Comentario radial y escrito
Hay que ser harto corajudo, ser
huevo de avestruz y confiado, para ser parte de este vivir actual.
Mire usted, millones de pueblos
enteros salen a las calles con gritos y banderas, obstruyendo caminares y
entretenimientos para parar el genocidio provocado por el sionismo Israelí, mandatado en Palestina, en
Cisjordania.
52 barcos navegando, llevando
ayuda a la moribunda Franja de Gaza.
Van 30 días acosados por la
infamia y admirados, puño en alto, por la esperanza.
¿Dónde guardarán los deudos sus
67.000, o, quizás más cadáveres?
Sus niños, niñas, mujeres.
¿Guardarán sus gritos de espanto?
El guerrero Jázaro, Benjamín
Netanyahu, el Atila siglo XXI, declara que los faluchos, podrán atracar por
donde sea, menos en Gaza.
Gaza es un espacio en guerra a
muerte.
Utiliza el “odio parió” del 7 de
octubre de 2024, causado por Hamás.
Milicianos palestinos armados,
que, saltando la barrera Gaza/ Israel; atacaron puestos militares y festivales;
masacrando, en ello, a más de 1.600 vidas humanas; mujeres, niños y militares.
Los rehenes israelíes capturados
conducidos a Gaza, algunos de ellos ya entregados, los que faltan, estarán, en
lo que queda de Gaza.
Cayeron, también, soldados
israelíes bajo el fuego mortal de sus propios compañeros de armas; cumpliendo
así, el deshonroso código Aníbal.
Al momento de intervenir de
Netanyahu, el auditorio de la Asamblea en las Naciones Unidas, quedo casi
inhóspito, sus adherentes y comisiones aplauden desaforados; alabando el
sentido y razón de una idea manipulada, engañosa, de mercado, con más de 200
años haciendo contra pisos y muerte.
En los momentos que es aludido el
candidato al Premio Nobel de la paz, Donald Trump, más aplausos, incluyendo la
huelga de micrófonos y escaleras mecánicas.
Que pensaran, que hará Europa. Eurasia,
África, Asia.
Que los judíos, andaban por el
mundo entero, andaban; eran inmigrantes, pero no, como los que llegan al país
de las posibilidades, o a mi paisito lindo.
Menos nosotros, los empujados,
viviendo ajeno o de casa; aportando, recibiendo solidaridad y empatías.
¿Empatía? Concepto que el
dirigente norteamericano Charlie Kirk, asesinado por la misma violencia que el
mismo predicaba; decía que la empatía era un invento de una “nueva generación”.
Esa, que está despreciando el orden moral y patriótico, esa que destruye la
familia con la diversidad de género.
Algo así, trataba de insinuar, de
aparentar.
Importándole un comino, lo que
decía Aristóteles que el hombre es un animal político. Es decir, necesita
cognitivamente de la existencia del otro, para poder diferenciarse del instinto
animal. Los que no pueden razonar, pero sí, sentir, experimentar.
El mirar de un perro, tiene una
ternura inmensa.
Donald Trump, denomina a Charlie
Kirk, como un héroe, que personifica la identidad moral y progreso de los
Estados Unidos de Norte América.
Judíos.
Qué manera de estar en la
palestra.
Son, como el interior del “Caballo
de Troya”.
¡ Ay, dios mío de los coloraos!
Volodia Teitelboin era hijo de
judíos inmigrantes, León Trotsky también lo era, como lo son Noam Chomsky, Rosa
Luxemburgo, Carlos Marx.
Cuando yo era niño, escuchaba
decir que los chilenos éramos “pata e perro”.
Uno, podía encontrarse con un chileno
en cualquier lugar del planeta.
Éramos, somos “Busca vidas”.
En los retretes de mi país flaco,
entretenido, se podía leer, recuerdos o afirmaciones, ansias, que reafirman
nuestra audacia y nuestro venturoso existir.
Me gustaba ese rayado encontrado en
la luna: “P...Pál que lee”.
En nuestro país, Chile, los
libaneses, para nosotros, eran turcos y hacían nata.
Recuerdo que, antes de los
estallidos sociales, provocados por los alumnos, universitarios, de la
secundaria, los de afuera, el exilio; trataba de unirse, para darle razón al
vivir, o, algún hueco, en las posibilidades políticas, que se habría con las
transformaciones sociales, que se asomaban en nuestro paisito.
Yo, junto a otros, andábamos
cachuos.
Aún sufríamos del síndrome del
“Muro de Berlín”
Los viejos me mandaron a Bruselas,
a “cachurear”, a un encuentro que se
organizaba para apoyar, desde afuera, esos cambios que se veían llegar.
De mi redil, Estocolmo, fuimos
dos.
Por cosas que se dan, mi asiento,
hacía compañía con una compañera de otra identidad política que acudía, al
igual que yo, al llamado de la selva.
Nos conocíamos bien, nos
respetábamos.
Nos fuimos charlando.
Ella me hablaba de la “diáspora
chilena para acá y de la diáspora chilena por allá”.
Yo, profesor normalista, primera
vez que oía esa palabra tan cuica.
Tuve que preguntarle, que era, eso
de la diáspora chilena.
Me lo explico.
No entendí mucho, pero lo intuí, y
lo incluí en mis sentidos.
Los judíos, una diáspora “pate
perro” ha sido invadidos internamente por los Jázaros.
Los Rothschild, familia judía,
alemana, Jázaros, y, otras del mismo origen, han financiado y financian,
integral, los asentamientos de colonos judíos en Palestina.
Después de la Primera Guerra
Mundial, principalmente desde Rusia, comenzaron a llegar los colonos judíos a
Palestina.
El Sionismo comenzaba a ser una
realidad.
El cobijar una idea política, un
mercado, en geografías muy complicadas, para que provoque una desestabilización
generalizada, fue un acierto brutal del capitalismo.
Miren ustedes, van 77 años, y, por
allá, por donde, quizás se enamoró Cristo, matan la vida.
Por las puras ansias enfermas, de
seguir dominándolo todo
La situación actual, nos enrostran
las consecuencias de las artes mortuorias del imperialismo, para agarrarse de
algún lado y no fenecer.
El Reino Unido era el patrón, y, los árabes,
un enemigo de largo tiempo y en potencia ascendente.
El petróleo llamaba.
Era necesario, como lo hacen en
África, fabricar muerte.
Ruanda, Burundi, no puede olvidar.
Urgía el caos en Oriente Medio.
Dividir Palestina y que le caiga
al que le caiga, fue un golpe definitivo.
El petróleo y la geografía
política, Asía, era “la niña de tus ojos”
Ayer, hoy mañana, una diáspora
extraña se convierte al judaísmo y desde allí, una idea política,
extremadamente nacionalista, ultraconservadora, predestinados, se asoma el
Sionismo.
Esta movida inmoral, financian la
vida y la muerte en Palestina; y, por otros lados, del mundo entero.
Uno se pregunta, al menos yo,
porque, a las víctimas del holocausto nazi, no se nombran a judíos sionistas,
pero sí, a judíos comunistas, gitanos, homosexuales, personas con discapacidad.
¿Por qué?
No había.
Queridos ustedes, que me escuchan
o leen, sucede que ando “pegándole a la perra”.
No puedo entender tanta miseria,
tanta maldad entre humano contra humano.
Los dirigentes que elegimos para
que construyan un mundo, un país diferente, al tener el poder, nos engañan o
los engañamos.
Van a creer ustedes que los
poderosos que sabían de la maldad que ocurriría al lanzar bomba atómica en
Hiroshima, tuvieron algún cargo de conciencia.
Lyndon Johnson, no quería ser el
único presidente gringo que perdería una guerra, y, mato a Vietnam.
Llegando las elecciones, todos son
buenos, a su manera y a su gente.
Algunos meses atrás, proponía en
mi diáspora chiquitita, somos 7; que nos juntáramos una noche, toda una noche,
en la plaza Serger Torg/Estocolmo. Lugar, por donde se hacen los grandes
mítines políticos y culturales; allí, muchos años atrás, en plena lucha contra
la Dictadura fascista de Pinochet, realizábamos huelga de hambre, mitines, para
poder tener espacio, llamar la atención, para denunciar las atrocidades que se
cometían en Chile. Yo pensé hacer lo mismo, pero por Gaza.
Solo estar ahí, en una carpa,
comiendo y cantando por Gaza.
Y, aquí estoy, pegándole otra vez
a la perra.
Como a la perra, le pegan los
Iraníes por los resultados de la cuestión nuclear en su país.
Esta Asamblea de las Naciones
Unidas fue diferente, uno sabe de Petro, de Lula, sin embargo, en gaza, continúan
matando.
Quiera el dios de los coloraos,
que, en mi paisito lindo, los parlamentos y la presidencia se vistan de
amaranto.
¡Hay que tener coraje!
Alejandro Fischer Alquinta.
Estocolmo 20250928
