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miércoles, 28 de mayo de 2025

En su 99 natalicio: UNA HEROÍNA LLAMADA RAMONA PARRA

 

Hoy se cumplen 99 años del natalicio de Ramona Parra, Heroína de las Juventudes Comunistas, asesinada por Carabineros de Chile, en la Plaza Bulnes de Santiago, el día 28 de enero de 1946 junto a otros cinco trabajadores.

Entregamos a nuestras lectoras y lectores del Boletín Rojo un escrito del recordado Historiador Iván Ljubetic Vargas.



En su 99 natalicio:

       

UNA HEROÍNA LLAMADA RAMONA PARRA


 

                                               Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                               Centro de Extensión e Investigación

                                               Luis Emilio Recabarren, CEILER

 

                                    

 


 

                                      “ Ramona Parra, joven

                                         estrella iluminada.

                               Ramona Parra, frágil heroína,

                                         Ramona Parra, flor ensangrentada,

                                         amiga nuestra, corazón valiente,

                                         niña ejemplar, guerrillera dorada:

                                         juramos en tu nombre continuar la lucha

                                         para que así florezca tu sangre derramada”.

                                                 (Pablo Neruda: “Canto General”)

  

 

28 DE MAYO DE 1926

Fue en  la noche del 28 de mayo de 1926.  En el hogar ubicado en calle Baldomero Flores Nº 2470 de la comuna de Independencia, doña Aurelia Alarcón empezó a sentir los dolores del parto.Su esposo – don Manuel Parra- salió a buscar la matrona. Llovía torrencialmente y las calles eran un barrizal. La partera se negó a ir. Entonces,  don  Manuel –desesperado- regresó a su hogar. Le pidió a un tío que fuese a buscar un taxi. Nació la niña y el auto no llegaba.  Doña Aurelia se desangraba. Entonces don Manuel hizo una manda a San Ramón. “Le pondré Ramona a la niña si el auto llega antes que la llama alcance esto”, prometió, haciendo una cruz en la vela que había encendido al santo.

El taxi apareció en el preciso instante en que el fuego llegaba a la marca. Estuvieron  a tiempo en el hospital para que doña Aurelia se repusiera. Cumplió su manda don Manuel. Y la niña se llamó Ramona, Ramona  Aurelia Parra Alarcón.

 

INGRESA A LAS JUVENTUDES COMUNISTAS

Ramona se matriculó en el Instituto Superior de Comercio para estudiar contabilidad. 

El 15 de enero de 1944, a los 16 años de edad,  ingresó a las Juventudes Comunistas, junto con sus hermanas Flor y Olga.

Al año siguiente, entró trabajar como obrera  en el Laboratorio Recalcine, que estaba ubicado en Avenida Matta esquina Vicuña Mackenna y continuó sus estudios en cursos vespertinos. Se decidió a emplearse en Recalcine con el objeto de ayudar a la mantención del hogar y, además, para estar en contacto directo con los trabajadores y participar en el sindicato.

 

UNA MUCHACHA LINDA EN TODO SENTIDO

Quienes la conocieron personalmente la describen como una muchacha hermosa, dulce, tierna, agradable, buena amiga y excelente compañera. Inquieta y audaz. Muy responsable en el cumplimiento de las tareas. Valiente, brava en la lucha.

 

Samuel Riquelme, entonces dirigente de las Juventudes Comunistas de Santiago, evocó en el año  2001: “Yo recuerdo que nuestra organización era en ese entonces, una organización pequeña numéricamente. Éramos pocos, no era una gran Juventud Comunista... sin embargo, nuestra organización movilizaba a grandes sectores juveniles contra el fascismo. Y este es un aspecto también que yo quisiera hablar sobre Ramona. Ramona era una muchacha realmente tierna, una joven hermosa, pero -a la vez,  para emplear los términos de ahora-  era una mujer brava... brava en la lucha contra el fascismo, de una valentía realmente extraordinaria”.

 

 

 



LA LUCHA CONTRA LOS FASCISTAS

“Con esa pequeña juventud –continúa Samuel Riquelme- teníamos que salir a la calle a pelear contra el fascismo... y los fascistas... bueno... como siempre... y en esa época en que ellos estaban obteniendo algunas victorias (en la segunda guerra mundial), estaban insolentes, prepotentes y yo recuerdo que nosotros examinamos este problema en la Dirección de la Juventud, ellos se habían ganado parte de la calle.

 

Salían a la calle a aterrorizar al pueblo. Resolvimos que había que salir a enfrentar al fascismo, que ellos no podían, así no más, ganarse las calles de Santiago, ahora Ramona a pesar de sus cortos años jugó un papel importantísimo en esa lucha contra el  fascismo, un gran papel. Recuerdo algunos hechos: los jóvenes fascistas organizaron un acto desde la Universidad de Chile.

 

Hubo una manifestación callejera preparada por ellos. A la vez, todas las fuerzas antiimperialistas, antifascistas de esa época, organizamos actos de contramanifestación, de modo que hubo grandes combates en el centro de Santiago... y ahí estaba Ramona... combatiendo... siempre ella andaba con una carterista, de esas colgantes... pero nunca la andaba trayendo vacía esa carterita la Ramona, siempre la andaba trayendo con unas piedras que se usaban entonces para combatir el fascismo, puesto que ellos incluso salían armados a la calle, tenían unos cinturones con unas hebillas inmensas, con la svástica, hebillas inmensas de cobre o de bronce...”

 

COMPROMETIDA CON LA CAUSA

Ramona Parra se entregó de lleno a la causa de la construcción de un mundo mejor. Su hermana Olga la recordaba diciendo: “Quizás algún día  me case. Pero, por el momento tengo ya mi compromiso”

Era la  Encargada del Frente Femenino en el Comité Regional Santiago de las Juventudes Comunistas. 

 

OBRERA EN UN LABORATORIO

En Recalcine, Ramona trabajaba envasando medicamentos. Por su fraternidad y seriedad era querida y respetada por sus compañeras de la industria, a pesar de tener sólo 18 años. 

La mayoría de las operarias recibían y leían con atención los volantes y folletos que ella les entregaba. También concurrían a reuniones y mítines a que las invitaba. 

Estela Rozas, ex presidenta del Sindicato Recalcine,  cuenta: “Ramona andaba siempre con libros, con cuadernos, en el rato que nos quedaba después de la colación, ella escribía y estudiaba. Ella, sin dejar de ser alegre era muy seria en ese aspecto y no nos hacía caso cuando la invitábamos a conversar. Ramona trabajaba ayudar en su casa y estudiaba de noche para poder superarse y poder cumplir su anhelo de seguir hacia delante”.

 

SIEMPRE SONRIENTE

Ramona era, por entonces –relata Américo Zorrilla-,   una muchacha delgada, pálida, de rostro muy agradable. Siempre con una sonrisa a flor de labios. En la prensa apareció una fotografía suya de fines de 1945. La llevaban detenida dos carabineros a raíz de su participación en una manifestación callejera. Ella va sonriendo, con su gesto habitual”.

 

“HOY TENEMOS QUE PARTICIPAR”

El lunes 28 de enero de 1946  Ramona llegó, como siempre,  puntual al laboratorio. Se colocó su blanco delantal. Se sentó ante un largo mesón donde estaban alineados miles de frasquitos. Sus ágiles manos los iban colocando en cajitas. Sonría. Sin dejar de trabajar conversaba con sus compañeras:

- A no olvidarse que tenemos que ir esta tarde a la concentración convocada por la CTCH.    Es a las 19 horas, en  la Plaza Bulnes.  Hay que ir a solidarizar con los obreros de las oficinas salitreras Humberstone y Mapocho, que están en huelga contra los abusos de sus empresas. Hay que a protestar porque el gobierno del Vicepresidente Alfredo Duhalde les ha anulado sus personerías jurídicas de los sindicatos de ambas oficias, para favorecer, como siempre a los patrones”.

 

MARCHARON A LA PLAZA BULNES

Finalizada la jornada laboral las operarias del Laboratorio Recalcine, con el estandarte del Sindicato, marcharon hacia la Plaza Bulnes. Se integraron a la larga columna de trabajadores, que portaban banderas chilenas y rojas, estandartes sindicales, pancartas y que gritaban  combativas consignas.

Eran las 19,15 horas. La plaza estaba colmada. Veinte mil voces cantaron el Himno Nacional. Había comenzado el acto.

 

MONTADA LA PROVOCACIÓN

En la autorización para el mitín, la Intendencia de Santiago  colocó la condición ridícula, pero sobre todo provocadora, que los manifestantes sólo podían  estar en un lugar determinado de la plaza. Pero la multitud no cabía en el sitio señalado. Los carabineros daban caballazos y palos a quienes pasaban del límite fijado. Los policías, armados como para una batalla, fueron creando intencionalmente un clima de irritación, de choque, de violencia. Preparaban las condiciones para una masacre planificada con premeditación.

 

UNA VALIENTE MUCHACHA

Especialmente brutal fue el comportamiento de las fuerzas represivas en el sector frente al entonces Ministerio de Defensa.  Allí estaban, entre muchos otros, los del sindicato Recalcine.  Indignada ante la actuación de carabineros, una muchacha rubia se acercó a un oficial y protestó airadamente.  El policía respondió con un golpe que la derribó al suelo.  La joven se puso de pie y le lanzó a la cara un puñado de pasto que ha recogido en su caída. Era Ramona Parra.  El oficial  sacó su revólver y le disparó en la cabeza, hiriéndole de muerte.   Ese balazo fue el comienzo.

 

CON BALAS DE GUERRA

“En un momento determinado – relata Américo Zorrilla testigo ocular de los hechos – yo presencié desde muy cerca cuando un oficial dio una orden, los carabineros pusieron una rodilla en tierra – toda una hilera de carabineros – y apuntando hacia la masa de gente, empezaron a disparar.  Fueron varias descargas, por orden del oficial.  Quedaron muchas personas heridas, fueron seis los muertos.  Inmediatamente después de eso, los carabineros se replegaron, desaparecieron y dejaron la plaza llena de gente botada en el suelo, algunos heridos, otros muertos.  Había sangre por todas partes.  La gente que en el primer momento había arrancado, volvió ahora.  Algunos hacían parar a gritos los autos y camiones que pasaban, para llevar los heridos a la Asistencia Pública”.

 

SEIS MUERTOS EN LA PLAZA

Los seis asesinados eran trabajadores. Cuatro de ellos comunistas. Sus nombres: Manuel Antonio López, Lisboa Calderón, Alejandro Gutiérrez, César Tapia, Filomeno Chávez y Ramona Parra.

Sí. La valiente y ejemplar joven comunista, obrera de Recalcine, estaba ahí, tendida en la vereda. Pálida, más pálida que de costumbre. Era la palidez de la muerte. En su sien  un círculo, una perforación nítida, sin que saliera sangre de ella. A su lado, de pie, una  hermana y otros jotosos. La miraban con dolorosa impotencia.

 

EN LA POSTA CENTRAL

Ramona  fue conducida a la Posta Central. Una persona que estaba allí relata: “Lo más terrible fue la llegada de la gran dirigente de las Juventudes Comunistas, compañera Ramona Parra, que venía con una    profunda herida a bala en la cabeza.

 

 


La masa encefálica la traía prácticamente deshecha, como si una tropa de caballos hubiera pasado por encima de ella. Murió a los quince minutos de haber llegado, en medio de la indignación y consternación de los médicos y practicantes”. 

 




ESCRIBE “EL  SIGLO”

El miércoles 30 de enero de 1946 “El Siglo” escribió: “Ahora están en la morgue, desnudos y serios. Están tendidos en bandejas entre las heladas paredes blancas... Está Ramona con el cuerpo nacarado y ceroso, con un tiro caminando de sien a sien y los cascos de los caballos impresos en el cráneo. Es duro contemplar, tendida y fría, a una niña de ojos amoratados por los golpes. Es doloroso comprender, 20 años truncados de una obrera, y saberlos repletos de anhelos y proyectos”.

  

LA LUCHA CONTINÚA

Superando el terror y la sorpresa inicial, los trabajadores reaccionaron con indignación. Muchos de ellos empaparon sus  pañuelos, camisas, hojas de periódicos y las enarbolaron como banderas. Marcharon por las calles céntricas de Santiago. No se veía ni un carabinero. Las masas eran dueñas de las principales vías de la capital. Pero, a pesar de tanto odio acumulado, actuaron con enorme  disciplina y responsabilidad.

 

CHILE ENTERO CONTRA EL CRIMEN

Ese mismo  miércoles 30 de enero de 1946, desde tempranas horas los trabajadores chilenos, convocados por la CTCH, paralizaron sus labores en repudio a la represión del gobierno de Duhalde. También, en la tarde de ese miércoles 30, tuvieron lugar los funerales de las seis víctimas de la masacre perpetrada en la Plaza Bulnes. El velatorio se había efectuado en el local de la CTCH, ubicado en calle Santo Domingo 1887. De ahí partió el multitudinario cortejo. Marcharon las columnas con banderas rojas y estandartes  sindicales. Llegaron al Cementerio General. En el Mausoleo del Sindicato de Cristalerías Chile fueron depositados los seis féretros.

Ahí descansan los restos de la heroína juvenil, Ramona Parra.

 



NO AL OLVIDO

La de la Plaza Bulnes es una de las 55 masacres  perpetradas por la reacción en el siglo XX. No puede ser olvidada.

Como  canta el poeta:

 

         “Aunque los pasos toquen mil años este sitio,

           no borrarán la sangre de los que aquí

           cayeron.

           Y no se extinguirá la hora en que caísteis,

           aunque miles de voces crucen este silencio.

 

            La lluvia empapará las piedras de la plaza,

           pero no apagará vuestros nombres de fuego.

            Mil noches caerán con sus alas oscuras,

           sin destruir el día que esperan estos

            muertos”.

 

 

LAS  BRP

Las Juventudes Comunistas no han olvidado a su heroica militante. El Quinto Congreso Nacional, celebrado  entre el 8 y 13 de febrero de 1966, acordó en su homenaje crear las Brigadas de Propaganda Ramona Parra, las combativas BRP. También  le dieron el nombre de “Ramona” a la revista dedicada a la joven generación,   que se  publicó entre 1971 y 1973.

Ramona Parra sigue viviendo en los corazones comunistas, de los  jóvenes de las Juventudes Comunistas y en los jóvenes del Partido, porque un comunista es joven hasta la muerte.

 

                         




lunes, 26 de mayo de 2025

LA EJECUCIÓN DE TOMÁS MÜNZER

 


A 498 años de la ejecución de Tomás Münzer:

 

 

ALEMANIA SIGLO XVI: IGLESIA, REFORMADORES Y MASACRE DE CAMPESINOS 

 

 

 

                                                       Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                                       Centro de Extensión e Investigación

                                                       Luis Emilio Recabarren,  CEILER

 

        

 


El 27 de mayo de 1527, hace 498  años, Tomás Münzer tras ser torturado cruelmente, fue ejecutado. Pagó con su vida haber sido un revolucionario, leal hasta la muerte, con los campesinos pobres.

 

ALEMANIA HACIA EL SIGLO XVI

A comienzos del siglo XVI  Alemania había adquirido notable desarrollo. Ya en las dos centurias anteriores hubo un importante crecimiento de la industria y del comercio. Otro tanto ocurrió con la producción de materias primas. Pero su población era aún muy escasa y el país estaba fragmentado políticamente. A medida que decaía el imperio  feudal, se descomponía  la unión de Alemania.  Surgieron  príncipes con gran independencia y autoridad. Habían salido de la alta nobleza y disfrutaban de todos los derechos de soberanía. La Iglesia tenía gran poder económico y éste era patrimonio de su jerarquía feudal, que formaba parte de la aristocracia: obispos, arzobispos, abades, priores y demás prelados. Los predicadores del campo y de las ciudades -frailes y monjes- componían el sector plebeyo de la Iglesia y estaban excluidos del goce de sus riquezas.

 

LAS CIUDADES Y CLASES SOCIALES

En las ciudades el poder estaba en manos de las familias patricias. Eran las más ricas y  controlaban el Ayuntamiento. La oposición burguesa la formaban los burgueses ricos y medios, como también una parte de la pequeña burguesía. También existía una oposición plebeya: burgueses  venidos a menos y una multitud de vecinos sin derechos  ciudadanos: oficiales, jornaleros y  numerosos brotes del lumpenproletariado (“proletariado andrajoso”).

Al lado de los restos degenerados de la vieja sociedad feudal y corporativa, empezaba a manifestarse el elemento proletario –todavía poco desarrollado- de la naciente sociedad burguesa.

 

                      

Pero la gran masa de la nación eran los superexplotados  campesinos.

  

LOS BANQUEROS

En 1515 fue nombrado arzobispo de  Maguncia,  Albrecht de Brandenburgo, convirtiéndose en un príncipe  de alta importancia.  Pero el nuevo arzobispo tenía sólo 24 años de edad y para el cargo se requería tener a lo menos 30. Ese “detalle” se podía solucionar con dinero. Para ello recurrió al banco de la familia Fugger por un préstamo. Los fúcares, como les llamaban los españoles, habían fundado en Augsburgo, Alemania, la   primera entidad financiera  del mundo denominada banco.

                           



Uno de los fúcares,  Jacob II (1459 – 1525),  facilitó  el dinero con que el rey español Carlos I   pudo cohechar  los votos que  en 1519  le  permitieron ganar  las elecciones    que  lo transformaron  en el poderoso emperador Carlos V.  En 1530, los Fugger  solicitaron a éste la autorización para conquistar Chile. El Emperador, que se encontraba endeudado con ellos hasta la corona,  accedió.  Pero a última  hora  los banqueros germanos se arrepintieron. De no haber sido por así, estaríamos los chilenos hablando alemán.

 

LA VENTA DE LAS INDULGENCIAS   



          

Las “indulgencias”  eran una forma impuesta por la Iglesia para obtener el perdón de pecados. Con el correr del tiempo había ido cambiando el modo de lograr ese perdón.  Anteriormente, en el siglo XI, bastaba con participar en esas guerras de conquista impulsadas por la Iglesia, conocidas con el nombre de Cruzadas. También se lograba ese mismo efecto enviando a un criado en su lugar o pagando cierta suma de dinero.

Volvamos al caso de Albrecht  de Brandenburgo, en el siglo XVI.  La corte papal,  previo pago de  una elevada cantidad de dinero por parte de éste, confirmó su nombramiento como arzobispo. Pero le puso como condición que durante ocho años los territorios bajo su jurisdicción (Maguncia, Magdeburgo y Brandenburgo)  enviarían a Roma el total del producto de la venta de las indulgencias, que habían sido decretadas por el Papa León X  para la construcción de la basílica de San Pedro.

 

UN GRAN ESCÁDALO

Albrecht cumplió. Pero se dejó para sí cerca del 50% de lo recaudado, para saldar  con ello su deuda con los Fugger.

La venta de las indulgencias  se constituyó en  un gran escándalo. Juan Tetzel, un  simple monje dominico  de Pirna,  puso tanto entusiasmo en  ese negocio,  que pronto se convirtió en el encargado papal para las indulgencias. Su  excesiva dedicación hizo que, en abril de 1517,  muchos habitantes de Witemburgo se trasladaran a Jüterborg, pueblo ubicado al otro lado de la frontera  sajona con Brandenburgo. Esto   para escapar  de  los sacerdotes vendedores de indulgencias, que no estaban autorizados para ingresar a Sajonia.

 

LUTERO Y LOS BURGUESES REFORMISTAS

Martín Lutero (1483 – 1546) se opuso a la venta de las indulgencias. Era profesor de filosofía y moral en la Universidad de Wittenberg. Se cuenta que el 31 de octubre de 1517  clavó en las puertas de la Iglesia del Castillo de esa ciudad  sus  95 tesis en contra de la práctica de la venta de indulgencias.

Por entonces, Alemania se dividía en tres campos bien definidos: el católico o reaccionario, el revolucionario y el burgués reformista. A este último representaba Lutero. Era portavoz de una burguesía que emergía en lucha contra el régimen feudal. En este primer período,  utilizando toda la vehemencia de su temperamento de campesino vigoroso, exclamaba: “Si la furia de los curas romanos siguiera, me parece que sería el mejor consejo y remedio atajarla por la violencia, armándose reyes y  príncipes  para atacar a esta gente dañosa que al mundo entero envenena, y acabar con ella por las armas, no con palabras. ¿No castigamos a los ladrones con espada, a los asesinos con garrote, a los herejes con el fuego? ¿Por qué no atacamos pues a estos maestros de la perdición cual son papas, cardenales, obispos y toda la gentuza de la Sodoma romana? ¿Por qué no los atacamos con toda clase de armas y lavamos nuestras manos en su sangre?”.

 

                          

Martin Lutero

 


LUTERO TRAICIONA A LOS EXPLOTADOS

Como señala  Federico Engels en su obra ‘La Guerra de los Campesinos en Alemania’,  “es evidente que todo ataque general contra el feudalismo debía primeramente dirigirse contra la Iglesia, y que todas las doctrinas revolucionarias, sociales y políticas debían ser en primer  lugar herejías teológicas”.

Cuando en 1517  Lutero   atacó por primera vez el dogma y las instituciones de la Iglesia católica su  posición no tenía un carácter bien definido. En ese  momento  necesitaba unir a todos los elementos de la oposición. Debía representar a la totalidad de las herejías frente a la ortodoxia católica.  Pero ese fervor revolucionario de los  comienzos no duró mucho. Sin embargo,  el vehemente llamado de Lutero encontró tierra fértil en las masas más explotadas,  los campesinos. Estos, que constituían la gran masa de la nación alemana,  debían soportar el peso íntegro de todo el edificio social: de los príncipes, funcionarios, de la nobleza, frailes, patricios y burgueses.

Lutero pronto abandonó a los elementos populares que formaban filas en  su movimiento reformista.  Se integró a la coalición de burgueses, aristócratas y monárquicos. Ya no lanzó más arengas encendidas convocando a la guerra de exterminio contra Roma. Al contrario. Sus dardos apuntarían  ahora en otra dirección.

 

TOMÁS MÜNZER, UN REVOLUCIONARIO

Muy distinta fue la conducta de Tomás Münzer. Había nacido en Stolberg, Alemania,  el  21 de diciembre de 1489. Su erudición teológica le valió pronto el título de doctor y un puesto de capellán en un convento de monjas. En 1522 se hizo predicador en Altestedt.  Allí empezó a reformar el culto. Suprimió totalmente el uso del latín  antes que Lutero se atreviese a hacerlo y  permitió que la Biblia se leyera entera. Organizó la propaganda en toda la región.  Altestedt  se transformó en el centro anticlerical  popular de Turingia.  Predicó la violencia. Llamó a los príncipes sajones y al pueblo a la lucha armada contra los curas romanos. Fue el valiente portavoz del partido revolucionario de los campesinos y los plebeyos.  Leal a ellos hasta su muerte. 

Tomás Münzer fue durante un período seguidor de Martín Lutero. Después lo repudió y llegó a llamarlo “doctor Mentiras”. Se separó entonces de la Reforma burguesa y se transformó en agitador político.

 

Tomás Münzer

La doctrina política de Tomás Münzer procedía directamente de su pensamiento religioso revolucionario. Se adelantaba a la situación social y política de su época. Lo mismo ocurría con  su teología, con relación a las ideas y conceptos entonces en boga.  Su filosofía religiosa se acercaba al ateísmo; su programa político tenía afinidad con el comunismo utópico. Estos brotes de comunismo expresaban los anhelos de todo un sector de la sociedad alemana. Y desde que Münzer los formuló por primera vez con cierta claridad, los encontramos en todos los grandes movimientos populares.

 

LA GUERRA DE LOS CAMPESINOS EN ALEMANIA

Un acontecimiento puso a prueba a los dos reformadores, al burgués y al revolucionario.  Fue la guerra de los campesinos en Alemania. La sublevación general de ellos se inició el domingo 2 de abril de 1525. Münzer se puso a su cabeza.

 

EL “DOCTOR MENTIRAS”

Los sectores reaccionarios, olvidando viejos rencores,  se unieron en una santa alianza “contra las bandas asesinas de campesinos ladrones”. Ahí  estaban  burgueses y príncipes,  nobles y curas,  el Papa y Lutero. Este último se lanzó contra los sublevados exclamando: “Hay que despedazarlos, degollarlos y apuñalearlos, en secreto y en público. ¡Y los que puedan que los maten como se mata a un perro rabioso!  Por esto, queridos señores, oídme y matad, degolladlos sin piedad. Dejad que hablen los arcabuces, sino será mil veces peor”. Así  predicaba ahora el “doctor Mentiras”, como lo apodó Tomás Münzer.

 

LA DERROTA  DE  LOS CAMPESINOS

Los príncipes y feudales,  contando con ejércitos organizados, teniendo caballería y cañones,  vencieron a los campesinos el 7 de julio de 1525. Los últimos focos de resistencia fueron  exterminados el 25 de julio.

El más grandioso intento revolucionario del pueblo alemán terminó  derrotado.   En esos casi cuatro meses de desiguales combates perecieron unos 130 mil campesinos.  Luego,  se desató una cruel represión contra los sobrevivientes.

Tomás Münzer fue hecho prisionero, torturado y ejecutado el 27 de mayo de 1527, a la edad de 38 años. Subió al cadalso con la misma valentía que tuvo en toda su vida.

Martín  Lutero falleció en su lecho el 18 de febrero de 1546,  cuando tenía  53.

 

                 

 


                  



UN FASCISTA LLAMADO ADOLF EICHMANN

 

 

A 65 años de la captura del Nazi-Fascista, Adolf Eichmann. Después de la derrota del Tercer Reich, escapó refugiándose en Argentina como muchos otros criminales.

Entregamos a nuestras lectoras y lectores del Boletín Rojo un escrito del recordado Historiador Iván Ljubetic Vargas.

 

 

23 de mayo 1960,  cuando se conoció su captura:

 

 

                                                         Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                                         Centro de Extensión e Investigación

                                                         Luis Emilio Recabarren, CEILER

 

 

 


 

Adolf Eichmann, uno de los más feroces asesinos nazi-fascistas, logró escapar desde las ruinas del Tercer Reich. En 1950 llegó, como muchos otros  criminales de guerra,  a  Argentina. Compró una casa de tres habitaciones en el humilde barrio de San Fernando, en el Gran Buenos Aires. Se autobautizó como Ricardo Klement. Consiguió trabajo como técnico en una planta automotriz. 

Llevaba, junto a su familia, un tranquilo pasar. No sospechaba que, desde hacía casi  tres años, la Mossad, la terrible policía de Israel, le estaba siguiendo los pasos. Eran las 20 horas cinco minutos del 11 de mayo de 1960 cuando Ricardo Klement, que venía del trabajo, se bajó del autobús  a solo unos metros de su casa. Alcanzó a caminar algunos pasos, cuando unos hombres se precipitaron sobre él. No ofreció resistencia. Lo sacaron clandestinamente de Argentina rumbo Israel. 

Sólo doce días después,  el 23 de mayo de 1960, su familia y el mundo conocieron  lo ocurrido.  Ello,  a través del comunicado  Primer Ministro de Israel, David Ben Gurión.

 

EL JUICIO AL CRIMINAL DE GUERRA

El juicio a Adolf Eichmann, el arquitecto de la “solución final”, comenzó el 11 de abril de 1961 en Jerusalén. Fue un acontecimiento mundial. Por primera vez en la historia se utilizó el sistema de traducción simultánea. Por primera vez, también, uno de los responsables del holocausto, era  juzgado en Israel.

 

 

 


 

Adolf Eichmann  estaba en una de las esquinas de la sala de audiencias, en una jaula de cristal. Desde allí asistió a su juicio, entre cuatro  paredes de vidrio blindado.  Permaneció con una aparente indiferencia.  Pudo escuchar las acusaciones. Quince cargos que le imputaban. Tenía auriculares puestos, pero  parecía no  oír  las declaraciones de los testigos, sobrevivientes de su plan de exterminio. Ni se preocupó  de mirarlos siquiera una vez. Se veía ocupaba   rebuscando entre sus papeles.

 

YA NO ERA EL PREPOTENTE JERARCA NAZI 

Como todo individuo que, cuando está con el poder actúa prepotente y sin misericordia, ahora  el genocida feroz, resultaba ser débil, actuaba como fiera cazada.  Sin ningún brillo intelectual, con una lógica gris y confusa. Un ser mediocre.  Peor aún, un cobarde. Ahí enfrentado al juicio por sus crímenes estaba Eichmann, el fascista, el responsable de la muerte de millones de seres humanos.

 

La humanidad progresista  y también la otra, estaban expectantes. Cientos de enviados de los medios más importantes del mundo acudieron al proceso.

 

FUE UN JUICIO A LA BESTIALIDAD FASCISTA 

Pero no se trataba sólo de juzgar a un criminal de guerra. Era un juicio a la bestialidad fascista, al plan hitleriano del exterminio del pueblo judío. 

Las palabras de apertura de las sesiones, pronunciadas por el fiscal Hausner, lo establecían de modo contundente: "En el sitio en que me encuentro hoy ante ustedes, jueces de Israel, para demandar contra Adolf Eichmann, no me encuentro solo; conmigo se levantan, aquí, en este momento, seis millones de demandantes. Pero ellos no tienen la posibilidad de comparecer en persona, de apuntar hacia la cabina de vidrio un índice vengador y gritar, dirigiéndose a aquel que está sentado en su interior: Yo acuso. (…) Por eso seré yo su portavoz, y en su nombre levantaré este acta de acusación terrible".

 

A DIFERENCIA DE LOS TRIBUNALES NAZIS, TUVO DERECHO A SU DEFENSA 

Sin embargo, los jueces no se sometieron a las presiones políticas y nunca perdieron de vista el objetivo principal del proceso: establecer la posible culpabilidad del acusado y la medida de esa culpabilidad. 

Eichmann, gracias a la intervención de sus juzgadores, pudo ejercer plenamente su legítimo derecho de defensa. Tanto él como su defensor, el Dr. Servatius, se expresaron con absoluta libertad en la Corte. 

Frecuentemente, el presidente del jurado puso freno a los excesos del fiscal o corrigió defectos de traducción de los dichos de los testigos.

 

DESCARGOS 

Eichmann esgrimió, hasta el hartazgo, sus fundamentos  defensivos básicos. Él obedecía órdenes. Nada más. Por otro lado, sostenía, sus actos no podían ser juzgados por otro país, por ningún país: sus actos habían sido actos de Estado. Sólo se encargó  de llevar a cabo, y con una extremada eficacia, aquello que era ley en su país, en la Alemania de la que Eichmann era funcionario. Allí, la palabra del Führer era ley, no sólo para Eichmann fue el responsable del traslado de millones de personas a los campos de exterminio nazi.

 

CARGOS 

Desde su lugar en la estructura burocrática nazi, Adolf Eichmann organizó, sucesivamente, la expulsión de los judíos de Alemania, su deportación de los territorios ocupados por las nazis y el traslado de millones de judíos a los campos de exterminio. 

En la Conferencia de Wansee,  con Eichmann, como secretario, redactando las actas de la reunión, dejando constancia para la posteridad, se decidió establecer "La Solución Final".

 

Eichmann, entre los asesinos, ocupaba un lugar de importancia. Era él quien los enviaba a la muerte. Diariamente partían trenes a los campos de exterminio con 2.500 o 3.000 judíos hacinados en los vagones de carga. No solo se ocupaba de los trenes. En el juicio se aportaron como pruebas circulares y órdenes emitidas por Eichmann y su oficina obligando a las autoridades locales de cada territorio para que los judíos de diferentes nacionalidades fueran objeto inmediato de las "medidas necesarias". 

Eichmann conocía el destino que les esperaba a los pasajeros de sus trenes. Hay registros de sus múltiples visitas a Auschwitz y otros campos. El 31 de julio de 1941, Heydrich lo convocó a su oficina y le dijo: "El Führer ha ordenado el exterminio físico de los judíos".

 

CONDENADO A MUERTE 

En la madrugada del 31 de mayo de 1962. El gobierno Israelí anuncia que rechaza todos los pedidos de clemencia recibidos por el reo. Temprano llegó un ministro protestante. Le propuso  leer la Biblia juntos. Eichmann se negó. Prefirió estar solo los pocos minutos de vida que le quedan.  Bebía cortos sorbos y mantenía  la mirada fija sobre una de las paredes. Lo vinieron a buscar.  En el pasillo solo se escuchaban sus pasos y los de los guardias que lo escoltaban. Se cruzó con varias personas en el camino, pero él no las miró. Le atan las piernas a la altura de los tobillos y las rodillas. Sus patéticas palabras finales fueron: "Dentro de muy poco, caballeros, volveremos a encontrarnos. Tal es el destino de todos los hombres. ¡Viva Alemania! ¡Viva Argentina! ¡Viva Austria! ¡Nunca las olvidaré!".

 

NO APRENDIERON LA LECCIÓN

Sectores, cada vez más numerosos y desprovistos de un mínimo de cultura política, apoyan consciente o inconscientemente, en diversos países de la tierra a movimientos fascistas, sin reconocer lo que significaron dictaduras fascistas como Mussolini, Hitler y Pinochet. Para ellos, simplemente no existieron los horrendos crímenes perpetrados bajo la parda bandera fascista.

 

Por otro lado, la mayoría reaccionaria de los judíos, al parecer olvidaron los sufrimientos del holocausto y aplican hoy la misma política de represión y muerte contra otros pueblos, especialmente el palestino.