Se cumplieron el día 11 de abril recién pasado, 23 años del Golpe fascista
en contra del Presidente Hugo Chávez, el gobierno bolivariano y su proceso revolucionario.
Entregamos a nuestras lectoras y lectores del Boletín Rojo un escrito del
recordado Historiador Iván Ljubetic Vargas.
Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
El 11 de abril de 2002 un sector de la oposición venezolana
convocó a una marcha. En principio recorrería los sectores caraqueños de
Parque del Este. Pero, arengados por los
convocantes, los manifestantes se dirigieron hacia al Palacio de Gobierno
ubicado en Miraflores, Caracas, donde se encontraban simpatizantes del gobierno
concentrados en sus alrededores desde el 9 de abril.
Enfrentados estos grupos,
francotiradores de la oposición dispararon. Se produjeron 18 muertos y unos 69
heridos. Ello fue utilizado por militares golpistas para justificar su
alzamiento contra el gobierno constitucional.
EL GOLPE
El 11 de Abril del 2002 Chávez fue
secuestrado por algunos militares traidores y sus mentores civiles
-empresarios, la jerarquía de la Iglesia
católica. Los medios, confabulados con los golpistas, se limitaban a seguir con
sus rutinas tradicionales y no informaban de nada.
Pero poco después los golpistas
lanzaron la noticia de que Chávez había renunciado, siendo que, en verdad,
aquél se rehusó valerosamente a firmar la carta de renuncia que los golpistas
le habían preparado.
Los reaccionarios convocaron a una reunión en el Palacio de
Miraflores, donde designaron como presidente provisional de Venezuela al
líder de la organización empresarial Fedecámaras, Pedro Carmona Estanga. Allí
se procedió a dar lectura al Acta de Constitución del Gobierno de Transición
Democrática y Unidad Nacional.
Pedro Carmona derogó la
constitución bolivariana, disolvió el Poder Legislativo y destituyó a todos los
diputados a la Asamblea Nacional, suspendió a los magistrados del Poder
Judicial, al Fiscal General, al Contralor y al Defensor del Pueblo y concentró
la suma del poder público en sus manos.
LOS APOYOS EXTERNOS
El golpe del 11 Abril contó con el apoyo de Estados Unidos y
España. También obtuvo la aprobación de algunos otros gobiernos: de
Colombia, presidida entonces por Andrés
Pastrana, y el gobierno de Francisco Flores en El Salvador.
El golpe del 11 de abril se
produjo mientras tenía lugar en San José, Costa Rica, la XVI Cumbre del Grupo
de Río. Los presidentes allí reunidos consensuaron una tibia declaración en
donde se condenaba la “interrupción del orden constitucional” cuidando de no
emplear la expresión “golpe de estado” en el documento.
El presidente Ricardo Lagos
declaró en San José que “lamentamos profundamente los hechos de violencia y la
pérdida de vidas humanas. Instamos también a la normalización de la institucionalidad
democrática, pero al no tener el cuadro completo de situación le pedimos a la
OEA que sea la encargada de hacer una evaluación del asunto”, al paso que
agregaba que “tal como se ven las cosas hasta el momento «sería apresurado
hacer declaraciones concluyentes”.
Pero la Canciller chilena, Soledad
Alvear, entonces militante demócrata cristiana (renunció al PDC el 21 de abril
de 2018), vio las cosas de otra manera y atolondradamente emitió un venenoso
comunicado que, siguiendo puntualmente la línea establecida por la Casa Blanca,
acusaba de los hechos de violencia y alteración de la institucionalidad al
depuesto presidente Hugo Chávez.
El vergonzoso mensaje de Alvear
–¡jamás repudiado o desautorizado por Lagos!- decía textualmente que “el
gobierno de Chile lamenta que la conducción del gobierno venezolano (es decir,
Chávez) haya llevado a la alteración de la institucionalidad democrática con un
alto costo de vidas humanas y de heridos, violentando la Carta Democrática
Interamericana a través de esta crisis de gobernabilidad”.
NUNCA RENUNCIÓ CHÁVEZ
El 12 de abril de 2002, en cadena
nacional, el general Lucas Rincón, anunciaba que se le había solicitado la
renuncia al presidente y que este había aceptado:
"Los miembros del Alto Mando
Militar de la República Bolivariana de Venezuela deploran los lamentables
acontecimientos sucedidos en la ciudad capital en el día de ayer. Ante tales
hechos, se le solicitó al señor presidente de la República la renuncia de su
cargo, la cual aceptó. Los integrantes del Alto Mando ponen sus cargos a la
orden los cuales entregaremos a los oficiales que sean designados por las
nuevas autoridades", dijo general Lucas Rincón Romero.
Sin embargo, no fueron presentadas
pruebas que avalaran las declaraciones del general Rincón. La realidad fue que
la renuncia nunca se produjo, puesto que no se firmó ningún documento.
Militares y civiles habían trasladado al líder de la Revolución
Bolivariana, Hugo Chávez, a distintos lugares, inicialmente al Fuerte Tiuna en
Caracas intentando evitar que el pueblo lo rescatara, para posteriormente ser
llevado hasta la isla venezolana de La Orchila, a
AGRESIONES CONTRA LOS BOLIVARIANOS
Se realizaron allanamientos y
agresiones por todo el país a diferentes funcionarios del Gobierno. Detienen
sin orden judicial al para ese entonces diputado Tarek William Saab y al
ministro de Interior y Justicia, Ramón Rodríguez Chacín.
Liderado por el entonces alcalde
del municipio Baruta, Henrique Capriles, se realizó un ataque contra la
embajada de Cuba en Venezuela, secuestrando a las personas que se encontraban
en el lugar.
PARTIDARIOS DE CHAVEZ LO RESTAURAN EN EL PODER
El nuevo gobierno de facto tuvo
que enfrentarse con protestas de ciudadanos que se mantenían concentrados en
sectores del país en apoyo de Chávez. En diferentes puntos de la capital y en
algunas ciudades se presentaron disturbios y hubo saqueo de negocios. Durante
todas estas protestas, el canal del Estado Venezolana de Televisión, y las
compañías de televisión privadas fueron rodeadas por simpatizantes de Chávez.
Cuando fue retomado el canal del
Estado, se transmitió que el entonces vicepresidente Diosdado Cabello,
había jurado como presidente temporal,
al margen de la constitución, hasta que Hugo Chávez pudiese retomar el poder.
En la madrugada del 13 de abril, Chávez fue trasladado del Fuerte Tiuna a la base naval de Turiamo. Allí escribió una nota que indicaba que no había renunciado "al poder legítimo que el pueblo me dio". Para aquella fecha aún se mantenían reunidos un buen número de simpatizantes de Chávez que habían salido a protestar frente al Palacio de Miraflores y en la Brigada de Paracaidistas en la ciudad de Maracay.
El general Raúl Isaías Baduel se opuso al gobierno de Carmona, y empezó a buscar activamente el modo de restaurar a Chávez en el poder.
El 14 de abril de 2002 Chávez fue liberado de la prisión
militar en la Isla La Orchila y fue
repuesto como presidente de Venezuela.