360 Km/2, con más de dos
millones de palestinos.
A esos dos millones quítale, por
ahora 67.000.
Y, tú y yo, cómplices por existir
contemporáneo, en una tragedia más grande que el holocausto nazi, más siniestra
que la bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki, más bestial que los guetos de
Polonia, más triste que la persecución de gitanos y kurdos, más oculto que la
conciencia de los salvadoreños, más bestial y simbólica que el bombardeo a La
Moneda.
Y digo que cómplices, porque se
supone, que cada día que pasa, cada segundo que respiramos, más civilizados,
más tolerantes, empáticos, más humanistas tendríamos que ser.
Hemos sufrido tiempos horrendos,
han obligados a nuestras mujeres que sean violadas por perros, por animales de
dos patas.
Nuestra memoria esta de funerales;
sin embargo, sin asco, permitimos que el fascismo pueda postular a la Piocha de
O’Higgins.
Nos han robado la palabra y el
improperio. Y a eso, le llamamos democracia.
Permitir que una mujer inflada por
los medios de comunicación ocupe una silla parlamentaria y desde esa democracia
insulte a un país hermano, de tarado mental.
Que ensucie la palabra de Fabiola,
como lo hicieron y lo hacen con Ramona.
¿Es eso normal?
¡Deme su voz deme su mano, deje la
puerta abierta que busco amparo!
La Unión Europea anda cachua con
el genocidio en Gaza, no sabe la diferencia entre masacre o genocidio.
Ellos que vivieron la vileza del
nazismo, se olvidaron de sus dolencias.
Una cuestión parecida vive mi
paisito lindo:
Borrón y cuenta nueva. Aquí, no ha
pasado nada.
La guerra Rusia /Ucrania es, al
final de cuentas, manipulada por mercados que buscan, por un lado,
desesperados, conservar ese poder universal y unipolar, que, en cierto sentido,
siempre, gracias a la guerra y a la muerte, han poseídos, y, que hoy, ese
trajinar ha cambiado raudo.
Una fuerza contraria le ha salido
al paso.
Europa occidental, Estados Unidos
de Norte América, algunos otros países de América del sur creen que el mundo
termina, cuando termina Ucrania.
Que un pueblecito, guardado y
asoleado de cuando en vez por allá por Siberia, no puede comerciar con
Putaendo.
África, Asia, no existen.
¡El bailar cueca, jubiloso, no me
llega!
El fascismo, con pantalones de
extrema derecha y mandatado por el patrón, me pone piel de tuna.
Recuerdo un decir de Andrés Manuel
López Obrador, con relación a las intromisiones de algunos mandatarios, con el
hacer de la política interior de la República Bolivariana de Venezuela:
“No tendrán estos mandatarios algo
que hacer en sus respectivos países, que se meten en lo ajeno”.
Mi pueblo trabajador, todo aquel
que vive gracias a un salario, a ese que vive por sus servicios prestados al
país, tiene hoy, en noviembre, en sus manos, la salud integral de mi paisito
lindo.
Y no se trata solamente de
Jeannette Jara Román, se trata también de ganarse los parlamentos del Congreso.
Así, podríamos siempre bailar la
cueca en dos y no la cueca sola.
¡Deme su voz, deme su mano,
deje la puerta abierta, que busco
amparo!
Alejandro Fischer Alquinta.
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