En su 136 natalicio:
Fue
un verano de comienzos de los años cincuenta del siglo XX. Eran los
tiempos de la infamia del traidor, con
ley maldita y la represión anticomunista. Yo iba en un micro del recorrido
San Antonio- Llo-Lleo. En un paradero de
Barrancas subió el compañero Carlos Contreras Labarca. Lo reconocí por las
fotografías aparecidas en la prensa. Yo militaba en las Juventudes Comunistas
de Chile desde enero de 1948.
Impulsado por el respeto al dirigente
del Partido, me levanté de mi asiento (todos los demás estaban ocupados) y se
lo ofrecí:
- Tome asiento, compañero, le dije.
Varios pasajeros me miraron asombrados: la palabra “compañero” no era usual por
entonces.
El compañero Carlos Contreras Labarca,
algo sorprendido, me dio las gracias y se sentó. Desde luego, no me conocía. Me sentí
orgulloso de mi acción. Fue ese, el
único momento de mi vida en que estuve cerca del comunista ejemplar sobre el
cual escribo setenta años después.
SUS INICIOS
Nació en Bulnes el 25 de noviembre de 1889. Se
tituló de abogado el 5 de septiembre de 1924, pero ya antes, siendo estudiante universitario, se incorporó a las
filas comunistas y asesoraba
jurídicamente a la FOCH. Fue el primer profesional militante del Partido
Comunista.
Al respecto, Volodia Teitelboim
señaló: "El Partido Comunista fue en sus inicios casi exclusivamente un
Partido obrero, con la experiencia de Recabarren, la línea de Lafertte, de
Galo, de Chacón -obrero del campo- y en un momento determinado, posteriormente,
a partir del año 27, en tiempos de Ibáñez, se destacan en su seno muchos
maestros primarios.
Profesionales universitarios
había pocos, y ese es el valor de Carlos Contreras Labarca, que llegó a ser
Secretario General del Partido. Carlos Contreras fue posiblemente el primer
abogado que militó en el Partido”.
En 1926 fue elegido diputado por la Circunscripción Departamental de
Pisagua y Tarapacá.
SECRETARIO GENERAL DEL PARTIDO COMUNISTA
Apenas caída la dictadura de Carlos Ibáñez, el Partido Comunista realizó una Conferencia Nacional el 28 de julio de 1931, en la cual se regularizó la constitución del Comité Central y eligió Secretario General al abogado Carlos Contreras Labarca.
Al frente del Partido
Comunista le correspondió vivir impactantes acontecimientos.
Apenas llevaba 33 días
en ese cargo, cuando se produjo uno de los hechos más impactantes en la
historia de Chile, la sublevación de la marinería, que tuvo ligar entre el 1 y
6 de septiembre de 1931. Tres meses después, el 24 de diciembre de 1931, el
país fue estremecido por el asesinato de más de treinta militantes comunistas
por los carabineros en Vallenar.
LA “REPÚBLICA SOCIALISTA”
Seis meses después, el
3 de junio de 1932, un avión sobrevoló Santiago a baja altura y lanzó
volantes, que eran ávidamente leídos por
miles de personas. SE trataba de una
invitación a participar en “una gran revolución que tendrá lugar hoy 3 de junio
a las 5 de la tarde”.
Este insólito acto, quizás único en el mundo, fue una invitación frustrada. Ese día no ocurrió revolución alguna. Pero, en la mañana siguiente, aviones militares aumentaron la tensión y la expectación de los santiaguinos con su ruidoso volar.
Con un día de atraso tuvo lugar el golpe de Estado
anunciado en el volante lanzado por el avión rebelde. Unidades militares, que
se habían pasado al lado de Grove,
rodearon La Moneda. Los líderes del movimiento se presentaron ante
Montero y le exigieron que se marchara del Palacio Presidencial; éste les
obedeció sin la menor objeción.
A las 20 horas del 4 de junio de 1932, se extendió en La
Moneda la partida de nacimiento de la República Socialista.
EL FRENTE POPULAR
Del 25 de julio al 20 de
agosto de 1935 se realizó en Moscú el VII Congreso de la Internacional
Comunista. Concurrieron 513 delegados de 65 partidos comunistas y
organizaciones afines. Estuvieron presentes personalidades como Dolores
Ibarruri, Ho Chi Ming, Palmiro Togliatti, Jorge Dimitrov. También Carlos
Contreras Labarca, Secretario General del Partido Comunista de Chile.
Ese importante evento
mundial llamó a constituir amplios frentes antifascistas en todos los países,
los frentes populares, y crear gobiernos de frente único antifascista.
En Chile, los comunistas
invitaron a los partidos del Block de Izquierda a formar el Frente Popular. No
hubo respuesta.
El 3 de febrero de 1936
estalló una huelga ferroviaria. Los trabajadores protestaban contra la
arbitraria medida del gobierno de Alessandri de negarse a pagar una
gratificación que obreros y empleados de esos servicios habían conquistado dos
años atrás.
Arturo Alessandri,
entonces Presidente de la República, reprimió a los huelguistas.
En la solidaridad con la
huelga y las luchas por las libertades se fue forjando la unidad por la base.
Allí estaban juntos comunistas, socialistas, radicales-socialistas, radicales,
demócratas, independientes. Los hechos, las acciones comunes, fueron mostrando
la necesidad y la posibilidad del Frente Popular.
LOS COMUNISTAS Y EL FRENTE POPULAR
En febrero de 1936,
Carlos Contreras Labarca expuso el pensamiento comunista sobre el Frente
Popular:
"...Es un bloque de
partidos, es un frente de clases para la lucha por el Programa de Liberación
Nacional. Cada Partido y organización que ingresa en él conserva su fisonomía y
estructura propia. Ninguno renuncia a sus principios doctrinarios ni a su
organización interna. Se comprometen a no atacarse recíprocamente, siempre que
se cumplan las decisiones, el programa y las bases del Frente Popular,
conservando plenamente la libertad de crítica; se someten a las decisiones
democráticamente aprobadas y respetan la disciplina del Frente Popular. El
Frente Popular es la unidad de acción, pero no la disolución de los partidos”.
Carlos Contreras Labarca
jugó un rol relevante en la formación del Frente Popular en Chile.
Se logró romper las
posiciones anticomunistas de algunas colectividades de izquierda y se
constituyó el Frente Popular el 26 de marzo de 1936.
EL X
CONGRESO NACIONAL
Un año más tarde, el domingo 7 de marzo de 1937, tuvieron lugar
elecciones parlamentarias. El Partido Comunista eligió senador a Elías Lafertte
y a siete diputados, entre ellos a Carlos Contreras.
El 10 de abril de 1938 se inició
el Décimo Congreso Nacional del PC. En su informe, Carlos Contreras planteó:
“Este Congreso, a mi juicio, debe ratificar plenamente la política de conquistar y asegurar a la clase obrera toda clase de aliados a condición de que cumplan las exigencias siguientes: a) que sean aliados de masa; b) que acepten el Programa del Frente Popular y luchen por él; y c) que no mutilen la independencia del proletariado y de su Partido, el Partido Comunista”. Agregaba que: “Los temores de una tan vasta alianza revela sólo falta de confianza en la fuerza y capacidad revolucionaria de la clase obrera y conducen, no a la independencia, sino al aislamiento de ésta, es decir a su derrota.”
TRES
SENADORES Y 17 DIPUTADOS
En las elecciones presidenciales del 25 de octubre de 1938 triunfó el
candidato del Frente Popular, el radical Pedro Aguirre Cerda. El 24 de
diciembre se inició su Gobierno, que se caracterizó por ser democrático,
progresista y que echó las bases del desarrollo
de una economía en manos del Estado.
El Frente Popular se disolvió en diciembre de 1940, al renunciar a él el
Partido Socialista, siguiendo instrucciones del imperialismo estadounidense.
Comunistas y radicales continuaron unidos y de esta forma enfrentaron las
elecciones parlamentarias del domingo 2
de marzo de 1941. En esa oportunidad los comunistas eligieron tres senadores,
uno fue Carlos Contreras Labarca, y 17 diputados.
EL PC Y EL GOBIERNO DE AGUIRRE CERDA
En un artículo aparecido en la revista ‘Principios’, de julio-agosto de
1967, Carlos Contreras escribió refiriéndose a las relaciones entre los
comunistas y el Gobierno de Aguirre Cerda:
“Nuestro Partido se singularizó por su apoyo decidido a las medidas progresistas adoptadas por el
Gobierno y defendió a este ante la tentativa de golpe de Estado del 25 de
agosto de 1939. Pero no renunció a su
derecho a expresar disconformidad y criticar las medidas que se apartaban del
programa que, en consecuencia, ponían en peligro la estabilidad del Gobierno y
la integridad del Frente Popular”.
EN LA DELEGACIÓN A LA ONU
En junio de 1945, Carlos Contreras Labarca formó parte de
una amplia delegación chilena que concurrió a la Conferencia de San Francisco,
donde se firmó la Carta de las Naciones Unidas. La encabezada el Ministro de
Relaciones del Gobierno de Juan Antonio Ríos, Joaquín Fernández. Éste, en
nombre de la delegación chilena, y sin consultar previamente al resto de sus
miembros, apoyó la moción presentada por Estados Unidos en el sentido de
admitir en esa sesión y en la ONU a la delegación de Argentina, gobernada en
ese momento por una dictadura fascista.
Carlos Contreras protestó por la actitud del canciller
Fernández en el seno de la delegación chilena. Pero no lo hizo públicamente.
A su regreso a Chile, fue duramente criticado por el Comité
Central del PC. Reconoció su error y, debió explicar su actuación en un
acto público del Partido Comunista
efectuado en el Teatro Carrera.
EL XIII CONGRESO DEL PC
Se realizó en Santiago del 8 al 15
de diciembre de 1945. Entregó el Informe del Comité Central, Carlos Contreras
Labarca. En parte de su intervención
dijo:
“Aquí venimos a trazar
las líneas de la Revolución Democrático-Burguesa que, a través de un combativo
movimiento de Unión Nacional, conduzca a Chile por el camino del progreso, para
transformarlo en un país moderno, desarrollado y progresista, capaz de dar
sustento, libertad y democracia a sus hijos”.
Más adelante planteó los
cambios que es necesario llevar a cabo:
“1.- Profunda Reforma Agraria que libere a Chile de la
maldición del latifundio, entregando la tierra a los campesinos y obreros
agrícolas;
2.- Industrialización del país que le permita
emanciparse de la dominación imperialista;
3.-
Mejorar el nivel de vida y asegurar el bienestar y las conquistas de la
clase obrera y del pueblo; y
4.- Convocar a una Asamblea Constituyente
para redactar una nueva Constitución Política del Estado”.
Estos cambios –afirmó el
senador Contreras Labarca- transformarán a Chile en un país moderno, avanzado y
democrático, por cuanto permiten resolver los problemas fundamentales y más
apremiantes de la etapa actual y abren posibilidad de asegurar a la clase
obrera y al pueblo, trabajo, tierra, bienestar y libertad”.
CRITICAS A CONTRERAS LABARCA
En el XIII Congreso las
discusiones se caracterizaron por ser amplias y democráticas, algunas polémicas,
no pocas con acentuado espíritu crítico y autocrítico.
Un ejemplo de
intervención crítica fue la de Galo González se refirió a un tema discutido en
la XVI sesión plenaria del Comité Central de junio de 1945. Dijo: Se
criticó al “camarada Secretario
General por su actuación en la Conferencia de San Francisco, al no hacer
pública su disconformidad con la actitud del canciller Fernández, cuando
admitió a la Argentina en la Conferencia y en la Organización de las Naciones
Unidas, llegando al país convencido de que había actuado bien con sólo haber
criticado a Fernández en el interior de la Comisión, dentro de cuatro paredes
teniendo condiciones y facilidades para hacerlo públicamente”.
CLAUSURA DEL XIII CONGRESO
El sábado 15, tuvo lugar
la sesión plenaria de clausura. En
nombre de la Comisión de Resolución, el diputado Humberto Abarca sometió a
consideración del Congreso el Proyecto de conclusiones. Fue aprobado por unanimidad.
Según informó ‘El Siglo’
en su edición del domingo 16 de diciembre de 1945, en un aplaudido discurso,
Carlos Contreras Labarca se refirió a las conclusiones. Destacó “la necesidad de constituir un
partido de masas, capaz de desempeñar con éxito su papel de vanguardia del
movimiento obrero, de llevar adelante victoriosamente la política de unión
nacional, desterrando las vacilaciones y debilidades”. Llamó “la atención hacia la necesidad de
luchar por la reforma agraria y la industrialización del país y la Asamblea
Constituyente, a fin de resolver los importantes problemas que plantea la
revolución democrático – burguesa”.
En esa misma sesión se
aprobaron los nuevos Estatutos del Partido Comunista y se eligió el nuevo
Comité Central. Constituido éste, reeligió como Secretario General a Carlos
Contreras Labarca.
MINISTRO DE ESTADO
En las
elecciones presidenciales del 4 de septiembre de 1946 triunfó Gabriel
González Videla. Al asumir el gobierno el 3 de noviembre, el PC por primera vez
en su historia participa con tres ministros de Estado.
El Comité
Central estimó que era necesario participar en el gobierno con mucha fuerza
política, por lo cual decidió que uno de los tres ministros debía ser Carlos
Contreras Labarca, quien ocuparía la cartera de Vías y Obras; Víctor Contreras
Tapia, la de Tierra y Colonización, y Miguel Concha, la de Agricultura.
DEJA DE SER SECRETARIO GENERAL
Se consideró inconveniente que Contreras Labarca
ocupara dos cargos simultáneamente y se resuelve relevarle de sus funciones de
Secretario General. En su reemplazo fue
designado, el 31 de octubre de 1946, el profesor normalista Ricardo Fonseca
Aguayo.
Pero la verdadera razón
de la salida de Contreras Labarca del cargo de Secretario General era
otra. Ella viene de más atrás, del año
anterior.
LA VERDADERA RAZÓN
Como lo expresó Volodia
Teitelboim, en una conversación con el autor,
realizada el 13 de enero de 1994,
“la remoción de Carlos Contreras Labarca fue una resolución en donde el
factor internacional tuvo mucha importancia. Y se refirió concretamente al
derecho a veto en las Naciones Unidas que favorecía a la URSS. Estados Unidos y los otros países
occidentales no querían veto. En la
Conferencia de San Francisco la delegación chilena votó contra el derecho a
veto. En esta delegación figuraban
senadores de todos los partidos. Por el
PC iba su Secretario General, senador Carlos Contreras Labarca. Este, dentro de la delegación chilena expuso
de inmediato su posición a favor del veto, pero no lo hizo en la Asamblea
General de la ONU, donde el único con derecho a voz – por parte – era el Canciller,
que presidía la representación.
“Esto desató en Chile –
agregó Volodia Teitelboim – una tormenta muy avivada por aquellos que creyeron
que se había cometido un atentado contra la línea del Partido, que se ponía en
duda una posición de la Unión Soviética, la del veto”
“A Contreras, claro, le dolió muchísimo. Pero siempre adoptó una actitud muy digna,
muy militante”.
Refiriéndose a la
remoción misma del cargo de Secretario General, Volodia Teitelboim afirmó:
“Fue un cambio
conveniente. Lo que a mí no me pareció
fue el método, pero yo creo que el reemplazo por Ricardo Fonseca significó
también una especie de sangre nueva en la Dirección del Partido”.
CORVALÁN: ACTUÓ COMO UN COMUNIST
Luis Corvalán en su libro ‘Ricardo Fonseca, combatiente ejemplar’,
escribió sobre la actitud de Contreras
Labarca luego de su remoción:
“Cuando fue reemplazado en la
Secretaria General del Partido, rechazó invariablemente las insinuaciones y
requerimientos de aquellos elementos oportunistas que soñaban arrastrarlo a posiciones
anti-partido y con aprovecharse así de su prestigio. El camarada Carlos
Contreras Labarca siempre se mantuvo y se ha mantenido en las posiciones del
Partido como un disciplinado y activo luchador comunista. Esta actitud suya le
ha valido el respeto y el aprecio de todo el Partido. En razón de ello y de su
capacidad política, ha sido reelegido miembro del Comité Central en todos los
Congresos celebrados en los últimos cuarenta años”.
EMBAJADOR EN LA RDA
En
octubre de 1947 inició González Videla la represión contra el PC. Contreras
Labarca pasó a trabajar en la clandestinidad. Volvió al Senado en 1961
representando esta vez a la Novena Agrupación Provincial de Valdivia, Osorno,
Llanquihue, Chiloé, Aysén y Magallanes.
Durante el Gobierno de
Salvador Allende fue designado Embajador en la República Democrática Alemana.
Allí lo sorprendió el golpe fascista.
Encabezó el trabajo de la solidaridad con los que en Chile luchaban contra la dictadura.
Luis Corvalán escribe en sus Memorias: “Cuando el Comité Central tomó la decisión de
promover el retorno de los compañeros que tuvieran su pasaporte sin la letra
‘L’ (letra indicativa de los que estaban en la lista de los que no podían
volver), se habló en primer término con Carlos Contreras Labarca. Éste había sido
embajador de Chile en Berlín, designado por el Presiente Allende con la
aprobación del Senado de la República, como se estilaba en esos tiempos.
Producido el golpe del 11 de septiembre, Carlos se quedó, obviamente, en la
capital de la RDA, donde presidió durante años el Comité Antifascista de
Solidaridad con el Pueblo Chileno. Se le dijo que se estimaba muy importante su
regreso legal al país, pues ayudaría a marcar abiertamente la presencia del
Partido en la actividad pública que rebrotaba con fuerzas esos días.
-Agradezco profundamente al Partido que haya encomendado esta
misión- dijo Carlos Contreras cuando se le habló del asunto.
A todos y a mí, personalmente, que había sido su secretario y
compartido con él y otros compañeros la representación del Partido en el
Senado, sus palabras nos llegaron al alma”. (Corvalán, Luis: “De lo vivido y lo
peleado. Memorias”, páginas 216 y 217)
No obstante, sus debilitadas capacidades físicas, asumió la tarea de enfrentar al fascismo y regresó
a Chile en 1979. Su sola presencia en las calles fue un enorme estímulo para
quienes luchaban heroicamente en la clandestinidad por derrotar la dictadura
cívico-militar que encabezaba Pinochet.
Falleció en Santiago el
2 de agosto de 1982. Una larga y penosa enfermedad le afectaba el corazón. La
arterioesclerosis lo minó implacablemente.
Era el más antiguo
miembro del Comité Central del Partido Comunista de Chile, en el cual militó
por sesenta años, no finalizó su vida en el exilio. Murió en su patria, pero
sin alcanzar a ver el fin del fascismo.
Fue sepultado en el
Cementerio General, en medio del dolor contenido de sus camaradas, del respeto
de sus amigos, de la admiración de multitud de sus compatriotas.